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jueves, 28 de febrero de 2013

DE HADAS...

 
 
 
:) Articulo dedicado a la hadita Cordobesa: Thiana !!
 
Mundo de Hadas
 
Las hadas son seres fantásticos e inmortales estrechamente ligados a la naturaleza, generalmente femeninos (aunque también hay hombres) que tienen el don de la adivinación y poderes extraordinarios. Se les conoce también como la Buena Gente, los Señoriales, el Pequeño Pueblo y los Hombres Verdes.
 
El origen de las Hadas varía de acuerdo con la región y la cultura de cada pueblo; hay quienes piensan que su origen se dió en la antigua Roma cuando decidieron acompañar al ejercito romano en la conquista de Europa y se instalaron en los pueblos que los romanos conquistaron; los celtas, uno de los pueblos más antiguos de Europa, creían que las hadas descendían de los ángeles caídos que fueron expulsados del cielo y se refugiaron en la naturaleza: mar, aire, cuevas, ríos, montes, bosques, etc.; las creencias de otros pueblos ven a las Hadas como los seres más antiguos del planeta que existieron incluso antes de la formación de los mares o de todo lo que conocemos actualmente en la tierra; y se podrían seguir contando un sin fin de historias del origen de las hadas.
En cuanto a la fisonomía de las Hadas y debido a que son parte de un imaginario colectivo en los pueblos europeos, no resulta sencillo dar una descripción detallada y exacta; sin embargo, se dice que son seres de extraordinaria belleza que adoptan la forma de un humano perfecto. Su tamaño varia, pero son diminutas y van desde escasos centímetros hasta las que alcanzan la altura de las rodillas de un hombre bajo; aunque pueden cambiar de tamaño a voluntad disminuyendo hasta el tamaño de una nuez o bien, creciendo hasta alcanzar la altura de un humano. La mayoría de ellas posee alas que no necesariamente utilizan, pues pueden transportarse echando mano de sus poderes. Sus orejas son puntiagudas, sus vestidos varían en colores y dado a que son seres en estrecha relación con la naturaleza, pueden también adoptar formas de flores, mariposas, aves, etc., todo esto, dependiendo su estado de ánimo.
La hadas se alimentan de frutos, flores, plantas, bayas, frutas, granos; hay las que se alimentan de huevos de diversas aves y queso; beben rocío, agua de manantial, miel o el néctar de las flores y jamás se resistirán al jengibre, la cebada y los pasteles. Sin embargo, nunca comerán carne o pescado pues esto está en contra de la vida misma; tampoco les gusta la leche de vaca pues la consideran demasiado espesa.
Al contrario de lo que se piensa, las Hadas no son invisibles, pero sólo algunos humanos son capaces de verlas fugazmente y únicamente si ellas lo permiten a través del “glamour” (poder mágico); cuando esto sucede, su cuerpo se cubre de una luz dorada, tornasolada y/o transparente.
Por último, las hadas nunca envejecen y pueden llegar a vivir hasta 600 años, una vez alcanzado este ciclo regresan al plano astral o se reincorporan al elemento de la naturaleza del que fueron creadas.
 
Suele pensarse que las hadas habitan en un reino escondido, lejos de la percepción geográfica humana. Los Celtas creían que las hadas procedían de un reino llamado Dannan. Los galeses, por su parte, pensaban que las hadas habitaban en las regiones montañosas al norte de su país. Muchos piensan que el hogar de las hadas se encuentra en un lugar mágico donde la primavera y la juventud son eternas. Otros, creen que las hadas vienen de la Isla de San Brandán conocida también como “La Tierra de los Jóvenes”, “La Isla de Avalón” o “La Isla de Otro Mundo”. Y hay quienes piensan que habitan en “La Isla sobre las Olas” sumergida ahora bajo el agua.
Sin embargo, para muchos es un hecho que las hadas viven entre nosotros y sólo pueden verlas aquellos que tengan la capacidad de creer en este otro mundo lleno de fantasía. De esta manera, algunas hadas trataron de establecerse en Grecia, pero las ninfas las expulsaron; tampoco pudieron establecerse en Escandinavia, lugar habitado por elfos y pixies, quienes lucharon en su contra y lograron expulsarla de los condados de Cornualles, Devon y Somerset en Alemania.
No fue sino hasta que llegaron a las Islas Británicas e Irlanda, mientras acompañaban a los emigrantes europeos por Norteamérica y Australia durante más de cuatro siglos, que lograron por fin establecerse y extenderse en esas tierras.
Es así, que actualmente se puede encontrar a las Hadas casi en cualquier bosque, isla o mar de la tierra; siempre y cuando ellas lo deseen y consideren que una persona tiene la capacidad de creer en ellas.
 
