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martes, 30 de noviembre de 2010

Las Beguinas...

Las Beguinas, místicas medievales del Amor Divino
...Una tremenda coincidencia tuvo que suceder en el siglo XIII, pues mientras las mujeres necesitan escribir los hombres necesitaron oírlas [...]Ellas constituyeron el testimonio vivo de la existencia de Dios. Pues ellas hablaron de sí mismas porque hablaron de Dios.
El movimiento de las beguinas es uno de los movimientos más interesantes y más curiosos que se han dado en la historia de la espiritualidad occidental. Las beguinas eran, generalmente, mujeres de la clase alta, o de clase media alta. En un momento en que se empieza a derrumbar el sistema tan estructurado de la iglesia y del mundo feudal - como consecuencia por una parte del nacimiento de la sociedad burguesa y por otro de la deslegitimación del poder civil, fruto de su enfrentamiento con el religioso - aparece el deseo de una cierta libertad interior, libertad de conciencia, hace falta que cada hombre se exprese por sí mismo.

De ellas se ha dicho: «Era, fundamentalmente, un movimiento de mujeres y no sencillamente un apéndice femenino de un movimiento que debía su impulso, su dirección y su principal apoyo a los hombres. No había regla alguna definida de vida; no reivindicaba la autoridad de ningún santo fundador; no buscaba autorización alguna de la Santa Sede; no tenía organización ni constitución; no prometía beneficio alguno y no buscaba patrono; sus votos eran una declaración de intenciones, no un compromiso irreversible con una disciplina impuesta por la autoridad; y sus miembros podían proseguir con su trabajo normal en el mundo.»[25]

Estas mujeres eran hijas de su tiempo. Muchas de ellas segundonas de las casas, que no tenían un matrimonio concertado, vírgenes y solteras por su propia situación social. Como tenían ansias de una vida espiritual profunda, de una vida espiritual auténtica, y al mismo tiempo un profundo interés cultural, hasta entonces casi reservado a las monjas, empezaron a reunirse en pequeños grupos a estudiar las Escrituras y a escribir sus propias experiencias. Esto ocasionó un cierto revuelo. La iglesia no las veía con muy buena cara, no las podía controlar, no tenían constituciones. Ellas hacían votos, pero hacían votos internos en su pequeña comunidad. Votos temporales y votos en función de su grado de entrega: votos de pobreza, votos de castidad, votos de obediencia.
El motivo fundamental era reunirse para la oración y para el estudio y, poco a poco, dándose cuenta de las necesidades de entonces, las beguinas empiezan a realizar algún servicio externo: cuidaban de los enfermos, cuidaban de las parroquias mal atendidas, pobres y miserables, cuidaban al párroco, limpiaban la casa, atendían a los ornamentos litúrgicos, pero siempre en la ocultación, en lo escondido. Las beguinas resultaron ser una fuerza espiritual profunda.
El mero hecho de la existencia de las beguinas significaba para los eclesiásticos una clara denuncia de su postura. Si ellos eran ricos, las beguinas eran pobres; si la iglesia hacía hincapié en el poder, las beguinas hacían hincapié en la espiritualidad; si el alto clero fomentaba la vida de lujo, la vida del poder, la vida del dominio, las beguinas destacaban por su la austeridad y por la profundidad de la vida interior; si la iglesia oficial hablaba de ortodoxia las beguina hablaban de experiencia.
Las beguinas resultaron ser una especie de moscardón incómodo que a la iglesia le sale durante dos siglos seguidos, era nuevo que las mujeres laicas, no sometidas a ninguna regla monástica, fueran capaces de alcanzar un grado de desarrollo teológico tan profundo y, sobre todo, una cosa llamaba la atención: vivían lo que pensaban. Había una coherencia perfecta entre su vida y lo que dicen. Esa vida y esa coherencia interna las hace muy fuertes, muy poderosas. La coincidencia entre vida y pensamiento es la más alta muestra de la sinceridad: «La sinceridad es el cimiento de la senda espiritual y la han definido así: “Muéstrate tal y como en realidad eres y se interiormente tal como muestras ser” [...] La base del sufismo no es otra cosa que la sinceridad.»[26]. Cuando una persona vive realmente lo que dice y dice lo que vive, no hay nada que pueda contra ella.
A finales del siglo XIII llegaron a ser más de doscientas mil beguinas. Hubo algunos que las atacaron, pero hubo otros que se dieron cuenta de la importancia que tenía este movimiento en la iglesia.
Surge así, de forma casi espontánea, la pregunta del franciscano Lamberto de Ratisbona :
He aquí que, en nuestros días, en Brabante y en Baviera,el arte ha nacido entre las mujeres.

Hay algún que otro cardenal que defiende y protege a las beguinas. Por ejemplo el cardenal de Vitry que dice de ellas: «Su nombre debe ser conservado y su voz transmitida. Mujeres audaces y bienaventuradas que nos recuerdan por qué y para qué hemos nacido». Esto, dicho en el siglo XIII acerca de las mujeres, nos parece, con los prejuicios de hoy, una cosa inaudita.
Las beguinas cumplieron una misión importante: formar, educar, cultivar. Muchas de ellas volvían al mundo, sus votos eran temporales, vivían una temporada y salían; otras entraban cuando eran mayores y al revés. Fue una fluidez, una libertad, que no daban las órdenes religiosas. Era una capacidad de vivir el amor libremente sin porqué, que dirá Beatriz de Nazaret (1200-1268), una monja cisterciense formada por las beguinas. Desde Flandes, en el norte de Francia y en Alemania, este movimiento se extendió por toda Europa; aunque su presencia fue especialmente importante en Centroeuropa, hay noticia de beguinas en Cataluña y en el reino de Castilla. La historia nos dice que en siglo y medio existieron unas doscientas mil beguinas, de ellas conocemos nada más que pequeños núcleos o lo escrito por algunas mujeres que nos han dejado algo de sí mismas.
La Iglesia oficial pronto empezó a mirar con desconfianza a estas mujeres, porque eran libres, no estaban sometidas ni a una regla ni a un marido - como dijo un eclesiástico -, porque ponían en evidencia la miseria moral y espiritual del mundo clerical y, de forma muy especial, porque expresaban sus experiencias místicas y su doctrina en lengua vulgar y podían ser entendidas por todo el mundo. A pesar de contar con frecuencia con la protección de la orden cisterciense y en ocasiones de algunos obispos, las beguinas empezaron a ser perseguidas, a algunas no les quedó más remedio que ingresar en monasterios convencionales, otras tuvieron que sumergirse y aparentemente desaparecer, alguna se encontró con la hoguera de la Inquisición[28], si bien el movimiento continuó durante siglos en Centroeuropa, pero con mucha más prudencia en sus manifestaciones exteriores. Su actitud y su experiencia, sin embargo, han llegado hasta nosotros y hoy parecen recobrar un nuevo atractivo, tanto por su doctrina basada en una mística experiencial como por su forma de vida absolutamente moderna en un mundo que ama la libertad y huye de los encorsetamientos institucionales...

 Autor: María Toscano y Germán Ancochea
Gracias Norita por tu inspiración!




lunes, 29 de noviembre de 2010

Vibrar en la frecuencia del Amor...


