...Habitualmente el ser humano se identifica con la emoción sentida lo que produce “atascos malsanos” en su interior. Pensamos que somos aquello que sentimos y eso, nos decepciona, nos conmueve, nos debilita, nos paraliza...
Virtudes del corazón:
Agradecimiento, Compasión, Perdón, Humildad, Entendimiento y Valor.
El agradecimiento tiene que ver con apreciar lo que los otros hacen por mi, lo que me ha sido dado por el Universo, en definitiva “mi dicha”. Para valorarlo tengo que desprenderme del “merecimiento”, “recompensa”, “contravalor”.
Agradezco desde la claridad del sol que me ayuda a despertar, el techo que me acoge cada día o el trabajo que me permite aquello que considero “posesiones”.
Recuerdo una frase que se cita en “El Alquimista” de P.Coelho que reza así: “Cuando quieres algo todo el universo conspira para que lo consigas”. Partiendo de ello y del supuesto que nada sucede sin una causa, tienes que agradecer todo lo que te ocurra, porque ése es tu aprendizaje.
La compasión me permite recordar que somos una gran familia, que todos somos iguales y que nadie ni nada merece sufrir. Cuando siento compasión empatizo con el otro, con su tragedia o con su dicha y ello me permite perdonar y a la vez entender.
El perdón aleja el resentimiento e instaura un patrón de amor y armonía en la persona.
La humildad nos recuerda que tenemos que alejarnos de la polaridad, de las diferencias y hay que sentir amor por aquel que no entiende, por aquel que su falta de comprensión en el propósito le hizo perderse en la materia.
El entendimiento nos capacita para irradiar ese sentimiento amoroso, nos proporciona conocimiento sobre nuestra verdadera esencia, aquella que habita en nuestro interior y que tras tanto tiempo identificándose con su vehículo o cuerpo, perdió la consciencia de su ser.
El valor es un arma poderosa, nos ayuda a tomar decisiones, nos aleja de la culpa y nos reconoce el propósito por el que fuimos creados.
Si entendemos que todo es energía y que para que ésta fluya positivamente tenemos que actuar con armonía, entenderemos el uso de las virtudes que nos proporciona el corazón energético como valiosos recursos para obtener la apreciada coherencia emocional.
Si en nuestras manos está transformar las olas en apacible mar, ¿por qué nos cuesta tanto hacerlo?
Hay que creer en el Poder de Transformación, en la soberanía interna que habita dentro de ti y que es la Esencia de tu ser. Si sientes esa grandeza, si sientes esa totalidad, sentirás cómo se va formando la coherencia en tu interior.
El poder de transformar las emociones, el poder de elegir aquellas que son saludables radica en TÍ.
Las virtudes del corazón son elementos a tu disposición para hacerte el camino más fácil.
Licenciada en Psicología y doctorada en
Psiquiatría y Psicología Médica.
4 comentarios:
Es asì.
Pero es tan dificil tenerlo presente!
Un abrazo.
Hola Gauchito! Si, es difícil, pero no imposible...empecemos de una vez y para siempre a vivir con esas virtudes para poder tener una vida plena!
Cada persona posee a la vez un rostro interior, intuido pero jamás visto. El corazón es el rostro interior de nuestra vida, es ahí donde anida el amor.
Cuando se abre el camino espiritual se puede aportar a los demás una generosidad increíble, si somos generosos para dar y tacaños para recibir perdemos el equilibrio del alma.
Celebremos la calidez y el amor que anida en nuestros corazones.
Un abrazo Graciela y gracias por tu cercanía y amistad, eres especial...lo sabías?
Hola Adriii!!! Que hermoso lo que decís!...tu alma es increíble, escribe maravillas.
Gracias por tu cariño y por tus palabras hacia mi persona, no me siento especial, solo "trato" de seguir esa lucecita interna y las virtudes del corazón, pero, como todos, estoy llena de defectos :)
Abrazo Enorme!
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