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miércoles, 29 de diciembre de 2010

Brindemos!

Y ya comenzamos otro año...Brindemos por...

* Año Nuevo: Grabemos en nuestros corazones que cada día comienza en nosotros una nueva vida y reflexionemos con consciencia.   

* Salud: No es la longitud de la vida lo que importa, sino la profundidad con que puedas vivirla. No se trata de prolongarla sino de vivirla más allá del tiempo, y esto no lo conseguiremos más que viviendo el momento presente y  para el bien de todos...

* Dinero: aunque a veces el dinero nos resulte "demasiado caro"  debemos verlo y sentirlo como una energía para dar, recibir e invertir con ecuanimidad y discernimiento.

* Amor:  Es imprescindible...lo mas importante y bello de la vida... y aquí  regalo esta frase del filósofo Ralph Waldo Emerson: “El amor, esencia de Dios, no se hizo para la ligereza, sino para la completar la dignidad del hombre”.  

Sientan en este brindis  y en el sonido de las copas  la alegría del amor que los bendice!
Comparte lo que tienes
Ama sin exigencias
Perdona sin cicatrices
Acepta sin perfecciones
Agradece lo que te dan
¡Y no te rindas nunca!
(desconozco autor pero comparto y siento plenamente esto) 
MUCHAS FELICIDADES !!

martes, 28 de diciembre de 2010

Dialogando...

Diálogo: Facundo Cabral y el Dr. Chopra
F.C. En la transformación del Universo ¿cuál es el hombre que requerimos? ¿Cuál es esa característica fundamental de ese nuevo hombre, que tiene que vivir en un universo tan complejo dentro de unos niveles de cercanía consigo mismo?
 
D. CH. Lo primero que tenemos que tomar en cuenta es que lo que nosotros llamamos una persona, es de hecho el universo fingiendo ser una persona. Nuestro cuerpo es tierra reciclada, nuestras emociones son energías recicladas y nuestras ideas son también ideas recicladas; somos parte del reciclaje universal. Cuando comprendemos que somos parte de esa red de vida y tenemos una reverencia para esa red, contribuimos no solo a nuestra propia sanación, sino también a la restauración del universo. Esta es una idea muy difícil de comprender para mucha gente. La gente dice:
-Yo cambio, pero el ambiente a mi alrededor no cambia, es muy estresante. Y tenemos que comprender que ese ambiente es una proyección de nuestras propias conciencias. Si en verdad estas totalmente en paz donde quiera que vayas, la paz sucede a tu alrededor.

F.C. Necesariamente tengo que insertar un tema de actualidad, porque hablamos de la paz de los sucesos... definitivamente el mundo el 11 de Septiembre cambio su historia contemporánea a partir de los sucesos acaecidos en New York y Washington. Luego del instinto de querer venganza, ahora la gran pregunta es: ¿Qué hacemos? ¿Cómo vamos a lograr la paz, cuando la seguridad se nos hizo añicos?

D. CH. Debería sernos obvio que el poder militar no fue suficiente para mantenernos seguros, debería sernos obvio que el poder financiero tampoco fue suficiente para mantenernos seguros... Los símbolos del poder militar y el poder financiero fueron destruidos por gente que llevaba apenas unos cuchillos.
Es obvio que la política y la diplomacia tampoco ayudan entonces, ¿qué nos queda? solo una transformación fundamental de nuestra conciencia colectiva. Lo que vemos como el mal es solamente la manifestación superficial de un profundo desbalance en el alma humana, en el alma colectiva.
La violencia es la manifestación del odio, el odio es la manifestación del miedo y viene cuando la gente siente que su seguridad, que su supervivencia, que su propia autoestima está en riesgo. Lo que estamos viendo es un fenómeno tribal que ha existido en sistemas feudales y ahora ha escalado a dimensiones globales, porque estas tribus feudales ya se han convertido en una aldea mundial. La única solución a largo plazo es lograr dejar de pensar en nuestros intereses individuales y reconocer que estamos conectados a esa red de vida; que ese niño que está muriendo de hambre en Afganistán o en el Congo tiene un efecto directo sobre cada uno de nosotros.
Los norteamericanos son gente amable, amorosa e inclinados a la filantropía pero también su conciencia está aislada del propio ser, es parroquial y hay que ir más allá de esos límites.

F.C. Globalización e individualización... dos fenómenos paralelos que se están realizando en este momento; luego de estos acontecimientos hemos visto que en una ciudad tan impersonal como es New York, hoy en día la gente se saluda, se ve a los ojos, reza junta, prende velas... pareciera que solo el sufrimiento es el que nos lleva a la unión, pareciera que solo el terror es el que nos abriga... ¿Podríamos aprender del placer también?

D. CH. Yo espero que si... la gente hace transformaciones grandes en su vida cuando están enfermos y si alguien tiene una  enfermedad muy severa, cambia el estilo de vida por completo.
Ahora, la enfermedad está en el mundo y en la sociedad y esto debe ser usado como una oportunidad para la transformación. Es muy triste tener que llegar a ese punto para comenzar a hacer ese cambio. La globalización es inevitable, Internet, TV, etc... nos estamos convirtiendo en una comunidad global por el solo hecho tecnológico. El peligro de la globalización sin embargo, es que puede convertirse en un imperialismo cultural, por lo tanto, unos pocos países y corporaciones multinacionales muy poderosas van a querer controlar al mundo culturalmente y ese imperialismo cultural puede estar amenazando a la ira y puede estar haciendo sentir en muchas partes del mundo su supervivencia cultural amenazada.
En este proceso de globalización, lo importante es sentir mucho respeto hacia otros valores culturales y condiciones étnicas. Si nuestra evolución espiritual se mantiene al mismo ritmo que la tecnológica, entonces estamos a salvo... a lo mejor esta desgracia ocurrida contribuye a que eso suceda.

F.C. En su más reciente libro traducido en español "Conocer a Dios", me llama mucho la atención el planteamiento que ahí hace, soy de los que creo y esto es particular, que hemos vivido criados en una especie de selva, esperando que algún día alguien nos rescate, esperando que venga un helicóptero a salvarnos... y de alguna manera que el jefe de dicho rescate es Dios... y eso nos ha hecho ver a Dios muy lejos, muy distante y como distraído siempre de nuestra propia realidad. Creo que una nueva visión de Dios, una visión de Dios como esencia y mucho más cercana, pueda ayudarnos en este re-encuentro.

D. CH. Nuestra idea de Dios por lo general se basa en nuestro estado de conciencia cuando nuestro sistema nervioso está en el proceso de respuesta de la agresión y la huida, estamos asustados, aquí proyectamos a Dios como un Dios protector.
Cuando estamos en la etapa de respuesta del ego, que es la re-activa, proyectamos a un Dios todo poderoso y controlador.
Cuando tenemos paz interna Dios es el redentor. Cuando somos intuitivos Dios es comprensión. Cuando somos creativos Dios es el gran creador. Cuando somos Visionarios Dios se nos manifiesta como Milagros. Y cuando nos conectamos con la Fuente ¡¡¡Dios lo  es Todo!!!...

F.C. En "El Camino hacia el Amor" usted habla de un concepto de misticismo a través de la relación de pareja... donde dice que una persona enamorada es la persona más cercana a una experiencia mística ¿Podemos hablar entonces que es la relación de pareja el camino más cercano a evolucionar y entender cosas dentro de nosotros?

D. CH. La relación de pareja es la mejor forma de encontrar la divinidad. Enamorarse románticamente es una experiencia espiritual; cuando uno se enamora, se confunde, pierde sus certezas habituales y ese es el primer paso... es una sensación de ser vulnerable y estar expuesto, de estar dispuesto a la transformación, de tener el corazón liviano y de tener una canción dentro de uno.

F.C. Y dentro de ese panorama ¿Por qué la relación se torna tan difícil, cuesta arriba y a veces nos lleva a soltar tanto sufrimiento?

D. CH. Muchas veces sucede esto porque confundimos la intimidad con apenas un aspecto de la intimidad que es el placer sexual. En una verdadera relación el amor pasa por las siguientes etapas: atracción, encantamiento, comunión, intimidad, sexualidad, rendirse, desapegarse y finalmente el éxtasis.

F.C. "Las Siete leyes espirituales del Exito", leyes que son simples, cercanas y son fáciles de entender; yo quisiera que nos explicara esto con más expansión ya que tienen que ver con el estar aquí y ahora. Ese estar aquí y ahora nos cuesta mucho entenderlo. ¿Qué es y cómo se logra?

