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jueves, 25 de noviembre de 2010

GUÍA DE MÍSTICA ORIENTAL PARA OCCIDENTALES (Entrevista)


ENTREVISTA A RAMIRO CALLE CON MOTIVO DE LA PUBLICACIÓN DE SU LIBRO GUÍA DE MÍSTICA ORIENTAL PARA OCCIDENTALES (ARCOPRESS, 2009), POR RAÚL TRISTÁN
UNA GUÍA PARA QUE CADA CUAL ENCUENTRE SU CAMINO…

R.T.: La tan sola mención de su nombre evoca a poderoso mantra, capaz de trasladarnos, con la fuerza de su vibración sonora, hasta los confines remotos donde, culturas espiritualmente mucho más evolucionadas que la nuestra, desarrollaron técnicas capaces de despertar la esencia divina que subyace, como adormecida, en el ser humano.
Cuando en nuestro país pocos osaban hacer referencia, desde una óptica científica, a la sabiduría del Oriente, a sus extrañas palabras y rituales, o mencionar y promocionar la práctica de todas esas milenarias técnicas, Ramiro Calle, un adelantado a su época, comenzaba a hermanar, en su Centro de Yoga “Shadak”, las sinergias generadas entre la meditación y el yoga, de una parte, y las terapias médicas, las psicoterapias y la neurociencia, de otra.
Hoy, tras casi cuarenta años plenamente dedicado a desvelar y transmitir esa sabiduría ancestral,mediante sus clases, sus decenas de libros, sus centenares de conferencias, intervenciones en radio y televisión, y artículos en prensa, Ramiro Calle nos presenta “Guía de Mística Oriental para occidentales” (Arcopress,2009).

Ramiro, ¿qué es “Guía de Mística Oriental para occidentales”?

R.C.: Mi obra “Guía de Mística Oriental para Occidentales” es un amplio recorrido por todas las psicologías y místicas de Oriente, explicándolas de tal manera que sean accesibles al occidental pero no pierdan en absoluto su esencia. Es una obra muy completa y que recoge enseñanzas, instrucciones y métodos de las sabidurías orientales, tanto del yoga, como del budismo, el tantra y muchas otras, resultando un compendio muy elaborado y a la vez muy asequible.

R.T.: En tu libro haces un recorrido por numerosas corrientes del pensamiento oriental, desde el hinduismo, los darsanas y el yoga (este último que analizas con detenimiento en todas sus vertientes) pasando por el jainismo, el budismo, el tantrismo, el sintoísmo, el Zen, hasta la religión Bon y el lamaísmo… Desde hasta la espiritualidad india hasta la japonesa… ¿Cómo puede ayudarnos hoy en día, en nuestro camino, el conocer las diferentes vías que el hombre oriental ha ideado para encontrarse a sí mismo?

R.C.:Del mismo modo que hay distintas laderas para llegar a la cima de la montaña, hay distintas vías hacia la autorrealización. Cada uno debe seguir aquella que más se armonice con su forma de ser, potencialidades, modo de vida y motivaciones. Al final, la senda propia es la que cuenta y uno se convierte en su propio maestro.

R.T.: ¿Qué es el yoga para ti, Ramiro? ¿Hasta qué punto puede llegar a movilizar tus energías y transformar tu vida? ¿Qué sensaciones pueden alcanzarse con su práctica, ya hasta dónde puede conducirte?

R.C.: El yoga es el método de mejoramiento más antiguo del mundo y una técnica para lograr la evolución de la consciencia. Es un cuerpo impresionante de enseñanzas y procedimientos de autodesarrollo. Es altamente transformativo, porque va cambiando todas las actitudes y enfoques de la mente y nos ayuda a superar viejos patrones, autoengaños y oscurecimientos mentales como la ofuscación, la avidez y el odio.

R.T.: En la sinopsis de tu libro, dice “… confronta… el estrés y el egoísmo de nuestras sociedades con la paz interior y el sosiego que defiende y propugna Oriente, para extraer enseñanzas de enorme utilidad para el modo de vida occidental, que promete erróneamente la felicidad a través de un consumo compulsivo, a costa de renunciar a la esencia de la vida”.
Con ello, parece haber una contraposición antagónica entre el modo de vida occidental y el oriental pero, si analizamos las imágenes ampliamente repetidas en telediarios de diferentes canales de comunicación, podemos apreciar que muchos de los defectos que se achacan a la vieja Europa, o al modo de vida capitalista, se reproducen en los países asiáticos. En los últimos años, China también se ha convertido en un paraíso del consumo compulsivo, generador de una potencia económica con ambiciones desmedidas; en Seúl, son casi diarias las manifestaciones entre ciudadanos y policía; en Japón vemos a menudo imágenes de Tokyo que recuerdan en gran medida a los atascos cotidianos y al estrés que se deben sufrir en cualquier gran ciudad europea. En un mundo tan globalizado, ¿realmente nuestra manera de vivir la vida es tan diferente, o realmente la dicotomía Oriente y Occidente pertenece a un pasado muy lejano?

