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domingo, 30 de diciembre de 2012




Si optamos por creer que somos víctimas desvalidas y que para nosotros no hay esperanza, el mundo apoyará nuestra creencia. Nuestras peores opiniones de nosotros mismos se verán confirmadas.
Si optamos por creer que somos responsables de nuestras experiencias, tanto de las buenas como de las supuestamente malas, entonces tendremos la oportunidad de superar y dejar atrás los efectos del pasado. Podemos cambiar; podemos ser libres.


Amate a ti mismo, cambiará tu vida , 

Louise L. Hay

jueves, 27 de diciembre de 2012

"Yo Soy"...

 
 
 
Meditación del Yo Soy
 
El apego es la raíz de la decepción y el deseo la causa de la confusión. El enojo aflora por el deseo frustrado y el miedo no es más ni menos que una imaginación descontrolada. No tienes más que redimensionar tu mente, frena tus pensamientos, que no se desboquen, convirtiéndose en algún futuro incierto o algún pasado incambiable. Frena el deseo. Vive cada momento. Sé aquí mismo, ahora mismo. Sé conciencia. Conócete a ti mismo mas allá del cuerpo, la mente y los sentidos. Sé amor. Somos amor. Siempre recuerda a Dios, el Creador de todo, en todo lo que hagas, porque Dios es la base verdadera de todo lo que existe en la creación. Dios es Amor y Amor es Dios. Por lo tanto, cada objeto de la Creación –sin importar lo que nuestras pequeñas y distorsionadas percepciones, abrumadas por el ego, nos puedan hacer creer de un momento a otro- tiene solamente a Dios y al Amor, como su origen y fundamento.
Con este concepto en mente, podemos aprender a detener nuestras constantes y numerosas opiniones egoístas de todo lo que nos rodea. Puesto que si es cierto que Dios (Amor) es el verdadero fundamento, entonces deberíamos percibir solamente Dios y Amor, y experimentarlo por doquier. Quiere decir que todos debemos enfocarnos en el principio fundamental de Identidad, en vez de ser engañados por las sensaciones de separación.
Toda esta multiplicidad es en realidad UNA, es decir Dios y Amor, expresándose al máximo. Esta es la primera y verdadera responsabilidad de todo ser consciente en esta vida terrestre. Todas las otras responsabilidades tales como ganarse la vida siguiendo acciones correctas, ser positivo, valiente, autosuficiente, buena persona, amigo, miembro responsable y servicial de una familia, buen vecino, buen estudiante, un ciudadano servicial o líder en la sociedad, son estrictamente secundarias. Estas responsabilidades secundarias, no carecen de importancia.
Es frecuente que a través de estas experiencias aprendamos a enfocar, para luego ir en busca del cumplimiento de la verdadera responsabilidad. Así que, ¿cómo hago para alcanzar este nivel de creencia, confianza, aceptación, fe, experiencia personal o realización?
Es cierto que todas las religiones del mundo han manifestado de alguna manera que, “En el comienzo hubo un Dios…”, pero, ¿cómo hacemos para saber si esto no es más que un anhelo fantasioso, como proclaman algunos ateos? La negación de la existencia de la figura mítica llamada Dios puede lograrse al permitir que la vanidad de un ego extremo guie estos pensamientos en nuestra conciencia, y que luego lo sostenga con innumerables teorías huecas. Sin embargo dile a alguien que niegue el hecho de que “EL” mismo existe. Una investigación demostraría que esto no es posible.
El “Yo Soy” dentro de todos nosotros no puede negar su propia existencia. Pruebalo. Cierra los ojos, tapona tus oidos y niega que existes. Encontrarás que tu mera conciencia seguirá estando ahí mismo. Siempre se consciente de SER. No el pequeño “yo”, el ego que clama y siempre grita fuerte y demanda atención en tu cabeza; por ejemplo: Yo soy “yo”, Juan o Juana, tal o tal, etc. No, el callado y arraigado conocimiento que encontramos en el perfecto silencio interior, que aflora cuando todos los pensamientos están sumidos en la quietud.
Verdaderamente la mente no existe para nada. En realidad es solo un reflejo. Piensa en el “yo”, el estado de “yo soy”, como la luz que resplandece nuestro siempre radiante sol. Luego piensa en la mente como si fuera la luna. Todos sabemos que la luz que ilumina la luna es reflejada por el sol. La luna no tiene luz propia.
Del mismo modo, la mente es solo un reflejo del “yo” eterno, del alma, de Dios. Pensemos en la mente como un trozo de género de algodón tejido. Las pequeñas hebras de algodón que se entrecruzan unas con otras, crean la apariencia de un género sólido. Luego imaginemos que cada pequeña hebra o hilo de algodón es un pensamiento, es un deseo, o una cadena de pensamientos. Si tiramos y sacamos cada uno de esos hilos, el trozo de género se empezará a deshilvanar. Si continuamos sacando los hilos, el trozo de tela desaparecerá por completo.
Lo mismo ocurre en la mente. Lo puedes lograr si eliges un propósito fuerte e inflexible. Una manera fácil de hacerlo es sustituir ese pensamiento o deseo, a medida que aflora, por otro, preguntándonos: “¿Quién soy yo?”. O más bien preguntate: “¿Para qué aparecen estos pensamientos?”. El ego contestará: “¡Para mi, tonto!” Entonces pregúntate: “¿Quién es este “yo”, este “mi”?”, y aférrate al primer pensamiento. Averigua de dónde proviene. Al aferrarte fuertemente a ese pensamiento, preguntándote: “¿Quién soy yo?”, cada vez que aflore, haces que la mente trabaje buscando su origen y se disuelva en el propio “yo”. Al igual que desaparece la luna cuando la luz del sol matutino ilumina al mundo, así también dejará de existir la mente tan pronto como esté bañada de la luz brillante del “verdadero yo”, que está siempre allí, siempre lleno y brillante.
Dado que nadie puede negar su propia existencia, es imposible negar la existencia de Dios, el Yo Eterno. Ahora dense cuenta de esto, y luego practíquenlo, y antes de que haya pasado mucho tiempo experimentarán esta “Identidad” de todo, nuestra “verdadera naturaleza”, la realidad invariable del Ser, del Amor, de Dios.
 