D. CH. Así como en este momento que tu me estas escuchando, ten conciencia de quién está escuchando, siente esa presencia ¡esa es tu alma, tu espíritu! el único obstáculo para tu espíritu, tu alma o Dios, es el tiempo y el tiempo está en tu imaginación, en el pasado, en el presente, en el futuro... si yo te pregunto ¿hay algo malo en este momento? la respuesta es no, toda inseguridad en el presente es la preocupación por la seguridad futura; separa la situación del momento... la situación se transforma pero el momento es eterno... permanece en ese momento y siente la presencia de Dios.

F.C. "Siete Leyes espirituales para Padres" es un libro que básicamente habla que la educación de un hijo, más que difícil es comprometida, porque se basa en el compromiso del padre consigo mismo, en lugar de estar viendo como lo hace bien es mejor ver como se es mejor. Yo quisiera que nos expandiera más ese tópico.

D. CH. Los niños son sensibles, intuitivos y creativos... si quieres influenciar a un niño puedes hacerlo fácilmente diciéndole cuáles son las cosas correctas y tienes que ser tu un ejemplo de eso; entonces te escucharan, de otra manera ellos tienen la capacidad para ver a través de la hipocresía. La otra cosa es nunca tratarlos como niños sino como iguales. De hecho ellos son los mejores maestros porque tienen la inocencia y la creatividad y la sabiduría ancestral, para nada están condicionados y nunca usan una máscara social. En la ausencia de esa máscara social el espíritu sale y brilla. Yo decía a mis hijos que ellos son un regalo del universo y que para mi es un privilegio tenerlos. Si comienzas como niños de esa manera le contribuyes una autoestima. Toda falta de creatividad en tu vida posterior es falta de autoestima propia. Autoestima nunca viene de construir el ego, autoestima de entrar en contacto con el espíritu.

F.C. Los duelos, cuando no comprendemos la muerte, no comprendemos la ausencia, queremos eternizar las cosas y por supuesto la sensación de pérdida es una de las que más paraliza al ser humano ¿cómo podemos apoyar a la gente a vivir el duelo y a salir de él?

D. CH. Tenemos que estar preparados para la muerte en cualquier momento de nuestras vidas. Si veo por encima de mi hombro, la muerte me está siguiendo y desde que la vi la última vez está más cerca. Si estas consciente de tu propia mortalidad y del hecho de que la muerte está detrás de ti persiguiéndote, tu vida se va a convertir en algo muy mágico, porque entonces, vas a ser capaz de prestarle atención a lo que es verdaderamente importante en tu vida... como el amor... y reconoces que la vida es impermanente, todo es perecedero y mientras más perecedero y más frágil, más bello y más valioso es.
Mientras lo tienes ámalo y reconoce que va a llegar el momento de dejarlo partir, por lo tanto ni te apegues, ni te aferres; es como aguantar la respiración, si aguantas mucho tiempo te sofocas.

F.C. Tengo dos temas de los que quiero saber su punto de vista, ellos son el éxito y el perdón. Quiero saber qué significa el perdón para Deepak Chopra, cómo proyectarlo y cómo vivir una vida coherente.

D. CH. El perdón es básicamente la ausencia de juicio, es como cuando uno ve a una persona y nunca siente la necesidad de juzgarlo, criticarlo, etiquetarlo, cuestionarlo, catalogarlo, eso es el perdón... ser un buen observador sin necesidad de crear una valoración o evaluación moral sobre lo que se está observando. Es también ver hacia adentro y darse cuenta de que el pecador y el santo están dentro de ti, lo sagrado y lo profano están en ti... por eso Cristo dice "el que esté libre de pecado que lance la primera piedra".

F.C. Y cuando albergamos un resentimiento hacia algo o alguien y que es una especie de fantasma que se adueña de nuestra vida ¿cuál es el camino más rápido para salir de eso?

D. CH. Hay una oración que dice que cada decisión que yo tomo es una elección entre un pesar y un milagro, puedo escoger el milagro o el dolor.

F.C. El éxito es un tema contemporáneo, es un tema que se ventila y se aborda con mucha fuerza... en este hombre que ponemos nuestro grano de arena porque lo imaginamos en nosotros mismos ¿cómo ve Chopra el éxito?

D. CH. El éxito es la habilidad de amar y ser compasivo, es la habilidad de experimentar el goce y compartirlo con los demás y es esa sensación de conexión con la parte creativa del universo y es la progresión de metas que bien valen la pena... y también es abundancia material. La mayor parte de la gente no son materialistas en nuestra sociedad. El verdadero materialismo es una experiencia espiritual, eso implica tener una relación sensual con ese universo material. En nuestra sociedad la gente por lo general gasta el dinero que todavía no ha ganado para comprar cosas que para nada necesita y para impresionar a gentes que no le agradan ¡¡ eso nunca es materialismo!! eso es simplemente conseguir cosas y esta es una expresión de inseguridad espiritual.

F.C. ¿Qué ciudad del mundo lleva en el corazón y le conmueve mucho?

D. CH. La selva Tropical de Costa Rica.

F.C. Si estuviera en Costa Rica y existiera una tienda de virtudes ¿qué compraría allí?

D.CH. Solo una: AMOR...!!

lunes, 27 de diciembre de 2010

Hoja o estrella?...Reflexión


"La mayoría de los seres humanos son como las hojas que caen de los árboles, que vuelan y revoltean por el aire, vacilan y por último se precipitan al suelo. Otros casi son como estrellas, siguen su camino fijo, ningún viento los alcanza, pues llevan en su interior su ley y su meta."
Herman Hesse



domingo, 26 de diciembre de 2010

Alegría de "SER"


"Cuando sabes verdaderamente quién eres, vives en una vibrante y permanente sensación de paz. Puedes llamarla alegría, porque la alegría es eso: una paz vibrante de vida. Es la alegría de conocerte a ti mismo como la esencia de vida antes de tomar forma. Eso es la alegría de Ser, de quien realmente eres."
ECKHART TOLLE.

 
Si nuestro interés ya está dirigido a descubrir la fuente de la armonía en nuestro interior, hacer de ella el eje de nuestra vida y que su reflejo enriquezca todas las relaciones, habrá que estar muy alertas para detectar cuando nuestras respuestas salen llenas de negatividad, de visceralidad, de ira, de palabras duras y hasta de silencios molestos e innecesarios , en fin...de esas reacciones que nos hablan de una mente intolerante y fraccionada.
El miedo nos detiene, nos da miedo  ir atrás, dar toda nuestra atención a eso que nos reclama y que nos invita a soltar, a dejar ir, a ser esa dimensión que siempre hemos sido como simple y vacía vivencia de SER, de EXISTIR, de AMAR. Conciencia impersonal, amorosa, que incluye todo, pero en donde la referencia a un yo individual y a lo mío ya no tiene ningún sentido.
Y esa bendición en donde somos ya perfectos y completos, la olvidadamos para limitarnos a vivir como individuos, desde esa falsa visión que origina el sufrimiento, la agresividad y la violencia, y que nos incita a buscar inútilmente y en medio de los objetos algo que nos vuelva a completar. Misión imposible.
¿Podremos vivir simplemente, sencillamente, sin construír imágenes y en relación directa con los hechos?
Si nos ponemos en marcha, vemos como la vida va mucho más allá de la ideas. Que aunque dejemos atrás el discurso del pensamiento, la vida continúa actualizándose momento a momento, sin dar tiempo a los análisis y moviéndose del ahora al ahora, de forma espontánea e intemporal.
Permaneciendo en esa vida que sólo sucede AHORA, abiertos a esa comprensión, fluyendo con ella, le estamos impidiendo la aparición a ese "personaje" creado por la memoria y que es el origen de la violencia y agresión. Y viviéndo espontáneamente descubrimos que no había una vida que vivir, que nosotros somos la vida....

El problema de la humanidad está en el mal uso de la mente. Todos los tesoros de la naturaleza y del espíritu están abiertos al hombre que usa su mente adecuadamente.El miedo y la codicia causan el mal uso de la mente. El uso adecuado de la mente está al servicio del amor, de la vida, de la verdad, de la belleza.
 