"Somos los viajeros de una travesía cósmica,
Polvo de estrellas danzando y girando
en las corrientes y los torbellinos del infinito.
La vida es eterna, pero las expresiones de la vida
Son efímeras, momentáneas, transitorias.
Nos hemos detenido momentáneamente
para encontrarnos unos a otros,
para conocernos, amar y compartir.
Este es un momento precioso pero transitorio.
es un pequeño paréntesis en la eternidad
Si compartimos con cariño, alegría y amor,
crearemos abundancia y alegría para todos
Y entonces este momento habrá valido la pena."
Deepak Chopra

Es trascendental “el sentir”. Abrir la puerta interna ahí donde reside el corazón, el amor, y la conciencia, todo lo que hagamos desde el corazón, es un rocío que refresca el Espíritu que vino a trascender. Sí no nos atrevemos a sentir, estaremos evitando que el corazón se abra, porque la razón ejerce gran poder sobre el sentir, y la razón nos cuestiona, nos hace pensar que nuestras decisiones fueron inconexas o alocadas, pero al mirar hacia atrás, vemos que tenían un propósito, pues estaban unidos por esos hilos invisibles para los ojos de la mente, que solo el corazón es capaz de contemplar, y comprender.
Activemos el hemisferio derecho, la energía femenina y el corazón. Ya sabemos que el hemisferio izquierdo es el lógico, el que controla el verbo, la palabra, lo concreto, mientras que el derecho es el "artístico", el de las sensaciones, las intuiciones, lo sutil, lo femenino… Cuando esto empiece a suceder, empezaremos a vibrar en la Unidad, pues sí solo trabajamos con el hemisferio izquierdo, la energía masculina y la mente, no nos será posible volar, es algo así como intentar volar sin  tener alas. 
Necesitamos integrar el funcionamiento de los dos hemisferios, para que las energías refinadas se manifiesten con mayor intensidad. En la medida que nos conectemos todos con todos, veremos al otro como un espejo, como un reflejo de nuestra luz y esa visión será suficiente para dar un vuelco en nuestras vidas porque al fin comprenderemos que sí marginamos, criticamos, agredimos, ignoramos, juzgamos, no hay otro al que se lo estemos haciendo más que a nosotros mismos. Cuando se abre el corazón como una flor para sentir, nos vamos armonizando de manera natural, y podremos volver a la esencia.
Ejercitar el sentir, es una experiencia enriquecedora, y va unido íntimamente a la vivencia. Podemos sentir con los sentidos que nos fueron dados, pero hay otro sentir, más refinado, más sutil, más elevado, y es el sentir con el corazón, ese sentir nos procura energía, sensaciones indescriptibles, serenidad, placidez, paz, porque el corazón tiene una forma de sentir muy especial, al corazón, no se le escapa nada.
Aunque estemos confundidos, confusos, aturdidos y la razón sostenga lo contrario, el espíritu sabe que detrás de un temor, de la impotencia, el llanto, y el dolor, nos espera un renacer. Las vivencias más fuertes, nos conducen a la fe, nos hacen más comprensivos y de ellas salimos más fortalecidos.

Ingrid Matta

jueves, 25 de noviembre de 2010

Humor...


 

El sentido del humor
 
(Fragmento de Artes del buen vivir,
Roxana Kreimer, Ediciones Anarres)

El sentido del humor es el término medio entre la frivolidad, para la que casi nada tiene sentido, y la seriedad, para la que todo tiene sentido. El frívolo se ríe de todo, es insípido y molesto, y con frecuencia no se preocupa por evitar herir a otros con su humor. El serio cree que nada ni nadie deben ser objetos de burla, nunca tiene algo gracioso para decir y se incomoda si se burlan de él. El humor revela así la frivolidad de lo serio y la seriedad de lo frívolo. Se trata de una virtud social: podemos estar tristes en soledad, pero para reirnos necesitamos la presencia de otras personas.
Carecer de humor es carecer de humildad, es estar demasiado inflamado de uno mismo. Pero no exageremos la importancia del humor: un mal tipo puede hacer gala de un humor exquisito, y es posible ser buena gente y carecer por completo de sentido del humor. No obstante, quien tiene humor suele ser más estimable que quien no lo posee. El humor es una herramienta crítica de gran eficacia. "Leí La Guerra y la Paz en veinte minutos. Es acerca de Rusia", decía Woody Allen en tiempos en que estaban de moda los métodos de lectura veloz. El humor es un instrumento apropiado para promover la tolerancia, lo que llevó a Lichtemberg a escribir: "Nada determina más el carácter de una persona como la broma que la ofende". El humor permite ver lo que los demás no perciben, ser consciente de la relatividad de todas las cosas y revelar con una lógica sutil lo serio de lo tonto y lo tonto de lo serio. A veces el mejor consejo es el que proviene de un chiste y no de una formulación teórica.
El humor es una demostración de grandeza que pareciera decir que en última instancia todo es absurdo y que lo mejor es reír, como aquel condenado a muerte que llevan a la horca un lunes y exclama: "¡Bonita forma de comenzar la semana!". El humor es una afirmación de dignidad, una declaración de superioridad del ser humano sobre lo que acontece.
¿Tiene límites el humor? ¿Es posible hacer humor con el tema del Holocausto? Hay una delgada línea divisoria entre la posibilidad de "reírse de" y la de "reírse con". Chaplin ponía como condición de posibilidad del humor la necesidad de que el chiste estuviera a favor del débil y no del fuerte. Algunos diferencian tajantemente humor e ironía. Si Groucho Marx afirma "Pasé una excelente velada, pero no fue ésta" y se lo dice a una generosa anfitriona, se trataría de una ironía. Si en cambio se lo dice al público, se trataría de humor. La ironía invertiría la ecuación de Chaplin y se reiría a costillas del débil. Escribe Comte-Sponville: "Se puede bromear acerca de todo: el fracaso, la muerte, la guerra, el amor, la enfermedad, la tortura. Lo importante es que la risa agregue algo de alegría, algo de dulzura o de ligereza a la miseria del mundo, y no más odio, sufrimiento o desprecio. Se puede bromear con todo, pero no de cualquier manera. Un chiste judío nunca será humorístico en boca de un antisemita. La ironía hiere, el humor cura. La ironía puede matar, el humor ayuda a vivir. La ironía quiere dominar, el humor libera. La ironía es despiadada, el humor es misericordioso. La ironía es humillante, el humor es humilde".
Sin embargo, no toda ironía es cruel. La ironía es una figura retórica que consiste en dar a entender lo contrario de lo que se quiere decir. No me parece que esta idea de ironía implique necesariamente una forma despiadada de hacer humor. Diría más bien que hay un humor hiriente, esteticista, que no repara en criterios éticos con tal de hacer reír. Si la ironía es utilizada en cambio como instrumento de resistencia, el humor adquiere un sesgo liberador: una modelo casada con un polista millonario responde, cuando el periodista se burla del "trabajo" de su marido: "Se necesita talento para ser polista". El que está al lado le dispara una ironía: "Claro, dinero no hace falta".
Las virtudes de reír y hacer reír no siempre van juntas. El Corán juzga que quien hace reír al prójimo merece el paraíso, pero nada dice sobre el que sabe reír. Conozco gente poco hábil para hacer reír, cuya risa es deliciosamente oportuna y contagiosa. También ellos merecen el paraíso.
La risa aparece como la distancia más corta entre dos personas. No es un mal comienzo para la amistad. No es un mal recurso para aceptar -o retrasar- la propia muerte y la de los demás. Hay culturas que entierran a sus muertos con alegría. Prefieren recordar con risas y sonrisas, no con lágrimas y tristeza. Recordar con filosofía, tal el refrán castizo para el que "tomarse las cosas con filosofía" equivale a tomarse las cosas con alegría, con uno de los sentimientos más serios, gratuitos y paradójicos con que podemos cepillarnos las telarañas del alma.
 

