Archivo del blog

viernes, 30 de abril de 2010

Pánico-Rock Rose

Rock Rose para el bloqueo emocional
 Muchas veces no somos conscientes de cómo las emociones y creencias limitantes nos bloquean a la hora de conseguir nuestros objetivos.

Tenemos tan interiorizado que no somos capaces de realizar o alcanzar una meta, que nos desmoralizamos, nos convencemos de que no podemos o ni siquiera lo intentamos por el mero hecho de creer que vamos a fracasar antes de intentarlo.

A veces, no nos damos cuenta de qué es lo que nos bloquea, habitualmente podemos reconocer nuestras carencias físicas, sobredimensionarlas, quedarnos en las limitaciones y nosotros mismos boicotearnos.
Extraído del blog: http://lasfloresylamagiadeser.blogspot.com de Rosa Legarra con su amable permiso.

Ataques de pánico:

P: ¿En qué consiste el trastorno de ansiedad denominado ataques de pánico, o crisis de ansiedad?

R: El ataque de pánico es una reacción de ansiedad muy intensa, acompañada de la sensación de falta de capacidad para controlar esta reacción, e incluso la convicción de que uno puede llegar a morir en ese momento. Esta crisis de ansiedad puede producirse en diferentes situaciones (conduciendo, en la calle, etc.), las cuales tenderán a evitarse posteriormente. Las claves de este desorden hay que buscarlas, por un lado, en el tipo de pensamientos que las provocan, altamente preocupantes, catastrofistas (como muerte inminente, ataque al corazón, mareos y pérdida de conciencia, etc.); y por otro lado, en la hiperventilación (respiración agitada) que provoca un rapidísimo aumento de activación fisiológica generalizada. Los pensamientos catastrofistas se originan por una incorrecta interpretación de síntomas de ansiedad (activación fisiológica). Según la clasificación internacional de trastornos mentales DSM-IV los criterios para diagnosticar un ataque de pánico (o crisis de ansiedad) serían los siguientes:

Aparición temporal y aislada de miedo o malestar intensos, acompañada de cuatro (o más) de los siguientes 13 síntomas, que se inician bruscamente y alcanzan su máxima expresión en los primeros 10 minutos.

- Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardiaca.
- Sudoración.
- Temblores o sacudidas.
- Sensación de ahogo o falta de aliento.
- Sensación de atragantarse.
- Opresión o malestar torácico.
- Náuseas o molestias abdominales.
- Inestabilidad, mareo o desmayo.
- Desrealización o despersonalización.
- Miedo a perder el control o volverse loco.
- Miedo a morir.
- Parestesias.
- Escalofríos o sofocos
Dr.Antonio Cano Vindel - Presidente de la SEAS 

Flor: Rock Rose 
Cualidad: Animo y trascendencia. Coraje y valentía
Es la flor para los estados extremos, en situaciones de emergencia donde predomina el terror/pánico. En casos de accidentes, catástrofes, un robo, ataque violento, enfermedades repentinas y cuadros de emergencia en los que lo principal es el miedo extremo.

La Descripción del Dr. Bach
"Es el remedio indicado para emergencias, accidentes, ataques o enfermedades repentinas, especialmente en casos desesperados, cuando el paciente se encuentra muy asustado o aterrorizado, o si la situación es suficientemente grave como para atemorizar a quienes lo acompañan.
El remedio brinda calma y coraje. Se olvida uno de sí mismo y reaparece la fortaleza.

Observaciones
Esta flor se incluye en el Rescue remedy para aliviar, ayudar a mejorar los sentimientos de miedo y terror momentáneos.
Rock Rose actúa sobre la sensación de constricción del plexo solar que dificulta la respiración y que produce la característica respiración jadeante en las personas que sufren un ataque de ansiedad. Si el paciente no está consciente, el remedio puede suministrársele humedeciéndole los labios.
Además quizás sea necesario complementar con otros remedios, por ejemplo, Clematis si se encuentra inconsciente o en un estado de somnolencia, Agrimony si se siente torturado por el dolor.
Diane Belgrave

Cuento breve de "Lugar"- J.S. Saer

 
En un cuarto de hotel 

El cliente, durante un largo rato, se contempla, abstraído, en el espejo. Su vida pasada y sus proyectos inmediatos no bastan para distraerlo completamente de su cara, de su cuerpo desnudo. Ha engordado un poco tal vez. Ya no anda lejos de los cuarenta. ¿No está empezando a volverse transparente para las mujeres? Unos años más y será como esos hombres maduros, o esos viejos que se parecen todos entre sí, y que deambulan en las ciudades, ignorados por la muchedumbre, grises y anónimos. Recién ahora está empezando a comprobar que la vejez, qué en su primera juventud había pensado que era la edad de la sabiduría, no es otra cosa que una inmersión irreversible y lenta en la bestialidad. De los años vividos ya no le va quedando más que la carne corruptible. Pero esos pensamientos pasan rápido. Su compañera de viaje, que se ha demorado en la playa, entra brusca en el cuarto de baño y, rozándolo al pasar, comienza a desnudarse junto a la bañadera. El cliente la contempla a través del espejo: la carne firme, tostada, de la muchacha, se vuelve como más irrefutable y salvaje cuando ella se desata los cabellos y los desparrama con dos o tres sacudidas hábiles sobre los hombros. Después la ve refregarse la carne dura bajo la ducha, con los ojos cerrados y la cabeza alzada que esquiva sin embargo a medias y como por instinto la lluvia espesa. El recuerdo de su propia corruptibilidad se esfuma de la mente del cliente, arrasado por esa presencia densa, persistente, por esa masa de vida nítida que llena el cuarto de baño iluminado, dándole realidad y sentido, Mientras lo ve pagar la cuenta en el restaurant, la muchacha piensa que ese hombre con el que vive desde hace quince meses no le ha entregado, al fin de cuentas, todos sus secretos. ¿Cuál es la causa de esos silencios, de esas miradas sombrías, de esas respuestas bruscas a las que suceden, debe reconocerlo, disculpas inmediatas y sinceras? Y sin embargo, desde fuera presenta un aspecto tan saludable, tan compacto y enérgico. La enfermedad, se dice la muchacha, en esta pareja, vendría a estar más bien a mi cargo: soy bastante inestable, y mis exigencias de continuidad, de apoyo incondicional, tal vez representan para él una carga insoportable. Debería, piensa generosa, ser más abierta en el futuro, vivir el tiempo sucesivo sin obstinarme en organizarlo de antemano. Y cuando están saliendo del restaurant la muchacha, después de haber rechazado, con optimismo o tal vez con resignación, sus pensamientos problemáticos, se abandona al ademán amplio del hombre que le rodea los hombros con el brazo y la atrae hacia su pecho. Así atraviesan, lentos y felices, la ciudad desierta en dirección al hotel, en el que una hora más tarde, echados desnudos en la cama, después de copular, se abandonan, separadamente, a sus propios pensamientos y a esa disgregación lenta que precede al sueño, de la que es difícil determinar si es producto del cansancio o bien si la negrura en la que culmina no es más que el estado verdadero y continuo de la mente. Ronquidos, espasmos, suspiros y quejidos llenan, intermitentes, el silencio oscuro del hotel. El gerente, que está en la portería desde las ocho, los ve salir del ascensor con las valijas un poco antes de mediodía y les da la cuenta ya lista, recibiendo el dinero y guardando el vuelto que el cliente, con un movimiento de cabeza que indica los pisos superiores, ha dejado de propina para las mucamas. Después los ve desaparecer por la puerta de calle, amplia y entreabierta, y los olvida casi de inmediato, mientras hace desaparecer el original de la factura —el duplicado se lo ha llevado el cliente— entre las hojas de un libro de caja clandestino en el que va llevando, para reducir sus impuestos, una doble contabilidad. En el hall del hotel, un poco pretencioso y ya pasado de moda, no hay nadie a esa hora. El sol de septiembre entra por el ventanal que da a la vereda. Los sillones están vacíos y el televisor apagado. Durante dos o tres minutos no pasa nada (el gerente se ha quedado inmóvil junto al mostrador, pensando no sabe bien qué), hasta que de golpe, el ruido familiar del ascensor, que alguien ha debido llamar desde los pisos superiores, empieza a oírse en el hall iluminado. 

