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jueves, 29 de septiembre de 2011

Sonrisa interior

“Antes de fruncir el ceño, asegúrate que no tienes ninguna sonrisa disponible.” Jim Beggs


Sonríe!!
Los taoístas creen que la sonrisa interior es la forma más efectiva para contrarrestar el estrés en nuestras vidas.  La sonrisa interior está íntimamente relacionada  con nuestra glándula tiroidea.  Una sonrisa   incrementará  la actividad energética de esta glándula contraponiéndose al estrés, que por su parte contrae la energía de la tiroides.
Los sabios taoístas dicen que cuando sonríes, tus órganos largan una secreción como la de la miel, la cual alimenta todo el cuerpo mientras que los pensamientos de miedo y rabia crean toxinas que bloquean el paso de la energía, afectando la salud de los órganos y el cuerpo en su totalidad.  Una sonrisa es la energía más poderosa en el poder personal.
Reírnos no sólo cumple la bella función de divertirnos: es bueno para nuestra salud.  Cada mes la medicina va descubriendo más acerca de las dimensiones terapéuticas del humor y la risa. Por ejemplo, reírse alivia la depresión, baja la presión arterial, nos relaja, reduce el estrés, incrementa el nivel de oxigenación de la sangre dándonos más energía y por supuesto que socialmente es  mucho más atractivo ver a alguien reír que con cara seria. Entonces, ¿qué esperamos para esbozar una radiante sonrisa?

Silvia Patrono

“De todo lo que llevas puesto, tu expresión es lo más importante.”
Janet Lane


Conozca el ejercicio de la Sonrisa interior, una práctica que mejora la salud y el bienestar
 Para esta práctica taoísta solo necesita su mente y pocos minutos en la mañana: si lo hace juicioso estará "cargado" de energía durante todo el día.

La Sonrisa interior consiste en cerrar los ojos, relajar la mente y recordar algo muy agradable y hermoso, algo que nos haga sentir paz, bienestar y felicidad, lo que llevará a esbozar una genuina sonrisa en nuestro rostro.
En ese momento podemos sentir aún más la sensación de alegría, y entonces podemos “ver” con el ojo de nuestra mente la sonrisa que tenemos en la cara, y desde allí llevarla a todo nuestro cuerpo de una forma continua.
La sonrisa se debe sentir y tener en la expresión facial, y percibir su bienestar dentro de nosotros, y en ese momento proyectarla a cada parte del cuerpo, como si nos colocáramos enfrente de dicha zona y allí con sensación de gratitud y gozo le entregamos una sincera sonrisa.

Usualmente se empieza por los ojos y se le sonríe a cada uno por separado, se continúa con la nariz, y a la propia boca, a la que vemos la misma sonrisa que le proyectamos. Luego se pasa a la cabeza, al cabello, al cuello y la nuca, a las extremidades superiores, al tórax y al abdomen, después a los genitales y de allí a las caderas, muslos, piernas y hasta los pies y sus dedos.
En seguida, con el mismo mecanismo ingresamos al interior del cuerpo y vamos primero al cerebro, luego a la garganta, de allí a los pulmones, el corazón, bajando a los órganos del abdomen, como hígado, páncreas, estómago, bazo, intestinos, vesícula, riñones, vejiga y órganos genitales internos.

No es necesario conocer a la perfección la anatomía, solo imaginar el órgano tal cual como nos parezca y proyectar lo mejor de nosotros a él. Por lo general esto demora de 5 minutos a máximo 10, y produce de inmediato una sensación de paz interior, a la vez que de relajación dejándonos de una vez “cargados” para el trabajo del día que se avecina. Si existe una parte enferma o lesionada, es ideal mantener la sonrisa de manera más larga hasta que logremos “sentir” el bienestar que se proyecta en el cuerpo. Entre más alterada una zona, mayor debe ser el empeño en poner nuestra mejor sonrisa.

Me gusta mucho hacer este ejercicio mental pues considero que ayuda al cuerpo a su proceso de auto-reconocimiento e identificación diarios, a la vez que muchas veces me muestra algo que se está alterando ya que con la repetición se va aprendiendo a conocer cómo está cada parte nuestra.
Además logra algo esencial: que podamos darle a nuestro sobrecargado cuerpo una nota real de agradecimiento, que bien le hace y mucho nos reporta. No puedo decir que cure enfermedades ni cambie la vida de nadie, pero de seguro genera paz interior, gozo sereno, y nos permite valorarnos mejor en nuestro cuerpo y nuestra salud.
 Los invito entonces a sonreírse a sí mismos, así de simple, así de útil.
Tomado de “El Tiempo”, por Santiago Rojas









2 comentarios:

Anónimo dijo...

Perdona, creo que es CEÑO, no SEÑO...

Graciela dijo...

Hola Anónimo...jajaja...gracias! error corregido!

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