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sábado, 30 de marzo de 2013

FELICES PASCUAS!


“Quien quiera salvar su vida la perderá pero quien pierda su vida por mi, la encontrará” 



Jesús, Maestro de Vida

"¡Escuchen! El sembrador salió a sembrar. 
Mientras sembraba, parte de la semilla cayó al 
borde del camino, y vinieron los pájaros y se la 
comieron. 
 Otra parte cayó en terreno rocoso, donde no 
tenía mucha tierra, y brotó en seguida porque la 
tierra era poco profunda; 
pero cuando salió el sol, se quemó y, por falta 
de raíz, se secó. 
 Otra cayó entre las espinas; estas crecieron, la 
sofocaron, y no dio fruto. 
 Otros granos cayeron en buena tierra y dieron fruto: fueron creciendo y 
desarrollándose, y rindieron ya el treinta, ya el sesenta, ya el ciento por uno". 
 Y decía: "¡El que tenga oídos para oír, que oiga!". 

Los que escuchan a Jesús saben de qué les está hablando, saben lo que es sembrar  y lo que es vivir pendientes de la futura cosecha. ¿De qué les quiere hablar Jesús?  En algunos terrenos la siembra ha sido un fracaso sin embargo la mayor parte de la  semilla cae en tierra buena. Con el Reino de Dios sucede lo mismo. No todo el  mundo lo acoge. No faltan obstáculos y resistencias pero la fuerza de Dios dará su  fruto. Jesús está sembrando. Es el momento de responder. Pero ¿cuál es la  respuesta que Dios espera? No es hacer penitencia ni ayunos ni observancias  legalistas. Tampoco se dirige solo a los pecadores. Llama también a los justos. 
Todos han de cambiar. Han de cambiar EL CORAZÓN! ese núcleo interior donde se  deciden las buenas y malas acciones. Dios pide a todos un Corazón BUENO.

Un corazón de niño, sincero, humilde, confiado. Dice Jesús: “Os aseguro: el que no  recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Jesús está pidiendo una  personalidad nueva QUE RENAZCA DE NUESTRA ESENCIA.

FELICES PASCUAS
QUE LA RESURRECCIÓN DE CRISTO SEA UNA BENDICIÓN PARA CADA CORAZÓN SEDIENTO DE AMOR!



Como un niño...


 :) Viviendo el Verdadero amor...renaces y vuelves a ser UN NIÑO...

Recuerda esto : recobra tu niñez. Todo el mundo suspira por ello , pero nadie hace nada por recobrarla. ¡todos suspiran por ello! la gente continúa diciendo que la infancia es un paraíso y los poetas siguen escribiendo poemas sobre la belleza de la infancia. ¿Quién te lo impide? ¡Recóbrala! Coge esta oportunidad y recóbrala.
La poesía no te ayudará y el recordarla no te servirá de nada. ¿Por qué no volver a ella? ¿Por qué no ser de nuevo un niño? te digo que si eres capaz de volverte de nuevo un niño empezarás a crecer de una forma distinta. Por primera vez estarás realmente vivo. Y en el instante en que tienes ojos de niño, los sentidos de un niño, joven, vibrando con la vida, la vida al completo vibrará contigo. recuerda, es tu vibración la que necesita transformación. El mundo está siempre vibrando en éxtasis, solamente ocurre que tú no estás en sintonía con ello. El problema no es con el mundo, es contigo : tú no estás en sintonía. El mundo está danzando, siempre en celebración, a cada instante está de fiesta. La fiesta prosigue por toda la eternidad, solamente ocurre que no estás sintonizado con ella. Te has separado de ella y te has vuelto muy serio, muy erudito, muy maduro. Estás cerrado.
¡Despréndete de este caparazón! Fluye de nuevo en la corriente de la vida. Cuando llegue la tormenta los árboles danzarán, tú también danzarás. cuando llegue la noche y todo esté oscuro, tú También te oscurecerás. Y por la mañana cuando el sol salga, déjalo que también salga dentro d eti. Sé como un niño y disfruta, sin pensar en el pasado.
Un niño nunca piensa en el pasado. en realidad no tiene pasado en el que pensar. Un niño no está preocupado por el futuro, no posee consciencia del tiempo. Vive totalmente despreocupado. Se mueve momento a momento y nunca se queda con algo incompleto. Cuando se enfada, se enfada y en su enfado le dirá a su madre, "Te odio." Y no son sólo palabras, son la realidad. En verdad, en ese instante el siente un odio total. Al instante siguiente se saldrá de él y se pondrá a reír y besará a su madre y le dirá , "te quiero." No hay contradicción. Son dos momentos diferentes. Odiaba totalmente y ahora ama totalmente. Fluye como un río, zigzagueando, pero esté donde esté, dondequiera que esté el río, él es total, fluye.
Durante estos días sé como un niño, total. Si odias, odia; si amas, ama; si te enfadas, enfádate, y si estás alegre , entonces está alegre y baila. No acarrees con nada del pasado. Permanece fiel al momento, no anheles el futuro. Durante estos ocho días, abandona el tiempo. ¡Abandona el tiempo!
Por eso es por lo que te digo que no seas serio, porque cuanto más serio eres, más consciente eres del tiempo. Un niño vive en la eternidad, no existe el tiempo para él. No se da ni cuenta de él. Estos ocho días serán una verdadera meditación si abandonas el tiempo. Vive momento a momento y sé auténtico con ello.
Sé juguetón. Será difícil, porque estás muy estructurado. tienes una armadura a tu alrededor y es muy difícil el aflojarla, relajarla. No puedes bailar, no puedes cantar, no puedes simplemente saltar, no puedes ni gritar ni reír ni sonreír. Incluso aunque desees reír querrás antes tener algo de lo que reírte. Deberá haber alguna causa, solamente entonces serás capaz de llorar y sollozar.
Deja el conocimiento de lado, deja a un lado tu seriedad, sé absolutamente juguetón durante ocho días. No tienes nada que perder. Si no ganas nada, tampoco perderás nada. ¿Qué puedes perder siendo juguetón? pero te digo esto : nunca serás de nuevo el mismo.
Mi insistencia en ser juguetón se debe a esto : quiero llevarte de vuelta al mismo punto en que dejaste de crecer. ha habido un punto de tu infancia en el que dejaste de crecer y empezaste a ser falso. Puede que estuvieras enfadado, de mal humor, enojado y que tu madre o tu padre dijera, "¡No estés enfadado! ¡No es correcto!" eras natural, pero se creó una división y una elección se te presentó. Si hubieras seguido siendo natural nunca hubieras obtenido el amor de tus padres.
Durante estos días deseo devolverte al lugar en que empezaste ha ser "bueno" en vez de ser natural. Sé juguetón para que recuperes tu infancia. será difícil porque tendrás que dejar de lado tus máscaras, tus rostros, tendrás que dejar de lado tu personalidad. pero recuerda, la esencia puede afirmarse solamente cuando la personalidad no está presente, porque tu personalidad se ha convertido en tu prisión. déjala a un lado. Será doloroso, pero vale la pena porque con ello renacerás. Y no hay renacimiento posible sin dolor. Si estás realmente decidido a renacer, entonces acepta el riesgo.
Osho: Meditacion: La Primera y la Ultima Libertad.