Juan José Saer 

Escritor Argentino-Profesor de la Universidad nacional del Litoral.  En 1968 se radicó en París y enseñó en la Universidad de letras de la universidad de Rennes ( Francia) -Su vasta narrativa abarca cinco libros de cuentos , doce novelas, poemas ( el arte de narrar) y ensayos. En 1983 publicó Narraciones  y en 1988 para una literatura sin atributos. 

jueves, 29 de abril de 2010

VER

Maíz 
 VER...
 
"...Esta mañana no había una nube en el cielo, el sol estaba en el valle y todas las cosas se regocijaban, excepto el hombre. Él miraba esta tierra maravillosa y continuaba con su trabajo, sus penas y sus pasajeros placeres. No tenía tiempo para ver; se hallaba demasiado ocupado con sus problemas, sus agonías, su violencia. El no ve ese árbol y, por ende, no puede ver su propio tormento. Cuando se ve obligado a mirar, hace pedazos lo que ve y llama a eso análisis; escapa de ello o directamente no quiere ver. En el arte de ver radica el milagro de la transformación, la transformación de ‘lo que es’. Lo que ‘debería ser’ jamás existe. El inmenso misterio está en el acto de ver. Esto requiere interés, atención, que es amor..." 

J.krishnamurti

ROSTROS



“Desde que los rostros de los hombres se volvieron hacia fuera, éstos se tornaron incapaces de verse a sí mismos. Y esa es nuestra gran debilidad. Al no poder vernos, nos imaginamos. Y cada uno, al soñarse a sí mismo y ante los demás, queda solo detrás de su rostro.”
René Daumal


A través del rostro se lee la humanidad del hombre y se impone con toda certeza la diferencia que distingue a uno de otro. Al mismo tiempo, los movimientos que lo atraviesan, los rasgos que lo dibujan, los sentimientos que emanan de él, recuerdan que el lazo social es la matriz sobre la cual cada sujeto, según su propia historia, forja la singularidad de sus rasgos y expresiones. Todo rostro entrecruza lo íntimo y lo público. Todos los hombres se asemejan pero ninguno es parecido a otro.

En las situaciones extremas en que el desmantelamiento del hombre es llevado al límite, en las que su existencia depende sólo de un hilo, parece que las capas geológicas del rostro se disuelven, expurgando los rasgos singulares del individuo, para dar lugar a una especie de rostro originario. Por ejemplo, Nicholas Ray, al momento de morir en Nick’s movie, la película de W. Wenders, cuando se ve en un espejo cree reconocer el rostro de su madre. En cercanías de la muerte, o en medio de la derrota, el hombre encuentra en sus rasgos una filiación simbólica que lo remite a su nacimiento y al primer rostro. Evgenia Guinzbourg (El vértigo) dejó un testimonio conmovedor de sus años de deportación en los campos soviéticos. Confrontada a la humillación, al hambre, al agotamiento, evoca un momento en que, con sus compañeras de infortunio, se encuentra ante el tesoro inaudito de un gran espejo en un vestidor: “El espejo azulado devuelve cientos de ojos llenos de amargura, de angustia, en busca de su imagen. No es sino por el parecido con mi madre que me encuentro en medio de las demás. Pavotchka, mira tú, sólo me reconocí al recordar el rostro de mi madre, me parezco más a ella que a mí misma”. Parecerse es aquí una esperanza, comprueba que el desmantelamiento del ser no ha afectado lo esencial. Es el recuerdo de la dignidad y del amor, aunque la identidad ya no sea más que un soplo. Y puede ser una promesa de renacimiento cuando se trata de ancianos o enfermos graves que llaman a su madre, la sueñan o la ven de pronto ante ellos. Es el final de un camino circular en el cual la madre que recibió al niño es ahora aquella cuyo rostro vela su entrada pacífica en la muerte.

* Por David Le Breton * Miembro del Instituto Universitario de Francia. fragmento de Texto extractado de Rostros, cuya traducción al español se presenta en estos días (ed. Letra Viva).

Desiderata



Vive con calma

Anda plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda qué paz puede haber en el silencio.
Vive en buenos términos con las personas, todo lo que puedas sin rendirte.
Di tu verdad tranquila y claramente, escucha a los demás, incluso al aburrido o al ignorante, ellos también tienen su historia. Evita a las personas ruidosas y agresivas.
Si te comparas con otros puedes volverte vanidoso o amargo, porque siempre habrá personas más grandes o más pequeñas que tú.
Disfruta de tus logros así como de tus planes. Mantén el interés en tu propia carrera aunque sea humilde, ya que es una verdadera posesión en las cambiantes fortunas del tiempo. Usa la precaución en tus negocios porque el mundo está lleno de trampas, pero no por eso te ciegues a la virtud que pueda existir… mucha gente lucha por altos ideales y en todas partes la vida está llena de heroísmo.
Sé tú mismo. Especialmente no finjas afectos. Tampoco seas cínico respecto al amor, porque frente a toda aridez y desencanto el amor es perenne como la hierba.
Recoge mansamente el  consejo de los años, renunciando graciosamente a las cosas de la juventud. Nutre tu fuerza espiritual para que te proteja en la desgracia repentina. Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad. Junto con una sana disciplina sé amable contigo mismo.