GUÍA DE MÍSTICA ORIENTAL PARA OCCIDENTALES (Entrevista)


ENTREVISTA A RAMIRO CALLE CON MOTIVO DE LA PUBLICACIÓN DE SU LIBRO GUÍA DE MÍSTICA ORIENTAL PARA OCCIDENTALES (ARCOPRESS, 2009), POR RAÚL TRISTÁN
UNA GUÍA PARA QUE CADA CUAL ENCUENTRE SU CAMINO…

R.T.: La tan sola mención de su nombre evoca a poderoso mantra, capaz de trasladarnos, con la fuerza de su vibración sonora, hasta los confines remotos donde, culturas espiritualmente mucho más evolucionadas que la nuestra, desarrollaron técnicas capaces de despertar la esencia divina que subyace, como adormecida, en el ser humano.
Cuando en nuestro país pocos osaban hacer referencia, desde una óptica científica, a la sabiduría del Oriente, a sus extrañas palabras y rituales, o mencionar y promocionar la práctica de todas esas milenarias técnicas, Ramiro Calle, un adelantado a su época, comenzaba a hermanar, en su Centro de Yoga “Shadak”, las sinergias generadas entre la meditación y el yoga, de una parte, y las terapias médicas, las psicoterapias y la neurociencia, de otra.
Hoy, tras casi cuarenta años plenamente dedicado a desvelar y transmitir esa sabiduría ancestral,mediante sus clases, sus decenas de libros, sus centenares de conferencias, intervenciones en radio y televisión, y artículos en prensa, Ramiro Calle nos presenta “Guía de Mística Oriental para occidentales” (Arcopress,2009).

Ramiro, ¿qué es “Guía de Mística Oriental para occidentales”?

R.C.: Mi obra “Guía de Mística Oriental para Occidentales” es un amplio recorrido por todas las psicologías y místicas de Oriente, explicándolas de tal manera que sean accesibles al occidental pero no pierdan en absoluto su esencia. Es una obra muy completa y que recoge enseñanzas, instrucciones y métodos de las sabidurías orientales, tanto del yoga, como del budismo, el tantra y muchas otras, resultando un compendio muy elaborado y a la vez muy asequible.

R.T.: En tu libro haces un recorrido por numerosas corrientes del pensamiento oriental, desde el hinduismo, los darsanas y el yoga (este último que analizas con detenimiento en todas sus vertientes) pasando por el jainismo, el budismo, el tantrismo, el sintoísmo, el Zen, hasta la religión Bon y el lamaísmo… Desde hasta la espiritualidad india hasta la japonesa… ¿Cómo puede ayudarnos hoy en día, en nuestro camino, el conocer las diferentes vías que el hombre oriental ha ideado para encontrarse a sí mismo?

R.C.:Del mismo modo que hay distintas laderas para llegar a la cima de la montaña, hay distintas vías hacia la autorrealización. Cada uno debe seguir aquella que más se armonice con su forma de ser, potencialidades, modo de vida y motivaciones. Al final, la senda propia es la que cuenta y uno se convierte en su propio maestro.

R.T.: ¿Qué es el yoga para ti, Ramiro? ¿Hasta qué punto puede llegar a movilizar tus energías y transformar tu vida? ¿Qué sensaciones pueden alcanzarse con su práctica, ya hasta dónde puede conducirte?

R.C.: El yoga es el método de mejoramiento más antiguo del mundo y una técnica para lograr la evolución de la consciencia. Es un cuerpo impresionante de enseñanzas y procedimientos de autodesarrollo. Es altamente transformativo, porque va cambiando todas las actitudes y enfoques de la mente y nos ayuda a superar viejos patrones, autoengaños y oscurecimientos mentales como la ofuscación, la avidez y el odio.

R.T.: En la sinopsis de tu libro, dice “… confronta… el estrés y el egoísmo de nuestras sociedades con la paz interior y el sosiego que defiende y propugna Oriente, para extraer enseñanzas de enorme utilidad para el modo de vida occidental, que promete erróneamente la felicidad a través de un consumo compulsivo, a costa de renunciar a la esencia de la vida”.
Con ello, parece haber una contraposición antagónica entre el modo de vida occidental y el oriental pero, si analizamos las imágenes ampliamente repetidas en telediarios de diferentes canales de comunicación, podemos apreciar que muchos de los defectos que se achacan a la vieja Europa, o al modo de vida capitalista, se reproducen en los países asiáticos. En los últimos años, China también se ha convertido en un paraíso del consumo compulsivo, generador de una potencia económica con ambiciones desmedidas; en Seúl, son casi diarias las manifestaciones entre ciudadanos y policía; en Japón vemos a menudo imágenes de Tokyo que recuerdan en gran medida a los atascos cotidianos y al estrés que se deben sufrir en cualquier gran ciudad europea. En un mundo tan globalizado, ¿realmente nuestra manera de vivir la vida es tan diferente, o realmente la dicotomía Oriente y Occidente pertenece a un pasado muy lejano?

R.C.: Oriente y Occidente ya no son distinguibles filosofica ni espiritualmente porque en ambos hemisferios prevale el materialismo creciente, la avidez, el odio y la confusión. Hay que contemplar los dos hemisferios como actitudes. Oriente es la visión hacia dentro y la introspección liberadora, y occidente la visión hacia fuera y la externalización alienante

R.T.: Insistes en tu libro, de forma continua y reiterativa, en el silenciamiento de la mente conceptual, poniendo el énfasis de la autorrealización en el progresivo desarrollo de la mente intuitiva…

R.C.:La mente intelectual juega su papel y es imprescindible. Hay que pensar, pero pensar bien , y, por supuesto, también saber dejar de pensar y conectar con la mente profunda e intuitiva, que es la que trata de desarrollar la meditación y en la que hay respuestas que no brinda la mente ordinaria.

R.T.: Vivimos en una sociedad dominada por el culto al cuerpo, a lo externo, al mundo de la apariencia. Una sociedad no solo hedonista, sino auténticamente egocéntrica y materialista, en la que no se cultivan el esfuerzo ni el sacrificio, sino que se fomentan las vías fáciles y cómodas en la consecución de metas lo más alejadas posible de lo espiritual, o tan siquiera del desarrollo intelectual o como seres humanos… ¿Cómo ves a esta sociedad nuestra, tras tantos años intentando despertar las conciencias? ¿Crees que el trabajo realizado, las semillas plantadas, han germinado y se han esparcido, o estamos ante una siembra en el desierto, porque la mayoría de las personas no abonan sus huertos espirituales? ¿Debemos ser optimistas?

R.C.:La sociedad está hecha un desastre. Si no cambia la mente humana, nada puede cambiar. Lo que predomina en la mente humana: codicia desmesurada y ofuscación. ¿Qué puede reformar el reformador si antes no reforma su mente? ¿O el revolucionario revolucionar? Urge un cambio de mente y sin el mismo, no mejorará la sociedad ni se superarán sus lacras. Hoy por hoy el cambio es individual, pero cada individuo que transforma su mente hace una preciosa contribución a la sociedad.

R.T.: La mente nueva, el aquí y ahora, liberarse de la mente vieja, la aceptación sabia de todas las cosas, de la inevitabilidad, mantener nuestra independencia de los estados anímicos, sin dejarnos encadenar, con una mente nueva (libre del polvo del pasado) cada segundo de nuestra vida… La liberación por la aceptación, pero no por la resignación. ¿Cómo debemos interpretar la vía del Zen? ¿No corremos el riesgo de ser tan neutrales, de mostrarnos tan impertérritos en nuestro acontecer, que nos quedemos solos con nosotros mismos?

R.C.:No hay el menor riesgo de tornarse impasible mediante la practica del yoga o la meditacion, pero sí ecuánime; sensible pero ecuánime, es decir, con ánimo equilibrado y estable. Lo que necesitamos es mente lúcida y corazon compasivo.

R.T.: La doctrina cristiana nos presenta a un Dios cercano, al que llama Padre, dotándolo de una apariencia física humana, encarnada, cercana, y plagada de sentimientos. Por su parte, el budismo nos conduce al desapego, y a una idea de la divinidad como energía o espíritu puro… si es que podemos hablar siquiera de divinidad… Y sin embargo, muchas personas creen encontrar ciertas similitudes vitales entre Jesucristo y Buda, y pretenden emular a ambos… ¿Crees que es posible conciliar estas dos posturas?

