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viernes, 22 de abril de 2011

Mas allá del diálogo Interno...


Dialogo Interior
Con relación al diálogo interior y la manera como lo podemos abordar, es preciso experimentar el silencio, como el vehículo de conexión con nuestras dimensiones superiores de consciencia. Pues, todo lo que sucede en el mundo interior, es la manifestación del mundo exterior y viceversa. Sobre qué es y cómo se manifiesta el silencio, es válido anotar las siguientes reflexiones; planteadas por Omraam Miakael Aivanohov:

  •  El silencio es el lenguaje de la perfección, mientras que el ruido es la expresión de un defecto, de una anomalía, o de una vida que esta en desorden, anárquica, y que necesita ser dominada, elaborada. 
  • El silencio es la expresión de la paz, de la armonía y de la perfección. Cuando estamos en silencio, estamos en armonía en lo físico, astral y mental. 
  • El silencio es una reserva de energía; el silencio es una condición básica del pensamiento; El silencio prepara las condiciones para que se despierte la memoria original.   
  • El ser humano está habitado por el espíritu divino, y si desea ponerse a su servicio, no es para reforzarlo, porque el espíritu ya es fuerte; ni para instruirlo, porque el ya es omnisciente; ni para purificarlo, porque es una chispa. Únicamente, debe ocuparse de abrirle el camino, y entonces el espíritu divino le da, su paz y su amor. He ahí el trabajo que debéis realizar en el silencio de la meditación.  
  • Quién guarda silencio, demuestra que está dispuesto a escuchar, y por consiguiente, a obedecer. Quién por el contrario, toma la palabra, demuestra con ello que tiene la iniciativa, que quiere dirigir, dominar. El silencio, es pues lo característico del principio femenino, la sumisión, se amolda al principio masculino.   
  • Si deseamos conseguir restablecer en nosotros el silencio, es precisamente para dejar que el espíritu divino trabaje en nosotros. Mientras permanecemos insumisos, recalcitrantes, anárquicos, el espíritu no puede guiarnos, y así permanecemos débiles y miserables. 
  • El silencio, la paz, la armonía, son expresiones de la misma realidad. No creáis que el silencio es mudo o vacío, el silencio es vivo, vibrante y habla y canta. Pero sólo lo oímos cuando cesan en nosotros los tambores. Gracias a la contemplación, la oración, la meditación, llegaremos un día a oír la voz del silencio. Cuando están en sueño los cinco sentidos, - al no tener nada que ver, que oír, que sentir, que gustar o que tocar, Es cuando estás en las puertas del silencio absoluto. 
  • El verdadero silencio, no es entonces ausencia de ruido, él está por encima de la sabiduría, por encima de la música, es el mundo más luminoso, el más poderoso, el más bello, el centro donde surgen todas las creaciones. Ese silencio es DIOS mismo. En esencia, en medio del silencio, no invade la paz, es incluso posible que DIOS nos hable, pues solo en silencio y en la paz, DIOS nos accede a hablar.   
  • El silencio es la región más elevada del alma, y en momento en que logramos llegar a esa región, entramos en la luz cósmica. La Luz es la quinta esencia del universo, todo cuanto vemos a nuestro alrededor, incluso lo que no vemos, esta atravesado e impregnado de luz.
Y precisamente, la finalidad del silencio es la fusión con esa luz que es viva y poderosa y que penetra en toda la creación. Cuando experimentamos el silencio, nuestro diálogo interior se vuelve todavía más turbulento. Sentimos la necesidad apremiante decir cosas. Puede surgir súbitamente las sensaciones de urgencia y ansiedad. A medida, que avanza nuestro silencio y perseveramos es esta experiencia, el diálogo interior se calla; y al poco tiempo el silencio se vuelve más profundo, pues la mente - la loca de la casa - se da por vencida .
Nos indica además; que es a través del silencio, de la meditación y el no juzgar es que tendremos acceso a la potencialidad puro del ser, al diálogo interior. Es así:
Quien tiene miedo busca el ruido y el bullicioso, porque el ruido inspira seguridad; la mayoría de nosotros le tenemos miedo al silencio. Pocos disfrutamos de las riquezas de la interiorización; Si quieres ser más calmado y dueño de ti mismo, aprende a provechar el silencio y la soledad. (Carl Jung )

En síntesis, cuando esta, la relación entre el creador y la criatura se hace evidente, surge entre lo que es manifestación y lo que va más allá un profundo diálogo que es contínuo en tanto se busque la consciencia; (Warren Kenton). Es realmente, como una conexión íntima y sincronizada de nuestro ser con la divinidad; En verdad, no es posible describir lo indescriptible

DEEPAK CHOPRA

3 comentarios:

El Drac dijo...

No me gusta el ruído pero me encanta leer, ¿leer es una forma de silencio? porque al hacerlo imagino lo que estoy leyendo. en fin, un fuerte abrazo

Loren Simón dijo...

El silencio, estar contigo mismo con su corazón, con tu mundo propio... pienso que es necesario y muy positivo para conocerse como ser humano.
Un beso grande

Graciela dijo...

El Drac, :) a mi también me encanta leer, pero siento que ese no es el silencio porque no estás escuchando a tu ser interno.Leyendo nos domina la imaginación, la palabra y el pensamiento y no le damos lugar a la voz del silencio y a sentirnos y vernos como la divinidad que somos...

Loren, silenciando el dialogo interior encontramos la paz y la armonía divina...un amoroso y dulce estado de serenidad que nos envuelve haciendonos sentir la Unidad que somos ( a veces basta con vivirlo y sentirlo solo instantes para darnos cuenta...luego, a seguir practicando!)
Gracias!!
Les dejo un gran Abrazo!

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