Tú eres criatura del Universo, no menos que los árboles y las estrellas, tú tienes derecho a estar aquí. Y te resulte evidente o no, sin duda el Universo se desenvuelve como debe. Por lo tanto mantente en paz con Dios, de cualquier modo que lo concibas. Y cualesquiera que sean tus trabajos y aspiraciones, mantén, en la ruidosa confusión, paz con tu alma. Con todas tus fuerzas, trabajos y sueños rotos, éste sigue siendo un mundo hermoso. Ten cuidado. Esfúerzate por ser feliz.

Desiderata encontrada en la vieja iglesia de Saint Paul, Baltimore en 1693.

Mantiene absoluta vigencia, a más de 400 años de escrita.
Iglesia de Saint Paul - Baltimore - 1693.

miércoles, 28 de abril de 2010

Equilibrando emociones...

"La vida es armonía, un estado del ser en ritmo y la enfermedad es discordancia, o sea, cuando una parte del todo no vibra al unísono..." "La enfermedad no es material en su origen. Lo que nosotros conocemos como enfermedad es el último resultado producido en el cuerpo, el producto final de fuerzas profundas y duraderas, y aunque el tratamiento material sólo sea aparentemente eficaz, es un mero alivio temporal que si no se suprime la causa real..." Dr. Bach


Salud: Emociones equilibradas

Sabemos que necesitamos el equilibrio de  cuerpo, mente y espíritu para sentirnos plenos, para que nuestro "SER" no se resienta y evolucionemos satisfactoriamente.
Cómo equilibrarnos es la pregunta. El cuerpo necesita nuestra atención, es nuestro ropaje, es la "cajita orgánica" que guarda la máquina perfecta que la naturaleza nos regaló incondicionalmente, pero nosotros debemos saber que esa maquinita se debe alimentar de buenas emociones y nutrirse sanamente.  
Todo lo que se nos da incondicionalmente es para que observemos y aprendamos a cuidarlo y a amarlo responsablemente con el compromiso de evolucionar a ser una mejor persona amandonos también, y dando lo mejor de nosotros en amor y servicio a la humanidad y a la naturaleza.

En el diario vivir, no podemos recibir nada  sin demostrar agradecimiento y sin ocuparnos de "ver" para que lo recibimos y por que.  Es necesario que aceptemos y renovemos nuestro espíritu devolviendo ese mismo amor o bien recibido incrementado, no porque la naturaleza o quien nos lo haya dado lo esté esperando a cambio, sino porque además de ellos, nosotros nos beneficiamos haciéndolo, nosotros crecemos en ese "dar y recibir" y además, nos EQUILIBRAMOS.
Cuando nos relacionamos comenzamos a tejer un telar donde las emociones y sentimientos se mezclan, y esa trama de energía vibrará en  amor y emociones que sanen y nos equilibren si nos hacemos 100% responsable en tratar de que el círculo del dar y recibir no se rompa.  Debemos estar atentos a obtener ese balance porque lo que enferma a nuestro cuerpo y mente son las emociones, el desequilibrio de nuestras emociones (que se produce en mayor medida  por no fluír  correctamente el "dar y recibir"),  alteran nuestro campo energético dañando nuestra salud y nosotros somos los únicos responsables. Fuera o dentro de una relación no es culpa de nadie, es solo nuestra responsabilidad frente al resto.

Graciela
LA VIDA EN PLENITUD









En comunion con la Naturaleza

"Solo toma un poquito de tiempo estar en paz, que la mente también esté en paz, tranquila y así ser y sentir la verdad." Stephen Turoff

En Comunión con la Naturaleza



Si concebimos la espiritualidad como la unión con “Todo lo que Es”, el camino del despertar puede resumirse en una sola palabra: “integración”. Cuando internamente vas haciendo concientes todos los distintos aspectos de ti mismo, también la realidad externa se transforma, y comprendes que eres solo un eslabón más en la cadena de la vida. Entonces el contacto con la naturaleza llega a convertirse en una experiencia mística de plenitud, en una sensación de expansión que conecta internamente al ser con todo lo que sus ojos ven y su corazón siente.
Un día de campo es la alegría del espíritu, es un ritual de celebración de la vida. El contacto con la naturaleza puede disolver la tristeza y recargar la energía del hombre agotado por el exceso de trabajo y la preocupación. Si deseas experimentar la verdadera comunión espiritual, camina concientemente por el bosque, deja que tu mente calle y el corazón se expanda hasta tocar los árboles, la textura y el color de las flores. Permite que te conmueva el canto de los pájaros y te arrulle el murmullo del agua que corre por entre las piedras.
El hombre moderno, que vive hacinado en las ciudades, ha perdido el contacto con la naturaleza, por eso se siente aislado y alienado. Nuestra civilización está enferma, por haber desarrollado excesivamente los valores de lo masculino, en detrimento de lo femenino. La represión de su aspecto femenino es lo que hace que el individuo se sienta separado de la madre Tierra, y prime en él el afán de dominación, que da valor al medio ambiente solo en función de poseer y de conseguir dinero.

Pero el planeta en esas condiciones no puede continuar sustentando la vida. Por eso ahora la prioridad es alcanzar un punto de equilibrio, que, primero consigue el individuo dentro de sí mismo, y luego proyecta a nivel local; para que más tarde sea el patrimonio de la sociedad humana, a nivel global. El péndulo planetario induce ahora hacia un cambio de polaridad, vamos todos viajando de vuelta al corazón, hacia un despertar espiritual sustentado en el poder de síntesis, la intuición, la sensibilidad y la receptividad, que son los valores femeninos por tanto tiempo devaluados.
Integrarnos es reestablecer el contacto amoroso con la Madre Tierra.  Si no te es posible salir al campo (para colmarte del verde de los árboles, del azul del cielo, del aroma perfumada y la fiesta multicolor que te regalan las flores) entonces te queda el recurso de crear interiormente tu jardín privado, donde puedas refugiarte cada vez que quieras encontrar un bálsamo calmante para la angustia crónica, y un centro de paz en medio del torbellino de la agitación diaria.
Toma tres respiraciones profundas, y siente como tu cuerpo se relaja, las preocupaciones se desvanecen y la mente se calma. Luego visualiza tu paisaje ideal, puede ser: al lado de un pozo de aguas cristalinas, alimentado por una cascada que trae reminiscencias de truenos y vapores de nubes. Siéntate al pie de aquel árbol amigo, que te invita a descansar bajo su sombra protectora, en un mullido colchón fabricado de hojas secas y del suave humus formado por troncos y cáscaras caídas.
Permite que tu corazón vaya al encuentro de las flores, observa que la misma vida que te alimenta a ti, vibra en cada ser vivo, llámese planta, hormiga, lagartija o pajarito. Disfruta del aliento del Creador, que, para ti se viste del olor de la tierra mojada, mezclada con el aroma de las yerbas que la visten. Tómate un tiempo para disfrutar allí, en ese paraíso que tu mismo has creado. Acéptate a ti mismo como parte de esa creación perfecta. Cuando lo hayas hecho, vuelve a tu lucha por la supervivencia cargado de paz y de gratitud por el hecho de estar vivo.
Cada vez que lo necesites ese refugio interno estará ahí para ti. Tu panorama puede cambiar, según lo necesites. Puedes escoger irte al mar para dejarte mecer por las olas, y aprender a fluir con la corriente de la vida. Flotando en el agua puedes permitir que tus preocupaciones y enfermedades se las lleve el mar y las entierre en sus profundidades, sintiéndote luego muy ligero y feliz. Tus posibilidades son tantas, como ilimitada es tu imaginación.
Lo importante es que visites diariamente tu rincón interno de paz donde tu alma puede liberarse de sus cargas terrenales. Atrévete a compartir la forma más elevada de alabanza a Dios, asistiendo a la ceremonia de la vida en su propio templo, que es la naturaleza. Deja que allí tu corazón cante de felicidad al unísono con todas sus criaturas.