R.C.:Son diferentes concepciones. ¿El Todo? ¿El Vacio? ¿Ni el Todo ni el Vacío? Lo importante es transformarse y mejorarse y no entrar en banales polémicas. En mi relato espiritual “El Faquir”, que ahora sale la décima edición,hago referencia al Vacío Primordial como la última realidad.

R.T.: Volviendo sobre los temas sociales, hay quien piensa que muchos misticismos orientales, así como la religión cristina, el judaísmo, el islamismo, etc. constituyen un eficaz sistema para subyugar a los pueblos con promesas de otros mundos o con sistemas de vida que fomentan la sumisión y la aceptación, más que la rebelión…

R.C.:El secreto está en transformarse, mejorar, estar en el noble arte de vivir y la acción más consciente y desinteresada.

R.T.: Si hubieras de aconsejar un método sencillo, cuya práctica sea posible en todo momento y lugar, que no requiriera de ambientes especiales, ni salas, ni aditamentos, que fuera posible realizarlo en el coche, en el metro, en la oficina… y que sirviera para liberar la mente de quienes viven oprimidos por la tensión y el estrés del día a día, reencontrándose a sí mismos ¿cuál sería?

R.C.:Como los métodos más solventes y mejor asimilados por el occidental yo propongo, sin duda, el yoga asociado a la meditacion. Y cada día nuestras acciones tienen que ser más conscientes y evitar dañar a cualquier criatura.

R.T.: ¿Tienes en mente nuevos proyectos? ¿En qué te encuentras trabajando ahora?

R.C.:Acabo de publicar mi obra “El Arte de la Pareja”, que es muy polémica, y estoy un poco en promoción con la misma. Mi proyecto más central es siempre seguir impartiendo mis clases en el centro de yoga que dirijo en Madrid hace casi cuarenta años, seguir mi trabajo interior y difundir las verdaderas Enseñanzas espirituales.

R.T.: Muchas gracias por todo, Ramiro.

Entrevista por Raúl Tristan



lunes, 22 de noviembre de 2010

Ascencion-Humildad

 Humildad
El proceso de Ascensión es el sendero que toda alma debe seguir para llegar, por un lado, a la consecución de su parte dentro del Plan Divino, y por otro, a su propia evolución. Esta evolución consiste en llegar a reconocer la verdadera esencia de su Ser, y para esto, cada ser humano debe de liberarse, a través de su aceptación, de todo lo adquirido a nivel racional y cultural. Toda identificación con su entorno, socialmente hablando, y que se ha hecho suya por transmisión en su educación a lo largo de su vida, queda impregnada como una limitación en su caminar que debe ser liberada para que pueda ser uno mismo según su verdadera naturaleza. Somos seres espirituales viviendo una experiencia terrenal. Esto, a veces, nos confunde.
El proceso de la Ascensión consiste en ser uno mismo cada vez más. Llegar a mostrar nuestra integridad y dejar que nuestro potencial espiritual pueda ser manifestado para ofrecer nuestra vida a un propósito de servicio a la Voluntad Divina. A mayor conciencia espiritual, a mayor despertar, mayor es la satisfacción y plenitud en el individuo que permite que su alma pueda llegar a la conexión y manifestación unísona con Dios.
Uno de los pilares de la fortaleza de este ser humano, es la liberación del ego y la manifestación de la humildad. Humildad no significa debilidad o poca personalidad. Muchas veces el ser humano confunde la discreción y el ser amoroso, con alguien sin principios, sin criterio, o sin discernimiento.
La humildad es uno de los más fuertes valores que un ser evolucionado puede llegar a mostrar. Humildad es dejar que cada uno siga su ritmo, pero estar ahí para cuando se te necesite. Humildad es reconocer los principios espirituales en cada corazón. Humildad es no querer convencer a nadie conforme tu actitud y visión de la vida es la mejor. Humildad es dejar que cada uno se exprese y tú veas en ellos el camino que están siguiendo sabiendo qué necesitan para cuando puedan llegar a venir ante ti. Es sentir la compasión y el respeto por cada uno de los que te rodean, sabiendo que su camino coincide con el tuyo y que en algún momento os encontraréis sabedores que lo que ha hecho uno en esta encarnación le ha ayudado al otro a seguir adelante.
Humildad significa darte cuenta que nada te pertenece y que a la vez, todo te es dado Aquí y Ahora. Entonces, ¿por qué preocuparnos?
Humildad es una actitud ante la vida que refleja que nosotros somos parte de la Creación amorosa y que a nada debemos temer porque todo está en el lugar adecuado y se está produciendo en el momento perfecto. Sabiendo esto, ¿por qué preocuparnos?
Humildad es reconocer tu poder interior y aceptar la vida tal como se te presenta sabiendo que cualquier supuesta adversidad que en ésta pueda presentarse, es temporal y aleccionadora. Abrir el corazón y ver la vida con sus ojos, nos permitirá darnos cuenta de que nuestra existencia no es como nos han dicho que era, sino que se encuentra en un Plan Superior, inmensamente amoroso donde cada uno puede elevar su alma al despertar su conciencia, sintiendo a Dios en sí mismo, porque cada uno de nosotros lleva semillas de esta energía de alta vibración que nos hace omnipotentes.
Somos seres espirituales despertando de un letargo espiritual. Todo reluce ahora, y las inquietudes espirituales se manifiestan para ser llenadas y poder encontrar las respuestas que, desde hace tiempo, necesitábamos conocer. Nuestro ser necesitaba ser sabedor de los “por qués” de nuestra vida y los “misterios ocultos del universo”. Tú y el universo sois uno. Conociéndote a ti, conocerás el universo y a toda vida que en él habita.
Humildad es la predisposición adecuada para llegar a las respuestas que tanto anhelamos. Dejando el ego a un lado nos adentraremos más rápidamente en el sendero de la sabiduría, y cuanto más nos adentremos, más nos daremos cuenta de la importancia y el poder que tiene la presencia de la humildad. Reconocer es el primer paso para la sanación. Sanando, nos elevaremos y equilibraremos, no solo nosotros, sino todos aquellos que nos rodean, porque todos estamos unidos a través de nuestras almas. Somos parte de un puzzle donde cada uno necesita al otro para que la grandeza de la creación sea completa.
Humildad representa reconocer tu aportación a la humanidad y al planeta, sabiendo que los demás te ayudarán, a la vez, a seguir con tu camino. Humildad es reconocer tu divinidad y aceptar a cada uno tal como es, sin imponer. Esta es la grandeza de un ser evolucionado.
Humildad es poder, no debilidad. Humildad es reconocimiento, unidad, no separación. Humildad es integridad, mostrándote tal como eres según tu naturaleza, tu verdadera naturaleza.

Con la humildad uno fluye mejor por la vida y aporta un grado mayor de felicidad y deleite ante las cosas pequeñas de nuestro día a día.
Humildad es la fuerza de tu sabiduría y tu Ser. La humildad te llevará a tu consagración debido que, teniéndolo todo, a nada te aferras, porque, aunque no sea así y vivas en la austeridad, sabes que todo lo tienes. Entonces, ¿Por qué querer hacernos notar y preocuparnos?
Fluye y acepta. Todo va bien.

Autor: Jordi Morella

sábado, 20 de noviembre de 2010

Mas sobre el Amor...