Nisargadatta


 

sábado, 25 de diciembre de 2010

Celebra tu soledad

 
SOLEDAD: TU PROPIA NATURALEZA
 La soledad es una flor, un loto abriéndose en tu corazón… la soledad es positiva, la soledad es salud. Es el goce de ser vos mismo. Es la alegría de tener tu propio espacio.
Meditación significa: éxtasis de estar solo. Uno está realmente vivo cuando llegó a ser capaz de estar en soledad, cuando ya no depende más de nadie, ni de ninguna situación ni condición y como la soledad es nuestra, puede quedarse mañana, tarde, día o noche; en la juventud o en la vejez; cuando estamos sanos o enfermos; en la vida y en la muerte también puede estar presente porque no es algo que te pasa desde afuera, es algo que emana de vos, es tu verdadera naturaleza, tu propia naturaleza…
Un viaje a nuestro interior es un viaje hacia la soledad absoluta; ahí no podés llevarte a nadie con vos; no podés compartir tu centro con nadie, ni siquiera con tu pareja…no es parte de su naturaleza y no hay nada que hacerle. Desde el momento que entrás en tu interior, se rompen todas las conexiones con el mundo externo, se rompen todos los puentes. En realidad, desaparece el mundo entero…
El silencio es tan profundo que ningún ruido lo penetra; la soledad es tan profunda que se necesitan agallas. Pero de esa soledad explosiona el éxtasis…de esa soledad -la experiencia de Dios…no hay otra forma; nunca la hubo y nunca la va a haber. Celebrá la soledad, festejá tu espacio puro y va a surgir una gran melodía de tu corazón…y va a ser una canción de conciencia, va a ser una canción de meditación…va a ser el cantar de un pájaro solitario llamando a la distancia -no llamando a alguien en particular, sino simplemente llamando, porque su corazón está lleno y quiere llamar, porque la nube está llena y quiere llover, porque la flor está colmada, se abren sus pétalos y se libera su fragancia sin estar dirigida a nadie…Dejá que tu soledad se transforme en una danza…

Osho 


miércoles, 22 de diciembre de 2010

En esta Navidad...

"Todo cabe en lo breve. Pequeño es el niño y encierra al hombre; estrecho es el cerebro y cobija el pensamiento; no es el ojo más que un punto y abarca leguas."
Alejandro Dumas.

Los que sienten como yo saben que todos los sueños pueden convertirse en realidad cuando el Amor es el que maneja los latidos del corazón. Late con fuerza un corazón luminoso, que guía sin mente y  con Fe tus pasos en el camino, late con fuerza ese corazón que a veces oprimido por tristezas se desanima pero vuelve a sentir la plenitud cuando se despejan las nubes del cielo y sigue adelante a pesar de los obstáculos porque sabe, porque siente la magia del amor y la verdad abriendo canales de luz  en sus arterias.
Abracen y adoren esa divinidad que resplandece en su interior, ese diamante que necesita ser reconocido y amado para poder derramarse como manantial amoroso sobre la humanidad.
Intentemos "sentir" las cosquillas  del amor en cada momento y disfrutemos de ese precioso presente  que en esta navidad se nos está regalando para transmitir y expandir ese amor líquido y luz universal.
Para quienes sientan nostalgia y tristeza en esta fecha tan especial les regalo Fortaleza y los acompaña mi niño interno con la suavidad de una sonrisa, una vela que ilumine sus recuerdos y abrazos sinceros y acogedores.
Para quienes puedan sentir latir fuerte y alegremente su corazón les regalo buenos sentimientos desatados, que caigan como fuegos artificiales dentro de cada uno iluminando sus instantes, hasta arder en sus corazones...



"Navidad...es la ternura del pasado, el valor del presente y la esperanza del futuro. Es el deseo más sincero de que cada taza se rebose con bendiciones ricas y eternas, y de que cada camino nos lleve a la paz"
Agnes M. Pharo  

Un brindis y un Abrazo!
bendiciones para todos,
Graciela

martes, 21 de diciembre de 2010

Siente...

La incomprensión, más que la imposibilidad de comprender, es la imposibilidad de sentir.
José Narosky

Siente...
Estás mirando una flor. Mira la flor, siente su belleza, pero no emplees la palabra belleza, ni incluso mentalmente. Contémplala, déjala que sea absorbida en ti, sumérgete profundamente en ella, pero no emplees palabras. Siente su belleza, pero no digas, "Es hermosa"; ni incluso mentalmente. No verbalices y gradualmente serás capaz de sentir la belleza de la flor sin emplear la palabra. Realmente no es difícil; es natural.
Primero sientes y luego surge la palabra, pero estamos tan habituados a las palabras que no hay una separación. El sentimiento aparece, pero no lo has ni sentido cuando de repente surge una palabra. Crea pues una separación; siente simplemente la belleza de la flor, pero no emplees palabras.
Si eres capaz de disociar las palabras de los sentimientos, podrás disociar los sentimientos de la Existencia. Deja entonces que allí esté la flor y que tú estés ahí, como dos presencias, pero no permitas que el sentimiento aparezca. No sientas ni siquiera que la flor es hermosa. Deja que la flor este allí y que tú estés allí, en un profundo abrazo, sin ningún asomo de sentimiento. Entonces podrás percibir la belleza sin sentirla; tú serás la belleza de la flor. No será un sentimiento: tú serás la flor. Entonces habrás sentido algo de forma existencial.
Cuando puedas hacer esto, entonces sentirás que todo ha desaparecido: pensamientos, palabras, sentimientos. Y entonces podrás sentir existencialmente.
OSHO


lunes, 20 de diciembre de 2010

Alma y Unidad

“Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias.”
John Lodke
El Alma y la Unidad en la Salud Humana según el Dr. Bach
Debemos buscar en nuestro comportamiento los defectos que nos hacen actuar contra la unidad, es decir atentar contra los demás o contra nosotros mismos, y aquellas actitudes opuestas a los dictados del alma.
En el pensamiento sereno y en la meditación, fuera del apoyo de los buenos consejeros- dice el Dr. Bach en su libro Cúrese Usted Mismo- llegamos a un ambiente de paz y sosiego, permitiendo a nuestra alma hablarnos a través de la conciencia y la intuición, alimentando nuestro corazón con el deseo sincero de servir a la humanidad, y trabajar siguiendo los dictados del alma, descubriendo el defecto oculto.
Descubierto el defecto no debemos luchar contra él, gastando gran dosis de la energía, sino desarrollar firmemente la virtud contraria. Al hacer lo primero- enfatiza- estaríamos concentrándonos en el mal, al poner toda nuestra atención en él, pudiendo surgir con más bríos, “aquello en que te concentras se expande”. La verdadera victoria se da al enfocarnos en la virtud y olvidar, así, el defecto, éste desaparece ante la sombra de la aumentada virtud.
De este modo, el defecto de la crueldad es combatido con el desarrollo de la compasión hacia los demás, evitando toda acción dañina a otro. No olvidar que a nosotros también nos está prohibido hacernos daño porque somos parte de la unidad.
Otro factor de éxito es contemplar la vida y la existencia con la mayor paciencia, considerando como una aventura gozosa el paso por este mundo.
para Bach el materialismo es una de las mayores influencias en el aburrimiento y la auténtica felicidad. Nos dice que los placeres terrenos sólo proporcionan un alivio temporal al padecimiento y las dificultades, volviéndonos dependientes de ellos para escapar a nuestros reveses, haciéndonos insaciables en la búsqueda de diversión, del rejuvenecimiento y los placeres sensuales.
Afirma que si conociéramos la verdad de nuestra Divinidad nuestra misión en el mundo, la alegría de obtener experiencia y ayudar a los demás, encontraríamos el antídoto al aburrimiento interesándonos activa y vivamente por todo lo que nos rodea, aprendiendo de los semejantes y de los avatares de la vida. Las cosas más sencillas están más cerca de la verdad y proporcionan el placer más real.
Siguiendo en sus planteamientos, sobre la salud y la enfermedad, nos dice que la renuncia y la resignación nos convierten en pasajeros pasivos en el viaje de la vida, abriendo la puerta a las influencias externas, las cuales hubieran encontrado la puerta cerrada si viviéramos la vida con alegría y espíritu de aventura. Tanto en las montañas como en los valles, en la ciudad como en el humilde caserío rural, hay que convertir la vida en una aventura apasionante, armonizando el conocimiento con el alma y la gran unidad.
Otra ayuda para la salud es desechar el miedo. No es posible que éste tenga cabida en nosotros si somos conscientes de la Divinidad interna, inconquistable e inmortal. Nosotros, hijos de Dios, no tenemos nada de que temer.
Ese miedo se ve acrecentado por el materialismo al cuidar las cosas terrenas y el propio cuerpo, todo pasajero y difícil de conservar, de lograrlo es tan sólo en un breve lapso.
El miedo a la enfermedad aumenta el gran poder de daño, lo cual responde al egoísmo. Si nos preocupamos por el bienestar de los demás dejaríamos de sentir aprensión a la enfermedad personal. Las peores epidemias solo afectan a algunos de los expuestos, demostrando que la causa de la enfermedad se encuentra en la personalidad.
Concluye el Doctor Bach que si llevamos la armonía a nuestra personalidad no tenemos porqué anticipar la enfermedad ni temer que nos caiga un rayo.
El cuerpo es la morada terrenal del alma mientras hace su tránsito por el planeta tierra, adquiriendo conocimiento y experiencia. Para la limpieza del cuerpo se recomienda el baño renovado con agua fresca o tibia y poco jabón. Para la dieta alimentaria elegir alimentos limpios y completos, lo más frescos posible y frutas naturales, verdura y frutas secas y frescas, evitando la carne animal, ingerir mucho líquido, agua y vinos naturales. El sueño no debe ser excesivo. Los baños al de sol y de agua son grandes fuentes de salud.
estimular la alegría y evitar la opresión de la duda y la depresión, recordando que nuestra alma es dicha y felicidad, nos lleva al equilibrio y bienestar.