por Hortensia Galvis

Dolor



Dolor- El Precio de la Libertad
Si te cierras en torno al dolor e impides que te atraviese, se quedará en ti. Por eso nuestra tendencia a resistirnos es tan contraproducente. Si no quieres el dolor, ¿por qué te cierras alrededor de él y lo conservas? ¿Crees verdaderamente que si te resistes a él desaparecerá? No es cierto. Si sueltas y dejas que la energía te atraviese, entonces se irá. Si te relajas cuando la energía surja dentro de tu corazón y te atreves a afrontarla, pasará. Cada vez que te relajas y sueltas, una parte del dolor se va para siempre. Sin embargo, cada vez que te resistes y te cierras, acumulas el dolor dentro; es como hacer un pantano en un río. Entonces estás obligado a usar la psique para crear una capa de distancia entre quien experimenta el dolor y el dolor mismo. Eso es todo el ruido que hay dentro de tu mente: un intento de evitar el dolor almacenado.
Si quieres ser libre, primero tienes que aceptar que hay dolor en tu corazón. Tú lo has almacenado allí. Y haz hecho todo lo que se te ha ocurrido para mantenerlo allí, en lo más profundo, para no volver a sentirlo. Hay una tremenda alegría, belleza, amor y paz dentro de ti. Pero están al otro lado del dolor. Al otro lado del dolor está el éxtasis. Al otro lado está la libertad. Tu verdadera grandeza se esconde al otro lado de esa capa de dolor. Tienes que estar dispuesto a aceptar el dolor para pasar al otro lado. Simplemente acepta que está allí y que vas a sentirlo. Acepta que, si te relajas, tendrá su momento ante tu conciencia y después pasará. Siempre lo hace.
A veces notarás que, cuando pasa el dolor sientes calor dentro de ti. De hecho, al relajarte en la energía del dolor es posible que sientas un tremendo calor en tu corazón. Eso es que el dolor está siendo purificado en tu corazón. Aprende a disfrutar de ese fuego. Se le llama el fuego del yoga. No parece agradable, pero aprenderás a disfrutar de él porque te está liberando. En verdad, el dolor es el precio de la libertad, y en el momento en que estés dispuesto a pagar ese precio dejarás de tener miedo. En el momento en que no tengas miedo al dolor podrás afrontar sin temor todas las situaciones de la vida.

Michael Singer
Publicado por Luis Granados González en
http://almaenlibertadmasalladetimismo.blogspot.com

martes, 27 de abril de 2010

FE


LA FE

La falsa seguridad no permite que tu FE crezca. Cuando dejes a un lado tus seguridades tu FE crecerá. Cuando llenas tu vida de seguridad, te alejas de la FE. La FE es lo que da la perfección. La Fe es la mayor seguridad. Si tienes seguridad material y no tienes FE, todavía tendrás miedo. Tienes que alejar todas las posesiones materiales de tu mente. Colocar las cosas en un lugar que no les corresponde genera una falsa seguridad. El tener una casa, un trabajo, amigos, son todas ilusiones de seguridad. Deja la casa en su lugar pero no en la mente. Pon el dinero en el banco o en el bolsillo, pero no en la mente. Coloca a tu familia y amigos en su lugar, pero no en la mente. Dios es tu única seguridad. 

La FE es darse cuenta que uno siempre consigue lo que necesita. La FE es ofrecerle a Dios una oportunidad de actuar. Tu cuerpo pertenece al mundo, tu espíritu pertenece a Dios.
Ten Fe y confianza en que los resultados serán mucho mejores que los que nunca hayas imaginado.  Con FE te liberas de la febrilidad de la acción y de los logros.  La febrilidad puede ser un residuo de la actividad excesiva.  Dormir, escuchar música y tomar un baño son de gran ayuda.
Sé desapasionado.  Debes saber que todo terminará de una forma u otra, y no importa.  La meditación y la respiración te pueden calmar.

Sri Sri Ravi Shankar


La práctica del amor a uno mismo empieza por la mente.


Debes aprender a controlar tus pensamientos. Esto requiere ser muy consciente del presente cuando te comportas de una forma destructiva. Si logras pescarte haciéndolo, podrás empezar a enfrentarte de una manera positiva con el pensamiento que inspira semejante conducta.  Dr. Wayne Dyer

Afirmaciones para sanar tu vida. Louise Hay



 
“Recordad que el hombre permanece en el rincón de la
oscuridad por temor a que la luz de la verdad le deje ver cosas
que derrumbarían sus conjeturas.” (J.J. Benítez.)

Relaciones Tóxicas

Relaciones tóxicas:

Baja autoestima, temor a la soledad, a lo que vendrá después de terminar un noviazgo o un matrimonio, son algunas de las razones que llevan a que muchas parejas se encierren en una espiral nociva, bajo el pretexto del amor.


ES COMÚN encontrar personas que a pesar de aceptar que sus relaciones son un auténtico infierno, reconocen, asimismo, que son incapaces de terminar con ellas. Este tipo de relaciones se definen como tóxicas, por los daños que ocasionan en quienes participan de ella.

si estás inmerso (o inmersa) en un vínculo de pareja que te produce mucha pena y desdicha y poca alegría y buenos momentos, que en ciertos momentos te hace sentir que de algún modo llegas a desdibujarte como persona en pos de mantener una armonía o una comunicación ficticias, es bien probable que formes parte de una relación tóxica. Determinarlo te será de suma utilidad para desactivarla y acceder a una vida emocional más satisfactoria”.

Una relación tóxica es aquella en la cual una o las dos personas sufren mucho más de lo que experimentan dicha y placer por estar juntos. Uno de los integrantes (y en algunos casos ambos) se ven sometidos a un gran desgaste por tratar de sostener la relación.

