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jueves, 21 de octubre de 2010

Mas sobre Tantra- plenitud y crecimiento interior

Tantra, donde la erótica se torna Mística
Ramiro Calle
Inmerso en su insatisfacción, el ser humano ha buscado, a veces hasta el desfallecimiento, una visión profunda y clara, capaz de ofrecer respuestas a sus innumerables interrogantes vitales y poder así encontrar alivio a su devenir existencial. ¡Cuántas vías no han surgido, cuantos senderos no han sido hollados en dirección hacia la respuesta, hacia lo Inmenso, hacia lo Otro!
Porque estamos anclados en lo condicionado, presuponemos y ansiamos lo Incondicionado; porque nos hallamos prisioneros de nuestra ignorancia, anhelamos la libertad definitiva. ¿Cuántas intentonas, cuántas vías, cuántas aventuras del espíritu! Aunque sólo hay una última realidad, los caminos son innumerables: la áscesis, la contemplación, la senda del poder o de la energía, la del discernimiento, la de la acción consciente, la del amor, la de la devoción, la del lo mistérico, la de las sustancias psicodélicas, la del éxtasis, la de la danza, la de la sexualidad tántrica y muchas otras.

En su búsqueda, en su larga e impresionante búsqueda – rastreando incansablemente la última realidad – el buscador recurre a cuantos métodos puedan ayudarle a despertar su más alta consciencia, su Kundalini, su diosa interior, es la bella durmiente que en tanto no está en vela no nos proporciona la visón superior necesaria para comprender. Al servicio de esa búsqueda se han puesto todas las facultades e intuiciones humanas.
La energía es sólo una, pero se canaliza a través de diferentes funciones humanas: instintivas, motriz, sexual emocional y mental. La sexualidad es energía creadora, que cursa a través del raramente comprendido centro sexual.

Si bien el denominado vidya (el que ha realizado su santidad y se ha completado, el liberado-viviente) ha trascendido todo deseo y ha trasmutado definitivamente su energía sexual en Ojas Shakti (energía espiritual), habiendo consumado el esponsal interior y místico, el tantrik (seguidor del tantra) que todavía no ha conquistado su genuína identidad y se inclina por la vía izquierda del tantrismo, se sirve también de la energía sexual para crecer interiormente, como coadyuvante de la liberación, como medio para activar estados superiores de consciencia.

Así la relación sexual y el festín de los sentidos, no es sólo un encuentro de envolturas carnales, sino astrales y, sobre todo, de almas que se funden para viajar hacia la Conciencia Cósmica: pero el rito sexual sacramentalizado (maithuna) es mucho más que un apasionante o entretenido "desenfreno de los sentidos.

Requiere una preparación muy especial y la observancia de unos requisitos muy definidos y solo se efectúa de tarde en tarde por que de otro modo se cotidianizaría lo que en sí mismo es iniciático y ojo de buey hacia lo Infinito.

De ahí, sin duda, que unos se relacionan sexualmente para cumplir de verdad el rito o sacramental erótico, mientras que otros, la mayoría, se pretextan en el rito para simplemente hacer uso y abuso del encuentro sexual. Donde la sexualidad acaba, comienza el sacramento sexual.
Donde el sacramento sexual desemboca, comienza el genuíno vínculo amoroso. En el rostro del amado/a se contemplan todos los rostros de todas las criaturas vivientes. La relación sexual mística trata de generar un intenso intercambio electromagnético (astral) entre los amantes para poder así acceder al otro lado de la mente más intuitivo y revelador. Para ello la cópula debe prolongarse, lo que requiere por parte del hombre varios controles para no precipitarse en el orgasmo ordinario.

Estos tres controles son: el respiratorio, el mental y el sexual. Debe ejercitarse en desarrollar una respiración muy lenta y pausada (que a veces se suspende); la mente debe estar muy perceptiva y vigilante, extremadamente consciente a su compañera, no sólo como forma , sino como un gran potencial y fuente de energía; el orgasmo debe retrasarse muy considerablemente o incluso descartarse. La cópula se convierte en un acto sacramental, mediante el cual el hombre contempla a la Diosa en su compañera y la mujer a Dios en su compañero.

La relación se prolonga durante una o dos horas y cuando es necesario la pareja se inmoviliza y recurren a contracciones de sus órganos genitales. A través de la atracción sexual y la comunicación de los cuerpos (físico y astral) hay que llegar al almor o amor de las almas. La relación místico-sexual tántrica no es para desenergetizarse, sino bien al contrario para acumular preciosas energías tendentesa a la autorrealización. Entiéndase bien que nada en absoluto tiene que ver la sexualidad profana con este tipo de sexualidad sagrada, que se celebra en una dimensión de la mente bien distinta a la cotidiana. El Tantra es siempre una invitación al incremento de la consciencia, el crecimiento interior y la plenitud, siempre desde el desapego y previniendo la disipación.

Bien diferente es el genuíno Tantra a ese pseudotantra mostrado en insustanciales manuales de acrobacias sexuales o impartido desaprensivamente como pretexto para intercambios sexuales que no tienen porque ser pretextados y menos aún etiquetados como tántricos.

Ramiro Calle
Director del Centro de Yoga Shadak





7 comentarios:

El Gaucho Santillán dijo...

Si, es otro plano.

La mayorìa de los mortales, nos llevamos mas de la "gimnasia", y no llegamos a esas alturas.

Interesante.

Un abrazo.

Graciela dijo...

La mayoría de los "mortales" estamos invitados a incrementar nuestra consciencia y vivir la vida en plenitud con crecimiento y desapego de lo mundano y superficial...todos podemos llegar "bien alto"...solo debemos saberlo.
Gracias por seguir por acá!
Un abrazo

Tatiana Aguilera dijo...

Siempre he tenido esa percepción del amor, no como gimnasia como dice Gaucho, si no que como un bello momento donde mis energías canalizan toda la belleza y ternura de mi pareja.
Un beso.

Graciela dijo...

Hola Taty! siento lo mismo. Muestras en tu blog la belleza y la hermosa energía del amor canalizado en tus letras.
Gracias! te dejo un Abrazo

Adriana Alba dijo...

Hola Gra,

Una vez que practicás y tomas conciencia del sexo tántrico...nada vuelve a ser igual.

Lo recomiendo, cuando yo inicié a mi pareja, estaba estudiando en la escuela de yoga, al principio le costó bajar los desiveles, pero con el tiempo la unión y el disfrute fueron sublimes.

Te felicito por esta publicación, A veces la desinformaciçon hace que las personas tengan algunos prejuicios, sin saber de que se trata.

Besitos.

Loren Simón dijo...

Gracias Graciela por tu blog y todo su contenido y ser un manantial de sabiduría, disfruto, aprendo y me pierdo en tu rincón.
Un fuerte abrazo

Graciela dijo...

Gracias Adri por tu interesante comentario :)
Gracias por tus palabras Loren!, que bueno que te sea útil, bienvenida a este espacio de todos.

Un Fuerte abrazo!

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