miércoles, 27 de marzo de 2013

Relacionandonos


Relación Consciente

Amar es el arte de estar con otros. Meditar es el arte de estar contigo mismo. Son las dos caras de la misma moneda.
Una persona que no sabe como estar consigo misma, no puede relacionarse verdaderamente con otros.
Su relación será incómoda, carente de gracia, desagradable, ocasional y accidental.
En un momento dado todo va bien y al momento siguiente todo desaparece.
Siempre pasará por altibajos, no ganará profundidad.  Será muy ruidosa. Con seguridad te dará en que ocuparte. Pero no será melodiosa ni te podrá llevar a las cumbres de la existencia ni a la profundidad del Ser.
Y viceversa: la persona que no es capaz de estar con otros, de relacionarse, le será muy difícil relacionarse consigo misma, porque el arte de relacionarse es el mismo.
El hecho de relacionarte con otros o de relacionarte contigo mismo no es muy diferente, es el mismo arte.
Estas artes se tienen que aprender en conjunto, simultáneamente, son inseparables.
Procura estar con la gente, no de manera inconsciente, sino muy conscientemente.  Relaciónate con la gente como si estuvieras cantando una canción, como si estuvieras tocando una flauta; cada persona tiene que ser considerada como un instrumento musical.  Respétalos, ámalos, venéralos, porque cada persona es una cara oculta de lo Divino.  Por lo tanto se muy cuidadoso, pon mucha atención.  Recuerda que estás diciendo, recuerda que estás haciendo.  Precisamente las cosas pequeñas destruyen relaciones y las pequeñas cosas hacen relaciones muy hermosas.
A veces una simple sonrisa te abre el corazón del otro. A veces una mirada equívoca de tus ojos, cierra al otro.  es un fenómeno muy delicado, piensa en ello como un arte: 
Tal como el pintor es muy cuidadoso con lo que está haciendo al lienzo, cada simple pincelada va a crear una enorme diferencia.
Un pintor de verdad puede cambiar toda una pintura con una sola pincelada.  La vida se tiene que concebir como un arte. Con mucha precaución, con mucha deliberación. 
Por lo tanto, la relación con los demás tiene que convertirse en un espejo.  Mira lo que estás haciendo, cómo lo estás haciendo y que está sucediendo...¿Que le está sucediendo al otro?, ¿ Le estás haciendo su vida mas desgraciada?, ¿ Le estás ocasionando dolor?, ¿ Le estás creando un infierno?
Entonces, aléjate, cambia tus procedimientos. Haz hermosa la vida que te rodea.  Permite que cada persona sienta que un encuentro contigo es un regalo, que solo por estar contigo algo empieza a fluír, a crecer, algunas canciones empiezan a brotar del corazón, algunas flores empiezan a abrirse.
Y cuando estés solo entonces siéntate profundamente silencioso, en completo silencio, y obsérvate a ti mismo.

Osho

martes, 26 de marzo de 2013

El Ego sirve para ser pleno y Feliz?





A poco de aprender realmente acerca del EGO, de interiorizarte en sus herramientas y procedimientos, al analizar con cautela las relaciones humanas, irás reconociendo sus exhibiciones.
Está allí,  en multitud de intercambios entre humanos, con llantos, gritos, pataleos o desconexión de la realidad, o algunos de sus derivados. Manipulando, pretendiendo controlar lo que no se puede controlar, ejerciendo presión, buscando la destrucción, reclamando victorias inexistentes, para dejar al final a la persona en un estado (real o sentido) de impotencia, de pobreza multidimensional.

Aparece su impronta también cuando la persona pretende controlar a Dios (o los elementos ajenos a sí mismo) por medio de rezos, acciones de tal o cual tipo, apelar a intercesores mágicos o “espirituales”, con rituales, pactos, negociaciones, amuletos, lemas repetidos, palabras codificadas, o cuestiones similares de religiosidad más o menos afiliadas a alguna religión.
La persona sometida al EGO, en su delirio de control, aunque poco y nada controla, se cree con poder sobre Dios (o los elementos), para que Éste corra presuroso a hacerle los mandados, a favorecerle con milagros, a cambiar las leyes del universo para que el esclavo sea beneficiario sin hacer nada provechoso ni efectivo. Sí, creen que una cintita controla a Dios (destino, suerte, poderes, etc.), que un sombrerito los hace irresistibles, que unas palabras barbotadas ejercen misteriosos influjos, que su interesada caridad es motivo para recibir a cambio toneladas de dinero o carradas de salud. Sí, en su EGO arraigado en la impotencia fantasean con controlar a Dios, para así controlar al cosmos y todo lo que contiene. (Dios, los elementos o lo que fuera. Pero también están los que niegan cualquier deidad, para mantener a su EGO como única deidad pero encubierta, en sombras. Tema que tal vez tratemos en otra ocasión).

Atención, no te estoy hablando de cuestiones alejadas de tu vida cotidiana, ni de cosas ocultas o metafísicas. Tampoco de personas muy alejadas de ti, sino de ti mismo, de tu prójimo, del que está cerca tal como del que está lejos.
Todos, en mayor o menor medida, caemos en estas trampas y tramas del EGO.

No se precisa grandes estudios ni pasar años en academias para comprender y darse cuenta de la presencia constante del EGO opresor, impotente pero con apariencia de todopoderoso Faraón.
Al poco de despejar tu mente, de acallar tus pasiones, si te atreves a mirar sin excusas ni hipocresía, allí verás el multiforme rostro del EGO, del tuyo, del mío, del vecino, de todos los humanos.
Si bien no es necesario el estudio universitario para reconocerlo, sí es imprescindible la honestidad intelectual, el desapego a la falsa identidad, la humildad para darte cuenta de tus puntos flacos, de tus vicios y carencias. Porque si te engañas, si te consideras por encima del EGO, si pretendes estar por fuera de su influjo, entonces difícilmente puedas darte cuenta de cuan profundamente esclavo eres del EGO, y que poco puedes hacer por tu bienestar y el del prójimo.
Sí, es necesaria humildad, la verdadera, para empezar a ver el rostro de tu EGO, acción que es necesaria para alcanzar a aflojar su lazo sobre ti.

Si te atreves, puedes notarlo con mayor claridad cuando se pone en juego en las luchas por el control, por demostrar el poder, cuando imperiosamente se quiere controlar lo que no se puede controlar. Pueden ser disputas más o menos activas (y con motivo o justificación que fuera), con mayor o menor grado de agresividad manifiesta, con disfraces de culturosa cortesía simulada o simple y llana brutalidad. Allí estará casi a la vista de quien pueda y quiera verlo y reconocerlo.
Por supuesto que con conocimiento y entrenamiento se lo descubre en otras cuestiones, menos evidentes, menos obvias, pero no es necesario querer conocer todo cuando apenas si ahora estás capacitado para ver solo un poquito. Paciencia, entrenamiento, conocimiento, humildad, trabajo, y entonces serás más libre y por tanto podrás gozar de mayor plenitud, esto es, SHALOM y felicidad.
Pero, en tanto sigas ciego, en tanto sigas negando al EGO, en tanto sigas siendo marioneta del EGO, la felicidad te será esquiva, el Shalom estará ausente.