Este tipo de vínculos provocan más insatisfacción que felicidad, y la sensación de bienestar que pueden proporcionar en escasos momentos es muy efímera ya que, para vivenciarla, es necesario silenciar o pasar por alto ciertas cosas que, de darles la importancia que efectivamente tienen, causarían un profundo dolor e incluso llegarían a poner en peligro la continuidad de la pareja.

“Ten presente que nada bueno puede surgir de uniones entre personas que generan actitudes y emociones lacerantes que nublan tu capacidad de alcanzar la plenitud emocional que te mereces. Las relaciones ideales entre las personas son ganar-ganar. Una relación tóxica nunca puede catalogarse como tal, son de ganar-perder y, en muchos casos, las dos personas involucradas pierden”, señaló Meiler.

El camino al infierno afectivo
¿Qué lleva a que una persona se involucre en una relación dañina? Según Meiler, las razones son varias, por lo que es importante analizarlas una por una.

La baja autoestima. “Si nuestras creencias están basadas en sentir que no somos merecedores de la atención, el respeto o el amor de otra persona, quien aparezca será considerado (o considerada) nuestra tabla de salvación, a la que nos aferraremos con uñas y dientes porque sin esta persona, ¿quién nos querrá? O ¿quién pagará nuestras cuentas? O ¿quién nos cuidará?”.

Creerse salvador. Similar al primer punto, cuando una persona fantasea que puede cambiar a su pareja, que ha llegado a su vida para que se transforme en un ser completamente diferente, más amoldada a los deseos propios, es un camino directo a la infelicidad. “Podemos ayudar a que otras personas cambien rasgos de su personalidad que les molesten, siempre y cuando se den cuenta de que este cambio los favorecería, decidan hacerlo y además quieran que los ayudemos. Lo que sí tenemos es la capacidad concreta de lograr que se produzcan cambios asombrosos en nosotros mismos si así lo deseamos: esta capacidad es innata, por lo que nada ni nadie podrá privarnos de ella nunca. Es sólo cuestión de tomar la decisión de hacerlo y poner manos a la obra”.


La urgencia de muestras de cariño. Este tipo de deseo imperioso es muy mal consejero, y se suma a la necesidad de suplir carencias profundas. A veces da como resultado el tolerar cualquier cosa por un poco de lo que se cree es cariño, pero que en realidad encubre otro comportamiento de fondo, como, por ejemplo, el abuso o la falta de respeto.

Compañía a cualquier precio. El miedo a la soledad es el paso preliminar hacia una posible relación tóxica ya que, por este precepto, se hace cualquier cosa con tal de no estar solo, incluyendo soportar el abuso o los daños de una pareja por el simple temor a estar solo.

Aburrimiento. La búsqueda de nuevas sensaciones, de una manera de alejarse de la monotonía o de la rutina puede hacer que sólo se vea una faceta de la personalidad de quien lo atrae, la divertida y agradable que le saca del letargo en el que estaba, y no se logra visualizar el resto de la personalidad la pareja, en la cual hay comportamientos tóxicos que en un principio no se identificaron.

El miedo a seguir avanzando en la vida. “Si tenemos un vínculo con una persona que nos pone frenos o nos cercena en nuestro crecimiento y nos estancamos en cierta área de nuestra vida (ya sea personal, laboral, espiritual o profesional) ¿no somos nosotros mismos quienes aceptamos quedarnos en una zona conocida en vez de crecer, desarrollarnos, cambiar y superarnos? Tal vez ésta ha sido tu ganancia secundaria y por eso has sostenido este tipo de comunicación por más tiempo del que quisiste o creíste poder soportar”.
 
Merlina Meiler, experta en Coaching y Programación neurolingüística,

Un Vagabundo...



Me contaba un Vagabundo...

Me contaba un vagabundo que por las noches se perdía en la luz de las estrellas. Eran estrellas palpitantes bajo el techo del horizonte de sus ojos. Él no reparaba en esos techos blancos encerrados entre las cuatro paredes de una ciudad, porque su techo se adornaba con la lámpara que las estrellas dibujaban en su cielo. Se cobijaba aunque el frío tatuara sus huesos, con la luz de luces del firmamento. Se mecía en la invitación flagrante del punto blanco sobre negro, dando imaginación a sus futuros sueños. Sentía en unos instantes la libertad de poder tocar las estrellas. Se sentía libre, mientras el mundo giraba por debajo de sus estrellas. Se dormía cuando su cuerpo ya no era capaz de reconocer a su alma. Cuando el sol ocultaba las luces que engendraban sus más maravillosos sueños, el ruido de la realidad le daba bofetadas de soledad e indiferencia, porque su techo se había convertido en numerosas pisadas que antes sus ojos le pisoteaban con total indiferencia. Se resguardaba bajo cualquier puente, en la esquina que acababa de dejar otro indigente, en la entrada de un metro repleto de miradas ausentes, en el silencio que descansaba al final de su voz cuando pedía o deseaba un bocado caliente, en la sonrisa de aquel niño que ajeno a sus desgracias, le sonreía en un instante. Me contaba un vagabundo que una noche al despertar el sol tapó sus sueños para siempre… pero las estrellas brillaron bajo el techo de su ausencia.

Gracias Alfredo!

Por Alfredo
www.musicayvino.com

lunes, 26 de abril de 2010

Niños Ïndigos


 ¿QUE ES SER UN NIÑO INDIGO?
 Yo doy por hecho de que ustedes ya están informados pero puede ser que no, y no tengo el porqué darlo por hecho. Un niño índigo es un niño que tiene y expresa la frecuencia índigo… ¿Y qué es la frecuencia índigo? Es la vibración del chakra del entrecejo. ¿Y qué es un chakra? Según la medicina tradicional china, que es la medicina más milenaria, seria, veraz y con resultados de cambios que existe: la medicina oriental. Según la medicina oriental, nuestro cuerpo está formado por energía eléctrica y energía magnética. Tenemos y vivimos constantemente dentro de un campo electromagnético formado por 72,000 posibilidades de conexión, posibilidades, canales que interactúan formando nuestro entramado energético. Donde coincide todo este entramado energético o aura es sobre la línea media imaginaria de nuestro cuerpo, configurando lo que se llaman los vórtices energéticos o chakras. Sistema de chakras es el sistema de vórtices energéticos en el que se basa la acupuntura, la digitopuntura, la kinesiología, etc. Tenemos siete vórtices energéticos. Si cada uno se tradujese en longitud de onda en relación a un color, daría un color determinado dentro del espectro de la misma gama que nuestro arco iris. ¿Por qué no se ven? ¿Por qué no vemos nuestras auras, nuestros chakras? No los vemos porque están formados por la partícula más pequeñita que existe: el electrón, y el electrón no es visible ante la mirada ordinaria. O sea que no tienen la suficiente masa material como para verse. Por lo tanto, los chakras no los podemos ver a menos que tengamos visión aural o seamos videntes. Si tradujésemos en color el chakra del entrecejo, que unifica las cualidades del hemisferio derecho y del hemisferio izquierdo, veríamos que tiene el color índigo, azul cobalto… Los llamados “niños índigo” nacen ya con este chakra, con este vórtice energético y por añadidura las cualidades de ambos hemisferios cerebrales más desarrolladas de lo normal.