No hay hadas buenas ni hadas malas, pues éstas no se mueven en el mismo plano del “bien” y el “mal” conocido por los humanos; por lo cual, en ocasiones sus actitudes pueden parecernos malvadas o bondadosas, lo cierto es que las hadas lo único que siempre han buscado, es ayudar y agradar al humano.
De esta manera, originalmente las hadas tenían la función de llenar de regalos y dones a los niños recién nacidos. El don dependía de la forma en que los padres trataban al hada, si estos eran delicados y trataban bien al hada, entonces ésta concedía dones como la belleza, la inteligencia o el buen carácter. Pero cuando los familiares eran hostiles o groseros, el hada podría sentirse ofendida y con el don concedido vendría una limitación que afectara al recién nacido durante toda su vida.
Las hadas además, como seres elementales que son, se encargan de cuidar el entorno y el elemento del que proceden; así, las hadas de los de la tierra se encargarán de cuidar los bosques, las cuevas; las hadas de agua, se encargarán de cuidar los manantiales, las cascadas, los ríos y en algunos casos cuidan y guían a los marineros; las hadas de fuego guiarán los rayos de las tormentas, etc.
Algunas hadas, como las Fylgiar, tienen el encargo de cuidar de una persona y velar por su bienestar, además pueden revelar de qué forma morirá el individuo. En Francia, el hada Abonda procura abundancia y Arie se encarga de dejar regalos a los niños en Navidad; Befana hace lo mismo que Arie, pero en Italia. En Alemania, las Nornes son las encargadas de conceder regalos a los niños recién nacidos.
Como podemos notar, a pesar de sus actitudes nos hagan pesar que las hadas son malvadas, estas siempre han tratado de ayudar de una y otra forma a los seres humanos. Su función original continua hasta nuestros días, pero con el paso del tiempo, han ido interfiriendo cada vez más en la vida de los humanos.
 

Servir a través de la Mente

 
Cultivar la Mente
 
En este tiempo, cuando vemos la condición del mundo, muchos de nosotros queremos servir al mundo. Pero cuando nuestras mentes se afectan por la condición del mundo, realmente no podemos servirle. Una mente que esté llena de ira o tristeza no puede servir.
  La analogía del barco avanzando a través del agua es útil para describir esta situación. Para que el barco llegue a su destino, el agua debe permanecer fuera del barco. Para que nuestras mentes sean capaces de servir, la atmósfera del mundo debe permanecer fuera de nuestras mentes. No ha de suceder que la atmósfera exterior se filtre en el barco de nuestra mente. Las vibraciones de una mente poderosa y limpia afectan la atmósfera externa, proporcionando fortaleza a los demás.

Así que, ¿cómo creamos una mente que esté llena de poder espiritual? ¿Cómo cultivamos una mente que esté cualificada para servir? Hay tres aspectos que hemos de comprender a fin de cultivar tal mente poderosa.
Primero, el reconocimiento de que nuestra naturaleza innata es intrínsecamente buena. Puede que nos hayamos olvidado de que ésta es nuestra naturaleza original, pero no hemos perdido esa bondad innata. Esta bondad personifica el amor, la paz, la felicidad, la verdad y la pureza.

Segundo, ¿a quién pertenezco? Como alma, soy un hijo de Dios. Soy no-violento. Soy pacífico. También soy amoroso. Soy puro y poderoso, del mismo modo que Dios es puro y poderoso. Mi naturaleza inherente es como la naturaleza de Dios. Estos son los regalos de Dios para mí – estos poderes, estas virtudes, estas cualidades. Dios es un dador. De la misma forma que un hijo adopta a menudo el trabajo de su padre, nuestro trabajo también es, como dadores, el de dar nuestros pensamientos puros, nuestros buenos deseos, nuestras virtudes y poderes a los demás.

Tercero, ¿qué es especial acerca de este tiempo? Esta es la Edad de la Confluencia, el tiempo más elevado en que el mundo viejo se encuentra con el mundo nuevo. Es un tiempo en que el barco ha izado su ancla y ha dejado las orillas de la oscuridad, atraído por un futuro nuevo y brillante. La Edad de la Confluencia es la era que amanece en el momento más oscuro de la humanidad, trayendo los primeros rayos de luz desde el mundo futuro, puro y pacífico, que yace por delante.
En este tiempo podemos obtener el poder de discernir. Este es el tiempo en que la comprensión de que soy un hijo de Dios despierta en mi interior, permitiéndome conectarme con Dios, tomar fortaleza de Dios. Soy capaz de sentir cuánto me he cansado. Puedo ver cuánto se ha agotado el mundo bajo la influencia de la avaricia de poder, la ira ante la injusticia y el miedo de la violencia y la ignorancia.
Empiezo a comprender que la manera de sanar el mundo es sanarme a mí mismo
. Cultivo los poderes sanadores de la esperanza, armonía, compasión, compromiso, tolerancia y respeto. Veo cómo estas cualidades iluminan el camino hacia la nueva orilla. Es un tiempo en el que podemos conocer nuestro verdadero ser, podemos conocer a Dios y podemos conocer el futuro. Empezamos a percibir los contornos del brillante mundo futuro. Viendo ese mundo emergente, nos sentimos inspirados. Usamos nuestros sentimientos puros y pensamientos elevados para llenar el mundo con todo lo que le da vida.
 