  Amor

Curiosidades de Amor

“ Por el Amor que mueve el Sol y las demás estrellas” *
ROMEO: ¡Oh, Julieta! Si tu dicha es como la mía y puedes expresarla con más arte, alegra con tus palabras el aire de este aposento y deja que tu voz proclame la ventura que hoy agita el alma de los dos.
JULIETA: El verdadero amor es más pródigo de obras que de palabras: más rico en la esencia que en la forma. Sólo el pobre cuenta su caudal. Mi tesoro es tan grande que yo no podría contar siquiera la mitad. **
Amores...
románticos, amores apasionados, amores no correspondidos, amores perdidos, amores recíprocos, amores patológicos…….
¿Cuántas clases de amor hay? ¿O el amor es de una sola manera y si no, no es amor?
Según el psicólogo Robert Sternberg (1) el amor tiene siete formas de manifestarse. Estos siete tipos de amor surgen de diferentes combinaciones de tres elementos básicos: intimidad, pasión y compromiso. Así, tenemos el cariño, que implica intimidad, pero no pasión ni compromiso (es el que se da en la verdadera amistad); el encaprichamiento, que es pasión sin amor ni compromiso; el amor vacío, donde hay compromiso, pero la pasión y la intimidad se han desvanecido; el amor romántico, donde hay unión emocional y física, intimidad y pasión; el amor sociable, donde hay un gran compromiso e intimidad, pero la pasión ha desaparecido (lo que sucede muchas veces en parejas de muchos años); el amor fatuo, donde el compromiso está generado por la pasión, pero no hay intimidad; y finalmente el amor consumado, que reúne los tres elementos: intimidad, pasión y compromiso.
Claro, este amor consumado que define Sternberg es el que todos deseamos para nuestras vidas, pero…. ¿existe? ¿Es posible amar de esa manera? Sternberg dice que sí, pero alerta: “Hasta el amor más grande puede morir” si no transformamos el sentimiento en acciones, si no lo manifestamos.
Jung (2) decía que “Todo hombre tiene una mujer interna (ánima) y toda mujer tiene un hombre interno (animus)”. Se refería a las energías o principios dirigentes de nuestra psique. Por educación y condicionamiento social, cada persona crece identificada sólo con las energías dominantes de su sexo. Pero esto provoca, según Jung, un desequilibrio que pretendemos recuperar a través de nuestras relaciones de pareja. Y no se refería sólo a un desequilibrio emocional, hablaba de algo más: de un desequilibrio espiritual. No podemos encontrar afuera algo que no esté dentro de nosotros mismos. Una forma de acercarnos al amor es conocernos, saber realmente quiénes somos y aceptarnos. Aprender a aceptarnos a nosotros mismos es fundamental para poder aceptar las diferencias individuales. Y es un gran paso para lograr el amor del que habla Sternberg.
Alain Badiou (3) sostiene que el amor “comienza con un acontecimiento, el encuentro entre dos personas. Después debemos encontrar la forma y las consecuencias de este encuentro, debemos encontrar un nuevo lenguaje (…) El amor no es una suerte de negociación entre dos individuos. Es la creación de un nuevo punto de vista sobre el mundo mismo: el punto de vista de los Dos.” Según Badiou, ésta es una idea poderosa, porque no parte de la identidad, sino de la diferencia: son dos distintos que crean algo nuevo a partir de sus individualidades. Y este proceso, multiplicado por cientos, por miles, podría cambiar el mundo.
Y no hablamos de situaciones ideales (irreales) en las que todo transcurre como sobre un lecho de rosas. El enojo también forma parte de esta construcción. Pero no el enojo explosivo que daña o agravia, sino el enojo unido a la inteligencia, el que busca eliminar los motivos del enojo causando el menor daño posible. El amor busca el mayor beneficio posible durante el mayor tiempo posible para aquellos que se lo profesan mutuamente.
El amor es complejo, dinámico, singular. En estos tiempos que corren, los modelos de amor no existen. Cada pareja debe “trabajar” para generar su propio estilo, su propia forma. Elaborar sus propios acuerdos, los que les permitan transformar el “juntos para siempre” en algo más que una ilusión o una frase vacía de contenido.
Y para que el “Y vivieron felices…” de los cuentos, no sea sólo el final de la historia, sino la historia misma.


 Divina Comedia – Canto XXXIII, Dante Alighieri
** Romeo y Julieta, William Shakespeare

(1) Robert Sternberg (1949). Psicólogo estadounidense. Profesor de la Universidad de Yale, ex presidente de la APA (American Psichology Asociation). Ha realizado importantes investigaciones relacionadas a la inteligencia, la creatividad, el amor, el odio, y la sabiduría.
(2) Carl Gustav Jung (1875-1961). Médico psiquiatra, psicólogo y ensayista suizo, fundador de la escuela de Psicología analítica. Incorporó en sus conceptos nociones provenientes de otras disciplinas como la antropología, la alquimia, el arte, la religión y la filosofía.
(3) Alain Badiou (1937). Filósofo, dramaturgo y novelista francés. Ha profundizado en campos como la ontología, las matemáticas, la estética y la ética.

viernes, 19 de noviembre de 2010

AYUNO

 El Ayuno
 El ayuno puede ser una práctica más amplia que la simple abstinencia de alimentos. Ayunamos también cuando nos abstenemos de determinados pensamientos, emociones, acciones y palabras.
 Si nuestro ayuno, sea de alimentos o sea de otras cosas, está inspirado en nuestro mundo interno y exento de expectativas y ambiciones, puede ayudar en nuestra transformación, en la purificación del organismo e incluso aportar una saludable simplificación a nuestra vida.
Realizado en base a estos principios de equilibrio, el ayuno de alimentos puede tener sobre el cuerpo físico repercusiones de carácter espiritual, no solo terapéutico. Sin embargo, la opción del ayuno de alimentos debe ser bien evaluada ya que, hoy en día, el cuerpo físico de la mayoría de las personas está sometido a un gran desgaste, no sólo por la actividad desorganizada e intensa de la vida moderna, sino también por el uso excesivo de aparatos electrónicos, por la saturación de ondas de radiofrecuencia en la atmósfera y, sobre todo, por la tensión psíquica. El ayuno de alimentos puede ser nocivo en el caso de que el cuerpo esté debilitado o sin suficientes reservas.
Con todo, este tipo de ayuno resulta muy benéfico cuando hay una señal verdadera para hacerlo. Entonces, se ayuna por libre y espontánea voluntad. Si tenemos buena salud, la experiencia del ayuno de alimentos no nos debilitará pero aun así, si en determinado momento percibimos que es necesario interrumpirlo no hay que dudar en hacerlo. Durante el ayuno se recomienda ingerir más agua que la habitual para hidratar bien el organismo. Al finalizarlo, se requiere un cuidado especial dado que, después del período de desintoxicación y de reposo del aparato digestivo, el organismo tiene que readaptarse al proceso de asimilación y de eliminación. Este reinicio debe hacerse con alimentos muy livianos.
El ayuno también puede significar moderación, y no sólo abstinencia. Cuando en nuestra alimentación normal no nos dejamos llevar por la gula, sino que proporcionamos al cuerpo físico sólo lo necesario para su subsistencia, estamos ayunando. La búsqueda de ese equilibrio y sobriedad es la forma de ayuno más adecuada hoy en día, pues los extremos casi nunca llevan a la armonía.
El control de la palabra es otro tipo de ayuno. Hay ocasiones en que necesitamos abstenernos completamente de hablar, otras en que debemos abstenernos sólo de palabras superfluas; de manera que incluso hablando, podemos estar ayunando de palabras.
Como el ayuno es una vía de equilibrio para relacionarnos con la vida externa e interna, la manera de proceder con los bienes materiales sería la misma que la adoptada en el ayuno de alimentos, de sentimientos, de pensamientos, de acciones y de palabras. Algunas veces ayunamos de bienes materiales por la abstinencia; otras, por el uso moderado o por la austeridad.
Para algunos la moderación es más difícil que un periodo de abstinencia total. Decir palabras que sirvan de ayuda a los otros, por ejemplo, requiere más entrenamiento que permanecer completamente callado.
La moderación requiere humildad, osadía para confiar en nuestro potencial interno, entregándolo a la conducción de nuestro ser interior, y también desapego. Los resultados de las acciones evolutivas no son mensurables. Es necesario realizarlas sin aferrarse a ellos, actuar como un sembrador que al arrojar los granos a la tierra los entrega a la lluvia, al viento y a la dinámica de la fuerza de vida que hay en su interior.
camino sin dispersión ni desorden, no nos alteramos con las circunstancias.