¿Qué es tener desarrollado el chakra del entrecejo, el chakra índigo?

Todos los seres humanos tenemos la posibilidad de desarrollar nuestro chakra índigo, nuestro chakra del entrecejo. Es vivir de una manera diferente a la manera material, a la manera razonable, a la manera intelectual, a la manera materialista de ser, sentirse y relacionarse con los demás y con la vida. ¿Y por qué? Pues porque nuestra capacidad cerebral no solamente abarca nuestro hemisferio izquierdo racional, intelectual, sino que también abarca nuestro hemisferio derecho, con todo su potencial y cualidades atemporales, intuitivas, psicomágicas, conscientes de realidades más allá de lo que ven nuestros ojos o tocan nuestras manos o perciben nuestros demás sentidos. Estas capacidades unificadas alternativamente son las que tiene potencialmente todo ser humano, en forma latente pero por desarrollar según tenga o no inquietudes espirituales; y cuando defino “espirituales” no tengo ninguna intención de que sea entendido con connotaciones religiosas ni místicas: me refiero a ser consciente… Consciente de que aquí pueden haber presencias angélicas, guías, etcétera. Cuestiones que la mente racional rechaza pero que son verdad aunque no nos las creamos, y que el niño índigo, el adolescente índigo o el adulto índigo tienen tan integradas como podemos tener nosotros integrados el que sólo existe lo que vemos y tocamos. Para ellos es completamente normal y natural el saberse de otros planos, de otros planetas, saberse en contacto con seres de la naturaleza como las hadas… Ver y sentir a los ángeles, saber que la muerte sólo es una manera de nacer a otra realidad, etc., etc. Y este tipo de información, para ellos tan natural, en algunos padres puede dar miedo, y tratan de taparla. En otros, como cuando nosotros éramos pequeños y hablábamos de ángeles, de hadas, de otras vidas (la mayoría de nosotros, y es que ya ni nos acordamos), cuando permitíamos que nuestras potencialidades del hemisferio derecho se expresaran, motivadas también y principalmente por los cuentos, por las leyendas, el mundo infantil que le llaman, ¿no?, nuestros padres no tenían el nivel de información ni el nivel de consciencia que tenemos ahora los que tenemos hijos… Y en lugar de informarse lo que hacían en su lugar era “normalizarnos” con muchas normas…

De todas maneras muy normales no hemos quedado puesto que nuestros hijos son índigo: nuestros hijos nos han elegido. (Risas) . Es decir: que no nos asustamos ni intentamos normalizarles poniéndoles normas: intentamos informarnos, intentamos averiguar qué más hay más allá de un diagnóstico médico que dice: “su hijo es hiperkinético, su hijo tiene Síndrome de Déficit de Atención, su hijo no encaja, su hijo es un hijo problema”… ¿Nos conformamos con eso y le damos el Ritalín y la razón a la maestra…qué hacemos? Nos seguimos informando y por eso están aquí hoy, por eso toman como algo prioritario el ver programas de televisión que hablen del tema o comprarse libros que hablen de este tema, prestan atención cuando hay una conferencia o cuando hay alguien que hable de este tema… Y de este tema, quien más debe sentir su seriedad es cada uno de nosotros, cada padre, cada educadora, cada educador, cada psicólogo, cada médico, porque dándoles medicación llamada “droga legal” a nuestros hijos si son índigo, sólo conseguimos atrofiarles sus capacidades glandulares de secreción hormonal tanto del hipotálamo como de la hipófisis y la pituitaria; es decir, de las glándulas que están en el cerebro, las glándulas que sirven para todo lo relacionado con el intelecto pero también para todo lo relacionado con la creatividad, con la intuición, con la sabiduría del corazón.

Entre la confusión que les decía, y el oportunismo de estos especialistas que se sacan de la manga el saber todo de los niños índigo, y que todavía nos confunden más, ¿qué podemos hacer? En primer lugar, no sentirnos en ningún momento tan desamparados ni tan desorientados. Si eres padre sabes, si eres maestra, sabes; si eres profesor, sabes. No es casualidad que tengas en tu aula niños índigo. No es casualidad que a tu gabinete o a tu consulta acudan niños índigo. No es casualidad que un niño índigo o dos o tres, te hayan elegido como madre o como padre: sabes. Aunque no te lo creas, hay cosas que son verdad y esta es una de ellas: si tienes cerca  niños índigo es porque en tu corazón y en tu hemisferio derecho y en tu chakra índigo del entrecejo sabes cómo sacar esa sabiduría… porque claro, estamos demasiado acostumbrados a los métodos, a las normativas, a los manuales, a las recetas milagrosas y efectivas, y en esta cuestión índigo hay que trabajar. Hay que trabajar primero para saber elegir… Para saber elegir el colegio, el profesional de la salud, para saber elegir y decidir si medicas a tu hijo o no lo medicas. Para saber qué podemos hacer… El nivel de oferta en los colegios de momento es precario. Las escuelas normalmente están masificadas. Un niño índigo necesita atención, a un niño índigo hiperactivo hay que saber estimarlo y valorarlo para saber cómo enfocar la hiperactividad y la frecuencia índigo.

El niño índigo es uno de los precursores, uno de los maestros, una de las personas, uno de los sanadores que va a cambiar esta realidad. Esta realidad no puede seguir adelante por el lado o camino materialista y tecnificado y saturado de tecnología, en absoluto. Hace falta creatividad. Hace falta cada vez más disfrutar del tiempo libre que nos da la tecnología.

¿Quiénes son los que van a enseñarnos?

Los índigo, porque la frecuencia índigo, la frecuencia del chakra entrecejo es la que unifica lo práctico con lo creativo. Porque esta sociedad y esta realidad si no empieza a ser creativa con su tiempo libre y con los medios de los que dispone, si no empieza a relacionarse con su prójimo desde el corazón, va a explotar. Tanta tecnología y tanto tiempo libre en sociedades altamente culturizadas, altamente tecnificadas, como por ejemplo Suiza o Suecia, han resultado en un alto nivel de suicidios de niños, de adolescentes y de adultos. ¿Por qué? Porque hay mucho tiempo, mucho dinero, mucha tecnología y no se sabe qué hacer porque no hay educación creativa. ¡Qué casualidad!, ¿verdad?