Asociación Espiritual Mundial Brahma Kumaris






martes, 26 de febrero de 2013

SABIDURIA DEL SILENCIO INTERNO




Aprende a ser como el Universo escuchando y reflejando la energía sin emociones densas y sin prejuicios. Siendo como un espejo, sin prejuicios, aprendemos a hablar de otra manera.
Con el mental tranquilo y en silencio, sin darle la oportunidad de imponerse con sus opiniones personales, evitamos que tenga reacciones, emociones excesivas. Simplemente permite que una comunicación sincera y fluída exista.
No te des mucha importancia, se humilde, porque como más superior te muestres, inteligente y prepotente, más te vuelves prisionero de tu propia imagen, viviendo en un mundo de tensión y de ilusiones.
Sé discreto, preserva tu vida íntima, de ésta manera te liberarás de la opinión de los otros, y llevarás una vida tranquila, volviéndote invisible, misterioso, indefinible e insondable como el Tao.
No compitas con los demás, vuélvete como la Tierra que nos nutre, que nos da lo que necesitamos. Ayuda a los otros a percibir sus cualidades, sus virtudes, y a brillar. El espíritu competitivo hace que crezca el ego, y crea conflictos inevitablemente. Ten confianza en ti mismo, preserva tu paz interna evitando entrar en la provocación y en las trampas de los otros.
No te comprometas fácilmente, si actúas de manera precipitada, sin tomar consciencia profundamente de la situación, te vas a crear complicaciones.
La gente no tiene confianza en aquellos que dicen si muy fácilmente, porque saben que ese famoso sí, no es sólido y le falta valor.
Toma un momento de silencio interno para considerar todo lo que se presenta y toma tu decisión después. Así desarrollarás la confianza en ti mismo y la sabiduría. Si realmente hay algo que no sabes, o que no tienes la respuesta a la pregunta que te han hecho, acéptalo, el hecho de no saber es muy incómodo para el ego, porque le gusta saber todo, siempre tener razón, y siempre dar su opinión muy personal.
En realidad el ego no sabe nada, simplemente hace de cuenta que sabe.
Evita el hecho de juzgar y de criticar. Uno se hace un favor si silencia la razón. 
La maravilla la hace el hombre cuando no piensa. Es tremendo someter todo a los criterios de la razón. Eso es un atropello.
El hombre tiene otra parcela que es la imaginación. Es una parcela importante. La imaginación trabaja mucho. Te ilusionas. A veces haces horas extraordinarias. No deja de trabajar. Hay que dar descanso.
Devolver al silencio la imaginación. Para que luego pueda ser más creativa.
El mundo de nuestra emoción es otra pieza que hay que hacer descansar.
En un breve espacio de tiempo se está desalentado, animado, furioso, contento..Las emociones ahogan. Hay que devolver la calma. No excitarlas, darles calma. No nos pueden estrechar ni cansar. Devolver el silencio a la emoción. Es un acto lleno de salud. Otra pieza que existe en nosotros es la voluntad de desearlo todo. De poseerlo.

Es bueno dar silencio a nuestra voluntad. El deseo nos orienta hacia fuera.
No hay que desear nada. No es preciso. En este campo profundo todo está ya en el hombre. Todos los recursos están dentro. Hay que tener confianza.

Hay que sospechar que los recursos que necesitamos para vivir están dentro.
El silencio es bueno para alejar los deseos de uno mismo. Si yo vivo deseando algo..., me apoyo en otra cosa. Surge la agitación.
Nos aíslan de nosotros mismo. Silencio en nuestros deseos.
Para no alejarnos de nuestro corazón. Cuando todas las piezas entran en sosiego puede brotar la intuición. Es una luz rápida. Se enciende en nosotros y nos ayuda a caminar. Cuando algo se ve desde dentro, no se necesita ayuda ni respuesta. Nadie puede cambiarnos si la luz se hace dentro.
Nadie puede decirnos nada. Esta luz sólo se pone en marcha cuando todo se serena. No somos lo que nos empeñamos ser. Un silencio para permitirse ser. Permitirse vivir. La intuición es hija del silencio. La presencia del Reino en nosotros se intuye desde el silencio.
El silencio es el espacio para ésta intuición, esta revelación. No es callar por callar. Es callar para permitir que la vida se dilate, se expanda. Son los ruidos los que tapan esa fuerza interior. Los que nos dividen en mil piezas sin sentido. Acallarlos es encontrar de nuevo la confianza y la salud.
Buena Suerte! En el Silencio...

Dr. Óskar Salazar

domingo, 24 de febrero de 2013

MOMENTOS VACIOS...




Las actitudes son nuestras creaciones, son nuestros prejuicios, nuestras invenciones. La vida no es creada por nosotros; al contrario, nosotros somos sólo ondas en el lago de la vida. ¿Qué clase de actitud puede tener una ola con respecto al océano? ¿Qué tipo de actitud puede tener una hoja de hierba hacia la Tierra,la Luna, el Sol o las estrellas?
Todas las actitudes son egoístas, todas las actitudes son estúpidas. La vida no es una filosofía,  no es un problema; es un misterio. Tienes que vivirla,  no de acuerdo a cierto patrón de conducta, no de acuerdo a un condicionamiento, de acuerdo con lo que te han contado sobre ella.Tienes que empezar de nuevo, desde cero. No me interesa saber lo que haces para vivir. Quiero saber cuál es tu dolor y si estás dispuesto a soñar para encontrar el anhelo de tu corazón. No me interesa saber qué edad tienes.
Quiero saber si arriesgarás parecer un tonto, por amor, por tus sueños, por la aventura de estar vivo. No me interesa saber que planetas circundan tu luna.
Quiero saber si has tocado el centro de tu propia tristeza,si has estado abierto a las traiciones de la vida o si te has vuelto marchito y cerrado por miedo a más dolor!
Quiero saber si te puedes sentar con el dolor, tuyo o mío,sin moverte para esconderlo, disminuirlo o arreglarlo.
Quiero saber si puedes estar con la alegría, tuya o mía y si puedes bailar libremente y dejar que el éxtasis te llene desde las puntas de los dedos de tus manos y hasta los pies, sin advertirnos ser cuidadosos o realistas o recordar las limitaciones de ser humano.
No me interesa si la historia que me cuentas es cierta. Quiero saber si puedes desilusionar a otros por ser sincero contigo mismo; si puedes soportar la acusación de la traición, sin traicionar tu propia alma.
Quiero saber si puedes ser fiel y por lo tanto ser digno de confianza. Quiero saber si puedes ver la belleza, aún cuando cada día no sea hermoso… Quiero saber si puedes vivir el fracaso, tuyo o mío.
Y aún así, pararte en la orilla de un lago y gritarle a la luna plateada… ¡Si! No me interesa saber dónde vives, o cuánto dinero tienes.
Quiero saber si te puedes levantar después de una noche de dolor y desesperación, abatido hasta los huesos, y hacer lo que necesita ser hecho para los niños. No me interesa saber quién eres, o cómo llegaste aquí.
Quiero saber si te puedes parar conmigo en el centro del fuego y no retroceder. No me interesa dónde, qué, o con quién has estudiado. Quiero saber si te sostienes desde adentro cuando todo se cae a tu alrededor. Quiero saber si puedes estar solo contigo mismo. Y si verdaderamente disfrutas la compañía que mantienes en tus momentos vacíos.