¿Cómo ser feliz si se quiere ganar a cualquier costa?
Tal vez se obtenga alguna pretendida victoria, ilusoria y temporal, alguna alegría superficial, pero nada que se compare a la felicidad auténtica, al shalom.
¿Cómo ser feliz el que es esclavo?
Aquel que emplea cualquier medio para demostrar que tiene LA razón y si no lo consigue tendrá aun otros recursos como violencia, retirar la amistad, presionar económicamente, mentir, aparentar otro sentimiento, infidelidad, agresiones, difamaciones, trampas, etc.
Es que el esclavo del EGO no puede soportar la realidad, su falta de control, por lo que hará cualquier cosa para no admitir que está en estado de inferioridad o debilidad.
En la vertiente del que se presenta con máscara de triunfador, hará demostraciones de presunto poder, ejercerá presión económica, hará uso de fuerza física, moverá influencias sociales, ocultará la verdad, se escudará en títulos o cargos, bloqueará el acceso a la justicia, difundirá media verdades plagadas de muchas mentiras, lo que sea que pueda hacer, todo con tal de aplastar al que se quiere controlar.
En la vertiente del que se presenta con máscara de fracasado o miserable, debes comprender que usa esta charada para obtener la victoria por medio de la manipulación emocional, por la generación de sentimiento de culpa, por la obtención de beneficios secundarios a partir de su actuada debilidad, o cuestiones similares. O sea, desde la impotencia descarada lograr el dominio mentiroso sobre el otro y así obtener su falsa ganancia.

Sin dudas que allí donde predomina el EGO se ausenta la felicidad.
Quizás en algún momento no se batan las armas, no se derrame sangre, haya silencio sepulcral, pero no hay SHALOM, falta la plenitud, no hay armonía, no existe la unidad, se carece de armonía.

Un esclavo del EGO no está dispuesto a negociar con la intención de que todos sean favorecidos justamente, porque él no convence, sino que impone. No busca que cada uno disfrute de su justa porción, ni que sea dichoso en sí mismo, ni que viva de acuerdo a su identidad sagrada, ni que se maneje de acuerdo a su propio criterio y ética espiritual. Sino que desea la sumisión, el silencio cómplice, el aplauso canalla, la palmada aprobadora del compinche o del lacayo. No, no sabe negociar realmente, ni le interesa. Por ahí negocia como otro subterfugio, como otra treta, para seguir en jueguitos de astucia, para alcanzar la deseada victoria. Es que si no siente el éxito, se siente vacío, por completo inútil, sin valor, nada, basura. Necesita imperiosamente llenarse de cosas, de aplausos, de medallas, de bienes, de drogas, de elogios, de rituales, de… de cualquier cosa que le haga sentir algo de alegría, aunque sea pasajera, o al menos que le quite esa voz de la conciencia que le reclama que cambie para que llegue a la armonía multidimensional, al shalom.
Así, que está desesperado por el éxito, por arrollar, por destruir, por hacer desaparecer al opositor, por acusar a cualquiera de traidor, por hacerse la víctima, por adorar a su dios (EGO) con rituales religiosos, por generar conflictos, por sembrar caos, por hacer que todos repitan sus lemas, por adoctrinar según sus creencias, por obligar a los demás a doblegarse, está en constante guerra ya que no tiene otra manera de narcotizarse y delirar con que tiene algún tipo de poder y felicidad. Destruye, apabulla, grita, vocifera, llora, se queja, se hace la víctima, pide perdón en privado para seguir haciendo el mal públicamente, inflama con su oratoria, distribuye enojos y tristeza… no, ciertamente no es feliz…
Su vida está llena de muerte, su muerte carece de vida.

Cuanto más libres del EGO, más Comunicación Auténtica, más pedir sinceramente perdón, más perdonar honestamente, más autenticidad, más agradecimiento verdadero, más discusiones para encontrar la luz y no para demostrar quien supuestamente manda, más respeto por la diferencia, más tiempo para construir, más servicio humilde a Dios, más amor al prójimo sin esperar nada a cambio, más bondad, más justicia, más solidaridad… sí, todo esto que es o redunda en más felicidad.

Yehuda Ribco

lunes, 25 de marzo de 2013




Has visto la LUZ???