Claudio M. Dominguez

El bosque mágico de la mente





 El bosque mágico de la mente

El concepto de felicidad es muy diferente de unas personas a otras y aunque hay cosas y sensaciones que pueden ser comunes, los gozos de unos pueden ser la pesadilla de otros; así, el escalador es feliz arriesgando su vida para vencer a la montaña mientras que una persona normal sentiría pánico por verse expuesta a esos riesgos.

Algunas personas son felices llevando una vida tranquila y segura mientras otras se mueren de aburrimiento si no hay en su vida cambios, novedades y fuertes excitaciones.

La felicidad depende más de lo que ocurre dentro que de lo que nos sucede fuera; de las ideas que tenemos sobre nosotros mismos y sobre la vida. Depende de todos los misterios que viven en el Bosque Mágico de tu Mente.

Dentro de tu mente lo tienes todo. El sol y la luna, las montañas y los valles. Los colores del amanecer y las sombras de la noche. La alegría de las cascadas y la niebla espesa que empapa el alma de nostalgias infinitas. Dentro de tu mente está la mano que te acaricia y la piel que tanto añoras. Si buscas dentro de tu mente, siempre encontrarás razones para ser feliz y también para permanecer en la tristeza.

Porque tu felicidad no depende de lo que haces ni tampoco de lo que tienes. No depende de cómo sea tu cuerpo ni de que tengas más o menos dones. Sólo depende de lo a gusto que estés con lo que haces, con lo que tienes, con tu cuerpo y con tus dones.

Básicamente, la Felicidad depende de que realmente quieras ser feliz y estés tan a gusto contigo mismo como para poder sentir todo el Amor de la Vida que te ha permitido existir.

"La felicidad es una mariposa que sale volando cuando la persigues pero que puede posarse a tu lado, si te sientas tranquilamente a mirar".

Nathaniel Hawthorne

martes, 25 de diciembre de 2012

Pato con mente humana





Sacudamos las alas!
Cuando dos patos se pelean, al separarse nadan en direcciones opuestas. Después, los dos baten las alas con fuerza varias veces para descargar el exceso de energía acumulada durante la pelea. Una vez que han sacudido las alas se van nadando pacíficamente como si no hubiera pasado nada.
Si el pato tuviera una mente humana, mantendría viva la pelea en sus pensamientos, tejiendo historias. Esta podría ser la historia del pato:

“No puedo creer lo que acaba de hacer, se me acercó a menos de unos cuantos centímetros, seguramente se cree dueño del estanque, no tiene consideración alguna por mi espacio privado. Nunca más confiaré en él; la próxima vez con seguridad tramará otra cosa para molestarme; estoy seguro de que ya está tramando algo pero no lo toleraré; le daré una buena lección que nunca olvidará.”
Y así continúa la mente tejiendo sus historias, pensando y hablando sobre el asunto durante días, meses y hasta años. En cuanto al cuerpo, la lucha no ha cesado y la energía que genera con respuesta a todos esos pensamientos es emoción, la cual da lugar a más pensamientos todavía.  Es lo que se convierte en el pensamiento emocional del ego.
Es fácil ver lo problemática que sería la vida del pato si tuviera una mente humana.
Pero es así como viven la mayoría de los seres humanos. Nunca ponen punto final a ninguna situación o acontecimiento. La mente y “mi historia” fabricada continúan con su ciclo interminable.
Somos una especie que perdió su camino. En toda la naturaleza, en cada flor o árbol, en cada animal, hay una lección importante para nosotros, sin tan sólo nos detuviéramos a observar y oír...
La lección del pato es la siguiente: sacudamos las alas, es decir, dejemos atrás la historia y volvamos al único lugar donde reside el poder: el presente.
 Eckhart Tolle, Libro "Una Nueva Tierra"

domingo, 23 de diciembre de 2012

Visualizando...



Ejercicios simples de Visualización para elevar la vibración nuestra y de  toda la humanidad


Enviando Energía de Sanación

Sientate tranquila/o donde nadie te moleste 
  • Enciende una vela, un aroma que agrade a tus sentidos y una música suave
  • Imaginate a ti a toda la humanidad con el ojo de la mente, cubiertos por una alfombra de capullos de flores
  • Visualiza a las flores por todos los continentes abriéndose e irradiando luz
  • Contempla a la gente de todo el planeta radiante de alegría bailando de la mano de los ángeles
  • Sabe que mientras ves a las flores abrirse y a la gente bailar con los ángeles, también tu te estás abriendo simbólicamente al amor, la felicidad, el gozo espiritual,y las conexiones angélicas.
  • Quedate en ese lugar y con esa visualización el tiempo que consideres necesario.
Da gracias a los ángeles y luego abre tus ojos.



Enviando Energía para Purificar

Sientate tranquila/o donde nadie te moleste

  • Cierra los ojos y relájate concentrandote en la respiración
  • Abre tu corazón hasta que notes en Amor brotando de él
  • envía esa energía amorosa a cualquier parte del mundo o galaxia que quierasy pienses que lo necesita
  • Llama al arcángel Gabriel y siente su presencia cerca de ti
  • Visualiza gotitas blancas y puras, como copos de nieve cayendo lentamente sobre el area que has escogido.  Esta es la energía del Arcángel Gabriel purificando el lugar
  • Imagina esa nieve blanca y purificada cayendo en zonas donde no había sido vista nunca, limpiándolo e iluminandolo todo
  • Da las Gracias al Arcángel Gabriel por ayudarte a purificar el lugar.


