¿Qué es lo que nos impide escuchar el cuerpo?
Entre las distintas razones podríamos decir, en primer lugar, que tiene que ver con la falta de sensibilidad. Esta falta de sensibilidad está relacionada por un lado con un incesante parloteo mental que genera un estado de embotamiento. El parloteo mental es producto de la falta de meditación, entendida ésta como una posibilidad de conocimiento propio, es decir darse el tiempo y el espacio para quedarse con uno y entender todos esos pensamientos que responden a situaciones no terminadas, no comprendidas y también darse cuenta de la mecanicidad de la mente.
Empezar a escuchar el cuerpo sería estar atento y
perceptivo al síntoma, descubrir el miedo que hay atrás de toda
sensación de malestar, con lo cual probablemente más del 50% de los
síntomas desaparecerían. Tomar medicamentos para eliminar el síntoma
significa eliminar la posibilidad de entender, comprender todas las motivaciones subyacentes que hay detrás de toda manifestación física.
También es importante buscar la información necesaria acerca de cómo
resolver malestares, investigando uno mismo a través de una
bibliografía adecuada, de profesionales responsables que ayuden a
prevenir y trasmitan conocimientos como para generar la independencia.
Es importante también no derivar a otro la responsabilidad sobre nuestros problemas físicos y psicológicos, es decir poner interés en aprender y dar posibilidad de ir siendo uno mismo su propio curador.
Jung decía: "La enfermedad es la expresión que tiene el cuerpo de mostrar lo que la mente no ha llegado a comprender".
Estas manifestaciones están sustentadas en una forma de ser y de funcionar frente a la vida, por lo tanto en lugar de actuar sobre el síntoma, lo importante es poder cambiar la forma de actuar, de funcionar, con lo cual los síntomas desaparecerían.
Es aquí dónde la meditación tiene su validez, ya que permite llegar a la raíz de nuestros conflictos y esto permite cambios naturales, profundos y sustentables en el tiempo, que fortalecen a la persona.
Jung decía: "La enfermedad es la expresión que tiene el cuerpo de mostrar lo que la mente no ha llegado a comprender".
Estas manifestaciones están sustentadas en una forma de ser y de funcionar frente a la vida, por lo tanto en lugar de actuar sobre el síntoma, lo importante es poder cambiar la forma de actuar, de funcionar, con lo cual los síntomas desaparecerían.
Es aquí dónde la meditación tiene su validez, ya que permite llegar a la raíz de nuestros conflictos y esto permite cambios naturales, profundos y sustentables en el tiempo, que fortalecen a la persona.
Hoy existe lo que se llama una “Nueva Medicina”, que intenta curar por medio de la meditación y de los elementos que la naturaleza
ofrece a través de la nutrición, la actividad física, el contacto con
el aire, el fuego, el agua, la tierra y la capacidad de vivir
creativamente. Existen muchas evidencias al respecto, dónde se ha
podido comprobar la capacidad curativa de la meditación y de estos
elementos.
Esta manera de cambiar, producto de la comprensión que tiene que ver con el no esfuerzo y con la no lucha dan lugar a una vida plena, con paz interior y libertad.
Sensibilidad, fortaleza, humildad, coraje y fundamentalmente un gran interés en generar un cambio es la conjunción necesaria para que lo anterior sea posible.
Esa es la belleza de la vida.
Sensibilidad, fortaleza, humildad, coraje y fundamentalmente un gran interés en generar un cambio es la conjunción necesaria para que lo anterior sea posible.
Esa es la belleza de la vida.
1 comentario:
ME ENCANTÓ TU BLOG , DELICADO , FEMENINO, CONTENIDOS MUY INTERESANTES, GRACIAS POR COMPARTIR
Cris
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