No es la necesidad, sino la casualidad, la que está llena de encantos. Si el amor debe ser inolvidable, las casualidades deben volar hacia él desde el primer momento, como los pájaros hacia los hombros de San Francisco de Asís.
La insoportable levedad del ser, de Milan Kundera
2 comentarios:
Graciela, gracias por tus entradas, las he leído hasta donde me había quedado, recibe un fuerte abrazo.
Gracias por tu interés Queo,
Te dejo un Abrazo y bendiciones!
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