Este ejercicio ayuda a despejar los campos energéticos de la Tierra para que las almas que están atrapadas en la oscuridad pasen a la luz 

  • Enciende una vela 
  • Pide al Arcángel Miguel que te ponga su capa de protección de color azul intenso. Siente como te pone la capa. Luego abróchala de los pies hasta la barbilla y ponte la capucha sobre la cabeza, de forma que cubra tu tercer ojo (en la frente)
  • Invoca al rayo Dorado de Cristo para que te proteja. Hazlo tres veces y siente la energía protectora que se forma a tu alrededor.
  • Forma mentalmente una columna de luz que salga de ti y llegue a los cielos. Hazla toda lo brillante y poderosa que puedas
  • Llama a la madre María y a sus ángeles.  Pideles que lleven las almas atrapadas a la luz y ayudalas a elevarlas por la columna luminosa hasta el cielo.  
  • Puede que tengas la sensación de que hay muchas personas diciendote adiós con la mano cuando entran en la luz. Puedes oírlas expresar su agradecimiento.
  • Invoca al Arcángel Gabriel para que derrame su luz blanca y pura sobre ti y a través de ti para purificarte totalmente.
  • Da las gracias a la Madre María, a los ángeles y al Arcángel Gabriel
  • Puedes tocar un cuenco tibetano u otro instrumento musical para purificar la habitación.

Diana Cooper

miércoles, 19 de diciembre de 2012

Estado de presencia

 
 
 
RENUNCIA A LA ESPERA COMO UN ESTADO MENTAL.
 
Cuando te sorprendas cayendo en el estado de espera... sal de inmediato. Ven al momento presente. Simplemente sé y disfruta siendo. Si estás presente no tienes ninguna necesidad de esperar.
 
Así, la próxima vez que alguien te diga: «Siento haberte hecho esperar», puedes responder: «No te preocupes. No estaba esperando. Simplemente estaba aquí, disfrutando, contento de estar conmigo mismo.»
Éstas son algunas de las estrategias mentales para negar el momento presente que forman parte de nuestra inconsciencia ordinaria. Resulta fácil pasarlas por alto porque son parte de la vida cotidiana: el ruido de fondo del descontento perpetuo. Pero cuanto más te dediques a hacer un seguimiento de tu estado interno emocional y mental, antes sabrás que te has dejado atrapar en el pasado o en el futuro, es decir, en la inconsciencia, y más rápido despertarás del sueño del tiempo al presente.

Pero ten cuidado: el falso yo infeliz, basado en la identificación con la mente, vive en el tiempo. Él sabe perfectamente que el momento presente supone su muerte y se siente amenazado. Hará todo lo que pueda por sacarte del ahora. Intentará mantenerte atrapado en el tiempo.

En cierto sentido, el estado de presencia puede ser comparado a una espera. Se trata de un tipo de espera completamente distinto que requiere que estés plenamente alerta. Algo podría ocurrir en cualquier momento, y si no estás absolutamente alerta, absolutamente en calma, te lo vas a perder. En ese estado, toda tu atención está en el ahora. No te queda nada de atención para soñar despierto, pensar, recordar, anticipar. En esa espera no hay tensión ni miedo; sólo una presencia alerta. Estás presente con todo tu Ser, con cada célula de tu cuerpo.

En ese estado, el «tú» que tiene un pasado y un futuro, al que solemos dar el nombre de personalidad, apenas está presente. Sin embargo, no se pierde nada de valor. En esencia, sigues siendo tú mismo. De hecho, eres más plenamente tú mismo que nunca o, más bien, sólo ahora eres verdaderamente tú mismo.
 
Autor: Eckhart Tolle



martes, 18 de diciembre de 2012

Respiración y Salud

LA RESPIRACIÓN
La vida depende totalmente del acto de respirar, no solamente el hombre y las especies superiores basan su vida y salud en la respiración, también lo hacen indispensablemente todas las formas vivas, hasta los microorganismos. Nuestra respiración es la función vital más importante y debemos tomar plena conciencia de ella pues podemos vivir algún tiempo sin alimento, un poco menos sin agua, pero sólo breves instantes sin respirar. Debemos respirar por la nariz, en forma natural como lo hace un bebé, con lo cual no sólo los pulmones se expanden, sino también su vientre, tomando todo el aire necesario para vitalizar y renovar sus tejidos.


Al levantarnos varias veces durante el día debemos respirar en forma consciente, dinámica y rítmica, ojalá en lugares de gran vibración y despejados, de ser posible en una montaña, a la orilla de un río, del mar; de un bosque y en general en lugares donde no haya mucha polución, sino aire puro.

Podríamos iniciar un ciclo de respiraciones rítmicas por siete o más veces en la mañana, al mediodía y por la noche, tal como sigue:

Inhalamos profundamente contando mentalmente hasta cuatro, luego retenemos el aire en nuestro interior contando hasta cuatro y lo dejamos salir por nuestras fosas nasales en forma total contando hasta cuatro, sin dejar entrar aire nuevamente, retenemos la respiración contando hasta cuatro y comenzamos de nuevo. Posteriormente con la práctica podemos cambiar el conteo, por una afirmación mental positiva, tal como pensar mientras inhalamos "yo estoy alegre" o "yo soy salud" por ejemplo. Lo mismo al retener, al exhalar y al contener. Estas afirmaciones positivas utilizan el prana absorbido en nuestra respiración y llenan de vida nuestras células. Igualmente debemos practicar junto con la respiración algún deporte cada vez que podamos, o bien practicar caminatas por lugares saturados de naturaleza y alegría positiva, lugares que sean alegres y bellos.

Nuestros cuerpos toman el carácter del medio ambiente y el aire que respiramos, entonces respiremos con vigor y descarguemos los elementos destructivos, ya que una respiración débil e incompleta produce con el tiempo enfermedades. Junto con la respiración practiquemos ejercicios, pero al hacerlo procuremos no proyectar sobre los átomos internos sombras de preocupaciones ni de ansiedad, porque el cuerpo es fácilmente compenetrado. Procuremos que nuestro baño diario no cause sacudidas fuertes a nuestro cuerpo, por lo que el agua no debe estar demasiado caliente, ni demasiado fría y al secarnos frotemos el cuerpo con vigor.
Igualmente cada que podamos tomemos baños de sol, pero protegiendo la cabeza con una toalla húmeda, porque la base del cráneo se ha de mantener fría. Todo lo anterior y pensar positivamente, tanto de nosotros mismos como de nuestros semejantes, nos abre la puerta al encuentro con la divinidad que reside en nosotros mismos. Sólo necesitamos para ello decisión y fuerza de voluntad.