¡Nadie ha visto la luz ! ¡Nadie! Y nadie la verá nunca. Pero empleamos las palabras «Veo luz» y con ello significamos que «Veo cosas que no podrían ser vistas sin luz». Cuando dices que hay oscuridad, que no hay luz, ¿qué quieres decir? Tan sólo que «Ahora no puedo ver las cosas». Cuando no puedes ver los objetos, deduces que no hay luz. Cuando puedes ver los objetos deduces que hay luz. De modo que la luz es una inferencia incluso en el mundo exterior, externo. Por esto, cuando uno tiene que entrar, cuando uno está listo para ir hacia adentro, ¿qué queremos decir con luz?
Si puedes percibirte a ti mismo, si puedes verte a ti mismo, eso significa que ahí hay luz. Es extraño pero nunca pensamos en ello. Toda la habitación está a oscuras, no puedes afirmar que haya algo en ella, pero si puedes afirmar una cosa: «Yo existo». ¿Por qué? Tampoco te ves a ti mismo. La habitación está totalmente a oscuras, nada se puede ver, pero sobre una cosa estás seguro y es de tu propio ser. No hay necesidad de pruebas, no hay necesidad de luz. Sabes que existes, sientes que existes. Ahí debe de haber una sutil claridad. Puede que no seamos conscientes de ella, podemos ser inconscientes o muy escasamente conscientes, pero está ahí.
De modo que dirige tu mirada hacia adentro. Cierra todos tus sentidos de modo que no exista una percepción de ninguna luz exterior. Penetra en la oscuridad, cierra tus ojos e intenta ahora entrar, ver en ella. En primer lugar puede que percibas sencillamente oscuridad; es debido a que no estás acostumbrado a ella. Sigue penetrando. Intenta mirar en la oscuridad en que estás metido. Penétrala y poco a poco irás percibiendo muchas cosas dentro. Una iluminación interior comienza a funcionar. Puede ser tenue al comienzo. Comenzarás a ver tus pensamientos porque los pensamientos son objetos interiores. ¡Son cosas! Comenzarás a tropezar con los muebles de tu mente.
Allí hay muchos muebles, muchas memorias, muchos deseos, muchas pasiones insatisfechas, muchas frustraciones, muchos pensamientos, muchos pensamientos-simiente, muchas cosas . Cuando empiezas a percibirlas, intenta primero penetrar la oscuridad. Entonces una lucecita comenzará a manifestarse y te volverás consciente de muchas cosas. Es como cuando entras repentinamente en una habitación a oscuras: no eres capaz de distinguir nada. Pero quédate ahí. Acomódate a la oscuridad, deja que tus ojos se acomoden a la oscuridad. Los ojos han de adaptarse, y eso lleva tiempo. Cuando vienes del exterior, de un jardín iluminado por el sol a tu habitación, tus ojos han de reajustarse a sí mismos. A tus ojos les llevará un poco de tiempo, pero se adaptarán.
Si uno emplea constantemente sus ojos para ver las cosas que tiene cerca, por ejemplo si uno lee sin cesar, se vuelve corto de vista porque un exceso de visión de cerca fija el mecanismo de los ojos. Por eso cuando quiere ver una estrella lejana, no puede verla porque el mecanismo se ha encasquillado. No es flexible. Lo mismo ocurre en el interior: debido a que hemos estado mirando al exterior continuamente, durante vidas, el mecanismo se ha quedado fijo y no podemos mirar hacia adentro.
Pero inténtalo, haz un esfuerzo, mira en la oscuridad. No tengas prisa, porque el mecanismo ha sido fijado durante muchas vidas. Los ojos han olvidado completamente el mirar hacia adentro. Nunca los has empleado para este propósito. Mira pues dentro de la oscuridad, observa la oscuridad y no te impacientes. Penetra la oscuridad, continúa penetrándola y al cabo de tres meses serás capaz de ver en su interior muchas cosas que nunca hubieras pensado que estuvieran allí. Y ahora, por primera vez, tomas consciencia de que los pensamientos son sólo objetos. Y cuando te vuelves consciente, puedes colocar un pensamiento donde tú quieras. Si quieres expulsarlo, puedes expulsarlo.
Pero ahora no eres capaz de expulsarlo. Ahora no eres capaz de eliminar ningún pensamiento porque no eres capaz de agarrarlo. Desconoces incluso que sea un objeto que puede ser cogido y puede ser expulsado. No sabes en dónde están localizados; no sabes de dónde vienen. Todo el mundo dice, «No quiero tener miedo; no quiero enojarme». Pero no pueden hacer nada por evitarlo porque desconocen de dónde proviene esa ira, cuál es su raíz, dónde tiene esa ira su reserva, dónde se acumula esa ira. Desconoces sus raíces.
Todo pensamiento es un objeto. Tiene una reserva acumulada. Por eso, cuando un pensamiento llega, es sólo como una hoja de un gran árbol. No puedes cortarla y tirarla pues otra hoja brotará. Las raíces están ahí; el árbol está ahí. Cuando te vuelvas consciente, incluso sólo un poquito, de que los pensamientos están ahí, de que los deseos están ahí - la ira, la pasión, la lujuria - de que todo está ahí, no empieces a combatirlo. Tan sólo obsérvalos, porque con el observar te volverás más consciente, y con el luchar nunca te volverás consciente. No luches, ¡observa! «Observar» es la palabra, el mantra. Observa sin descanso, y cuanto más observes, más empezarás a sentir que la luz está ahí. La luz está ahí, sólo que tus ojos han de adaptarse.
¡Observa! Con el observar, los ojos se acomodarán. Y cuando haya más luz y todo se vuelva claro, cuando no haya un rincón oscuro, te volverás el amo de tu mente. Podrás excluir lo que quieras, podrás reordenar como quieras. Y una vez te vuelvas el amo de tu mente, te volverás consciente de dónde es que proviene la luz, de dónde está su origen. El sol no está ahí, está afuera. No has ni tan siquiera encendido una vela, y todo se ha iluminado. ¿De dónde proviene esa luz? Primero te darás cuenta de las cosas que son iluminadas, luego te volverás el amo de los objetos de tu mente y luego empezarás a ser consciente de dónde proviene esa luz, de cuál es su fuente. Empezarás a ser consciente de una flor floreciendo. Luego empezarás a ser consciente de dónde proviene esa luz. Entonces podrás conocer el sol.
Tendrás que proceder únicamente de un modo indirecto, desde un objeto iluminado hacia la fuente de la luz. De nuevo la luz no es lo que se ve; de nuevo verás al sol. Empieza primero por percibir los contenidos de la mente. Luego, más y más, la mente se irá aclarando. Luego tomarás consciencia de dónde procede esa luz. Justo en el centro de la mente está su origen. ¡Entonces entra en el origen! Ahora podrás olvidarte de la mente, tú eres el amo. Podrás decir a la mente: «¡Detente!» y la mente se detendrá.
La consciencia es necesaria para ser el amo. Nunca intentes lo contrario: primero ser el amo y luego ser consciente. Nunca funciona, nunca puede funcionar así. Eso no es posible. Sé consciente, y el convertirte en el amo llegará. Te vuelves el amo. Entonces acude al origen, entra en el origen de dónde procede esa luz. ¡Ve! ¡Entra en la Iluminación! Esa entrada en la Iluminación es el «baño». Te has vuelto el amo de tu mente. Ahora puedes convertirte en el amo de la vida misma; ahora puedes convertirte en el amo de la consciencia misma. Y una vez bañado en esa Ilu-minación, en esa fuente de luz, serás capaz de contemplarte a ti mismo en tu eternidad. En este instante, todo el pasado y el futuro estarán ahí. Este instante es eterno. Eres tan puro que el tiempo en su totalidad se junta en ti. El pasado purificado crea un futuro purificado, y este momento se vuelve eterno.
Observa, sé consciente, observa en profundidad los contenidos de la mente. Entonces te harás consciente del origen; luego entra en el origen. Es pavoroso, porque todo lo que has conocido como ti mismo, morirá. Este baño es una muerte, una personalidad, todo morirá, porque la personalidad, la identidad, el ego, todos están en el polvo, en el polvo acumulado alrededor de tu ser. Sólo el ser permanecerá sin nombre ni forma. Y este sutra dice que este es el baño preparatorio. Sólo ahora eres capaz de entrar, y sólo hasta aquí tienes que esforzarte. En el instante en que eres purificado, en el instante en el que has atravesado este baño, en el instante en que los karmas se han disuelto, no necesitas ya hacer ningún esfuerzo.
Desde ese punto, Dios se convierte un campo gravitacional. Has entrado ahora en el Campo de la Gracia. Es lo mismo que la gravitación en la Tierra, pero has de entrar en el campo. Para las naves espaciales tenemos que hacer un arreglo fundamental: deben desprenderse de la atracción de la Tierra, salirse del campo de gravedad. Trescientos veinte kilómetros alrededor de la Tierra, envolviéndola, está el campo. Si estás bajo la acción del campo serás traído de regreso. Si traspasas los trescientos veinte kilómetros, la Tierra deja de poder influenciarte.
Lo Divino no puede tirar de ti al menos que estés totalmente puro, a menos que te vuelvas luz. Entonces, con igual velocidad, entras en lo Divino. De modo que esta entrada en la luz es el último esfuerzo. Una vez has sido purificado comienzas a gravitar. No necesitas moverte, eres atraído. Esta gravedad se conoce como Gracia: la fuerza de gravedad de lo Divino es la Gracia. La Gracia no es realmente una ayuda, ¡no! Es sólo una ley. Dios no otorga la Gracia solamente a algunos, no es así. No es parcial. La Tierra no es gravitacional únicamente para algunos. En el instante en que entras en el campo, la ley empieza a hacer su trabajo.
No digas pues que Dios otorga la Gracia, no digas que Dios es generoso, no digas que tiene compasión. No es cierto. Dios significa «La Ley de la Gracia». La ley comienza a operar. Una vez que entras en su campo, la ley comienza a operar. Una vez te conviertes tú mismo en la luz, la ley comienza a trabajar y tú comienzas a gravitar.