De la Serie Síntesis de Charlas de Trigueirinho

No somos productos del Azar...


Nacidos en este Gran Universo lleno del misterio del Infinito, no podemos admitir que nuestra existencia sea un producto momentáneo del azar flotando sin finalidad sobre la corriente de la materia. No es posible considerar nuestras vidas cual fantasías de unos soñadores que nunca han de despertar. Poseemos una personalidad para la cual la materia y la fuerza sólo pueden tener algún sentido asociadas a algo tan profundamente personal que palpita en nosotros con el amor humano, la grandeza del bien, el martirio de las Almas Heroicas, la belleza inefable de la Naturaleza, sensaciones y emociones que no son de orden físico sino la expresión de una personalidad.

Rabindranath Tagore

jueves, 18 de noviembre de 2010

Extasis místico...

Éxtasis sexual y éxtasis místico
Todo lo que hacemos en el mundo físico es una imagen especular de lo que ocurre en el mundo de la energía en dimensiones superiores.
Cuando el ser humano busca el éxtasis en el plano físico en la relación física con el otro, en realidad está buscando el éxtasis que produce la unión con la Fuente de Amor Divino Dios, en la imagen de la divinidad de su pareja.
Es lo que buscaron los místicos al fundirse en el amor de Dios, logrado en el equilibrio y la armonía internos. Cuando Dios viene a uno, se consuma el matrimonio místico con el Yo Dios en el ser espiritual.
Si no soy uno conmigo mismo, el tratar de serlo en el otro, me lleva por los senderos del aprendizaje en el plano físico: el karma.
De allí provienen los reclamos hacia nuestras parejas que sólo son reclamos hacia nosotros mismos en el Espejo de los otros.
Cuando estamos perdidos en el mundo físico, nuestra desconexión de lo superior, provoca que las relaciones sexuales se detengan en el placer momentáneo del éxtasis sexual, acentuando la soledad y la desconexión luego del orgasmo. Esa sensación es mucho más fuerte en mujeres y en hombres con estructura energética yin porque sus cuerpos emocionales requieren contención y pasado el éxtasis pierden la conexión que habían logrado con el otro que parece abandonarlos en el camino.
El desafio que tenemos es poder comprender la trascendencia de lo sexual y la resignificación de nuestras acciones en Dios.
Nada ocurre en el mundo físico que no sea una verdad de Dios. En esto también y sobre todas las cosas está involucrada la Sexualidad
Sin Dios la sexualidad es un acto que nos retrotrae a nuestra naturaleza animal y que activa la parte primitiva de nuestro cerebro, el rinencéfalo.
De allí a que se despierten en nosotros instintos de supervivencia, de satisfacción por necesidad, de competencia, etc.
Cuando nuestro animal humano renuncia a su interés de autosatisfacción en la renuncia y aceptación de la satisfacción del otro, su pareja, en ese momento la relación se resignifica porque deja de ser un acto individualista para ser un acto de entrega.
Todos tenemos un hombre y una mujer internos, nuestro yang y nuestro yin, nuestros aspectos activos y los receptivos.
Al interactuar con el otro sexo lo que estamos tratando de lograr es completar nuestra energía faltante en el otro porque en la distorsión de la tercera dimensión, pese a que nuestras energías son andróginas en 4D (tenemos los dos sexos) en el aquí y el ahora sólo manifestamos un sexo.
Como Dios es uno, y es Dios y es Diosa, es hombre y es mujer, necesitamos de la energía equilibrada de ambos sexos para completarnos cuando buscamos realizarnos en el mundo físico. Esa pareja externa, no siempre es el hombre o la mujer externa. Puede ser una profesión yang o yin, lo que me falte para completarme.
Quienes atraviesan la etapa del no-sexo físico y buscan el sexo interno por así llamarlo, en el amor de su hombre y su mujer internos, cuando logran el equilibrio, atraen a la divinidad en ellos y el Cristo viene al templo que es esa morada humana.
Esta búsqueda también es válida en el mundo físico donde la dualidad se expresa en la separación de los sexos.
En el acto sexual, las energías del uno y del otro buscan completarse a través de la fusión de los cuerpos.
Como seres multidimensionales que somos, todo tiene multiniveles de consciencia. Nuestra parte animal busca en ese momento su satisfacción física mientras que nuestra energía dual en desequilibrio (4D) busca completarse en la energía del otro sexo para atraer a la divinidad. El ascenso de la kundalini como antena al cielo para atraer en el llamado a la Divinidad, sólo ocurre cuando las energías se fusionan buscando el equilibrio interdimensional. En 3D (plano físico), en 4D (emociones y pensamientos en equilibrio), en 5D el hallar el climax en la venida del Yo Dios a ambos que perpetúa el éxtasis humano en la trascendencia del éxtasis místico.
Esta es una gran oportunidad de la ascensión de la energía. Si una parte de la pareja estuviera en equilibrio por su trabajo energético (supuestamente) y el otro no, la destreza debería ser aún mayor porque es como si a un rio de agua limpia se le abriera una compuerta con un río desbordado y de aguas revueltas... Por libre albedrío se estaría aceptado ser la cuba de contención de esa energía. No evitaría que sus aguas se ensuciaran. Esta energía es más fuertemente retenida por la mujer por la forma receptiva de sus órganos genitales.
El convertirse en desagüe de energías contaminadas... eso es karma. De allí que si la persona -supuestamente- armónica necesita la exposición a esa energía en forma asidua, es que no está tan armonizada como le hace creer su Ego Espiritual.
Para acrisolar la energía se requiere que cada integrante de la pareja se haga cargo de su propio trabajo y cargue su propia cruz.
¿Qué hace falta para lograr esa unión mística de cuerpo físico y cuerpos espirituales, en una dupla humana? Pues amor
La verdadera definición que deberíamos buscar es saber qué es Amor
¿Amor es posesión? ¿Es mío, soy suya?
¿Amor es la seguridad de una estructura social o cualquiera de los infinitos matices de lo que los humanos llamamos amor en función de nuestras relaciones humanas y que sólo son aspectos diversos de la posesión del uno en el otro? El tipo de Amor que lleva a la unión con la divinidad a través del sexo, requiere libertad, entrega, aceptación, no-lucha, no-miedo y el poder soltar.
Una primera etapa de esta búsqueda seguramente conduciría a la experimentación de la entrega incondicional entre "extraños" en el aquí y el ahora. ¿Por qué? porque sería más fácil aprender a soltar. ¿Por qué? porque dentro de las estructuras sociales que atan encontrar un oasis de libertad es una oportunidad.
¿Dónde reside el mayor inconveniente de esta situación? No está sólo en el plano físico donde los Egos le han conducido a experimentar. Está en el plano emocional donde los Egos no resueltos buscan desesperadamente perpetuar lo que creen que han encontrado LO cual NO ES CIERTO. Es sólo ilusión.
El ser humano que busca esa experiencia sin haberse encontrado a sí mismo en el equilibrio de su pareja interna, atraerá fácilmente karma porque no puede soltar y buscará perpetuar algo cuya Gracia mayor hubiera consistido en que se desvaneciera aceptando sólo el momento vivido porque guardaba el aprendizaje de poder soltar.
La no atadura social genera incondicionalidad y si se tiene capacidad de entrega, la energía "de dos extraños" que pueden cuidarse en su humanidad y en el respeto del otro, puede conmover al éter y atraer a Dios. Por añadiduria la kundalini se elevará y la energía sexual ascenderá
Sin duda que se amarían pero no con un amor de posesión de la Tierra, sino totalmente incondicional, ´pero en la experiencia del sexo.
El error kármico sobreviene cuando los Egos emocionales no resueltos intervienen a posteriori y tratan de perpetuar ese "momento mágico" poniendo rótulos de almas gemelas, o el que se quiera...
Seguramente se estarán amando en el Eterno Presente en un espacio tiempo que no pertenece a éste y desde donde la energía me relacionó con ese ser para que el azúcar del amor del otro lado viniera por Misericordia a este espacio-tiempo.
Pero no es donde debe crecer la levadura de Dios en el aquí y el ahora. Si buscara perpetuarlo, sólo atraería sal...karma.
El unir el éxtasis sexual con éxtasis místico en forma más permanente, sólo es posible en una pareja de crecimiento, lo que la sociedad le pondría el rótulo de estable.
El éxtasis sexual se limita al momento. El éxtasis espiritual busca la trascendencia del ser físico y el gozo permanente en Dios.
El desafío en esta etapa es unir el éxtasis sexual con el éxtasis espiritual. Eso es tantra.
Para unir el éxtasis sexual y el éxtasis místico, más que posturas específicas, respiraciones especiales y no liberación de fluidos orgánicos, se requiere amor, entrega y libertad. Sin embargo los rótulos "pareja estable" y libertad, parecen no ir de la mano. Pero eso es también ilusión, porque no existe cárcel ni carcelero, porque la libertad es interna y se traduce en lo externo como confianza y seguridad en la complitud del otro.
Nada es bueno o malo en el plano físico. Somos seres espirituales buscando siempre a Dios por más que lo ignoremos y lo podemos encontrar aún explorando el delgado hilo de lo sensorial donde la Oscuridad también está atenta a nuestros movimientos y sólo la Misericordia Divina puede sacarnos a tiempo, justamente, aprendiendo a amarnos y a respetarnos para poder atraer de esa forma, Amor y Respeto del afuera.
¿Cómo es que el éxtasis espiritual logra unirse con el éxtasis fisico?
En el acto sexual, la mujer acepta ser penetrada por el hombre y el hombre acepta ser comido por la mujer.
Energía de Dios y de Diosa jugando en el plano físico a un juego que se libra en otras esferas, pero que el miedo a la penetración, el miedo a ser comido y todas las creencias ligadas al sexo provenientes de nuestra familia y la sociedad en que nacimos, frenan la venida de lo Superior a lo inferior. Sólo el Amor, la entrega y la aceptación puede mover los bloques de miedos que forman los muros que bloquean nuestra unión con Dios y no existe gimnasia erótica que pueda reemplazar a esto.
Esto ocurre en cada acto creativo humano. La creatividad es un acto divino que se manifiesta en el hombre como ser espiritual.
El germen creativo de Dios desciende en la mujer interna produciendo en ella la Revelación, mientras que su hombre interno ha cesado su necesidad de lucha, ha entregado sus armas a Dios y ha aceptado también que Dios irrumpa en él.
Para ambas acciones se requiere entrega del poder del uno en el otro. La no lucha de los sexos.
Si se puede confiar y amar a la pareja externa, también se podrá aprender a confiar y amar a la divinidad.
Transitaremos entonces el camino de la Tierra al Cielo volviendo a nuestra vida un Arte donde cada acción de la vida diaria se resignifica entregándosela a Dios. Inclusive el sexo. Todo nos habla de Dios en este plano, sólo nuestra desconexión es lo que nos hace creer que no es así.