RESPIRACIÓN PURIFICADORA

Este tipo de respiración es muy importante y es conveniente utilizarla al terminar nuestros ejercicios respiratorios, al terminar de practicar un deporte o cuando hemos realizado un trabajo físico mental. La respiración purificadora ventila y limpia los pulmones, estimula las células, tonifica los órganos respiratorios, contribuye a mantener una buena salud y estado de ánimo. Consiste en:

1. Inhalar aire suficiente en forma natural y siempre por las fosas nasales.

2. Retener el aire unos segundos, luego colocar los labios en actitud de silbar (pero sin hinchar las mejillas), y exhalar con vigor más o menos la mitad del aire, retener un momento el aire restante y exhalarlo en porciones hasta exhalarlo completamente. Estas exhalaciones deben realizarse con vigor.

 
RESPIRACIÓN VITALIZADORA DEL SISTEMA NERVIOSO

El objeto de éste tipo de respiración es tonificar el sistema nervioso y desarrollar su fuerza, su energía y su vitalidad. Para realizarlo debemos proceder como sigue:

1. De pie y con el cuerpo bien derecho inhala y se retiene.

2. Mientras retenemos, extendemos los brazos hacia adelante, algo flojos, aplicando sólo fuerza necesaria para mantenerlos en dicha posición.

3. Llevamos las manos hacia los hombros, contrayendo los músculos y comunicándole vigor a nuestros puños, los cuales al llegar a la altura de los hombros deben estar fuertemente cerrados.
4. se extienden las manos con los puños cerrados varias veces hacia adelante y hacia los hombros, con vigor en forma rápida.

5. En la última extensión se exhalar vigorosamente de un solo golpe el aire por la boca.

6. Luego de realizar esta respiración por tres, cinco o siete veces, realizamos una respiración purificadora para terminar el ejercicio.

  
 
Gabriel Vallejos

lunes, 17 de diciembre de 2012

 
CONCIENCIA
  
La conciencia lo podemos definir como el sentimiento interior por medio del cual el ser humano aprecia y valora sus acciones, las que pueden ser catalogadas como buenas o malas, en pro o en contra del mismo hombre y su mundo circundante. La conciencia es entonces un estado de vibración determinado por el uso de la energía divina, las facultades, inteligencia y el libre albedrío ejercido por el ser humano a través de sus pensamientos y sentimientos.


La conciencia es innata o natural en nosotros, por ejemplo de ello podemos observar como un niño pequeño, sin el aparente "uso de la razón" al obrar mal, ya sabe que lo que está haciendo no es debido.


El ser humano puede cambiar de un estado de ánimo a otro rápidamente; esto depende de la situación que el ser humano esté viviendo en ese momento, por lo tanto, no existen dos seres que tengan un mismo estado de conciencia, ya que está cambia cada instante de acuerdo al momento vivido, el estado económico, nuestras relaciones familiares, laborales, inclusive el mismo estado del tiempo atmosférico, el cual afecta nuestro estado de ánimo; por ello todo ser humano, se encuentre encarnado o desencarnado o bien sea un ser ascendido, tiene diferente estado de conciencia es su propia evolución, la cual va adquiriendo de acuerdo a la propia evaluación del individuo.


La conciencia puede manifestarse en una de las siguientes formas:


  1. En forma subconsciente, en la cual encontramos las experiencias, vivencias y emociones que el ser experimentó en su pasado y las cuales le aportan una serie de principios y conocimientos que van a fortalecerlo en un estado de conciencia de un determinado momento.  
  2. Una forma consciente, en la cual encontramos las experiencias, vivencias y emociones del momento presente que estamos viviendo.

  1. Una forma supraconsiente, en la cual se manifiesta esa energía que vitaliza al ser humano, que lo hace superarse y desarrollarse, llevándolo algún día a la perfección misma.


La conciencia es la única propiedad del ser humano, ya que es por su propia experiencia, cómo la va desarrollando y la cual jamás podrá borrarse, destruirse, ni serle robada, ni quitará por nadie. Es así, como por medio del trabajo consciente, constante y de la misma contemplación, el ser humano se va enfocando en un estado de conciencia determinado.
De igual forma podríamos decir que a su vez la conciencia es propiedad grupal, planetaria y universal.


GRUPAL, puesto que el ser individual con su conciencia individual forma parte integral de un grupo mayor, ya sea familiar, laboral, social, cultural, religioso, nacional y cuya conciencia es la sumatoria de todas estas conciencias individuales con sus respectivas limitaciones y superaciones, las cuales emiten sus respectivas vibraciones creando esa atmósfera, esa vivencia que nos llega a todos y la cual en un momento dado puede afectar el grupo.


PLANETARIA, por la misma razón que la anterior, ya que la conciencia de un planeta está dada por la sumatoria de las conciencias individuales y grupales, más la conciencia misma de la madre naturaleza manifestada en todos sus otros hijos: el reino mineral, vegetal y animal, puesto que en los átomos y en las células que les conforman existe una porción de inteligencia o conciencia que le permite ser lo que es y cumplir su función en forma cabal. Toda célula viva percibe de alguna manera el pensamiento y las condiciones que se dan a nuestro alrededor. Por lo tanto junto con todos estos maravillosos seres formamos la conciencia planetaria.


UNIVERSAL, por idéntica razón que las anteriores, puesto que nuestro planeta es por así decirlo un electrón de ese átomo que ese sistema solar, el cual a su vez es un componente dentro de ése gran concierto ese universo mismo.

Por todo lo anterior debemos avanzar por esa escalera de nuestro diario vivir siempre ascendiendo en nuestros estados de conciencia. Elevando nuestro nivel vibratorio el cual nos acerca finalmente al todo. Todos los seres humanos formamos parte de una conciencia más especializada y la cual cada día que pasa nos acerca más a nuestro creador, a nuestro origen primario.

En términos generales podemos decir que existen tres tipos principales de conciencia, conciencia individual, conciencia grupal y conciencia de maestro ascendido.


 

El tipo de conciencia individual:

Es aquel en el cual el ser existe como ser inteligente con una individualidad propia y que tiene el manejo de energía, el manejo de facultades y de todo lo que al ser humano se refiere como unidad individual con sus valores que lo hacen un ejemplar único.