Dr. E. Bach (del libro "Cúrese Usted Mismo")









domingo, 19 de diciembre de 2010

Inocencia...


 
 “La inocencia y la sinceridad residen en el corazón de cada ser humano.”-Maharaji
Durante mucho tiempo, gran parte de nosotros hemos ignorado los hechos fundamentales de nuestra existencia.
Fíjate en los niños pequeños. Son tan inocentes. Vayan donde vayan atraen la mirada de la gente. Es tan bonito cuando miras a un bebé y éste te mira y sonríe. ¡Sin presentaciones! Resultaría muy extraño si entraras en un ascensor y un adulto te empezara a mirar y a sonreír de esa manera. Te sentirías muy incómodo y probablemente mirarías a otra parte.
Pero, con un bebé, ningún problema. El bebé te mira y tú lo miras. ¿Por qué? Porque ves en él esa inocencia, porque sabes que no lo ha ensayado. Es auténtico. El bebé aún no ha aprendido las artimañas del engaño, todo ese jueguecito de cuándo sonreír, y a quién sonreír. Reconocemos la inocencia en los niños porque nosotros también fuimos bebés un día y nos comportamos de la misma manera. Todos los días eran preciosos. El Sol era maravilloso, la Luna era maravillosa. Cada día era diferente y no había nada en lo que pensar del ayer que pudiera arruinar tu día de hoy.
Pues bien, ese bebé sigue ahí. Ese atractivo, esa cualidad de la inocencia, están todavía en ti. El poder dar la bienvenida a cada nuevo día, a cada momento que llega, la dicha de vivir, aún está ahí. Siempre lo estuvo y siempre lo estará. La inocencia y la sinceridad residen en el corazón de cada ser humano.
De todas las cosas que podemos conocer, entre todas las cosas que podemos descubrir, lo que necesitamos conocer es lo que reside en nuestro corazón. Eso es lo que puede marcar la diferencia. Eso es lo real. Lo que hace que la fuente de la sinceridad brote en nuestro interior. Eso es lo que hace que seamos lo que somos. Por eso puedo sentir una dicha que no proviene sino de mí mismo, una dicha que proviene de ser testigo de la belleza que reside en mi interior y no de una manera utópica, sino de una manera práctica.
Prem Rawat- Maharaji