La luz posee la velocidad más elevada según las mediciones de la ciencia, pero en cierto modo es la más alta debido a que no puede decirse que la Existencia posea una mayor velocidad. En realidad la Existencia se mueve sin depender del tiempo. No es cuestión de velocidad. No podemos decir cuanto se mueve en un segundo. El movimiento es absolutamente absoluto. No hay intervalo. Por eso cuando uno penetra en esta Iluminación, es succionado. Incluso la palabra «succionado» requiere de cierto tiempo para ser pronunciada, pero el mismo fenómeno de ser succionado es intemporal.
Cuando digo «succionado», conlleva un tiempo, se pierde un tiempo. Pero, en realidad, cuando alguien entra en la Iluminación, no se requiere ni ese tiempo. No hay un intervalo. Eres succionado y más allá de esa luz está Dios, el templo. Esta luz únicamente te baña, te purifica, como un fuego. Te purificas. Y en el instante en que eres purificado: la entrada, la explosión.
Con la luz te vuelves inmortal, pero todavía percibes. Percibes que has penetrado en la inmortalidad. Pero al entrar en Eso, en el «ser», no percibes ni tan siquiera la inmortalidad. La vida y la muerte carecen ahora de sentido, sólo existe el «ser». Tú «eres», sin condiciones. Esa condición de «ser» es lo Supremo para la religión.
La luz es el campo, la mente está alrededor del campo y nosotros estamos alrededor de la mente, vivimos fuera de la mente. Por eso uno ha de entrar en la mente, luego en la luz y luego en lo Divino. No obstante nos mantenemos vagando alrededor, fuera de la mente. Este estado de estar siempre fuera de casa se ha vuelto un hábito fijo. Nos hemos olvidado de que vivimos en la terraza. Es cómodo, la terraza es un sitio cómodo para estar afuera. Por eso es por lo que nos hemos quedado ahí: es cómodo. Podemos desplazarnos por el exterior siempre y, puesto que nuestros deseos y nuestra mente están siempre en el exterior, vivimos en la terraza. De modo que en cualquier momento, a cualquier oportunidad de irnos, nos vamos. Hemos olvidado el que hay un hogar y que este salir afuera es convertirse en un mendigo. Entrar en la casa significa que has de girar la vista ciento ochenta grados y que has de utilizar tus ojos de una nueva manera, y que tendrás que atravesar una noche oscura. Tan sólo debido a un hábito fijo.
Los místicos cristianos han hablado mucho sobre «la noche oscura del alma». Esta es la noche oscura, debido a que nuestros ojos están fijos. Como dije, uno se vuelve miope, otro se vuelve hipermétrope. Y si continúa mirando a lo lejos, se vuelve incapaz de ver de cerca. Y si continúa mirando cerca, se vuelve incapaz de ver a lo lejos. Los ojos se vuelven fijos. Se vuelven mecánicos, pierden flexibilidad. Así como unos se han vuelto mío-pes y otros hipermétro-pes, nos hemos vuelto «externo-pes». Hemos de desarrollar la «interiorización» (*).
Puede que conozcas la palabra «interiorizar», pero puede que nunca hayas oído la palabra «externo-pe». Sabes que es «interio-rizar», pero carece de sentido a menos que entiendas que significa «externo-pe». Nos hemos vuelto «externo-pes», fijos en lo externo; hemos de desarrollar el «interno-pe», la interiorización. Siempre que tengas tiempo, cierra tus ojos, cierra tu mente al exterior y trata de penetrar en ella. Al comienzo te hallarás en una noche oscura. No habrá nada más que oscuridad. No seas impaciente. Espera y observa y poco a poco la oscuridad se irá disipando y serás capaz de percibir muchos fenómenos internos. Y únicamente cuando te vuelvas consciente del mundo interno, sólo entonces podrás darte cuenta dónde está el origen de donde procede esta luz. Entonces entra en el origen. A esto los Upanishads le llaman «el baño».
¡Cuán estúpida es la mente humana! Lo ritualizamos todo y se pierde el significado. Sólo permanecen entonces los estúpidos rituales. Así nos bañamos antes de acudir al templo. Y no hay ni templo ni baño. El templo está adentro y el baño también. Y este baño, dicen los Upanishads, es el baño en la Iluminación interna.
La luz es en realidad el puente entre lo Divino y el mundo. Lo Divino crea al mundo al crear la luz. La luz es la primera creación, y luego la luz se condensa y sobreviene la materia; luego la luz crece; digo que la luz crece, y luego aparece la vida; entonces la vida crece y aparece el amor.
Luz, vida, amor, esas son las tres capas. No te quedes en la segunda. O retrocede a las raíces o asciende hasta la semilla otra vez, a las flores. Desciende hasta la luz o asciende hasta las flores. Y hay dos caminos. Uno es el camino del conocimiento. Conocimiento» significa descender hasta la luz. Con «Gyana Yoga» el verdadero secreto que se oculta es éste: descender hasta la luz. Y luego está el «Bakti Yoga», el camino de la devoción, que significa ascender hasta el amor.

Osho

sábado, 23 de marzo de 2013

En el Amor se "ES" siendo...




Qué es aquello que no tiene nombre conocido, que mueve el mundo fenoménico, embarga el espíritu, aviva el cuerpo y enaltece el alma de los seres? ¿Con qué lenguaje nombrar los signos del anhelo?
Hay una fuerza latente en cada uno de nosotros, un potencial de entrega compartida que en algunos está despierta, si bien permanece en otros aparentemente dormida. Una fuerza que no conoce la ley de las distancias, un impulso que no sabe de tiempos, limitaciones o dificultades. En la libertad de saberse uno en el amor, la experiencia no se mide en cálculos acumulativos.
La práctica del Zen es una vivencia plena en el amor. A través de la estabilidad de una postura correcta y mediante una respiración fluida y consciente, cuando nos permitimos reposar en el fondo del no pensamiento, nos reconocemos plenamente en los otros, encontramos la empatía universal y emerge la sabiduría despierta.
Amar es aceptar sin resistencias. En el estado del amor el apego y el rechazo no tienen fundamento, caen por su propio peso. El amor es una fuerza que trasciende las fronteras y deja a un lado las categorías personales, supera sin atrevimiento el limitado ser que aparentemente nos creemos ser.
El amor es un impulso tierno de dinamismo expansivo, una experiencia plena que va implícita en cada inspiración, tras cada espiración. Ya dijo un viejo maestro llamado Tôzan Ryokai:
"Si hay fusión, hay felicidad."
Añado estos pensamientos:

Cuando no hay oposición, hay unidad.
Cuando hay unidad, hay trascendencia.
Cuando hay trascendencia, hay integración.
Esta es la ley del amor.
En el amor se es siendo.
La práctica de la meditación Zen nos conduce irremisiblemente hacia un reencuentro en el amor donde no se sabe ya de propiedades ni de egoísmos transitorios. No ha lugar en el estado del amor a la separatividad y todo conflicto es innecesario. Esta es la fuerza del amor a través de la cual no cabe sentirse amenazado porque uno se siente reconfortado en el otro.
El Zen es la práctica de la vida.
El Zen es una práctica en el amor.
Se trata de aprender a vivirse en un estado de entrega y de confianza absolutas. Ya dijo el filósofo Parménides:
"Por efecto del amor,
todos los miembros se reúnen en unidad,
en la cima de la vida floreciente."
Merece la pena que fortalezcamos este impulso.
Que cada cual se haga eco del sonido de su propio corazón.