BRINDA MAIR

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Come, Reza, Ama

Los invito a ver un extracto de la película....



 Sinopsis de la película:
Liz Gilbert (Julia Roberts) tenía todo lo que una mujer actual puede soñar, un marido, una casa, una exitosa carrera y como muchas otras personas, se encontraba perdida, confusa y buscando lo que realmente deseaba en su vida. Recién divorciada y ante la disyuntiva de qué camino escoger, Gilbert sale de su acomodada vida y lo arriesga todo, embarcándose en un viaje alrededor del mundo que se convierte en una búsqueda para encontrarse a ella misma. Durante sus viajes, descubre el verdadero placer de la comida en Italia, el poder de la oración en la India y final e inesperadamente, la paz interior y el equilibrio del verdadero amor en Bali. Basada en las memorias del best seller de Elizabeth Gilbert, Eat, Pray, Love demuestra que hay más de un camino para dejarte llevar y ver el mundo.

Amor-Sabiduría

Ejercicio de Vida
Las elecciones más decisivas en el curso de la vida parten del centro del ser, de nuestra alma. Sin embargo, aunque ella determine los rumbos básicos que habremos de seguir, también la personalidad, nuestro yo externo, posee cierto poder de decisión. 
Como personalidad, ejercemos el libre albedrío para aprender a elegir. A través del repetido ejercicio de esta capacidad de escoger vamos aprendiendo a abandonar lo que perjudica a la evolución, hasta el momento en que comenzamos a percibir la voz del alma y a ser atraídos por ella.
Por tanto, la capacidad de decisión de la personalidad varía según los grados evolutivos que vamos alcanzando. Esa capacidad de decisión es fuerte y dominante mientras nos dejamos conducir por los aspectos materiales de nuestro ser: el físico, el emocional y el mental; y la misma se redimensiona a medida que optamos por la evolución superior.
Cuando transferimos nuestras decisiones al alma, de ella nos comienzan a llegar pruebas para purificarnos y oportunidades para que evolucionemos. La personalidad se vuelve más flexible y obediente hasta que, finalmente, comprendemos cuál es nuestra tarea como alma encarnada.
Para cumplir esa tarea necesitamos ser guiados por indicaciones internas provenientes del alma, quien conoce las leyes evolutivas y nuestro destino. Así pues, cuando nos entregamos a la voluntad del alma, cuando es ella quien conduce nuestros actos, se cumple lo que está previsto para nuestra vida sobre la Tierra.
La vida regida por el alma está precedida por un período de purificación y ajustes, pudiendo formar parte de ese período lo que se llama "fase de arrepentimiento".
En sentido espiritual, arrepentimiento es la disposición para reconocer errores e inmediatamente actuar de forma de equilibrarlos. No se trata sólo de lamentarse y no debe confundirse con la tendencia a llorar por el dolor que causamos, o de pedir disculpas sin que nada se transforme en nosotros. Las lamentaciones por sí mismas no tienen valor evolutivo; solo deprimen y perturban nuestro equilibrio sin llegar a resolver nada.
El arrepentimiento verdadero es un impulso para sanar las desarmonías que causamos en el pasado. Si vivimos el arrepentimiento de esta manera, es decir, si comenzamos a actuar equilibradamente, de hecho nos preparamos para nuevas etapas del camino.
Dado que evolucionamos por ciclos, hay plazos establecidos internamente para que demos ciertos pasos. Cada ciclo nos ofrece una serie de oportunidades, disponibles según la ley del karma. Si no las aceptamos, tendremos dificultades para pasar al ciclo siguiente.
En otras palabras, el curso correcto de la evolución sería que cumplamos los ciclos, que no dejemos para después lo que podamos hacer ahora. Así y todo, si no conseguimos dar los pasos previstos tendremos de algún modo otras oportunidades de evolución, pues vivimos en un universo regido por la ley del amor. De manera que, si tenemos que repetir un ciclo podremos aplicar lo que ya aprendimos. Si nos dejamos llevar por el aspecto negativo de nuestro "fracaso" sólo seremos instrumento de pruebas para los que están cumpliendo una etapa semejante. Pero si adoptamos actitudes positivas, podremos ser un estímulo para el progreso de todos, los cuales se beneficiarán con la experiencia de nuestra caída anterior.
En la etapa en que ya estamos siendo guiados por el alma, nuestra capacidad de servir, de ayudar a los semejantes, se amplía incesantemente; vemos en cada ser una esencia espiritual. Sabemos que todos venimos de la misma fuente creadora y que el Amor es la ley primera del sistema solar. Así, tratamos a todos con amor de forma natural, inclusive a los que presentan características diferentes de la mayoría o alguna limitación.
También por la ley del amor, cada ser tiene su lugar en el universo, donde mejor puede desarrollar sus aptitudes, su forma de donarse. Mas, nadie es capaz de reconocer ese lugar usando sólo la mente o el deseo de servir. Solamente en lo profundo de nuestro ser sabemos dónde se encuentra.
Para llegar a ese conocimiento y ser más útiles, debemos enfocar los niveles internos de la consciencia con fidelidad, constancia y desapego; niveles de los cuales emana la sabiduría necesaria para ayudar al prójimo sin interferir en su destino. Lo fundamental es que esta búsqueda interna sea la prioridad en nuestra vida. Siendo así, nuestros días se irán tornando puro servicio del alma en beneficio de cualquier persona que necesite ayuda.
El amor es la capacidad de unión, de cohesión. Si no existiese, en el universo prevalecerían las fuerzas contrarias a la unidad, y él se desintegraría. Esto es verdad también para todos lo seres que habitan el universo y forman parte de él.
El amor mantiene los átomos reunidos e integrados y activa el desarrollo de la consciencia en todos sus grados de expresión.
Existen consciencias y personas que canalizan con pureza la energía del amor, manifestándola impersonalmente sin apego ni posesividad. Pero, por el momento, la expresión más límpida del amor es, en general, misteriosa y desconocida; pues la mayoría lo confunde con afectos personales, con actitud posesiva y con dependencia.