viernes, 17 de diciembre de 2010

Todas las vidas son espirituales

"No me refiero a la felicidad común, la que es inherente a nuestra propia naturaleza y tiene sus propios límites. Hablo de la felicidad que es una orden del Cielo. Esta felicidad es casi una proeza, es un gran catalizador y quiere verte transmutar la piedra en una crema suavísima, y el veneno en una danza."
MICHEL ABEBEHSRA
   Todas las vidas son espirituales
...En un nivel profundo es imposible no tener una vida espiritual. Tú y yo estamos tan imbuidos en la creación de un mundo como lo está un santo. No puedes ser despedido del trabajo de crear un mundo, que es la esencia de la espiritualidad. Y no puedes renunciar a ese trabajo aun cuando rehúses presentarte. El universo vive a través de ti en este momento. Con o sin creencia en Dios, la cadena de sucesos que lleva de la conciencia silenciosa a la realidad física permanece intacta. El sistema operativo del universo funciona para todos por igual, y opera con base en principios que no requieren tu cooperación.
Sin embargo, si decides llevar una vida espiritual consciente, ocurre un cambio. Los principios del sistema operativo, las reglas de la creación, se vuelven personales.  analicemos ahora cómo podemos alinear lo universal con lo personal.
UNIVERSAL
1. El universo es un espejo de la conciencia.
PERSONAL
1. Los sucesos de tu vida reflejan quién eres.
Nada en estas afirmaciones remite a la religión; no hay vocabulario espiritual implicado. No obstante, este primer principio es la base para decir que la religión —cuya etimología latina significa “reunir”— une al Creador con su creación. El mundo físico refleja una mente; lleva intención e inteligencia en cada átomo.
UNIVERSAL
2. La conciencia es colectiva. Todos la extraemos de una fuente común.
PERSONAL
2. Las personas presentes en tu vida reflejan aspectos de ti mismo.
En este principio vemos el origen de todos los mitos y arquetipos, héroes y hazañas. La psique colectiva comparte un nivel de conciencia que va más allá de los individuos.
Cuando ves a las demás personas como aspectos de ti mismo, en realidad estás viendo rostros de arquetipos míticos. Somos un ser humano con innumerables máscaras; cuando las eliminamos queda la esencia, el alma, la chispa divina.
UNIVERSAL
3. La conciencia se expande en sí misma.
PERSONAL
3. Aquello a lo que prestes atención crecerá.
En la realidad única, la conciencia se crea a sí misma, o lo que es igual, Dios esta dentro de su creación. No hay ningún lugar fuera de la creación donde pueda estar la divinidad: omnipresencia significa que dondequiera que exista un lugar, ahí estará Dios. Pero mientras Dios presta atención a una infinidad de mundos, los seres humanos utilizan la atención selectivamente. La ponemos en un lugar y la retiramos de otro. Al prestar atención agregamos la chispa divina, y esa parte de nuestra experiencia, sea positiva o negativa, crecerá.
La violencia engendra violencia, pero también el amor engendra amor.
UNIVERSAL
4. La conciencia crea con base en un plan.
PERSONAL
4. Nada es aleatorio; tu vida está llena de señales y bolos.
La conciencia mira al universo y encuentra un plan por todas partes, aun si los espacios que lo separan parecen desorganizados y aleatorios. Para el individuo es imposible no ver orden: cada aspecto de la vida, empezando con la familia, se basa en él. Tu cerebro está construido para percibir patrones (incluso una mancha de tinta parece la imagen de algo, no importa cuánto te esfuerces por tratar de no verla), porque fueron necesarios patrones de células para hacer un cerebro. La mente es, en última instancia, una máquina para elaborar significado, aun cuando coquetea con el sin sentido, como nuestro siglo ha hecho tan bien.
UNIVERSAL
5. Las leyes físicas operan eficientemente con el mínimo esfuerzo.
PERSONAL
5. En todo momento, el universo te da los mejores resultados posibles.
La naturaleza ama la eficiencia, lo cual es muy extraño en algo que supuestamente opera al azar. Cuando dejas caer una pelota, ésta cae en línea recta al piso sin desviarse. Cuando dos moléculas con potencial para unirse se encuentran, siempre se unen: no hay lugar para la indecisión. Este gasto mínimo de energía, conocido como ley del menor esfuerzo, también se aplica a los seres humanos. Es seguro que nuestros cuerpos no pueden evitar la eficiencia de los procesos químicos que ocurren en cada célula, por lo que es probable que todo nuestro ser esté regido por el mismo principio. Causa y efecto no sólo están vinculados; lo están de la manera más eficiente posible. Este argumento también se aplica al crecimiento personal: la idea es que todos actúan lo mejor que pueden desde su nivel de conciencia.
UNIVERSAL
6. Las formas simples se desarrollan en formas más complejas.
PERSONAL
6. Tu conciencia interna siempre está evolucionando.
Este principio resulta desconcertante para religiosos y científicos por igual. Muchas personas religiosas piensan que Dios creó el mundo a su imagen, lo que implica que la creación no tenía a dónde ir después de ello (excepto quizá perder su perfección inicial). Los científicos aceptan que la entropía, tendencia de la energía a disiparse, es inexorable.
Así, en ambos sistemas es un problema que el ADN sea un billón de veces más complejo que los primeros átomos primigenios; que la corteza humana haya crecido formidablemente durante los últimos 50000 años; que la vida surgiera de sustancias químicas inertes, y que todos los días nuevos pensamientos salen de la nada. La entropía no deja de envejecernos, provocar que los autos se oxiden y que las estrellas se enfríen y mueran. Pero el impulso de la evolución es igualmente inexorable. La naturaleza decidió evolucionar, sea cual sea nuestra opinión al respecto.
UNIVERSAL
7. El conocimiento asimila más y más del mundo.
PERSONAL
7. La dirección de la vida es de la dualidad a la unidad.
Según una idea muy extendida, las culturas antiguas veían una creación unificada, mientras nosotros vemos un mundo fragmentado y dividido. Se ha culpado de ello al declive de la fe y a la ausencia de mitos, tradiciones y vínculos sociales. Pero yo creo que ocurre justo lo contrario: la antigua manera de entender apenas explicaba una mínima parte de todos los fenómenos de la naturaleza, mientras que la física actual está a punto de llegar a una “teoría de todo”. El eminente físico John Wheeler destaca algo crucial cuando dice que, antes de Einsteín, los seres humanos pensaban que veían a la naturaleza “allá fuera”, como a través de una ventana, tratando de descubrir qué hacía la naturaleza. Gracias a Einstein, nos dimos cuenta de que estamos inmersos en la naturaleza; el observador cambia la realidad por el acto mismo de observar. Así, a pesar de un extendido sentimiento de alienación psicológica (resultado de que la tecnología haya sobrepasado nuestra capacidad de mantener vivo el significado), la dualidad de hombre y naturaleza está reduciéndose con cada generación.
UNIVERSAL
8. La evolución desarrolla cualidades de supervivencia que se ajustan perfectamente al entorno.
PERSONAL
8. Si te abres a la fuerza de la evolución, ella te llevará adonde quieres ir.
La adaptación es algo maravilloso porque avanza por saltos cuánticos. Cuando algunos dinosaurios ancestrales desarrollaron plumas, dieron con una adaptación que sería perfecta para el vuelo alado. Las células exteriores de sus cuerpos, que eran duras y escamosas, fueron útiles como armadura pero no ayudaban a remontar el vuelo. Es como si la evolución se planteara un problema nuevo y diera un salto creativo para solucionarlo. El uso de escamas fue abandonado por un nuevo mundo de vuelo alado (y esas mismas escamas darían un salto en otra dirección al convertirse en pelo, permitiendo el desarrollo de mamíferos peludos). Tanto la ciencia como la religión se preocupan por esto. A la ciencia no le gusta la idea de que la evolución sabe hacia dónde va; se supone que las mutaciones darwinianas deberían ser aleatorias. UNIVERSAL
9. El caos favorece la evolución
PERSONAL
9. La mente fragmentada no puede llevarte a la unidad, pero debes usarla para recorrer el camino.
El caos es una realidad, pero también lo es el orden y el crecimiento. ¿Cuál es el preponderante? La ciencia no ha llegado a una conclusión porque más de 90 por ciento del universo físico está compuesto de materia oscura y misteriosa: como no ha sido observada, sigue abierta la pregunta de cuál será el destino del cosmos. La religión se planta firmemente al lado del orden por la sencilla razón de que Dios creó el mundo a partir del caos. Según la ciencia, hay un delicado equilibrio entre creación y destrucción, el cual se ha mantenido durante billones de años. No obstante, como las fuerzas cósmicas en gran escala no han sido capaces de destruir el delicado tejido que urdió el origen de la vida, podría concluirse razonablemente que la evolución utiliza el caos, igual que un pintor utiliza los colores revueltos en su caja. En el nivel personal, es imposible que alcances la unidad mientras estés regido por el torbellino de pensamientos e impulsos de tu cabeza, pero puedes usar tu mente para que ella encuentre su propia fuente. La unidad es el propósito oculto al que se dirige la evolución, utilizando la mente fragmentada como herramienta para recorrer el camino. Al igual que el cosmos, la superficie de la mente parece caótica, pero hay una represa de progreso operando debajo.
UNIVERSAL
10. Muchos niveles invisibles están envueltos en el mundo físico.
PERSONAL
10. Vives en muchas dimensiones a la vez; la impresión de estar atrapado en el tiempo y el espacio es una ilusión.
Con todo su corazón, los pioneros de la física cuántica, incluido Eínstein, no querían crear dimensiones nuevas más allá del tiempo y el espacio. Ellos querían explicar el universo como parecía ser. No obstante, las teorías actuales de las superstrings* utilizan al menos once dimensiones para explicar el mundo visible. La religión siempre ha sostenido que Dios habita un mundo más allá de los cinco sentidos; la ciencia necesita el mismo reino trascendente para explicar por qué unas partículas separadas por billones de años luz pue-
den actuar coordinadamente, por qué la luz puede comportarse como partícula y como onda, y por qué los hoyos negros pueden transferir materia más allá del control de la gravedad y el tiempo. En última instancia, la existencia de multidimensiones es irrefutable. En el nivel más simple, debe haber algún lugar de donde salieron el espacio y el tiempo durante el BigBang y , por definición, ese algún lugar no puede estar en el tiempo y el espacio. aceptar que tú, como ciudadano de un universo multidímensional, eres multídimensional, no tiene nada de místico. Es la mejor hipótesis que puede proponerse dados los hechos.
Podría decirse que estos diez principios representan las maneras de concebir el sistema operativo que mantiene en marcha la realidad única. En verdad, todo esto resulta inconcebible, y nuestros cerebros no están preparados para operar en lo inconcebible. No obstante, pueden adaptarse a vivir inconscientemente. Todas las criaturas de la Tierra están sujetas a las leyes de la naturaleza; sólo los humanos pensamos; “¿En qué me afecta todo esto?” Si prefieres desentenderte y decides vivir como si la dualidad fuera real, no verás la manera en que estos diez principios se relacionan contigo. La ironía cósmica es que estas mismas leyes seguirían rigiendo tu vida aunque no las reconozcas.
La alternativa de ser conscientes o no, nos lleva a la posibilidad de la transformación. Nadie discute que la vida es cambio. Pero, ¿es posible que, mediante la simple modificación de su conciencia, una persona provoque una transformación profunda y no sólo un cambio superficial? Transformación y cambio son dos cosas distintas, como puede verse en los cuentos de hadas.
El cambio es demasiado lento, demasiado gradual, demasiado prosaico para satisfacer los anhelos simbolizados por la rana que sabe que es un príncipe o por el patito feo que se convierte en cisne.
Hay más de un elemento fantástico en el toque de magia que ofrecerá instantáneamente una vida libre de problemas. Y más importante aún: esta fantasía encubre la manera en que ocurre la verdadera transformación.
La clave de la transformación auténtica es que la naturaleza no avanza paso a paso. Da saltos cuánticos todo el tiempo, y cuando lo hace, no realiza una simple combinación de viejos ingredientes. Algo aparece por primera vez en la creación, una propiedad emergente. Por ejemplo, sí analizamos el hidrógeno y el oxígeno, son ligeros, gaseosos, invisibles y secos. Hizo falta una transformación para que esos dos elementos se combinaran y crearan agua y, cuando esto ocurrió, surgió un conjunto completamente nuevo de posibilidades, siendo la más importante, desde nuestro punto de vista, la vida misma.
La humedad del agua es un ejemplo perfecto de propiedad emergente. En un universo sin agua sería imposible obtener la humedad mezclando otras propiedades existentes.
Las mezclas sólo producen cambios; no son suficientes para transformar. La humedad surgió en la creación como algo completamente nuevo. Tu cuerpo —que enlaza millones de moléculas cada segundo— depende de la transformación. Los procesos de respiración y digestión, por nombrar sólo dos ejemplos, se valen de la transformación. A la comida y al aire no simplemente se les revuelve sino que se les somete exactamente a los enlaces químicos necesarios para mantenernos vivos. El azúcar extraída de una naranja viaja al cerebro y sirve de combustible a un pensamiento. La propiedad emergente en este caso es la novedad del pensamiento: jamás en la historia del universo se habían combinado moléculas con ese resultado. El aire que entra por tus pulmones se combina de mil maneras para producir células que nunca han existido tal como existen en ti; y cuando utilizas oxígeno para moverte, tus músculos realizan acciones que, por muy similares que sean a las de otras personas, son expresiones tuyas únicas.
Si la transformación es la norma, la transformación espiritual es una extensión de lo que la vida ha estado haciendo todo el tiempo. Aunque sigas siendo quien eres, puedes dar un salto cuántico en tu conciencia, y la señal de que ese salto ha sido real será alguna propiedad emergente nunca experimentada en el pasado.
Propiedades emergentes espirituales
􀂉 Claridad de conciencia
􀂉 Cognición
􀂉 Veneración por la vida
􀂉 Ausencia de violencia
􀂉 Ausencia de miedo
􀂉 Integridad
Éstas pueden considerarse transformaciones espirituales porque ninguna puede obtenerse simplemente recombinando viejos ingredientes del yo. Al igual que la humedad del agua» cada una aparece como por alquimia: la escoria de la vida diaria se convierte en oro.
Claridad significa estar consciente de ti mismo todo el tiempo: mientras estás despierto, duermes o sueñas. En vez de estar eclipsada por las circunstancias externas, tu conciencia siempre está abierta a sí misma. La claridad es atenta y despreocupada.
Cognición significa estar en contacto con el nivel de la mente donde se responden todas las preguntas. Está relacionada con el genio, aunque la cognición no se concentra en música, matemáticas ni otros temas específicos. Tu área de conocimiento es la vida misma y el movimiento de la conciencia en todos los niveles. La cognición es sabia, segura e inquebrantable pero humilde.
Veneración por la vida significa estar en contacto con la fuerza vital. Sientes que el mismo poder fluye por ti y por todos los seres vivos; incluso el polvo que flota en un rayo de luz baila al mismo ritmo. Por tanto, la vida no se limita a las plantas y los animales: todo posee una vitalidad radiante y animada. La veneración es cálida, conectada y excitante.
Ausencia de violencia significa estar en armonía con todas las acciones. No hay oposición entre lo que haces y lo que hacen los demás. Tus deseos no chocan con el bienestar de los otros. Cuando miras alrededor, ves conflictos en el mundo en general pero no en tu mundo. Irradias paz como un campo de fuerza que somete al conflicto en tu entorno. La no violencia es pacífica, quieta y ajena a la oposición.
Ausencia de miedo significa seguridad total. El miedo es un susto del pasado; nos recuerda el momento en que dejamos un lugar seguro y nos encontramos en otro vulnerable.
El Bhagavad Gita dice que el miedo nace de la separación, sugiriendo que la causa original del miedo fue la pérdida de la unidad. En última instancia, esa separación no es la expulsión del paraíso sino la pérdida de lo que somos. La ausencia de miedo es, por tanto, ser tú mismo.
Integridad significa incluir todo, no excluir nada. En este momento experimentamos la vida dividida en trozos de tiempo, de experiencia, de actividad. Nos aferramos a nuestro limitado sentido del yo para evitar que estos trozos se desmoronen. Pero es imposible hallar continuidad de este modo, por más que el ego se esfuerce en mantener a la vida de una pieza. La totalidad es un estado más allá de la personalidad.
Surge cuando el “yo soy” que aplicas a ti es el mismo “yo soy” en todas partes. La totalidad es sólida, eterna, sin principio ni fin.
La transformación auténtica, a mi manera de ver, depende del surgimiento de estas propiedades como tu experiencia personal. Son cualidades primigenias inmersas en la conciencia; no fueron inventadas por los seres humanos ni proyectadas por carencia, necesidad o hambre. Es imposible experimentarlas obteniendo más de lo que ya tienes. Ser lo más generoso posible con los demás y evitar causarles daño no es lo mismo que no violencia en sentido espiritual. Mostrar valentía ante el peligro no es lo mismo que ausencia de miedo. Sentirse estable e íntegro no es lo mismo que totalidad.
Hay que remarcar que por más inalcanzables que parezcan estas cosas, son completamente naturales: son extensiones de un proceso de transformación que ha estado contigo toda tu vida. Cada uno somos ya una propiedad emergente del universo, una creación totalmente nueva a partir de los genes de nuestros padres. Pero hay una magia más profunda. En el nivel químico, los genes de tus padres sólo se recombinaron; tú obtuviste algunos de uno y algunos de otro. La supervivencia de cierto acervo genético se extendió para incluir una nueva generación, no se descompuso súbitamente en una sustancia nueva y desconocida.
De alguna manera, la naturaleza utilizó esos viejos elementos para realizar una hazaña alquímica: tú no eres una réplica genética reconfigurada. Tus genes son sólo la estructura que soporta una experiencia única. El ADN es la manera en que el universo toma conciencia de sí mismo. Hicieron falta ojos para que el universo viera su apariencia; oídos para escuchar sus sonidos, etcétera. Para asegurarse de no perder interés, el universo te creó para tomar conciencia de sí mismo de una manera que no había existido. Así, eres una expresión de eternidad y de este preciso instante, ambos a la vez.
Transformarse es como embarazarse. La mujer que decide tener un bebé toma una decisión personal y al mismo tiempo se somete a una poderosísima fuerza de la naturaleza. Por un lado, ejerce el libre albedrío; por el otro, queda atrapada en una serie inexorable de acontecimientos. Una vez que tiene una semilla fertilizada en su vientre, la naturaleza toma el control; engendrar un bebé es algo que haces y al mismo tiempo algo que te ocurre. Lo mismo puede decirse de cualquier otra transformación auténtica. Tú puedes hacer la decisión personal de ser espiritual, pero cuando el espíritu toma el control, quedas atrapado en fuerzas superiores a ti. Es como si un cirujano fuera llamado al quirófano para una cirugía y descubriera que el paciente en la mesa de operaciones es él mismo.
La unidad es totalmente distinta de la dualidad, pero no tienes que esperar el final de este viaje para vivir como si estuvieras en el siguiente. Justo ahora estás viviendo como si la limitación y la separación debieran ser verdad; por tanto, no estás dejando espacio para que no sean verdad. Aun así, una inteligencia oculta preserva el orden increíble de la vida al tiempo que permite que el cambio se arremoline en aparente caos.
Si exponemos una célula viva a la luz del sol en un día fresco de primavera, se marchitaría y convertiría en polvo; su ADN se esparciría en el viento. No obstante, esa aparente fragilidad ha sobrevivido a dos billones de años de constantes ataques del ambiente. Para comprobar que nuestra existencia está protegida por la misma inteligencia, es necesario alinearnos con ella. Entonces se revelará una ley universal: la totalidad permanece, no importa cuánto cambie.
Tu tarea consiste en hacer que la totalidad sea más real en tu vida. Mientras permanezcas en el nivel donde prevalece el cambio, no tienes posibilidades de llegar a ser verdaderamente nuevo. La dualidad mantiene su sistema operativo en todo momento, y mientras estés conectado a él, parecerá real, factible, fidedigno y comprobable. El otro sistema operativo, que se basa en la totalidad, funciona mucho mejor que al que estás acostumbrado. La totalidad también es real, factible, fidedigna y comprobable. Con la finalidad de orientarnos, analicemos algunas situaciones familiares y veamos cómo las abordaría cada sistema.
La totalidad presenta un mundo unificado, pero no sabrás qué se siente vivir en un mundo así hasta que te adhieras a un sistema operativo nuevo. El paso del sistema operativo viejo al nuevo constituye un proceso al cual debemos comprometernos todos los días. Nuestra adicción compartida a la dualidad es absoluta; no excluye nada. Lo bueno es que ningún aspecto de la vida es inmune a la transformación.
Cada cambio que realices, por pequeño que sea, se extenderá a toda la existencia. Literalmente, el universo estará pendiente de lo que hagas y te brindará apoyo. Desde su punto de vista, la formación de una galaxia no es menos trascendental que la evolución de un individuo.