OSHO

viernes, 22 de febrero de 2013

Amor genuino y autodisciplina


El amor está en todas partes, lo veo.
Eres todo lo que puedes ser, continúa siendo lo que puedes ser.
La vida es perfecta, lo creo.
Ven y juega conmigo la partida.  Scott Peck



Amor genuino y autodisciplina
...Como el amor genuino supone una extensión de uno mismo, se necesitan grandes cantidades de energía y, gústenos o no, el depósito de nuestras energías es tan limitado como las horas de nuestros días. Verdad es que podemos tener un sentimiento de amor por la humanidad y ese sentimiento puede ser también útil al proveernos de la energía suficiente para manifestar genuino amor por unos pocos individuos determinados. Pero el genuino amor por relativamente pocos individuos es todo lo que está a mi alcance. Intentar ir más allá de los límites de nuestra energía significa ofrecer más de lo que podemos dar y hay un punto más allá del cual, el intento de amar a todo el mundo se hace fraudulento y dañoso para aquellos mismos a quienes deseamos ayudar. En consecuencia, si tenemos la suerte de encontrarnos en una situación en la cual muchas personas demandan nuestra atención, debemos elegir a aquellos a quienes hemos de amar verdaderamente. La elección no es fácil; puede ser enormemente dolorosa, como lo es asumir un poder semejante al de Dios.
Pero es menester elegir. Aquí deben tenerse en cuenta múltiples factores, en primer término, la capacidad del presunto objeto de nuestro amor para responder a ese amor con crecimiento espiritual. Esta capacidad es diferente según las personas. Sin embargo es incuestionable que muchas personas tienen el espíritu tan cerrado detrás de una impenetrable armadura, que hasta los mayores esfuerzos para su crecimiento están condenados seguramente al fracaso. Procurar amar a alguien que no puede beneficiarse con nuestro amor desarrollándose espiritualmente es malgastar energías, sembrar en tierra árida.
El genuino amor es algo precioso y quienes son capaces de amar genuinamente saben que su amor debe ser lo más productivo y fértil posible por obra de la autodisciplina.
También debemos examinar el problema inverso de amar a demasiadas personas. A algunas personas por lo menos les es posible amar más de una persona al mismo tiempo y mantener simultáneamente una serie de relaciones de genuino amor. Éste puede ser un problema por varias razones, una de ellas es el mito occidental del amor romántico, según el cual ciertas personas están destinadas a otras, de suerte que, por extrapolación, no pueden estar destinadas a ninguna otra. Por eso, el mito prescribe la exclusividad en las relaciones amorosas, muy particularmente la exclusividad sexual. Probablemente el mito resulte útil en cuanto a contribuir a la estabilidad de las relaciones humanas, puesto que la gran mayoría de los seres humanos se ven así exigidos al límite de su capacidad para extenderse y desarrollar relaciones de genuino amor solamente con sus cónyuges y sus hijos. Hay algunas personas cuya capacidad de amar es suficientemente grande como para establecer relaciones de amor felices en el seno de la familia y aun les quedan energías para otras relaciones. Para esas personas el mito de la exclusividad es no sólo palmariamente falso, sino que también representa una limitación innecesaria a su capacidad de darse a otros fuera de la familia. Es posible superar esta limitación, pero se necesita gran autodisciplina a fin de no “derramarse uno de manera demasiado diluída”.

Esta cuestión es extraordinariamente compleja. El teólogo episcopal autor de The New Morality, le dijo a un amigo mío: “El amor libre es un ideal. Desgraciadamente es un ideal del cual muy pocos de nosotros somos capaces”. Lo que quería significar era que muy pocos tenemos una capacidad de autodisciplina suficientemente grande, como para mantener constructivas relaciones de amor tanto en el seno de la familia como fuera de ella. Libertad y disciplina son criadas que están a nuestro servicio; sin la disciplina del genuino amor, la libertad es invariablemente destructiva. El genuino amor con toda la disciplina que requiere es la única senda de esta vida que lleva a una alegría sustancial. Échese a andar por otro camino y se encontrarán raros momentos de extática alegría, pero serán momentos fugaces, cada vez más engañosos. Cuando amo genuinamente estoy extendiendo mi persona y al extenderme estoy creciendo. Cuanto más amo, más amplio me hago. El genuino amor se alimenta a sí mismo. Cuanto más promuevo el crecimiento espiritual de otros tanto más promuevo mi propio crecimiento espiritual.  