A los niños índigo, la única motivación por la que les podemos ayudar, la única vía para que despierten y desarrollen todo el potencial que tienen en sí mismos es a través de la creatividad. No se sienten motivados, no les interesa en absoluto que en su colegio se tenga un baremo de aprendizaje que vaya desde el primero hasta el último mes del año escolar con el aprendizaje de los adjetivos, de las preposiciones y de la tabla del uno al nueve, por poner un ejemplo, y tienen qué adaptarse a cumplir ese baremo ¿que dicta quien?: El sistema educativo existente para nuestro mejor bien y el de nuestros hijos evidentemente. Pero el niño índigo no se adapta al método: necesita un método que se adapte a él. Y a no ser que tengamos la suerte de llevarlo a un colegio Montessori, a un colegio Waldorf, a un colegio especial que no esté masificado en el que las personas que forman parte de ese colegio tengan la necesidad de expresar su vocación apasionada y amorosamente, y no tengan su profesión sólo como un medio de generar ingresos a final de mes. Porque en la docencia al igual que en la medicina oficial, hay muchos que podríamos definir como “funcionarios”: No es lo mismo una maestra o maestro que ama o que ame a los niños y que ame su vocación, que un funcionario que ha estudiado una carrera corta, fácil, agradable, con alicientes, con bastantes períodos vacacionales y pagada por papá, y tranquila. Ése es un funcionario: ése no soporta a los niños, y si tiene niños índigo en su clase hoy no está aquí: está dándose un masaje, o en una clase de inglés o de danza o de baile, o en un bar tomando café, porque sabe que su período de trabajo es el remunerado y cuando se acaba, “pues qué bien que ya vienen los papás a por los monstruos”… En cambio, las personas que están aquí y que tienen como vocación el amor a los niños y el amor a la enseñanza, saben que tienen niños índigo en sus aulas… ¿Qué hacemos con ellos, qué hacemos? Tenemos que ingeniárnoslas para seguir dentro del sistema, porque el sistema es un coloso tremendo y no podemos luchar contra él, pero incrementando la creatividad, haciendo lo posible porque se impliquen los papás. Los papás deben ser conscientes de que su hijo es un ser especial como todo niño, pero que si además es índigo, es una responsabilidad tener un hijo índigo.

Un hijo índigo es el futuro profesional en el que estaremos todos nosotros, porque todos los ámbitos de la sociedad del día del mañana estarán formados por los niños de ahora. En cada uno de los profesionales de nuestro futuro, que haya un índigo que haya podido expresar sus cualidades y sus potencialidades, que haya podido expresarse desde la creatividad y que haya podido descubrir qué es lo que le apasiona en la vida, será un profesional totalmente terapeuta. Porque el índigo es terapeuta: viene a sanar esta sociedad como he dicho anteriormente. Si un niño índigo se apasiona por hacer panes, pasteles, galletas, cualquier profesión que elija, sea mecánico, sea médico, sea abogado, sea arquitecto, sea terapeuta holístico, sea cineasta, sea escritor, si hace lo que le apasiona (y sólo lo puede descubrir si se le permite ser creativo con su aprendizaje), si descubre lo que le apasiona, se dedique a lo que se dedique en la vida, tendremos y recibiremos un amor, un nivel de consciencia que en estos momentos no tenemos como deberíamos y merecemos tener. La mayoría de los profesionales de nuestra sociedad, de cualquier sector, trabaja por dinero. La mayoría, no todos. Cuando podemos unificar remuneración, profesión y vocación es un regalo. Y quien ama su profesión lo sabe. Esto es lo que se pretende con los niños índigo: que a todos los niveles, cuando sean adultos, en cualquier sector de la sociedad en el que trabajen, donde se realicen profesionalmente, lo hagan a través de aquello que les apasiona y no que se les haya impuesto. Pero para ello, desde la base necesitan saberse queridos, apoyados, comprendidos y con un sistema de enseñanza y aprendizaje que se adapte a ellos y no al contrario.

Si tienes un índigo cerca:  en mayor o menor medida tú eres índigo. En mayor o menos medida tienes desde el nivel del alma y el nivel del corazón este compromiso ya pactado en otro nivel de realidad, en otro nivel de consciencia. Los índigos han venido a cambiar esta realidad desde la consciencia, desde el amor. Por lo tanto, aceptemos nuestro compromiso de estar aquí y ahora. ¿Qué pasa si eres maestra, si tienes en tu aula ya, o si eres director de colegio, o si eres médico oficial y estás aquí? Tienes compromiso índigo seguro.

Diferencias entre un niño ïndigo y un niño Hiperactivo :


Agresividad: El nivel de agresividad en el hiperactivo: es una mole de movimiento, parece que no tenga compasión; pero en realidad, como lo veremos, es que tiene problemas psicomotrices, y no controla bien el espacio; parece que no es compasivo, porque no es consciente de que hace daño a los demás. El índigo actúa con compasión, desde pequeñitos; no son combativos, ceden sus juguetes, son (y estoy hablando en términos muy generales, porque hay excepciones por supuesto) y actúan con mucha compasión para ser un niño, y para ser tan pequeñito…

La expresión verbal: El índigo, desde que empieza a hablar, tardan mucho en hablar, pero cuando hablan, hablan frases enteras, y otros son muy precoces hablando (Manuel tiene un hijo de tres años que tiene un nivel de léxico desbordante; él es uno de los directivos del Centro Ketzalkóatl, y da mucho placer hablar con él, porque parece que estés hablando con un niño con todo el encanto de niño, y con un sabio, como que tuviera unos secretos que necesita crecer para transmitirte). Esa es la magia de los índigos: siente; si tienes uno así, siente… El hiperactivo habla a trompicones, no se le entiende, habla frases cortas, y sólo le suele entender su mamá, su cuidadora o su papá, o una hermana o un hermano: alguien que ejerce de traductor, y además confunde los tiempos y los modos: puede hablar en indicativo o en subjuntivo: “cuando he venido comeré”… O sea… Como que tiene una falta de coherencia y de conexión con las realidades temporales, espaciales, como iremos viendo… En cambio el índigo expresa muy bien sus emociones, sus sentimientos, sus enfados, sus porqués… Parece un monstruo, porque te hace unos razonamientos con una total sinceridad del corazón. Esa es la diferencia.