El tipo de conciencia de grupo o de masa:

Se hace manifiesta cuando los seres siguen a un hombre al cual consideran como un Dios o líder, tomando sus ideas como propias pero sin discernir sobre las mismas, sencillamente dejándose llevar por él, considerándolo un ser superior.

Hoy en día este tipo de conciencia grupal o de masas es muy bien manejada por la publicidad a través de los diferentes medios de comunicación, logrando que se pierda su individualidad para de esta forma poder manejarlo y explotarlo. Es importante que cada persona tome conciencia de su propia conciencia individual y se dé cuenta de los valores que cada ser tiene dentro de sí mismo y de cómo debe explotarlos para una mayor elevación y concientización de su propio ser, para no dejarse manejar por la conciencia del grupo la cual impide que el ser se perfeccione como tal, sino lo que hace seguir unos modelos determinados y marcados por la misma sociedad. Debemos ser auténticos como lo que verdaderamente somos; chispas divinas emanadas del padre.


Una vez que ser humano logra romper el esquema de la conciencia grupal surge en el la conciencia del maestro ascendido:


Es la conciencia que le permite al hombre darse cuenta de que está destinado a pasar por diferentes fases o estadios que lo llevaran al dominio perfecto y armonioso de las facultades creadoras: el pensamiento, el sentimiento y la palabra, logrando llegar por medio de la iniciación de la conciencia en los misterios menores a culminar con la iniciación de los misterios mayores.


Todos los seres vamos pasando en el transcurso de nuestro largo peregrinar por diferentes etapas de conciencia que nos permiten de alguna manera tomar una decisión frente al mundo que nos rodea, pero podríamos decir que la mayoría de los seres van pasando por tres etapas generales:

 

1. Una tapa que podríamos denominar de la conciencia material o carnal donde el hombre sólo puede concebir como real aquello que sus sentidos ordinarios físicos pueden contemplar, ver, palpar o escuchar, pero todo aquello que este mas allá de sus sentidos físicos no lo puede tomar como cierto. En esta etapa de conciencia existe una mezcla de experiencias de tipo material junto con experiencias de tipo intelectual. El hombre que vive dentro de la conciencia material sencillamente se acomoda al diario vivir de acuerdo al lugar donde se encuentra y al medio social en que se desempeña.


2. Una segunda etapa que podríamos denominar conciencia astral o psíquica, en la cual los seres que atraviesan esta etapa de conciencia comienzan a aceptar la posibilidad de que exista algo más allá después de la llamada muerte, pueden aceptar la posibilidad de que los seres que han traspasado la muerte tengan la oportunidad de regresar para continuar su evolución en un cuerpo diferente. Comienza el ser a sentir la necesidad de vivir o constatar experiencias de tipo psíquico o paranormal, se dedican a frecuentar los médiums, las reuniones donde se leen las cartas, el tabaco, el té, las manos y un sinnúmero de artes adivinatorias y comunicación con los seres desencadenados. Es aquí donde la persona que recurre a ello afronta un gran peligro en su evolución, pues si no se da cuenta de que este tipo de reuniones están matizadas errores y engaños, aunque en algunas ocasiones las interpretaciones con respecto al pasado, al presente y aún al futuro tiendan a ser ciertas para lograr mantener la tensión del individuo, éste puede dejarse confundir y caer en el mundo del siquismo o hasta astralismo, donde aún predomina la personalidad y los egos y donde no hay nada de los planos divinos; a veces este tipo de confusión o caída es tan grande que el ser queda atado al plano psíquico hasta por más de una encarnación. Sin embargo una vez que el ser descubre el engaño o sufre la desilusión al no encontrar en ello la respuesta sus inquietudes sobre quién es, por qué es, y para dónde va. Superando esta etapa se adentra en una tercera etapa de búsqueda dentro de sí mismo hasta llegar a la conciencia espiritual o conciencia cósmica.


3. En esta tercera etapa el ser humano en evolución ya no siente la necesidad de vivir experiencias paranormales, sino que se adentra en su propio ser buscando el contacto con la fuente misma de todo cuanto existe; es así como logra por medio de su trabajo constante la identificación y dirección de su maestro interno, quien respetando el libre albedrío del hombre lo llevará a las octavas vibratorias de luz y amor infinitos del todo; de esta manera logrará su verdadera evolución hacia la perfección. Para alcanzar esta etapa de conciencia superior debemos ponernos en contacto con la fuente ilimitada, que se puede lograr mediante el desarrollo de facultades especiales como: la atención, la imaginación y la acción. Por medio de estas facultades podemos cambiar a mejores condiciones nuestra vida y nuestro mundo circundante. Es aquí donde todo conocimiento y experiencia se van identificando a medida que nos comunicamos con ese maestro interno.


Para lograr elevar nuestra conciencia es necesario ser conscientes de nuestro mundo circundante, no perdiendo el contacto exterior, pues nos podríamos aislar tanto hasta llegar a caer en el fanatismo. Debemos tener en cuenta que si estamos aquí en este mundo no es por nada fortuito, por ello debemos trabajar con todo lo que nos rodea; en todo está la manifestación divina. Cuando se presentan en nuestro diario vivir los llamados "problemas" debemos tener en cuenta que éstos vienen para enaltecernos, para ayudarnos a lograr una verdadera sabiduría, la cual se obtiene como el fruto de saberlos enfrentar y resolver, ya que la sabiduría es poner en práctica el conocimiento verdadero que a lo largo de nuestra vida vamos cosechando y experimentando. Logrando elevar nuestra conciencia podríamos llegar a vivir en la perfección misma para lograr manejar armoniosamente todo nuestro ser y nuestro mundo, llegando así a vivir en el reino de los cielos con un estado de conciencia superior.



Gabriel Vallejos
Ciencia Cósmica

jueves, 13 de diciembre de 2012

Vernos en el Otro

 
 
Ver y Hablar de los demás...
 