M. Scott Peck
Extracto de " La nueva Psicología del Amor"

jueves, 21 de febrero de 2013

MIEDO?

Al miedo hay que asustarlo


El conocimiento, el saber, la razón y la lógica pueden aminorar algunos miedos y eliminar otros de manera radical; sin embargo, no proporcionan necesariamente coraje.
La valentía es una actitud, como decía Descartes, que tiene bastante de pasional. No podemos vivir sin arrojo, lo necesitamos para amar, para llorar, para gritar, para defendernos, para renunciar, para combatir, para decir no, para ser felices y para mil cosas más. El coraje es el motor de la existencia digna. Pero ser valiente no es ser suicida, sino mezclar pasión y razón para sostenerse un minuto más que los demás en la situación temida. ¡Aguante un segundo más y será condecorado! El héroe o la heroína no desconocen la adrenalina, la viven intensamente, la soportan hasta alcanzar su meta, la padecen de manera consciente. No hay heroísmo sin tozudez y no hay valentía sin esfuerzo.
La persona que ejercita el coraje como virtud, jamás olvida la excepción a la regla; es experta en discriminar cuándo se justifica y cuándo no; reconoce que para deponer las armas también se necesita coraje. En la Ética, Espinosa, dice: «En un hombre [o mujer] libre, una huida a tiempo revela igual firmeza que la lucha; o sea, que elige la huida con la misma firmeza o presencia de ánimo que el combate». Yo agregaría que, además de la grandeza moral, se requiere de inteligencia práctica: capacidad de pensar y evaluar las consecuencias. Para que el coraje sea virtuoso, además de un corazón enardecido se necesita un cerebro bien puesto. Prudencia no es cobardía.

En psicología clínica, la regla principal para vencer el miedo sin fundamento (es decir, el que no se desprende de la realidad objetiva) es enfrentarlo, exponerse a él y agotarlo, extinguirlo.
Obviamente, muchos de estos actos de valentía deben ceñirse a ciertos procedimientos técnicos, pues si la exposición in vivo está mal planeada, la persona puede sensibilizarse en vez de desensibilizarse. Pero en términos generales, nadie duda que la audacia y el experimentalismo responsable, como forma de vida, disminuyen las probabilidades de adquirir enfermedades psicológicas relacionadas con la ansiedad.
Quienes gustan de explorar, innovar y abrir nuevas puertas, husmear en lo desconocido, crean una mayor inmunidad al miedo que aquellas que viven restringidas, limitadas y agarradas a sus fuentes de seguridad.
 El principio de la exposición activa, propone un estilo orientado a asumir los riesgos necesarios para vencer el miedo psicológico y ponerle el pecho al desaliento. Es imposible superar el temor irracional, cualquiera sea, mirándolo a la distancia, negándolo o escapando. Si el miedo es absurdo, hay que aventurarse y meterse en el ojo del huracán, ya sea con ayuda profesional, con medicamentos o acompañado, como sea... Hay que luchar contra el miedo patológico, o si se quiere, hay que «sufrirlo» un rato, empezar a faltarle el respeto, molestarlo y hasta tomarle el pelo. Hay que retarlo, llamarlo, invitarlo a entrar y jugar de local: hay que asustar al miedo, para perder el miedo.

Walter Risso


miércoles, 20 de febrero de 2013

Otro nivel de conciencia


"Cuando mire a los ojos a otra persona, a quien sea, y vea su propia alma reflejada, se dará 
cuenta que ha alcanzado otro nivel de conciencia." 
Brian Weiss 