Denkô Mesa


viernes, 22 de marzo de 2013

No eches la culpa al Viento...






Revisa tu Fuego interior

Cuando el fuego está encendido, el viento, lejos de apagarlo le da más fuerzas.


Poco a poco, pacientemente, fue insistiendo en darle tiempo al calor para subir hasta que las llamas enardecieron. ¡Ya tenía una fogata! Y el viento, aun más intenso, lejos de apagarlo era el que mantenía el fuego encendido.
Cuando el fuego está encendido, el viento, lejos de apagarlo le da más fuerzas. Me repetí.
Nuestra verdad personal, lo que somos, lo que valemos, lo que hacemos, es nuestro fuego. Y puede estar tan débil que las brisas de la duda, las críticas, los errores o las contrariedades lo apagan. Y, lejos de querer encenderlo, nos lamentamos del viento que hay.

Pero el viento no apaga el fuego. Es el fuego que decide su destino desde su debilidad o su fortaleza. Si estamos claros, si nuestra llama está bien encendida, esas dudan, críticas, errores o contrariedades, lejos de amenazarnos, nos elevarán. Jesús supo mucho de esto.
Por eso, no le echemos la culpa al viento y revisemos nuestro fuego interior cuando sentimos que lo externo es tan fuerte que nos amenaza. Si tenemos certeza en quien somos, de nuestro valor y lo que podemos ofrecer al mundo, todo nos fortalecerá, incluso el viento en contra.

Julio Bevione

jueves, 21 de marzo de 2013

Abriéndose a la Vida


Cuando nos permitimos “soltar la cabeza” en nuestra relación con los demás y con nosotros mismos, surge la verdadera libertad para ser, así tal como somos, aquí y ahora. Se abre un espacio para la espontaneidad en cada encuentro con un otro. Recuperamos la liviandad y la frescura. Entonces la palabra “complacer” toma una nueva dimensión. Se transforma en un modo de estar y de dar diferente, de otra calidad. Esa clase de intercambio humano en la que nunca queda del todo claro quién está dando y quién recibiendo, porque los dos disfrutamos de eso que sucede. Como cuando hacemos el amor....con placer. *danza de los 5 ritmos de Gabrielle Roth

APERTURA

"Algunas personas tienen más facilidad para abrir la mente, otras abren el corazón con más facilidad, pero para estar aquí tenemos que abrir ambos. Cuando estás abierto no filtras tu experiencia, no construyes barreras. No intentas defenderte, sino que te abres al misterio y te cuestionas lo que crees.

Cuando te des la increíble oportunidad de dejar de buscarte en ningún concepto o sentimiento, la apertura se expandirá y la identidad se convertirá, cada vez más en apertura. Esto constrasta con cualquier lugar de referencia de la mente llamado creencia o con cualquier sensación específica del cuerpo. No se trata de deshacerse de los pensamientos ni de los sentimientos, sino de situarse fuera de ellos.


La apertura no ocupa ningún sitio concreto. Está por todas partes. Todo cabe en su interior. Puede contener pensamientos. O sensaciones. Quizá contenga sonidos. Tal vez contenga silencio. Pero nada es una molestia ante la apertura. A tu verdadera naturaleza no le molesta nada. Nos molestamos cuando nos cerramos para identificarnos con un punto de vista, con una idea de lo que somos o de lo que creemos ser; entonces vamos en contra de lo que está pasando. Pero cuando somos nuestra verdadera naturaleza, que es apertura, descubrimos que nunca vamos en contra de nada. Todo lo que está pasando en la apertura es perfecto, así que podemos responder a la vida de manera sabia y espontánea".


 Extracto de "La danza del Vacío" de Adyashanti

martes, 19 de marzo de 2013

Enamorados


Estar enamorado



Estar enamorado, amigos, es encontrar
el nombre justo a la vida.
Es dar al fin con las palabras que para hacer
frente a la muerte se precisa.
Es recobrar la llave oculta que abre la cárcel
en que el alma está cautiva.
Es levantarse de la tierra con una fuerza que
reclama desde arriba.
Es respirar el ancho viento que por encima de
la carne respira.
Es contemplar, desde la cumbre de la persona,
la razón de las heridas.
Es advertir en unos ojos una mirada verdadera
que nos mira.
Es escuchar en una boca la propia voz
profundamente repetida.
Es sorprender en unas manos ese calor de la
perfecta compañía.
Es sospechar que, para siempre, la soledad
de nuestra sombra está vencida.



Estar enamorado amigos, es descubrir dónde
se juntan cuerpo y alma.
Es percibir en el desierto la cristalina voz de
un río que nos llama.
Es ver el mar desde la torre donde ha quedado
prisionera nuestra infancia.
Es apoyar los ojos tristes en un paisaje de
cigüeñas y campanas.
Es ocupar un territorio donde conviven los
perfumes y las armas.
Es dar la ley a cada rosa y al mismo tiempo
recibirla de su espada.
Es confundir el sentimiento con una hoguera
que del pecho se levanta.
Es gobernar la luz del fuego y al mismo tiempo
ser esclavo de la llama.
Es entender la pensativa conversación del
corazón y la distancia.
Es encontrar el derrotero que lleva al reino de
la música sin tasa.



Estar enamorado, amigos, es adueñarse de
las noches y los días.
Es olvidar entre los dedos emocionados la
cabeza distraída.
Es recordar a Garcilazo cuando se siente la
canción de una herrería.
Es ir leyendo lo que escriben en el espacio las
primeras golondrinas.
Es ver la estrella de la tarde por la ventana de
una casa campesina.
Es contemplar un tren que pasa por la montaña
con las luces encendidas.
Es comprender perfectamente que no hay
fronteras entre el sueño y la vigilia.
Es ignorar en qué consiste la diferencia entre
la pena y la alegría.
Es escuchar a medianoche la vagabunda
confesión de la llovizna.
Es divisar en las tinieblas del corazón una
pequeña lucecita.



Estar enamorado, amigos, es padecer espacio
y tiempo con dulzura.
Es despertarse una mañana con el secreto de
las flores y las frutas.
Es libertarse de sí mismo y estar unido con
las otras criaturas.
Es no saber si son ajenas o son propias las
lejanas amarguras.
Es remontar hasta la fuente las aguas turbias
del torrente de la angustia.
Es compartir la luz del mundo y al mismo
tiempo compartir su noche obscura.
Es asombrarse y alegrarse de que la luna
todavía sea luna.
Es comprobar en cuerpo y alma que la tarea
de ser hombre es menos dura.
Es empezar a decir siempre, y en adelante no
volver a decir nunca.
Y es, además, amigos míos, estar seguro de
tener las manos puras.


Francisco Luis Bernárdez


lunes, 18 de marzo de 2013

ME SIENTO REALMENTE LIBRE Y PLENA PARA AMAR Y DAR...


