La especialidad humana
Hay
mucha gente muy ocupada en tratar de averiguar lo que es bueno y lo que
es malo. Alguien dijo una vez que todos los seres lo saben ya. Una
mosca sabe qué es bueno para ella. Cuando siente acercarse el
matamoscas, se escapa. No se queda ahí diciendo: “¿Qué es lo que
realmente va a hacer este tipo? Seguro que falla”. No, sale volando. Si
un pájaro se siente amenazado, no se pone a leer un libro para saber
qué probabilidades hay estadísticamente de que esa persona le haga
daño, ni a calcular cómo están los planetas ese día. Simplemente se va
volando.
Siempre ha existido la idea de que el ser humano es superior. No sé
qué decir. Cuando ves el estado de la humanidad, con tantas guerras,
tantos problemas por nimiedades, tantas opiniones. Hoy en día hay mucha
más gente culta que antes, pero tenemos más guerras que nunca. También
se produce más comida, sin embargo hay más personas hambrientas. Hay
más comunicación; la palabra “paz” se pronuncia mucho más ahora, pero
hay menos paz sobre la Tierra. Parece que de alguna manera estamos
olvidando nuestra verdadera naturaleza.
¿Cuál es tu especialidad? ¿Qué es lo que te diferencia? La forma en
que yo lo veo es que en nuestras vidas nos hemos convertido en una
extraña especie de resuelve-problemas. Pondré un ejemplo: imagínate una
casa y fuera de ella, un árbol. El árbol toca la casa, las hormigas
trepan por él y desde ahí entran en la casa. De repente, está toda
llena de hormigas, y hay un montón de comida por todas partes para que
puedan comérsela.
Lógicamente, uno pensaría: “Basta con podar las ramas para que las
hormigas no tengan acceso a la casa”. Pero la forma en que un ser
humano actuaría en realidad no es ésa. Lo que hará es salir a comprar
cajitas de veneno. Dirá: “Fabriquemos detectores de hormigas
electrónicos y repelentes ultrasónicos. Vamos a ver qué espectro de la
luz no les gusta a las hormigas y a inventar un robot volador que las
mate. Lancemos un tipo de alimento que nosotros podamos comer pero que
haga que las hormigas mueran cuando coman las células exfoliadas de
nuestra piel”. Esto puede sonar divertido, pero es así como el mundo
enfoca el problema.
De pronto tienes cientos de miles de personas yendo cada una en su
propia dirección intentando descubrir cómo deshacerse de las hormigas.
Entonces alguien dice: “¿Por qué no podáis esas ramas, nada más?”. ¿Y
qué es lo que le contestan?: “Estás loco. Eso es demasiado simplista.
¡Estás impidiendo el progreso de la humanidad! ¡Ésta es nuestra
oportunidad de estar en la vanguardia de la industria de destrucción de
hormigas!”. Suena gracioso, pero es triste.
Poda las ramas en tu vida para que pueda suceder lo que realmente quieres. Si estás buscando la paz, ésa es una posibilidad.
Estamos aquí por un tiempo limitado. Venir y marcharse es algo que
tiene que sucederle a cada persona. Si has encontrado la paz en tu
vida, puedes estar en un lugar desde el que disfrutas de cada día, de
cada momento. Esto es lo que te diferencia de estar simplemente
atrapado en las tareas cotidianas. Puedes sentir lo que de verdad es
estar vivo.
Prem Rawat-Maharaji
1 comentario:
El post anterior, está totalmente vinculado con éste, sin libertad no puede haber paz, creo que las dos empiezan por uno mismo, porque están dentro nuestro, son atributos otorgados por Dios, igual que la voluntad, la sabiduría, el amor, la verdad, la belleza.
Nuestra tarea es transitar éstos aspectos y perfeccionarlos lo más que podamos.
En eso estamos Gra, jajaja.
Me encantó, abrazosss!
Publicar un comentario