Aumentar la conciencia del yo y del otro

Lo que se me revela es lo que es importante para mí, lo que me incumbe. Toda persona debe preocuparse de sí misma, de convertirse en un todo. Tenemos lecciones que aprender... todos nosotros. Hay que aprenderlas una a una, por orden. Sólo así podremos saber qué necesita la persona que tenemos cerca, qué le falta o qué nos falta a nosotros para ser un todo.
Comprenda la naturaleza del yo, del yo verdadero, que es inmortal. Darse cuenta de eso le ayudará a ver siempre las cosas desde la perspectiva adecuada.
Conózcase, para poder ver claramente, sin las distorsiones de la mente consciente o del subconsciente.
Practique la meditación y la visualización, la observación distanciada, la percepción tranquila, las sensaciones de amor-cariño desde la distancia o el distanciamiento del amor, Cultive ese estado.
Conozca sus ideas y sus suposiciones y dese cuenta de que puede que las haya adoptado sin cuestionárselas.
Cuando se generaliza estableciendo grupos o tópicos se hace imposible ver a los individuos por sí mismos.
Las suposiciones erróneas arraigadas en el pasado, como «los hombres Son unos brutos y unos insensibles» o «las mujeres son demasiado sensibles y emotivas» ocasionan una percepción distorsionada de la realidad.
La experiencia tiene mucha más fuerza que las creencias. Aprenda de sus experiencias. Lo que ayuda sin hacer daño tiene valor. Descarte las creencias y los pensamientos caducados.
La felicidad nace en el interior de las personas. No depende de cosas externas o de otra gente. Cuando nuestra sensación de seguridad y felicidad depende del comportamiento y los actos de los demás, nos volvemos vulnerables y podemos sufrir con facilidad. Nunca le dé su poder a nadie.
Intente no tener demasiado apego a las cosas. En el mundo tridimensional aprendemos gracias a las relaciones, no a las cosas. Todos sabemos que no podemos llevárnoslas con nosotros cuando nos vayamos.
Cuando morimos y nuestras almas progresan hasta dimensiones superiores, nos llevamos nuestros comportamientos, nuestras acciones, nuestros pensamientos y nuestro conocimiento. La forma de tratar a los demás en las relaciones es infinitamente más importante que lo que hemos acumulado materialmente.
Además, podemos ganar y perder muchos objetos materiales a lo largo de la vida. En la otra vida no nos encontraremos con nuestras posesiones, sino con nuestros seres queridos. Esta idea debería ayudarle a recapacitar sobre sus valores en caso de que sea necesario.
Los hombres son de Marte, las mujeres de Venus, de John Gray, es desde hace muchos años todo un éxito de ventas en muchos países. Existe un abismo entre los sexos que se manifiesta en nuestra forma de pensar y en nuestro comportamiento. No vemos el mundo del mismo modo. La testosterona, la hormona masculina, inclina a los hombres hacia la agresión y la competitividad, en lugar de la cooperación, hacia la «propiedad» del territorio y de la familia. El estrógeno y la progesterona, las hormonas femeninas, parecen fomentar la sensibilidad, la comunicación en lugar de la competición, un menor deseo de agresión y una mayor ansia de protección.
La forma en que se educa a los niños y a las niñas aumenta esa asimetría innata y refuerza los muros biológicos que separan a hombres y mujeres. A los niños se les anima socialmente a ser más agresivos, más competitivos, más enérgicos. A las niñas, a ser más pasivas, más comunicativas, más cooperativas. Los padres y los maestros, la sociedad y la cultura, y los medios de comunicación y los publicistas nos enseñan valores distintos.
Parece que hay mucho de cierto en todo esto. No puede resolverse ningún problema hasta que se tome conciencia clara de este problema. Pues bien, ya lo sabemos. 
¿Y ahora qué pasa? Está claro que hay que educar a los niños para que sean conscientes de su sensibilidad y la expresen más.
Hay que enseñarles a cooperar más y a aprender a comunicarse mejor. A las niñas se las debe educar para que estén más seguras de sí mismas y sean más enérgicas. En líneas generales, hay que modificar más la formación de los niños que la de las niñas, ya que el mundo está sumido hoy en una violencia provocada casi exclusivamente por hombres.
Pero ¿qué hay de las diferencias biológicas innatas? ¿Cómo podemos cambiar la biología? ¿Qué podemos hacer con la testosterona? He aquí una metáfora.
Las hormonas y determinados factores genéticos hacen que a los hombres les salga pelo en la cara.
¿Quiere eso decir que las barbas son inevitables, que todos los hombres tienen que ir por la vida con largas barbas?
Naturalmente, la respuesta es que no. Los hombres pueden decidir afeitarse la barba. Cualquier hombre tiene la opción de afeitarse o no.
Las influencias biológicas son tendencias, superables con voluntad consciente. La testosterona y las demás hormonas impelen, pero no compelen. Del mismo modo que los hombres pueden decidir afeitarse, también pueden elegir no ser violentos, ser menos agresivos, cooperar más y ser más comunicativo s y sensibles. La decisión consciente de elegir la senda del amor, no la de la violencia, es el siguiente paso para los hombres.
Tras esa elección tenemos otro paso más, que es el despertar a la verdad espiritual de que estamos formados por espíritu y alma, no por cuerpo y cerebro. El alma no tiene sexo, no tiene hormonas, no tiene tendencias biológicas. El alma es pura energía de amor.
A medida que nos vamos haciendo conscientes de nuestra naturaleza espiritual, reconocemos nuestra auténtica esencia. Somos inmortales y divinos. Renunciara la violencia, alodio, a la dominación, al egoísmo y a
la propiedad de las personas y de las cosas es mucho más sencillo tras ese reconocimiento. Aceptar el amor, la compasión, la caridad, la esperanza, la fe y la cooperación pasa a ser lo más natural.
En el transcurso de nuestras muchas vidas se dan algunos cambios de sexo. Todos hemos sido hombres y todos hemos sido mujeres. Aunque creo que tendemos a especializarnos en un sexo o el otro, todos tenemos
que hacer, por así decirlo, algunas asignaturas optativas como personas del otro sexo. Tenemos que aprender
de todas partes. Ricos y pobres. Fuertes y débiles. Budistas, cristianos, judíos, hindúes, musulmanes o de otras religiones. Distintas razas. Y, por descontado, hombres y mujeres.
Y así, al final, todos podemos aprender a superar cualquier tendencia biológica negativa para manifestar plenamente nuestra naturaleza espiritual. De forma similar, y por el mismo motivo, todos podemos aprender a superar cualquier enseñanza social o cultural negativa.
Algunos se quedan rezagados porque no todos avanzamos a la misma velocidad, aunque recorremos la misma senda. Los que van al frente tienen que mirar hacia atrás, con compasión y con amor, y ayudar a quienes se quedan atrás.
Hay que mirar hacia atrás y ayudar, sin esperar recompensa, ni siquiera agradecimiento. Hay que mirar hacia atrás y ayudar, porque eso es lo que hacen los seres espirituales.