La mente no puede cultivar el corazón, pero cuando el proceso de la mente es comprendido, el amor se manifiesta. Amor no es una mera palabra. La palabra no es la cosa. La palabra amor no es el amor. Cuando usamos esa palabra y tratamos de cultivar el amor, eso es tan sólo un proceso de la mente. El amor no puede ser cultivado, pero cuando comprendemos que la palabra no es la cosa, entonces la mente con sus leyes y regulaciones, con sus derechos y deberes, deja de interferir, y sólo así existe la posibilidad de crear una nueva cultura, una nueva esperanza y un mundo nuevo. J.K. 



Gracias a todos los  hermosos seres auténticos  que me Quieren Bien y me acompañan en esta revolución que se está gestando en mi :)

Creatividad, Inteligencia y Libertad

Debemos ser libres, no para hacer lo que nos plazca, sino libres para comprender muy profundamente nuestros propios instintos e impulsos.

La libertad no es para hacer lo que nos antoja, sino que consiste mas bien en estar libres de todo el tormento de la vida, de nuestros problemas, ansiedades, miedos, heridas psicológicas y de todo el conflicto que hemos tolerado en nosotros mismos y en el mundo.

Estar por completo libres internamente del “Yo” sin ser absorbidos por algo - ya sea un paisaje, una idea, etc…, es la esencia de la belleza.


Una mente condicionada no es libre porque jamás puede ir más allá de sus propios límites, de las barreras que ha erigido en tomo de sí misma; eso es obvio. Y es muy difícil para una mente semejante liberarse de su condicionamiento e ir más allá, porque este condicionamiento le ha sido impuesto no sólo por la sociedad, sino que se lo ha impuesto ella misma. Ustedes gustan de su condicionamiento, porque no se atreven a ir más allá.

Temen lo que podrían decir sus padres y sus madres, lo que el sacerdote y la sociedad podrían decir; en consecuencia, contribuyen a crear las barreras que los retienen. Ésta es la prisión en que casi todos estamos atrapados y por eso sus padres están siempre diciéndoles -como ustedes a su vez les dirán a sus hijos- que hagan esto y no hagan aquello.
¿Qué ocurre por lo general en una escuela, especialmente si el maestro les agrada? Si su maestro les agrada, desean seguirle, imitarle; por lo tanto, el condicionamiento de sus mentes se vuelve más y más rígido, más permanente. Digamos, por ejemplo, que están en un albergue al cuidado de un maestro que practica diariamente su ritual religioso. A ustedes les gusta el espectáculo o la belleza del mismo, de modo que empiezan a practicarlo también. En otras palabras, se están condicionando más aún; y tal condicionamiento es muy efectivo, porque cuando uno es joven la mente es muy ansiosa, impresionable, imitativa. Y no sé si son ustedes creativos, probablemente no, porque sus padres no les permitirían salir fuera del muro, ellos no quieren que miren más allá del condicionamiento. Son exactamente como cualquier otra persona. Practican sus rituales, tienen sus temores, su deseo de gurú; y como ustedes reciben enseñanza de ellos -y también porque
puede agradarles un maestro en particular o porque ven un ritual hermoso y quieren practicarlo-, inconscientemente pueden quedar presos de la imitación.
¿Por qué practican rituales las personas mayores? Porque sus padres lo hicieron antes que ellas y también porque eso les transmite ciertos sentimientos, ciertas sensaciones que les aquietan internamente. Cantan
determinadas plegarias, pensando que si no lo hicieran tal vez estarían perdidas. Y los jóvenes copian a los mayores y así es como empieza la imitación.
Si el maestro mismo cuestionara toda esta ritualidad, si realmente reflexionara al respecto -cosa que muy pocos hacen alguna vez-, si usara su inteligencia para examinar eso sin prejuicio alguno, pronto descubriría que
no tiene ningún sentido. Pero para investigar y descubrir la verdad en esta cuestión, se requiere muchísima libertad. Si ustedes ya tienen un prejuicio a favor de algo y entonces proceden a investigarlo, es obvio que no puede haber investigación. Tan sólo fortalecerán su prejuicio, su idea preconcebida.
Por lo tanto, es esencial que los maestros se libren ellos mismos de su condicionamiento y así ayuden a los niños a librarse del suyo. Conociendo la influencia condicionadora de los padres, de la tradición, de la sociedad, el maestro tiene que alentar a los niños para que no acepten cosas irreflexivamente, sino que investiguen, que cuestionen.

A menos que se rebelen, serán exactamente iguales al resto del mundo, porque no se atreven a ser otra cosa. Estarán tan condicionados, tan moldeados, que tendrán miedo de echarse a andar por sí mismos. Serán controlados por sus esposas, sus maridos, y la sociedad les dirá lo que tienen que hacer; la imitación prosigue generación tras generación. No hay verdadera iniciativa, no hay libertad, no hay felicidad; no hay nada sino una muerte lenta. ¿Cuál es el sentido de que se les eduque, de que aprendan a leer y escribir, si sólo van a funcionar como una máquina?
Pero eso es lo que quieren sus padres y lo que quiere el mundo. El mundo quiere que no piensen, no quiere que sean libres para descubrir, porque entonces serían ciudadanos peligrosos, no encajarían en el patrón establecido. Un ser humano libre nunca puede sentir que pertenece a un país determinado, a una particular clase o forma de pensar. La libertad implica libertad en todos los niveles, del principio al fin, y pensar solamente a lo largo de una línea particular no es libertad.
Por lo tanto, mientras son jóvenes es muy importante que sean libres, no sólo en el nivel consciente sino también profundamente en lo interno. Esto significa que deben vigilarse a sí mismos, que deben percatarse más y más de las influencias que buscan controlarles y dominarles; significa que jamás deben aceptar irreflexivamente, sino que deben cuestionar siempre, investigar y hallarse en estado de rebelión.
Interlocutor: ¿Cómo podemos hacer para liberar nuestras mentes, cuando vivimos en una sociedad llena de tradición ?
K.: En primer lugar, deben tener el impulso, la exigencia de libertad. Es como el anhelo de volar que tiene el pájaro o el de las aguas del río, de fluir. ¿Tienen este impulso de ser libres? Si lo tienen, ¿qué ocurre entonces? Sus padres y la sociedad tratan de forzarles dentro de un molde. ¿Pueden resistirles? Encontrarán que es difícil, porque sienten temor. Temor de no conseguir un empleo, de no conseguir la esposa o el marido apropiado, de que puedan padecer hambre, de lo que la gente podría decir de ustedes. Aunque deseen ser libres, sienten temor; por lo tanto, no van a resistir. El temor a lo que la gente pueda decir o a lo que sus padres puedan hacer, les bloquea, y así son forzados dentro del molde.
Ahora bien, ¿pueden decir: "yo quiero saber y no me importa si padezco hambre. Sea lo que fuera lo que ocurra, voy a luchar contra las barreras de esta sociedad corrupta, porque quiero ser libre para descubrir"?
¿Pueden decir eso? Cuando viven con temor, ¿pueden oponerse a todas estas barreras, a todas estas imposiciones?
Es muy importante, pues, ayudar al niño desde la más tierna edad a que vea las aplicaciones del temor y se libere de él. En el momento en que están ustedes atemorizados, se termina la libertad.
Interlocutor: Puesto que hemos sido criados en una sociedad basada en el temor, ¿cómo es posible para nosotros estar libres del temor?
K.: ¿Se dan cuenta de qué están atemorizados? Si es así, ¿cómo van a liberarse del temor? Ustedes y yo tenemos que averiguarlo; por lo tanto, considérenlo conmigo.
Cuando están conscientes de que sienten temor, ¿qué es lo que hacen realmente? Escapan de él, ¿no es así? Toman un libro o salen a dar un paseo; tratan de olvidarlo. Sienten temor de sus padres, de la sociedad; están conscientes de ese temor y no saben cómo resolverlo. Tienen miedo de mirarlo siquiera; de modo que huyen de él en distintas direcciones. Por eso siguen estudiando y aprobando exámenes hasta el último momento, cuando tienen que afrontar lo inevitable y actuar. Continuamente tratan de escapar de su problema, pero eso no les ayuda a resolverlo. Tienen que enfrentarse a élEntonces, ¿pueden mirar su temor? Si quieren examinar un pájaro, observar la forma de sus alas, su pico, deben acercársela mucho, ¿verdad? De igual modo, si están atemorizados, tienen que observar desde muy cerca su temor. Cuando escapan del temor sólo lo incrementan.
Digamos, por ejemplo, que quieren dedicar su vida a algo que aman de verdad, pero sus padres les dicen que no deben hacerlo y les amenazan con algo terrible si lo hacen: dicen que no les darán nada de dinero, y eso los atemoriza. Están tan atemorizados que no se atreven a mirar el propio temor. Así que ceden y el temor continúa.
Interlocutor: ¿Qué es la verdadera libertad y cómo puede uno adquirirla?
K.: La verdadera libertad no es algo que pueda adquiriese, es el resultado de la inteligencia. No puedes salir y comprar la libertad en el mercado. No puedes obtenerla leyendo un libro o escuchando hablar a alguien. La libertad adviene con la inteligencia.