¿Qué nos pasa que vivimos hablando de los demás todo el día? Que si la vecina hizo esto, que el señor del abasto hizo aquello, que el hijo de fulanita le contestó mal a su mamá, que el hermano de mi prima renunció al trabajo, que el padrino de mi tío le dijo que era un inconsciente… la lista es infinita.

Hablamos de los demás, calificamos, enjuiciamos, juzgamos, etiquetamos, opinamos. Somos como unos comentaristas deportivos, y en vez de hablar sobre el partido Caracas-Magallanes, hablamos del vecino y de lo que nos parece que hizo bien o hizo mal.

¿Qué pasa cuando hablamos del otro?

Cuando hablamos del otro, hablamos de nosotros mismos. De alguna manera, eso que veo en el otro es una parte mía.

En términos psicológicos, nos proyectamos en el afuera. Las otras personas funcionan como un gran espejo en el nos miramos constantemente. Si digo que mi vecino es un egoísta, probablemente el egoísta que soy o mi parte egoísta salen a flote. Aunque usted no lo crea.

Para la Terapia Gestáltica, la proyección es una forma que usamos los seres humanos para evitar el contacto con una persona o una situación determinada. Vemos en el otro lo que no quiero ver de mí y también miro en el otro lo que me gusta de mí.

Es una forma de evitar el contacto en la medida en la que dejo de estar conmigo, de sentirme, de mirarme, para colocar mi lupa en el afuera, en el otro.

Esto sucede, especialmente, cuando califico al otro. Sería interesante que te observaras y te fijes de qué manera colocas adjetivos a otras personas. Y que luego que lo hagas, ubiques esa característica en ti. Quizá te parezca complicado en un principio y sin embargo, si te animas a hacerlo, verás cómo eso que te molesta en el afuera, tiene algo que enseñarte o decirte de ti mismo. Si tal mujer te parece muy entrometida, por ejemplo, quizá tu parte entrometida te está indicando que necesita que la dejes salir y que te des el permiso de entrar en la vida de alguien.

Quizá lo más importante de mirar al otro no sea enjuiciarlo o calificarlo, quizá lo que otras personas tienen para enseñarnos es a vernos en ellas para conocernos mejor y así reconocer todas nuestras partes, tanto las que más nos gustan como las que no nos agradan tanto.


Por  Raiza Ramírez.

jueves, 6 de diciembre de 2012

La Verdad sale del Corazón

 
 
 
  ¿Sigues el camino de tu verdad?
 
Una característica de mi personalidad es habitar los extremos. Puedo ser tanto una cosa como su contrario (y su equilibrio también), dependiendo de las circunstancias. Esto fue un drama hasta que comprendí su virtud y su beneficio.
En mi adolescencia y primeros años de adulta, algunas de estas posibilidades estaban al servicio de ocultar otras. Me explico: si me sentía en inferioridad de condiciones en algún tema, surgía una parte sumamente segura (y, a veces, hasta soberbia) que lo encubría de una forma que me permitía ir aprendiendo hasta sentirme segura realmente. Esto tenía su ventaja, en el fondo.
Pero, en otras situaciones, la cosa se tornaba un poco, más bien un mucho, más oscura. Debido a mi poca autoestima, a traumas consistentes, me metía en condiciones densas y difíciles, de las cuales pretendía salir mintiendo. Lo logré unas cuantas veces. Es más, terminé siendo una experta en engañar.

Al tiempo, esto se convirtió en una terrible coyuntura. Una parte de mí era abierta y veraz. Otra se había sumergido en una atroz maraña de mentiras. El quiebre fue cuando me di cuenta de que era a mí a quien más estaba entrampando. Yo era la que peor lo sufría. Yo era la que más estaba perdiendo, porque... me estaba perdiendo a mí misma.
Ese momento fue la luz y la sombra. Sombra porque de allí salieron todos los miedos, dudas, frustraciones, dolores, que me involucraron en esas mentiras. Luz porque finalmente se me revelaba el porqué y el cómo salir de ellas.
No fue fácil ni rápido. Temía las consecuencias funestas de mi conducta. Creía que no había nada bueno en mí. Fue mucha labor interna para sacar mi verdad afuera y responsabilizarme de ella.
¿Por qué comencé? Porque ya no podía vivir en la falsedad. Era demasiado duro, vacío, atormentado, triste. ¿Por qué continué? Porque me comencé a sentir bien, plena, alegre, real. Porque, al decidir afrontar lo que sea, no hubo grandes secuelas. Esa es la paradoja de la vida: cuando eres sincero y te responsabilizas por completo, se diluye mucho de lo que fue, lo externo junto con lo interno.
¿A qué mentiras me refiero? Pueden ser con respecto a tu trabajo, a tu pareja, a tus amigos, al dinero, a la espiritualidad, a actitudes interiores y/o exteriores, a tu integridad, a tus propósitos, muchas cosas… tú sabes…
Estos son otros tiempos. Ahora, están empujándonos a que seamos verdaderos. Ya no se trata de que pasemos años aguantándonos situaciones o actitudes falaces ni que transcurran años para solucionarlas. Todo es veloz. Cada día, las mentiras y sus consecuencias nos explotan en la cara. Y, cuando nos decidimos a terminarlas, la sanación es mucho más rápida.
Una pregunta fundamental que te estarás haciendo: ¿cómo saber qué es verdad y qué no? Generalmente, acudimos a la mente para discernirlo y entonces nos enredamos en beneficios y desventajas, pasados y futuros, ilusiones y ansiedades, múltiples senderos y posibilidades, miedos e incertidumbres. Terminamos más confundidos que antes.
La verdad sale del corazón. Es un camino directo a la Fuente. Recordando que eres un cocreador, confías en que tomarás conciencia de eso que no puede ser refutado ni justificado ni explicado. Eso que es.
No se trata sólo de un sentimiento, es un saber que se manifiesta en una verdad. La tuya
Puede costarte un poco al principio conectarte con la Luz de la Creación en ti y reconocer la verdad de quién eres y cuál es tu camino. Persiste. Dios/Diosa jamás deja de responder el reclamo de la Luz de la Verdad. Pronto, te alinearás y vivirás desde la conciencia y la vivencia plena de tu Ser.
 