No se preocupe por las opiniones de los demás. Si de verdad necesita y quiere rechazar alguna oferta u obligación, dígalo. En caso contrario, la rabia se acumulará en su interior. Se sentirá contrariado por el compromiso y también por la persona que le haya obligado. Es mejor decir que no cuando tenga que hacerlo, y que sí cuando quiera. Cuando una persona no es capaz de rechazar compromisos no deseados, muchas veces aparecen enfermedades físicas, porque ésa es una forma más «aceptable» de decir que no. En ese caso no hay más medio que decir que no, porque quien lo dice en su lugar es el cuerpo. Es mucho más saludable hacerse valer.


La proyección es la acción psicológica consistente en negar el miedo y las motivaciones inconscientes y después traspasar esos miedos y motivaciones a los demás. Tenga cuidado de no proyectar sus sentimientos ocultos en otras personas o de atribuirles intenciones y propósitos cuando no los tienen. Esa distorsión de la realidad le hace daño a usted y se lo hace también al otro.
Por ejemplo, si tiene miedo a que le abandonen y poca autoestima, y un día tiene una cita en un restaurante para cenar y su acompañante no aparece, puede decirse: «En realidad no le intereso; me ha plantado porque ha encontrado a otra persona mejor”. Pero lo cierto es que a lo mejor se ha quedado atrapado en un atasco.
Comprenda la naturaleza y la influencia de los patrones repetitivos, desde las experiencias de la niñez o incluso desde vidas anteriores. Si no se comprenden, los patrones tienden a repetirse y perjudican inútilmente la relación.
Una de las lecciones más importantes de la vida es aprender a ser independiente, a comprender la libertad.
Eso significa tener independencia de los compromisos, de los resultados, de las opiniones y de las expectativas.
Romper los compromisos conduce a la libertad, pero eso no quiere decir abandonar una relación de amor importante, una relación que sea alimento para el alma. Lo que quiere decir es terminar con la dependencia de cualquier persona o cosa. El amor no es nunca una dependencia.
El amor es un estado absoluto, incondicional y eterno que no exige nada a cambio.
Es importante que se quiera y se cuide consecuentemente, por lo que no debe permanecer en una relación destructiva, aunque crea que quiere a la otra persona. Puede que la conexión con esa persona no funcione por los problemas de ella, por su falta de comprensión o de voluntad propia, pero es importante recordar que el amor es eterno. Tendrá muchas más oportunidades de que le salga bien.
Vea a la otra persona con claridad y no la ponga en un pedestal. Sus padres, sus profesores y sus figuras de autoridad son personas como usted. Tienen sus miedos, sus dudas, sus preocupaciones y sus imperfecciones.
También tienen sus objetivos, y a veces usted puede ser un títere en sus manos. Considéreles como a iguales, como a hermanos. Sus juicios no tienen un peso especial. Considere las opiniones que emitan. Tal vez sean sensatas, acertadas. Pero también es posible que sean erróneas.

No se fíe de la apariencia de la gente. Las personas más peligrosas suelen tener un aspecto de lo más seductor: fascinantes, divertidas, impulsivas, arriesgadas, que viven al límite. A menudo esos rasgos externos nos ciegan y no vemos el peligro. Aprenda a mirar con el corazón, no con los ojos.
El rechazo, es decir la negación de sentimientos, miedos y motivaciones internos, es lo contrario de la conciencia. Si es su caso, es posible que diga y haga cosas que dañen la relación. Cuando haya despertado, cuando se conozca de verdad, no hará daño a la otra persona sin darse cuenta.


Brian Weiss ( Los mensajes de los Sabios)




domingo, 3 de febrero de 2013

" Mis debilidades son mas fuertes que yo"


El Sentido de Sentir



Cuando las emociones me dominan

Las emociones ocupan un lugar protagónico en nuestra vida cotidiana, tanto en el ámbito de lo personal como en lo social. En general, con ocasión de algún evento, un grupo humano o una persona en particular pueden pasar de la tranquilidad a la rabia, de la satisfacción a la desesperación, incluso de la paz a la violencia.

Y es que las emociones se pueden experimentar como una invasión de sensaciones incontrolables que prácticamente se adueñan de nuestra personalidad y, sin fórmula de juicio, nos encontramos diciendo o haciendo cosas que nos generan un gran sufrimiento, o peor aún, en las que nos desconocemos totalmente.

Por ejemplo, un grupo de aficionados de un equipo deportivo puede pasar de celebrar un triunfo, a la agresión más furibunda. O una persona afirmar: "no sé qué me pasó, me dio tanta rabia que insulté a mi mamá y yo no soy así; me parece tan extraño, no suelo reaccionar así pero es que me dio tanto dolor que no me pude contener". En muchas ocasiones la conocida frase de Mafalda "hasta mis debilidades son más fuertes que yo" sirve bien para describir nuestra relación con las emociones.

Lo usual en nuestras costumbres culturales es suponer que las emociones tienen un comportamiento parecido a los virus: nos dan, como la gripe, sin mayor intervención de nuestra voluntad. El resultado de esta manera de pensar es que permitimos que ellas se encarguen de nosotros y no, como debería ser, nosotros de ellas. ¿Será que somos capaces de lograr que nuestras debilidades sean menos fuertes que nosotros?

En verdad, y contrario a las creencias populares, las emociones que experimentamos son las que elegimos. Lo curioso es que, normalmente, no nos tomamos el tiempo necesario para observar de dónde vienen, ni cuáles son las creencias que las sostienen. Cuando una persona se detiene a observar sus reacciones emocionales, como en cámara lenta, descubre que no ocurrieron porque sí, sino que más bien ellas se seleccionan con un propósito específico.