Deepak Chopra
"El libro de los secretos"


jueves, 16 de diciembre de 2010

Integra tu esencia



Sobre ser sensible y “no encajar en el mundo”
Quienes buscan comprender para qué nacieron, quienes cultivan valores esenciales, quienes mantienen la conciencia abierta a las Grandes Preguntas... Esas personas suelen tener en común una dificultad interna bien precisa: la de sentir que no encajan en el mundo. Y con frecuencia no sólo lo sienten, sino que es verdad: como Juan Salvador Gaviota, al querer compartir su anhelo de Volar son expelidos por la bandada (criticados, incomprendidos, burlados, excluidos...). Y, aunque alguien así apunte a ejercer lo mejor de sí, no es raro que sienta que el hecho de “ser diferente” indica que “está fallado”. Este conjunto de características conforman lo que llamo, desde el enfoque de la Psicología Transpersonal, Complejo de Inadecuación Esencial.
Se definiría como el sentimiento de la persona que, teniendo un nivel de conciencia más desarrollado que la mayoría, no puede asumirlo como tal, sino que lo vive íntimamente como si esto fuera un defecto. Se siente no encajar cuando todos parecen estar cómodos; se ve incomunicado en donde todos parecen comunicarse con códigos que no logra aprehender; se encuentra buscando los porqués profundos en donde todos transitan livianas superficialidades. Y padece su condición como si fuera un estigma, aunque secretamente puede que sepa que no tiene un defecto, sino un don: el de ser capaz de una visión más amplia, una conciencia más integral, en un mundo regido por las apariencias. (Esto no quita que, debido a su complejidad, pueda padecer diversos síntomas neuróticos que deban ser tratados terapéuticamente. Pero si el terapeuta en cuestión no ve el contexto interno en que estos síntomas se dan... estará perdido.)
Las Tradiciones de Sabiduría de distintos tiempos y culturas han descripto al ser humano común como alguien “dormido”: circula como hipnotizado, viendo una realidad sumamente distorsionada por su subjetividad condicionada. Quien se libera de esos velos sería, por el contrario, un individuo Despierto (tal es lo que significa la palabra “Buda” o “Cristo”). Obviamente, si se tratase de un gráfico en pirámide, el primer grupo formaría, en su base, el grueso de la Humanidad, en tanto que serían escasísimos los que han llegado a la cúspide de esa pirámide (Iluminación). Y quien padece de Inadecuación Esencial podría decirse que está “despegado” de la base de la pirámide, pero aún lejos de la cima: ni dormido, ni Despierto. Como dirían los sufis, “sentado entre dos sillas” (posición incómoda si las hay...).
Los distintos complejos tienen raíz en diversos aspectos del Inconsciente. Podríamos decir que el Complejo de Inadecuación Esencial tiene su origen en el Sí Mismo: el individuo no ha perdido contacto con su Esencia más sutil (tal como sí le ocurre a la mayoría de las personas), pero aún no puede integrarla a su identidad total. Tendrá que realizar un profundo trabajo sobre sí mismo, comprendiendo la real dinámica de su psiquismo y, a partir de ello, tejer vínculos con personas íntimamente afines: encontrar su verdadera Bandada (la de aquellos que también anhelan explorar el Cielo, sobre todo para recordar su real Origen). Encajar en el mundo a su propio modo: esencialmente.

Lic. Virginia Gawel




martes, 14 de diciembre de 2010

Instante y presente...


aromas cítricos
aromas que invento
vivo sin tregua
vivo el momento...


El arte de estar presente
El estilo de vida ansioso y urgido, nace de la confusión entre vivir en el presente y vivir en el instante. El instante es fugaz y sin raíces, viene de la nada y se pierde en el vacío. El presente es el punto de encuentro del pasado (cada paso caminado en la vida) con el futuro (el tiempo hacia donde nuestras potencialidades se proyectan). El presente es móvil, cambiante, rico, plástico; cuando estamos de veras en él, nos impregna, enriquece nuestro mundo emocional, agrega material valioso a nuestra memoria, nos prepara mejor para lo que vendrá. En el instante, en cambio, desaparecemos sin concretar nada, sin dejar huellas, sin estar ni aquí ni allá, ni ahora ni después. Hacemos como que estamos, pero no estamos, prestamos la oreja pero no escuchamos, tragamos sin masticar y, por lo tanto, no nos alimentamos; el hambre (hambre de sentido, de presencia, de significado) nos sigue acosando. Hemos llenado nuestro estómago sin habernos nutrido.
Hacia 2002, el maestro espiritual Ram Dass (quien antes de seguir ese camino fue un connotado profesor de Harvard) escribió un luminoso testimonio, llamado Aquí todavía , luego de un episodio de salud que lo tuvo al borde la muerte. Propone allí el arte de hacer una cosa a la vez, de concentrarnos en lo que de veras importa. Lo que importa, si tengo sed, es beber. Si tengo sueño, es dormir. Si amo, es demostrarlo. Si me hablan, es escuchar. Si necesito, es pedir. Si no sé, es preguntar. "En el próximo sorbo de té, la próxima respiración, el próximo paso, el tiempo no existe", escribe Ram Dass. "Cada vez que vivamos plenamente el momento, sentiremos el alivio de estar en el presente eterno." Parece que una vida plena no requiere de misteriosas ni complicadas recetas ni de ansiosas urgencias...

Extracto adaptado de "el arte de estar presente"
Sergio Sinay





lunes, 13 de diciembre de 2010

Saltar a nuestro Centro...

El desapego apasionado


¡Cuánto mal puede hacernos entender mal! Y entender mal esta palabra podría conducirnos a desperdiciar lo mejor de la vida: “desapego”.
Con frecuencia se la interpreta como “mantenerse al margen / no involucrarse emocionalmente”. Desde esta perspectiva, uno imagina su evolución cual si se tratara de andar por el mundo con sonrisa beatífica, movimientos gráciles y sin ser afectados por nada. ¿Y si no fuera así?
Te pido que imagines dos círculos concéntricos: el del medio representaría tu Esencia, (una porción del Todo que encarna para vivir la experiencia humana...). El periférico sería tu personalidad (los condicionamientos mentales, emocionales y corporales que vas adquiriendo en tu paso por el mundo). En la mayoría de las personas el eje de su identidad está desplazado hacia periferia: viven centradas en los dictámenes de su parte más externa, sin contacto con su real identidad. Pero quien trabaja sobre sí lo hace porque, consciente o inconscientemente, anhela que su eje retorne desde la periferia hacia el Centro: siente un Llamado desde su identidad originaria para que así sea!
Cuando ejercemos el desapego es como si pegáramos un salto hacia nuestro Centro, y reconociéramos íntimamente que no somos esa periferia: nuestros pensamientos ni nuestras posesiones, nuestras emociones ni nuestros hábitos, nuestro cuerpo ni nuestros roles. Entonces... ¿qué somos? Somos ese Centro. Cuando la muerte advenga, lo que morirá será la periferia: lo que está sujeto a las leyes del tiempo y de la materia. Desde nuestro Centro podemos ver que, en la periferia, todo es impermanente: cambian nuestro cuerpo, nuestras opiniones, nuestros vínculos, nuestros roles... Desapegarse es un acto profundo por el cual re-ubicamos nuestro eje en lo imperecedero, y podemos soltar lo impermanente, dejando que la Vida haga.
Cuando lo hacemos, lejos de volvernos fríos y distantes (como esa errada imagen del desapego), tomamos conciencia de que la vida es más bien un juego, y que esa enorme cantidad de energía que estaba retenida en el aferrarnos (a nuestros afectos, a nuestras opiniones, a la imagen de sí, a la juventud o a lo que fuere), al desapegarnos queda disponible para vivirlo todo con pasión (o, como dice la Psicología del Budismo, con vigor): nos comprometemos con la vida desde otro lugar nuestro, mucho más libre. Podemos, entonces, ejercer nuestros roles poniéndoles lo mejor de nosotros, pero sabiendo que no somos nuestros roles; podemos emprender actividades sin estar sometidos al éxito o al fracaso, porque lo que importará será la experiencia, más allá de sus resultados; podemos brindarle cuidado y afecto al cuerpo, disfrutando de él tal como sea, pues sabremos que no somos el cuerpo; podemos cultivar vínculos que integren libertado con compromiso, porque íntimamente sabemos que el otro es tan dueño de su libertad como lo somos nosotros mismos...
Quien transita desapegado por la vida y ha comprobado cuánto sufrimiento implica el aferrarse, marcha entusiasta, se involucra en acciones concretas para con su entorno, dejando el mundo un poco mejor que como lo encontró; vibra, completamente vivo, y sabe desde adentro algo fundamental: que su Esencia no encarnó para cumplir con las expectativas de otros; de modo que se entrega al momento sin auto-limitarse por el miedo a la crítica de los demás, y sin buscar su aprobación o su admiración. Cada uno de nosotros posiblemente ha vivido muchísimas vidas antes de llegar al hoy. ¿Tiene algún sentido limitar nuestro accionar por lo que otros vayan a decir, y así desvirtuar aquello para lo cual vinimos a este mundo? Desapegarnos del “qué dirán” es un acto de libertad fundamental. También es uno de los que más cuesta! Sin embargo, es sobre todo a partir de él que adviene la experiencia del desapego apasionado: porque estamos libres, y podemos aplicar nuestro vigor en lo que somos y hacemos. Ejercer el verdadero “entusiasmo”.

Virginia Gawel & Eduardo Sosa






domingo, 12 de diciembre de 2010

Comprende la Meditación

  La Meditación
Para comprender la meditación, para investigarla bien a fondo, ante todo debemos comprender la palabra y el hecho "meditación", porque casi todos nosotros somos esclavos de las palabras. La palabra misma "meditación" induce en muchas personas a cierto estado, cierta sensibilidad, cierta quietud, un deseo de lograr esto o aquello. Pero la palabra no es la cosa. La palabra, el símbolo, el nombre, si no se comprende totalmente, es algo terrible. Actúa como una barrera, convierte a la mente en una esclava. Y lo que nos hace actuar a la mayoría de nosotros, es la reacción a la palabra, al símbolo, porque no nos percatamos o somos inconscientes del hecho mismo. Llegamos al hecho, a "lo que es", con nuestras opiniones y evaluaciones, con nuestros juicios y recuerdos. Y nunca vemos el hecho, "lo que es". Creo que esto debe ser claramente comprendido. 

Es necesario comprender qué es la meditación. Ahora, por favor, escuchen cuidadosamente. No sé si alguna vez han hecho esta clase de meditación. Es probable que no, pero ahora van a hacerla conmigo. Vamos a emprender el viaje juntos, no verbalmente, sino que recorreremos ese camino desde el principio hasta el fin de donde llega la comunicación verbal.

Es como llegar juntos hasta la puerta; entonces, o bien pasan ustedes por la puerta, o se detienen de este lado. Se detendrán de este lado de la puerta si no han hecho todo lo que se ha indicado, no porque lo diga quien les habla, sino porque es cuerdo, sano, razonable y soportará todas las pruebas, todos los exámenes. De modo que ahora vamos a meditar juntos, no deliberadamente, porque no existe la meditación deliberada. Es como dejar la ventana abierta y el aire llega cuando quiere --cualquier cosa que el aire traiga, sea como fuere la brisa--. Pero si esperan que las brisas lleguen porque han abierto la ventana, éstas jamás llegarán.
 La ventana tiene que ser abierta por amor, por afecto, desde la libertad, no porque uno desee algo. Y ése es el estado de belleza, es el estado de la mente que ve y no exige nada. Estar atentos implica un estado extraordinario de la mente --estar atentos a cuanto los rodea, a los árboles, al pájaro que canta, al Sol que está detrás de ustedes; estar atentos a los rostros, a las sonrisas; estar atentos a la suciedad del camino, a la belleza de la tierra, a la palmera contra el cielo rojo del crepúsculo, a la onda sobre el agua--, simplemente estar atentos, sin preferencia alguna. Por favor, háganlo mientras prosiguen con esto.
Escuchen a esos pájaros, sin nombrarlos, no reconozcan la especie, sólo escuchen el sonido. Escuchen los movimientos del propio pensar, no los controlen, no los moldeen, no digan: "Esto es bueno, eso es malo". Simplemente, muévanse con ellos. Eso es la percepción alerta, en la que no hay opción ni condena ni juicio ni comparación o interpretación; sólo observación pura. Eso hace que la mente sea altamente sensible.
En el momento en que nombran, han retrocedido y la mente se embota, porque eso es lo que acostumbran hacer. En ese estado de percepción alerta hay atención, no control ni concentración. Hay atención. O sea, escuchan a los pájaros, ven la puesta del Sol, contemplan la quietud de los árboles, oyen pasar los automóviles, oyen a quien les habla; y están atentos al significado de las palabras, a sus propios pensamientos y sentimientos y al movimiento de esa atención. Están atentos globalmente, sin un límite, no sólo de manera consciente, sino también inconscientemente. Lo inconsciente es más importante; por lo tanto, tienen que investigar lo inconsciente. No uso la palabra "inconsciente" desde el punto de vista de la técnica o como un término técnico. No la uso en el sentido en que la usan los psicólogos, sino para referirme a aquello de lo que no son conscientes. Porque la mayoría de nosotros vive en la superficie de la mente: yendo a la oficina, adquiriendo conocimientos o una técnica, disputando, etc. Jamás prestamos atención a la profundidad de nuestro ser, la cual es el resultado de nuestra comunidad, del residuo racial, de todo el pasado -no sólo el de cada uno de nosotros como ser humano, sino también el del hombre, el de las ansiedades del hombre-. Cuando dormimos, todo esto se proyecta en la forma de sueños, y entonces está la interpretación de esos sueños. Los sueños se vuelven totalmente innecesarios para un hombre que está despierto, alerta, observando, escuchando, consciente, atento. Ahora bien, esta atención exige una energía tremenda; no la energía que ustedes han acumulado mediante la práctica, el celibato y todas esas cosas; ésa es la energía de la codicia. Yo hablo de la energía del conocimiento propio. Gracias a que han echado los cimientos correctos, de ello surge la energía que necesitan para estar atentos, energía en la que no hay ningún sentido de concentración.
La concentración es exclusión; ustedes quieren escuchar esa música [que llega desde una calle cercana], y también quieren oír lo que dice quien les habla, de modo que ofrecen resistencia a esa música y tratan de escucharlo a él; de esta manera, no prestan realmente atención completa. Una parte de su energía se ha ido en resistir a esa música y una parte está tratando de escuchar; por lo tanto, no escuchan totalmente, no están atentos. Así que si se concentran, meramente resisten, excluyen. Pero una mente que se halla atenta, puede concentrarse y no ser exclusiva. De esta atención surge, pues, un cerebro quieto.
Las células cerebrales mismas están quietas; no aquietadas, no disciplinadas, no forzadas ni condicionadas brutalmente. Pero a causa de que toda esta atención ha surgido naturalmente, espontáneamente, con facilidad y sin esfuerzo alguno, las células cerebrales no se han falseado, ni se han insensibilizado ni vulgarizado ni embrutecido.
Espero que estén siguiendo todo esto. A menos que las células cerebrales mismas sean asombrosamente sensibles, vitales y alertas, que no estén endurecidas ni golpeadas ni agotadas ni especializadas en un sector particular del conocimiento, a menos que sean extraordinariamente sensibles, no pueden estar quietas. Por consiguiente, el cerebro debe estar quieto y, no obstante, debe ser sensible a cada reacción, debe estar atento a toda la música, a los ruidos, a los pájaros, escuchando estas palabras, contemplando la puesta del Sol, sin presión ninguna sin tensiones, sin influencias. El cerebro debe estar muy quieto, porque sin quietud, quietud no inducida, no producida artificialmente, no puede haber claridad. Y la claridad puede llegar sólo cuando hay espacio. Ustedes tienen espacio en el momento en que el cerebro está absolutamente quieto y, no obstante, altamente sensible, no apagado. Por eso es muy importante lo que hacen todos los días. El cerebro se halla embrutecido por las circunstancias, por la sociedad, por los trabajos que ustedes realizan y por la especialización, brutalmente molido por sus treinta o cuarenta años en una oficina -todo eso destruye la extraordinaria sensibilidad del cerebro-. Y el cerebro debe estar quieto.
 A partir de ahí, toda la mente, en la cual está incluido el cerebro, es capaz de estar completamente silenciosa. Esa mente silenciosa ya no busca, no espera experiencias; no experimenta nada en absoluto. Confío en que comprendan todo esto. Tal vez no lo comprenden. No importa, simplemente escuchen. No se sientan hipnotizados por mí, sino presten atención a la verdad de esto. Quizás entonces, cuando estén caminando por la calle o se encuentren sentados en un autobús o contemplando un torrente o un campo sembrado de arroz verde y abundante, esto llegue inadvertidamente, como un susurro desde una tierra muy remota. Así, la mente queda en completo silencio, sin ninguna forma de presión, de compulsión. Este silencio no es algo producido por el pensamiento, porque el pensamiento ha cesado, toda la maquinaria del pensamiento ha llegado a su fin. El pensamiento debe terminar; de lo contrario, producirá más imágenes, más ideas, más ilusiones, más, más y más.
Por lo tanto, tienen que comprender toda esta maquinaria del pensamiento -no cómo detener el pensar-. Si comprenden toda la maquinaria del pensamiento -la cual es la respuesta de la memoria, de la asociación y el reconocimiento, del nombrar, comparar y juzgar-, si la comprenden, ésta llega naturalmente a su fin. Cuando la mente está por completo silenciosa, entonces, a causa de ese silencio, en ese silencio mismo, hay un movimiento por completo diferente. Ese movimiento no es un movimiento creado por el pensar, por la sociedad, por lo que ustedes han leído o no han leído. Ese movimiento no pertenece al tiempo o a la experiencia, porque no contiene experiencia alguna. Para una mente silenciosa no hay experiencias. Una luz que arde brillantemente, una luz intensa, no requiere nada más, es luz para sí misma. Ese movimiento no es un movimiento en ninguna dirección, porque la dirección implica tiempo. Ese movimiento no tiene causa, porque cualquier cosa que tenga una causa produce un efecto y ese efecto se convierte en la causa y así sucesivamente: una cadena interminable de causa y efecto.
Por lo tanto, no hay en absoluto ni efecto ni causa ni motivo ni experiencia. Debido a que está por completo quieta, naturalmente silenciosa, a que ustedes han echado los cimientos correctos, la mente se halla relacionada de manera directa con la vida, no está divorciada del vivir cotidiano. Si la mente ha llegado hasta ahí, ese movimiento es creación. Entonces no hay ansiedad por expresarse, porque una mente en estado de creación puede expresarse o no expresarse. Ese estado de la mente que se halla en completo silencio tiene su propio movimiento; esa mente se moverá en lo desconocido, en aquello que es innominable.
Por consiguiente, la meditación que ustedes practican no es la meditación de que estamos hablando, la cual existe de lo eterno a lo eterno, porque uno ha echado los cimientos no en el tiempo sino en la realidad.

JIDDU KRISHNAMURTI





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