Debido a que el ser humano común está todavía polarizado en el nivel emocional y en el instintivo, interpreta su necesidad genuina de integración, en sí mismo y en el universo, como la necesidad de complementarse con un semejante. Busca, entonces, el amor afuera; movimiento que le impide establecer contacto con la fuente de amor, que se halla en el interior de sí mismo.
Puede sucedernos, que en este camino de descubrimiento del amor universal y puro, quedemos detenidos en alguna de sus etapas, apegados a personas o a situaciones. Así, al no comprenderlo como una energía cósmica, infinita, ignoramos que, cada vez que renunciemos a nuestros objetos de amor, hallaremos una expresión más profunda e inclusiva de él.
Esa comprensión nos aporta el aspecto más elevado del amor: la sabiduría, que ha de disolver nuestras ilusiones emocionales y mentales, proporcionándonos la sensibilidad interior, el conocimiento intuitivo de la real necesidad de los demás seres. Por ello nos da la capacidad de ayudar sin interferir.
La sabiduría indica la dirección real y correcta que debe seguirse; pertenece al corazón, no a la mente analítica y discriminadora. El amor-sabiduría brinda una comprensión que no requiere pensamientos lógicos, y en él no hay engaños ni ilusión.
Y si nos preguntaran cómo llegamos al amor sabiduría, responderemos que se trata de un misterioso camino, recorrido por la senda de la renuncia a lo ya conseguido, por la ofrenda incondicional y desinteresada de lo mejor de nosotros mismos.
El amor es sabio cuando es liberador, curativo e impersonal, cuando nos lleva al encuentro de las necesidades de nuestros semejantes y del universo en el que estamos incluidos. Movidos por él, establecemos metas en consonancia con la evolución de la vida. El amor sabio nos impulsa a buscar lo esencial y no las efímeras apariencias. Nos hace ver, sin limitarnos, lo que hay de positivo en cada circunstancia.
El amor sabio no se restringe solo al reino humano. Transfigura y perfecciona todo lo que toca. Así, lo que está limitado se expande y se integra en su más pura esencia interna. El amor sabio hace al ser humano compasivo y disponible para todo y para todos. Consagrado al cumplimiento de elevados propósitos, es irradiado por fuentes cósmicas.
El amor común, a su vez, lleva al ser a identificarse con las formas externas, a engañarse con las apariencias y las circunstancias. Está sujeto al ritmo de la evolución natural, con sus avances y retrocesos. Por lo tanto, es incierto y sufre influencias de las fuerzas antagónicas que limitan a la persona a resolver, sobre todo, problemas de subsistencia en el plano físico, a satisfacer diferentes carencias en el emocional, y a mantener prejuicios en el mental. En esos planos hay muchas carencias, lo cual causa engaño en los que son movidos por el amor humano, común, al considerarlo como el único instrumento de acción y de vida existente.
Las decepciones del amor humano llevan al ser a descubrir las infinitas posibilidades del amor-sabiduría y a la necesidad de vivirlo. Al surgir la sabiduría la consciencia es atraída hacia los niveles internos. Y el alimento que de allí fluye transforma al ser por completo.

De la Serie Síntesis de Charlas de J. Trigueirinho




martes, 16 de noviembre de 2010

Y luego un Héroe vendrá...


 http://www.youtube.com/watch?v=0IA3ZvCkRkQ
Heroe
Hay un héroe
Si miras dentro de tu corazón
No debes tener miedo de lo que eres
Hay una respuesta
Si llegas hasta tu alma
Y la pena tal como la conoces desaparecerá

Y luego un héroe vendrá
Con la fuerza para continuar
Y te liberarás de tus miedos
Y sabes que puedes sobrevivir
Entonces, cuando sientas que no hay esperanza
Mira dentro tuyo y sé fuerte
Y finalmente verás la verdad
Que un héroe reside en ti

Es un largo camino
Cuando te enfrentas al mundo solo
Nadie te da una mano para sostenerte
Puedes encontrar el amor
Si buscas dentro tuyo
Y el vacío que sentías desaparecerá
 
Y luego un héroe vendrá
Con la fuerza para continuar
Y te liberarás de tus miedos
Y sabes que puedes sobrevivir
Entonces, cuando sientas que no hay esperanza
Mira dentro tuyo y sé fuerte
Y finalmente verás la verdad
Que un héroe reside en ti

El Señor sabe
Que los sueños son difíciles de alcanzar,
Pero no dejes que nadie te los quite
Espera, Habrá un mañana
Gana tiempo encontrarás el camino

Y luego un héroe vendrá
Con la fuerza para continuar
Y te liberarás de tus miedos
Y sabes que puedes sobrevivir
Entonces, cuando sientas que no hay esperanza
Mira dentro tuyo y sé fuerte
Y finalmente verás la verdad
Que un héroe reside en ti

Mariah Carey



Poemas y Reflexiones...

Escalones
Así como toda flor se enmustia y toda juventud cede a la edad,
así también florecen sucesivos los peldaños de la vida;
a su tiempo flora toda sabiduría, toda virtud,
mas no les es dado durar eternamente.

Es menester que el corazón, a cada llamamiento,
esté pronto al adiós y a comenzar de nuevo,
esté dispuesto a darse, animoso y sin duelos,
a nuevas y distintas ataduras.
En el fondo de cada comienzo hay un hechizo
que nos protege y nos ayuda a vivir.

Debemos ir serenos y alegres por la Tierra,
atravesar espacio tras espacio
sin aferrarnos a ninguno, cual si fuera una patria;
el espíritu universal no quiere encadenarnos:
quiere que nos elevemos, que nos ensanchemos

Escalón tras escalón. Apenas hemos ganado intimidad
en un morada y en un ambiente, ya todo empieza a languidecer:
sólo quien está pronto a partir y peregrinar
podrá eludir la parálisis que causa la costumbre.

Aun la hora de la muerte acaso nos coloque
frente a nuevos espacios que debamos andar:
las llamadas de la vida no acabarán jamás para nosotros...
¡Ea, pues, corazón arriba! ¡Despídete estás curado!


"Cuando alguien busca, suele ocurrir que sus ojos solo ven aquello que anda buscando, y ya no logra encontrar nada ni se vuelve receptivo a nada porque sólo piensa en lo que busca, porque tiene un objetivo y se halla poseído por él. Buscar significa tener un objetivo, pero encontrar significa ser libre, estar abierto, carecer de objetivos..."


Hermann Hesse







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