La autoestima: El índigo tiene un alto nivel de autoestima; son como aristócratas, como principitos, como princesas… Por supuesto que son vulnerables, como todo niño. Sin embargo, el hiperactivo es consciente de que algo pasa, algo ocurre: “nadie quiere jugar conmigo, no me invitan a los cumpleaños”… A mi hijo le ocurría esto, y entonces yo le hice ser atractivo a través de comprarle juegos participativos: llevaba varias peonzas, trompos; llevada constantemente cuerdas nuevas para jugar a la comba; llevaba cartas de esas de las Pokemon para poderlas sortear, regalar. Yo “mataba varios pájaros de un tiro”: es decir, que le hacía atractivo a los ojos de los demás, porque regalaba cosas y porque llevaba juguetes participativos. Pero esto era un truco de madre (y como dicen en mi pueblo: “sabe más el diablo por ser viejo que por diablo”). Yo tuve ese problema de rechazo, y mi hijo, con sus rasgos de hiperactivo, estaba teniéndolos también. Yo los viví en silencio, porque a mí mi madre nunca me escuchó, Mi hijo me ha elegido; tiene como un 30% de potencial índigo, y bastante más de hiperactividad en su infancia; ahora tiene doce años. Ese era un truco que yo me saqué de la manga, siendo creativa, y no se si está bien o mal, pero lo único que les digo es que dio resultado: al niño empezaron a participarle, a contar con él, porque llevaba cosas participativas. Yo siento que todo vale desde el corazón para evitar el rechazo, porque el rechazo te mata, te daña y mucho. A mí me normalizaron con muchas normas, entré en el silencio y fui tartamuda hasta los treinta años. ¿Para qué tenemos qué fomentar algo relacionado con su capacidad de expresar? Si un índigo o un hiperactivo se cierra, si cierra este chakra, ( el chakra de la garganta) que por cierto es el chakra del poder, va a tardar mucho en florecer. Tendremos un adolescente silencioso, que es de lo peor, porque no sabes lo que piensa, no sabes lo que siente y no sabes qué va a hacer mañana porque no habla. Y todo esto se gesta en la infancia. Por lo tanto, el nivel de autoestima de un índigo es elevadísimo, pero si en el colegio se le rechaza, si se le está agrediendo constantemente a su autoestima…

Normalmente el índigo sabe más que sus profesoras, sobre todo sabe a través de una mirada sus estados de ánimo, y te dice unas cosas que te dejan helada, porque ¿cómo puede escanearte de esa manera? Te escanea, te hace un escaneo – y veo que todas aquí están diciendo que sí –. Te escanean con una mirada y no todos los profesores o profesoras tienen el nivel de humildad de saber que su profesión no implica saberlo todo y que no es necesario darle constantemente la imagen al niño de que es su fuente, su modelo. No. Hay muchas profesoras que reaccionan con el niño índigo sobre todo, se bajan a su altura física y le reconocen: “Discúlpame, sí, así es: es que hoy estoy un poco triste”. Mientras que la norma de cuando nosotros éramos pequeños ¿qué era? “Los herederos de Dios son dos: el médico y el profesor”, y no podíamos contradecirles, y en algunas ocasiones no podíamos ni mirarles a los ojos, porque no, no…

El hiperactivo es consciente de que “nadie me quiere, nadie quiere jugar conmigo” No tiene patrones socializantes: o sea que todavía no sabe jugar. Si hay que jugar a correr pues corre, y si avienta a tres o cuatro niños al suelo, pues lo niños se hacen daño, las mamás se quejan con la profesora, la profesora ya no sabe qué hacer, “¡sácalo de este colegio!”. ¿Y cuántos niños hiperactivos tenemos en casa sin encontrar colegio y el rechazo colegio tras colegio, la frustración, la tristeza y el daño que se le está haciendo a ese niño por su hiperactividad… Que a veces la hiperactividad está escondiendo un potencial índigo… A veces, la mayoría de las veces, y cada vez más. Y como decía anteriormente, la medicina oficial sólo ha diagnosticado, porque es experta en diagnosticar, y tenemos este diagnóstico: “los neurotransmisores no se comportan de una manera adecuada para socializarse en edad temprana, y se puede llegar hasta la adolescencia y hay rasgos de hiperactividad en el adulto a o largo de toda su vida”. Eso es lo que dicen y punto. Nada más. Por lo tanto, ¿qué alternativas dan? Una: Ritalín o sus derivados o sus afines.

Fíjense en lo que les voy a decir. Yo por supuesto estoy en contra de medicar, de drogar, pero en casos severos de hiperactividad que no son índigos, la medicación les tranquiliza, y por lo tanto si les tranquiliza a nivel motriz, su capacidad para fijarse y para emitir sus propios juicios a través de la observación se ira abriendo… Porque el hiperactivo no tiene modo de enlazar conclusiones, mas que de una manera: dándoles frases cortas, concretas y repetitivas, una y otra vez, con grandes dosis de amor, compañía y atención. Eso el hiperactivo puro y duro. Si cuando con esas grandes dosis de órdenes concretas, con frases cortas, amor y comprensión logramos un cambio, el hiperactivo la mayor parte del tiempo se cree que nadie le comprende, pero no sabe que ni siquiera sabe que nadie le comprende… Es difícil… Y en el momento en el que siente que forma parte de una familia, de una mamá, de un papá, de un lugar, de una casa empieza a bajar su nivel de hiperactividad, y comienza a subir (si tiene que subir) su nivel de frecuencia índigo, y la mayoría de hiperactivos son índigo. Pero primero sepamos estimar, porque si tenemos un hiperactivo, lo vamos a saber, vamos a seguir viendo y a seguir sintiendo…

Repito: a nivel de autoestima, el índigo la tiene muy bien, y si se le daña (incluso es aristocrático en su porte, en sus maneras y en sus contestaciones… No es maleducado, pero no le sirve el “porque lo digo yo”; te responde: “explícamelo mejor”, “no lo entiendo”, “dime por qué”, etc.), se marchita y se aísla; pero generalmente su autoestima es de un muy alto nivel. El hiperactivo sólo sabe que “nadie quiere jugar conmigo, nadie me quiere”… Esas son sus dos cuestiones que incluso tarda en decirlas. Normalmente es monosilábico: “¿Te lo has pasado bien? Si”; “¿Has jugado en el colegio? No”; “¿Han querido jugar contigo los niños? No”; “¿Con cuántos niños has jugado? No”… “¿Has jugado con muchos niños? No”. Ése es el hiperactivo.

Por Nina Llinares (Terapeuta Holística)

QUIERO ESCRIBIR UN NIÑO



Quiero escribir un niño
con grandes ojos como semillas,
pelo color maíz,
dulce sonrisa de níspero.


Quiero escribir un niño,
hacerlo con palabras
en el idioma de su placenta hecha de mar,
de viento,
de sacuanjoches olorosos.


Quiero escribir un verde niño poeta,
un moreno cantor que inunde el mundo con sonrisas,
niño mesías del mensaje vital de la naturaleza
que sea Mayo eterno, floreciente
en una tierra nueva
de juguete...


 


Gioconda Belli

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails