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lunes, 30 de mayo de 2011

Conectarse con el Espíritu

  Escuchar al Espíritu
Esta es una pregunta que nos hacemos mientras vamos descubriendo que hay otra parte de nosotros en la que podemos confiar, pero no sabemos cómo conectarnos con ella.
He experimentado que nuestro espíritu siempre esta hablándonos, pero somos nosotros los que no lo escuchamos. A veces, porque esperamos que nos hable como una voz humana que se escuche en nuestra mente, otras, porque simplemente no estamos abiertos a escucharlo.
Aquí, cuatro maneras en que nuestro espíritu se comunica con nosotros:
-Al principio, el espíritu usa nuestras emociones.
En nuestra mente estamos demasiado contaminados por pensamientos del ego que no podríamos distinguir lo que nuestro espíritu quiere decirnos. Es por eso que su presencia se hace saber cuando estamos en paz, cuando sentimos bienestar.
Para eso, pongamos atención a lo que sentimos y si estamos en paz ante una situación, con una persona, o alguna idea, es nuestro espíritu confirmando que ese es el pensamiento, la persona o la situación más amorosa para nosotros en ese momento. Si experimentamos paz, el espíritu está diciendo si…adelante.
Cuando no experimentamos paz interior, es el aviso que lo que nos espera es una experiencia de caos.
-Hay un segundo nivel de comunicación y se da cuando el espíritu nos habla a través de otras personas.
Allí donde hayamos depositado la fe, allí hablará el espíritu: un amigo, un libro o la palabra de un guía espiritual.
Pero también puede hablarnos desde un cartel en el medio de la calle, un mensaje en la radio o una canción.
Luego, cuando crece la confianza, el espíritu se manifiesta directamente en nuestra mente. Nos habla a través de las ideas.
Cuando pedimos, aparece el pensamiento en el que confiaremos. Sin ninguna duda, con fe absoluta.
Y finalmente nos entregamos al espíritu. Lo convocamos y actuamos sin ningún filtro de intermediarios o razonamiento.
No necesitamos pensar. Pedimos a nuestro espíritu que obre en nosotros y hablamos, hacemos o actuamos con entrega y devoción.
Así es como el espíritu va pasando del lugar “espiritual” en que lo ponemos a hacerse nuestro amigo y finalmente ser conscientes que somos uno con él.
Y el principio de esta relación es la paz. Cuando nos conectamos con la paz interior, comenzamos a descubrir la relación más profunda con nuestro espíritu que podemos experimentar mientras estemos en este cuerpo físico.
 

Julio Bevione ( del Libro: "Aceptación, Vivir en Paz")

3 comentarios:

EL BLOG DE MARPIN Y LA RANA dijo...

Las emociones, eso que sentimos a pesar de todo, pasando por encima de razones, consejos, cultura, educación. Las emociones provienen de nuestra más absoluta integridad sin contaminar. Por eso son tan valiosas.

Un gran abrazo en la mañana del martes.

Marpín y La Rana

Goyo dijo...

Gracias por esta reflexión tan hermosa.

Me resulta curioso lo que he leído en tu entrada pues últimamente he reflexionado un poco al respecto de esos mensajes que recibe uno de no se sabe donde y que son sorprendentes por su certeza y profundidad.

Coincido contigo en que de alguina forma la vida nos está continuamente enseñando, comunicandose y nosotros estando tan ocupados no oimos nada. Sin embargo es fácil comprobar cuando uno se toma la vida de forma sencilla, con espacio mental que permita escuchar, que todo nos habla de la forma en que tu lo has expuesto y otras muchas maneras.

Esto me sugiere que la vida es de orden perfecto y que tiene una hermosura y profundidad infinita.

Un abrazo y gracias.

Graciela dijo...

Hola M. y la Rana! si prestamos atención a lo que verdaderamente "sentimos" descubrimos la fuerza interior que remueve barreras abriendonos al amor de nuestra alma...
Hola Goyo! viviendo en el aquí y ahora la vida nos puede resultar sencilla y podemos empezar a buscar hacia adentro la luz guia que se desprende del alma experimentando así la paz interior de la que habla J. Bevione.
Gracias !...les dejo un gran Abrazo!

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