Autora: Laura Foletto
Sitio Web:
www.abrazarlavida.com.ar

miércoles, 5 de diciembre de 2012

Bloqueos


Bloqueos energéticos en el área de la sexualidad, los cuales se aplican específicamente a mujeres u hombres.



Bloqueos en la sexualidad femenina

En las mujeres, el área del primer y segundo chakra (sacro y ombligo) es la más apaleada y herida como resultado de opresión sexual y violencia a lo largo de los siglos. Realmente por unos cuantos milenios, las mujeres han sido enmarcadas en un rol subordinado en casi todas las áreas de la sociedad, y esto aún prosigue en muchos lugares de la tierra. Con respecto a la sexualidad, esta inequidad se manifestó como violación, agresión y humillación a una gran escala. Como resultado de esto, muchas mujeres, en verdad el alma femenina colectiva, ha sufrido increíblemente. Hay profundas heridas emocionales, las cuales necesitan tiempo, amor y sumo cuidado para sanarse. A menudo, el impulso para la unión sexual es sentido por las mujeres como una añoranza del corazón, o como un sentimiento espiritual. Pero cuando ellas logran la intimidad física, ellas pueden encontrarse con que no pueden expresar su energía sexual libremente, debido a bloqueos energéticos en el primer y segundo chakra. Hay recuerdos (en el alma) en esos centros energéticos de ser obligadas a tener experiencias sexuales que las humillaron. Estas experiencias fueron tan dolorosas, que la mujer retiró su energía, su consciencia del área del vientre. Cuando ahora esta parte del cuerpo es abordada otra vez de un modo sexual, los músculos instintivamente se contraen o el cuerpo emocional automáticamente indica resistencia. Las células físicas son conscientes del trauma y no siguen tan fácilmente con la invitación a danzar. Ellas quieren aislarse y crear una barrera para protegerlas a ustedes de más agresión. Esta reacción es totalmente comprensible y siempre debería ser tratada del modo más respetuoso. Usar cualquier clase de fuerza para eliminar la resistencia, es una manera de violar nuevamente los centros heridos. Cuando ustedes, como mujer, tienen estas emociones, es muy importante llegar a estar completamente conscientes de ellas: puede haber ira ahí, resistencia, o miedo relacionado con la intimidad física. Y frecuentemente todas estas emociones son más antiguas que la relación que están teniendo, aún más antiguas que esta vida. Puede haber traumas muy antiguos en aquellos chakras inferiores que han dejado profundas cicatrices emocionales. Quisiera recomendar, específicamente a las mujeres que reconocen este dolor, que conozcan de las vidas en las que ellas fueron la ofensora/agresora (lo opuesto a la víctima). O, si es difícil para ustedes acceder a vidas anteriores, entrar en contacto dentro de ustedes con la ‘energía de la agresora o mujer poderosa’. Esto puede sonar muy extraño, pero ésta es la razón. Cuando ustedes han sido víctima de la violencia sexual, esto ha generado mucha ira en su campo de energía. Puede haber cólera ahí de varias vidas pasadas. Esta ira las bloquea y las mantiene aprisionadas en un sentimiento de impotencia y de victimización. Para liberar la ira ustedes necesitan comprensión. Ustedes necesitan comprender por qué y para qué; ustedes necesitan ver la imagen más grande. Cuando ustedes pueden imaginarse a ustedes mismas como una mujer poderosa que pudo ser despiadada y cruel con los hombres, y sienten por dentro que esto también es parte de ustedes, entonces la ira se puede desintegrar. Puede emerger un entendimiento más completo, un conocimiento interior de que ustedes forman parte de una historia kármica mayor, en la cual ustedes jugaron tanto el rol de agresor como el de víctima. Es prácticamente imposible liberar sus emociones de dolor, impotencia y victimización, sin mirar también el otro lado de ustedes, el ‘lado oscuro’. Ustedes no necesitan necesariamente volver atrás hacia vidas pasadas para reconocer esta parte oscura dentro de ustedes. Ustedes también pueden volverse más conscientes de ésta observándose a ustedes mismas en el día a día de sus vidas. Cuando ustedes sienten esta energía (por ej. el deseo de ejercer poder o herir a otros), pueden notar que ustedes no han sido solamente la víctima indefensa de las circunstancias externas. Hay ligazones kármicos entre el agresor y la víctima: ambos roles reflejan aspectos de ustedes mismas. Tan pronto como ustedes sepan y acepten su lado oscuro, podrán entonces observar sus propias heridas internas de un modo diferente y comenzar a perdonar. Cuando hay comprensión la cólera se puede disgregar, y ustedes pueden entrar en contacto con la capa de emociones que hay debajo; la tristeza, la angustia, el dolor que está ahí en muchas capas, también en el cuerpo mismo. Es muy importante para las mujeres reconocer el aspecto agresor en ellas mismas y trabajar con él. Cuando hay aversión y rencor en ustedes con respecto a la sexualidad, comprendan que cuanto más aversión y rencor ustedes sientan, más se identifican con el rol de víctima, y más se despojan a ustedes mismas de su libertad. Traten de sentir dentro de ustedes que en la arena de la sexualidad se está representando un juego kármico, en el cual ustedes han llevado a cabo ambos roles, siendo tanto el chico bueno como el malo. Desde ahí ustedes pueden acceder a un lugar de perdón: perdonándose a ustedes mismas así como también a alguien más. Las cosas suceden por alguna razón. Los actos de violencia y represión pueden parecer sin sentido, pero siempre hay una historia detrás de eso. Y cada vez que está implicada la violencia sexual, ésta deja profundas huellas en todos los cuatro niveles del ser humano.