¿Pero qué es la inteligencia? ¿Puede haber inteligencia cuando hay temor o cuando la mente está condicionada? Cuando tu mente tiene prejuicios o cuando piensas que eres un ser humano maravilloso, o cuando eres muy ambicioso y deseas trepar la escalera del éxito, mundano o espiritual, ¿puede haber inteligencia? Cuando sólo te interesas en ti mismo, cuando sigues a alguien o le rindes culto, ¿puede haber inteligencia? Ciertamente, la inteligencia llega cuando comprendes toda esta estupidez y rompes con ella. Por lo tanto, tienes que empezar, y lo primero es que te des cuenta de que tu mente no es libre. Has de observar cómo tu mente está atada por todas estas cosas; ése es el principio de la inteligencia, la cual trae libertad.

Tienes que encontrar la respuesta por ti mismo. ¿De qué sirve que algún otro sea libre cuando tú no lo eres, o que algún otro tenga comida cuando tú tienes hambre?
Para ser creativo, lo cual implica tener verdadera iniciativa, tiene que haber libertad; y para que haya libertad tiene que haber inteligencia. Tienes, pues, que investigar y descubrir qué es lo que impide que haya inteligencia. Has de investigar la vida, cuestionar los valores sociales, todo, y no aceptar nada sólo porque estés atemorizado.


J. Krishnamurti









domingo, 17 de marzo de 2013

Entrevista: "NEURONAS ESPEJO"


Cuando rezamos, oramos o meditamos, nivelamos los niveles de dopaminas de una forma inconsciente. es por eso que nos sentimos bien al hacerlo. por eso las adicciones se pueden curar. al hacer una cadena de oraciones activas las neuronas espejos conectando a una masa critica y acelerando procesos de sanación. cuando te conectas con la plataforma de neuronas espirituales aceleras los proceso de discernimiento ya que al lograr el silencio y el vacío, logras mejorar al 100 % tu atención y percepción de todo tu entorno. 
E. Salazar

Entrevista a Giacomo Rizzolatti- Neurobiólogo

"Las Neuronas espejo te ponen en el lugar del otro"

"La visión es la que proporciona el vínculo para comprender a los demás"
Pregunta. ¿Qué le parece el hecho de que se comparen las neuronas espejo con el ADN?

Respuesta. Es un poco exagerado, pero quizá Ramachandran tenga razón porque el mecanismo de espejo explica muchas cosas que antes no se comprendían.

P. ¿Qué explica?

R. Por ejemplo, la imitación. ¿Cómo podemos imitar? Cuando se observa una acción hecha por otra persona se codifica en términos visuales, y hay que hacerlo en términos motores. Antes no estaba claro cómo se transfería la información visual en movimiento. Otra cuestión muy importante es la comprensión. No sólo se entiende a otra persona de forma superficial, sino que se puede comprender hasta lo que piensa. El sistema de espejo hace precisamente eso, te pone en el lugar del otro. La base de nuestro comportamiento social es que exista la capacidad de tener empatía e imaginar lo que el otro está pensando.

P. ¿Se puede decir que las neuronas espejo son el centro de la empatía?

R. El mensaje más importante de las neuronas espejo es que demuestran que verdaderamente somos seres sociales. La sociedad, la familia y la comunidad son valores realmente innatos. Ahora, nuestra sociedad intenta negarlo y por eso los jóvenes están tan descontentos, porque no crean lazos. Ocurre algo similar con la imitación, en Occidente está muy mal vista y sin embargo, es la base de la cultura. Se dice: "No imites, tienes que ser original", pero es un error. Primero tienes que imitar y después puedes ser original. Para comprenderlo no hay más que fijarse en los grandes pintores.

P. Uno de los hallazgos más sorprendentes relacionados con este tipo de neuronas es que permiten captar las intenciones de los otros ¿Cómo es posible si se supone que la intención de algo está encerrada en el cerebro del prójimo?

R. Estas neuronas se activan incluso cuando no ves la acción, cuando hay una representación mental. Su puesta en marcha corresponde con las ideas. La parte más importante de las neuronas espejo es que es un sistema que resuena. El ser humano está concebido para estar en contacto, para reaccionar ante los otros. Yo creo que cuando la gente dice que no es feliz y que no sabe la razón es porque no tiene contacto social.

P. Pero para que el sistema de espejo funcione es necesario que exista previamente la información en el cerebro que refleja. ¿No es así?
R. En el útero de la madre se aprende el vocabulario motor básico, o sea que ya tenemos ese conocimiento, el básico, que es puramente motor. Más tarde, al ver a otras personas, el individuo se sitúa en su propio interior y comprende a los demás. La visión es la que proporciona el vínculo.

P. ¿Hacia dónde irán ahora sus investigaciones?
R. Queremos estudiar las bases neuronales de la empatía emocional en animales. Me gustaría ver si las ratas, al igual que los monos [en los que se han identificado ya varios tipos de neuronas espejo], tienen el sistema de espejo porque en ese caso, las podríamos utilizar para la investigación médica, porque los monos son animales demasiados preciosos como para hacer este tipo de trabajos.

P. ¿Y en humanos?

R. Estoy convencido de que los trastornos básicos en el autismo se dan en el sistema motor. Estos pacientes tienen problemas para organizar su propio sistema motor y como consecuencia no se desarrolla el sistema de neuronas espejo. Debido a esto no entienden a los otros porque no pueden relacionar sus movimientos con los que ven en los demás y el resultado es que un gesto simple es para un autista una amenaza.

Por: MANUEL ESCALERA

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