Una joven no lograba entender sus "ataques" de ansiedad. Decía que le daban intempestivamente, le parecía que le venían en cualquier momento. Al ponerle la cámara lenta a sus experiencias, comenzó a descubrir que entre ellas había un patrón común. En general, la ansiedad le daba cada vez que le pedían informaciones precisas. En ese momento sentía como si la respuesta fuera un asunto de vida o muerte, le atacaba el temor a equivocarse. Al preguntarle qué era lo más grave que podía pasar si se equivocaba, su lógica normal la llevó a responder, pues nada. Pero al observar en cámara lenta la situación, notó que ella creía que si se equivocaba los demás no la aprobarían y, entonces, eso sí sería grave. La idea de ser reprobada, por cualquiera, era peligrosa, pues la llevaba a crear la ansiedad que se estaba tomando su diario vivir.

En este punto habíamos entendido de dónde venía la ansiedad, pero el sufrimiento aún continuaba. Y es que ella estaba segura de que si no encontraba aprobación su vida, se desmoronaría inevitablemente. Nos preguntamos entonces, si podía estar absolutamente segura de que eso era verdad. Después de pensarlo llegó a la conclusión de que no podía. Es más, admitió que había una duda razonable que eso pudiera suceder. Además, le dedicó un poco de tiempo a imaginar como sería su vida si fuera libre de creer que la aprobación era tan necesaria. Y, sobra decir, que le gustó lo que pudo suponer.

Las emociones no son como los virus: no nos invaden sin motivo ni razón. Pero lo que sí es claro, es que los motivos y las razones no son tan externos como acostumbramos creer. No están fuera de nosotros. Más bien, habitan en nuestro mundo interno. De manera tal que el desencadenante de los estados emocionales amables o destructivos, es nuestra propia manera de pensar o interpretar los eventos, y no son los eventos en sí mismos.

Si queremos vivir en una sociedad donde las emociones no se lleven por delante las mejores intenciones de las personas o de los grupos, una sociedad donde seamos más fuertes que nuestras debilidades, será necesario hacer un alto en el camino, observar las emociones y examinar la veracidad de las creencias que las sostienen, pues solo somos responsables de los efectos de nuestras acciones en el mundo cuando somos dueños de nuestras emociones.

 María Antonieta Solórzano

sábado, 2 de febrero de 2013







"Me gusta lo 

imposible, 


tengo miedo de lo 

probable, 

me da risa lo 

ridículo y 

lloro porque tengo 

ganas, 


pero no siempre tengo motivo."




Bob Marley

viernes, 1 de febrero de 2013

No prediques...solo alíneate


Parábola del Pozo de Alquitrán






Imagínate a ti junto a muchos otros seres humanos, en un pozo de alquitrán, cubiertos de alquitrán de la cabeza a los pies, incapaces de moverse rápidamente de un sitio a otro debido al espesor del alquitrán. A medida que se desplaza penosamente de un lugar a otro, se va acostumbrando a esta situación y, año tras año, vives tu vida de este modo junto a los demás. Al igual que la gravedad del planeta, el estorbo del alquitrán simplemente se acepta, es una realidad para todos. Este es tu estado imaginado.

De repente, pero de manera callada, se te ofrece un regalo de Dios. Se trata de una herramienta "mágica" que limpia tu cuerpo y lo mantiene limpio ¡aunque sigas en el alquitrán! Como un campo energético, repele el alquitrán a medida que avanzas en él. Aceptas el regalo y el trabajo que lo acompaña, y empiezas a aprender a usarlo. Cambias lentamente. Para los demás, estás empezando a destacarte, porque eres diferente; fresco y limpio mientras ellos se mueven a tu alrededor aún en el oscuro alquitrán. Empiezas a darte cuenta de cómo has co-creado esta situación para Ti, pero también te das cuenta de que se trata de un regalo muy personal y por lo tanto no dices nada.

Pero ¿crees que los que te rodean harán caso omiso del cambio mientras andas libremente sin que el alquitrán te toque o impida los pasos a tus pies? Verán cómo el alquitrán toca tu cuerpo y nunca lo ensucia. ¿Qué crees que sucederá? ¡Ah! ¡Fíjate! ¡ELLOS están a punto de cambiar! La primera cosa que ocurrirá es que vayas a donde vayas, siempre habrá espacio, porque te abrirán el paso. La segunda cosa que ocurrirá es que te preguntarán cómo es posible algo así. Y cuando descubran la "herramienta mágica de Dios", cada uno de ellos empezará a usarla por sí mismo y habrá más humanos "limpios"; cada persona estará creando para sí misma personalmente, igual que lo hiciste Tú.

Mientras continúas calladamente tu vida durante un período de tiempo, ¡fíjate en lo que les sucede a los que te rodean! Más de la mitad de ellos estarán "limpios" y sin el estorbo del alquitrán. Párate y piensa en lo que realmente ha sucedido. Tú no has predicado sobre tu regalo ni has pedido a ninguna de estas personas que cambie para ti y sin embargo han cambiado. Así es como el resultado de sólo una persona... ¡crea nuevas posibilidades para muchos otros!

Les decimos, queridos, que cuando se cambian a ustedes mismos, es el principio del cambio alrededor de ustedes. Los humanos no pueden quedarse quietos cuando ven paz y amor emanando de ustedes. Es conciliador y está lleno de amor a la vez. Como un imán entre otros imanes, tu nueva polaridad tendrá efecto, antes o después, en el alineamiento de todos los que te rodean y tu existencia nunca será igual.


Kryon

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