R.C.: Oriente y Occidente ya no son distinguibles filosofica ni espiritualmente porque en ambos hemisferios prevale el materialismo creciente, la avidez, el odio y la confusión. Hay que contemplar los dos hemisferios como actitudes. Oriente es la visión hacia dentro y la introspección liberadora, y occidente la visión hacia fuera y la externalización alienante

R.T.: Insistes en tu libro, de forma continua y reiterativa, en el silenciamiento de la mente conceptual, poniendo el énfasis de la autorrealización en el progresivo desarrollo de la mente intuitiva…

R.C.:La mente intelectual juega su papel y es imprescindible. Hay que pensar, pero pensar bien , y, por supuesto, también saber dejar de pensar y conectar con la mente profunda e intuitiva, que es la que trata de desarrollar la meditación y en la que hay respuestas que no brinda la mente ordinaria.

R.T.: Vivimos en una sociedad dominada por el culto al cuerpo, a lo externo, al mundo de la apariencia. Una sociedad no solo hedonista, sino auténticamente egocéntrica y materialista, en la que no se cultivan el esfuerzo ni el sacrificio, sino que se fomentan las vías fáciles y cómodas en la consecución de metas lo más alejadas posible de lo espiritual, o tan siquiera del desarrollo intelectual o como seres humanos… ¿Cómo ves a esta sociedad nuestra, tras tantos años intentando despertar las conciencias? ¿Crees que el trabajo realizado, las semillas plantadas, han germinado y se han esparcido, o estamos ante una siembra en el desierto, porque la mayoría de las personas no abonan sus huertos espirituales? ¿Debemos ser optimistas?

R.C.:La sociedad está hecha un desastre. Si no cambia la mente humana, nada puede cambiar. Lo que predomina en la mente humana: codicia desmesurada y ofuscación. ¿Qué puede reformar el reformador si antes no reforma su mente? ¿O el revolucionario revolucionar? Urge un cambio de mente y sin el mismo, no mejorará la sociedad ni se superarán sus lacras. Hoy por hoy el cambio es individual, pero cada individuo que transforma su mente hace una preciosa contribución a la sociedad.

R.T.: La mente nueva, el aquí y ahora, liberarse de la mente vieja, la aceptación sabia de todas las cosas, de la inevitabilidad, mantener nuestra independencia de los estados anímicos, sin dejarnos encadenar, con una mente nueva (libre del polvo del pasado) cada segundo de nuestra vida… La liberación por la aceptación, pero no por la resignación. ¿Cómo debemos interpretar la vía del Zen? ¿No corremos el riesgo de ser tan neutrales, de mostrarnos tan impertérritos en nuestro acontecer, que nos quedemos solos con nosotros mismos?

R.C.:No hay el menor riesgo de tornarse impasible mediante la practica del yoga o la meditacion, pero sí ecuánime; sensible pero ecuánime, es decir, con ánimo equilibrado y estable. Lo que necesitamos es mente lúcida y corazon compasivo.

R.T.: La doctrina cristiana nos presenta a un Dios cercano, al que llama Padre, dotándolo de una apariencia física humana, encarnada, cercana, y plagada de sentimientos. Por su parte, el budismo nos conduce al desapego, y a una idea de la divinidad como energía o espíritu puro… si es que podemos hablar siquiera de divinidad… Y sin embargo, muchas personas creen encontrar ciertas similitudes vitales entre Jesucristo y Buda, y pretenden emular a ambos… ¿Crees que es posible conciliar estas dos posturas?

R.C.:Son diferentes concepciones. ¿El Todo? ¿El Vacio? ¿Ni el Todo ni el Vacío? Lo importante es transformarse y mejorarse y no entrar en banales polémicas. En mi relato espiritual “El Faquir”, que ahora sale la décima edición,hago referencia al Vacío Primordial como la última realidad.

R.T.: Volviendo sobre los temas sociales, hay quien piensa que muchos misticismos orientales, así como la religión cristina, el judaísmo, el islamismo, etc. constituyen un eficaz sistema para subyugar a los pueblos con promesas de otros mundos o con sistemas de vida que fomentan la sumisión y la aceptación, más que la rebelión…

R.C.:El secreto está en transformarse, mejorar, estar en el noble arte de vivir y la acción más consciente y desinteresada.

R.T.: Si hubieras de aconsejar un método sencillo, cuya práctica sea posible en todo momento y lugar, que no requiriera de ambientes especiales, ni salas, ni aditamentos, que fuera posible realizarlo en el coche, en el metro, en la oficina… y que sirviera para liberar la mente de quienes viven oprimidos por la tensión y el estrés del día a día, reencontrándose a sí mismos ¿cuál sería?

R.C.:Como los métodos más solventes y mejor asimilados por el occidental yo propongo, sin duda, el yoga asociado a la meditacion. Y cada día nuestras acciones tienen que ser más conscientes y evitar dañar a cualquier criatura.

R.T.: ¿Tienes en mente nuevos proyectos? ¿En qué te encuentras trabajando ahora?

R.C.:Acabo de publicar mi obra “El Arte de la Pareja”, que es muy polémica, y estoy un poco en promoción con la misma. Mi proyecto más central es siempre seguir impartiendo mis clases en el centro de yoga que dirijo en Madrid hace casi cuarenta años, seguir mi trabajo interior y difundir las verdaderas Enseñanzas espirituales.

R.T.: Muchas gracias por todo, Ramiro.

Entrevista por Raúl Tristan



2 comentarios:

El Gaucho Santillán dijo...

Habrà que leer a este hombre.

Interesante.

un abrazo.

Graciela dijo...

Admiro a Ramiro Calle, sus pensamientos, reflexiones y enseñanzas no tienen desperdicios.
Te dejo un Abrazo Gaucho!

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