Bloqueos en la sexualidad masculina

Con respecto a la experiencia masculina de la sexualidad, los bloqueos que ocurren están mayormente al nivel del corazón y de la cabeza. En estos niveles, puede haber un miedo a entregarse, un miedo a la intimidad profundamente emocional. Este miedo la mayoría de las veces se extiende hacia atrás más allá de lo que ustedes pueden recordar. Pertenece a la era en la cual las mujeres dominaron a los hombres. Esto hizo que el juego de la atracción sexual, que inicialmente era inocente y espontáneo, se volviera amenazador. Los hombres aprendieron que era peligroso mostrar abiertamente sus emociones y abrir su corazón a su pareja. Dentro de los hombres hay profundos miedos arraigados relacionados con entregarse a su lado sensible, y estos miedos no necesitan necesariamente manifestarse en el nivel físico. Ellos pueden participar en el acto físico del sexo mientras mantienen sus sentimientos separados. Entonces el hombre puede estar físicamente presente en el nivel físico, mientras que su naturaleza sensible está (parcialmente) ausente. Sus emociones se cierran continuamente debido a este temor a abrirse y volverse vulnerable al rechazo una vez más. Hay ahí en el alma viejos recuerdos de ser abandonado y lastimado emocionalmente.

© Pamela Kribbe


 
No existe ninguna oposición ni incompatibilidad entre tu trabajo diario y el otro trabajo interior de investigar quién eres en el fondo de ti mismo que yo propongo. Más aún. Cuanto más desarrolles tu realidad interna, mejor y más conscientemente harás tu trabajo de cada día. Existe un cierto circulo vicioso. Mientras vives con esta mentalidad de que tú tienes que hacer todo, no entenderás bien que al vivir en otro nivel y con otra perspectiva, las cosas se van dando y que aquello que considerabas tan urgente y necesario no lo es tanto.

Cuando alguien ha tomado su realización personal como el trabajo más importante de su vida, La Vida, Dios hacen que las cosas se vayan dando de la manera más adecuada, si realmente tenemos confianza plena y verdadera en Dios y La Vida.

Ordinariamente la gente suele seguir la política del mono. Por una parte dicen que confían en Dios, pero no se lanzan en sus manos sino que siguen agarrando la otra rema, su trabajo, confiando más en él que en las manos de Dios.

Para realizarse no hay que dejar el propio trabajo ni ninguna otra cosa. Lo único que hay que dejar es la dependencia del trabajo y el apego a las cosas.
Cuando uno empieza a entender lo que es su propia realidad y vive desde ella, el trabajo exterior y demás actividades cotidianas siguen haciéndose pero sin apego individual, sin inquietud, sin confusión, sin alteraciones distorsionadas de la mente, del "yo" inferior que sólo confía en el poder de su actuar enervante.

Es necesario un cambio de perspectiva. La miopía del "yo" inferior impide ver y comprender que las cosas son de otra manera cuando se vive desde el plano del "yo" central.

Se da la paradoja de que mientras la mayor parte de la gente dice que desea realizarse, son muy pocos los que se deciden a vivir su realidad, su "yo" central.

La mayor parte de la gente vive desde ese "yo" inferior que es una simple estructura mental, sin realidad alguna, pero al que han dedo erróneamente solidez como si esa fuera su realidad.

Realizarse es activar o poner en acto la potencialidad que somos en el centro de nosotros mismos. Hacer realidad actual lo que es realidad potencial. En verdad todo cuanto hacemos, todo cuanto sentimos y conocemos es ya efecto de esa realidad que somos. Pero hemos de tomar conciencia clara de ello e impedir que la mente interfiera con la creación de esa estructura mental que es el "yo" inferior que distorsiona, rebaja y envilece nuestro actuar y nuestro ser.

Oímos a muchas personas decir frecuentemente que se sienten realizadas. Y es lógico que así lo sientan y digan. Al creer que son su "yo" inferior, el yo de su personalidad, cuando éste se siente gratificado y satisfecho en todos sus deseos, creen erróneamente que están cumpliendo y realizando el objetivo de su vida. Sienten la satisfacción en su yo inferior, de tener fama, éxito, cierto status social que tanto habían deseado, ciertas comodidades... Pero tarde o temprano la verdad se impone y llega el vacío de su falsa realización, la insatisfacción de fondo y la depresión.

Todo eso que habían conseguido es inestable e impermanente, está expuesto a los vaivenes de la mente y los acontecimientos fluctuantes.

No sirve el argüir: Bueno, mientras gozan y tienen eso que deseaban, se sienten realizados.

No nos engañemos y llamemos a las cosas por su nombre. La inestabilidad y precariedad de la satisfacción del "yo" inferior es tal, que son muchos más los momentos de insatisfacción, depresión y desengaño, que los momentos de insatisfacción, depresión y desengaño, que los momentos de alegría. Pero, por encima de todas las cosas, la peor desgracia es vivir alejado de la verdad de sí mismo. Y el ansia de verdad es un aguijón que no permitirá al corazón vivir en paz.

Solamente la realización verdadera, el vivir la verdad de nosotros mismos nos puede proporcionar paz y felicidad durable y consistente.

La persona humana, cada uno de nosotros no tenemos otro objetivo final en nuestra vida sino realizarnos.

Aprender a ver y discernir lo real de lo ilusorio es el comienzo de la realización.

Instalarse en lo real de sí mismo y contactar con lo Real Absoluto es la tarea más importante de la vida de cada uno.

Es muy común el pensar y creer que para realizarse y vivir internamente nuestra realidad profunda es necesario retirarse a la soledad de los monasterios o por lo menos alejarse de trajines y trabajos de la vida diaria. Y no es así.

La realización es posible para todos y en todas las circunstancias de la vida.

Es verdad que ciertos ambientes favorecen el trabajo interior. Pero también es cierto que han existido y existen en nuestro tiempo personas que se han realizado interiormente sin abandonar sus trabajos cotidianos.

Para que un barco no se hunda, no lo tendremos en tierra firme, sino que haremos que está en el mar sin que el mar lo inunda. Podemos estar entre las cosas sin que las cosas nos absorban.

No es fácil, sobre todo en estos tiempos modernos en que tanto bullicio existe en todas partes, conseguir el silencio interior en medio de los ajetreos de la vida diaria. Pero cuando uno supera estas dificultades y da un paso adelante ese paso es tan eficaz como muchos pasos dados sin tener que vencer tantos obstáculos.

Cada uno, según el grado de su aspiración y demanda interior, debe ver cómo y cuándo logra esos momentos de silencio interno, tan necesarios para vivir desde el centro de sí mismo.


Darío Lostado

(Hacia La Verdad De Ti Mismo)


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