"Cuando una persona transmite a Dios, ha experimentado. Entonces Dios no es una
teoría a probar o desaprobar, no; entonces Dios es su propia vida, algo que
tiene que vivirse."
El Camino...
El camino no tiene mapa, el camino no está trazado, el camino no implica que
puedas seguir a alguien y encontrarlo. El camino no es como una gran autopista;
el camino es como un pájaro que vuela en el firmamento; no deja rastros tras de
sí. El pájaro ha volado, pero no quedan rastros; nadie puede seguirlos. Por
tanto, el camino es un camino sin sendero. Es un camino, pero es un camino sin
sendero. No está hecho de antemano, no está disponible. No puedes simplemente
decidir recorrerlo; tendrás que encontrarlo. Y tendrás que encontrarlo a tu
manera. El camino de otros no va a servir.
El Buda lo ha recorrido, Lao Tzu lo ha recorrido, Jesús lo ha
recorrido, pero estos caminos no te van a servir de ayuda porque tú no eres
Jesús, no eres Lao Tzu, no eres Lieh Tzu. Tú eres tú, un individuo único. Sólo
al caminar, sólo al vivir tu vida encontrarás el camino. Esto es algo de gran
valor.
Por eso el taoísmo no es una religión organizada, no puede
serlo. Tú puedes ser taoísta, si vives una vida de forma auténtica,
espontánea, si tienes el coraje de ir hacia lo desconocido a tu manera,
individualmente, sin apoyarte en otro, sin seguir a nadie, simplemente yendo
hacia la noche oscura sin saber si llegarás a algo o si te perderás. Si tienes
el valor, el riesgo está allí; es arriesgado, es osado.
El cristianismo, el hinduismo, el mahometismo son grandes
autopistas. No necesitas arriesgar nada, tú simplemente sigues a la multitud,
vas con la masa. Con el Tao tienes que ir solo, tienes que estar solo. El Tao
respeta al individuo, no a la sociedad. El Tao respeta al que es único y no a
la multitud. El Tao respeta la libertad y no la conformidad. El Tao no tiene
tradición. El Tao es una rebelión, y la mayor rebelión posible.
Por eso llamo al Tao, “el camino sin sendero”. Es un camino
pero no como los otros caminos. Tiene en sí una cualidad diferente: la cualidad
de la libertad, la cualidad de la anarquía, la cualidad del caos. El Tao dice
que si te impones a ti mismo una disciplina serás un esclavo. La disciplina
tiene que surgir de tu atención consciente, entonces serás un maestro. Si
impones un orden en tu vida, esto será sólo una pretensión. El desorden
permanecerá profundamente, en propio fondo de tu ser. El orden estará en la
superficie, en el centro habrá desorden. Esto no va a ayudar.
El orden real surge, no de afuera sino de lo más profundo de tu
ser. Permite el desorden, no lo reprimas. Enfréntalo, asume el reto del
desorden. Al asumir el reto del desorden y vivirlo –vivirlo peligrosamente-
surge un orden en tu ser. Este orden sale del caos, no sale de ningún modelo.
Esta gestalt es totalmente diferente: nace dentro de ti y es fresca; no
es tradicional, es virgen; no es de segunda mano. El Tao no cree en una
religión de segunda mano ni en un Dios de segunda mano. Si tomas al Dios de
Jesús, te vuelves un cristiano; si tomas al Dios de Krishna, te vuelves un
hinduista; si tomas al Dios de Mahoma, te vuelves un mahometano. El Tao dice:
sin embargo, mientras no encuentres a tu Dios, no estás en el camino.
Por tanto, todos estos caminos simplemente te distraen del
camino real. Al seguir a otros te extravías. Al seguir cualquier modelo de
vida te vuelves un esclavo. Al seguir cualquier modelo te aprisionas a ti
mismo. Y Dios, o el Tao, o el dharma, o la verdad, es posible sólo para
alguien que sea absolutamente libre, incondicionalmente libre.
Por supuesto, la libertad es peligrosa porque no da seguridad,
no da certeza. Hay gran seguridad cuando estás siguiendo a una multitud: la
multitud te protege. Hay mucha seguridad cuando estás siguiendo una multitud
porque, en la misma presencia de tanta gente, sientes que no estás sólo y que no
puedes perderte. Debido a esta seguridad estás perdido, debido a esta seguridad
nunca buscas, nunca exploras y nunca investigas. Y la verdad no se puede
encontrar a menos que hayas investigado, a menos que hayas investigado por tu
cuenta. Si tomas verdades prestadas te vuelves erudito; pero ser erudito no
implica saber.
El Tao está muy en contra de la erudición. El Tao dice que si
eres ignorante, y la ignorancia es tuya, está bien; al menos es tuya y lleva
consigo una inocencia. Pero si estás cargado de conocimiento acumulado,
escrituras, tradiciones, entonces vives una vida falsa, una pseudovida.
Entonces no estás viviendo realmente, sólo tienes la pretensión de que estás
viviendo. Haces gestos impotentes, gestos vacíos. Tu vida no tiene la
intensidad, la pasión; no puede tener la pasión. La pasión sólo surge cuando
vas por tu cuenta, solitario, hacia el vasto firmamento de la existencia.
¿Por qué no puedes moverte tú sólo? Porque no confías en la
vida. Tú sigues a los mahometanos, sigues a los hinduistas, sigues a los judíos
porque no confías en la vida, confías en las multitudes. Para moverse en
solitario uno necesita confiar enormemente en la vida… en los árboles, en los
ríos, en el firmamento, en lo eterno de todo esto: uno confía en ello. Tú
confías en las concepciones creadas por el ser humano; tú confías en los
sistemas creados por el ser humano; tú confías en las ideologías creadas por el
ser humano. ¿Cómo pueden ser verdaderas las ideologías creadas por el ser
humano?
El ser humano ha creado estas ideologías sólo para ocultar el
hecho de que no sabe, para ocultar el hecho de que es ignorante. El ser humano
es astuto, ingenioso, y puede crear racionalizaciones, pero estas
racionalizaciones son falsas; no puedes avanzar con ellas hacia la verdad.
Tendrás que dejarlas. El Tao dice que la ignorancia no es el obstáculo frente a
la verdad. La erudición es el obstáculo.
Osho
4 comentarios:
Efectivamente además creo que en un estado de inocente ignorancia como que las cosas se disfrutan mejor; es la simpleza de las cosas la que nos leva a vivir mejor.
Un gran abrazo
Buena reflexion.
Sin embargo, creo que uno debe establecer contacto directo con Dios, evitando "intermediarios".
Solo no se puede vivir. Hay que ponerse en manos de Èl.
Un abrazo.
Muy interesante, nuestro camino y nuestras misiones son propias, no podemos hacer a otros responsables
Besos
El Drac, cierto, la inocencia nos refresca el alma, ilumina nuestro rostro y nuestro Ser. La inocencia nos permite disfrutar de la vida mas plenamente :)
Gauchito, no se puede vivir solo, y es que nunca estamos solos, somos uno con Dios, somos un pedacito de Dios, la Divinidad está en nuestro interior, no afuera, por eso, simplemente por eso, debemos ser felices y agradecidos cada día :)
Peregrina, solo de nosotros nos debemos ocupar. Ama al prójimo como a ti mismo. Si nos amamos y confiamos en nosotros como divinidad que somos podremos amar a los demás y vivir ofreciendo lo que somos, plena y autenticamente :)
Gracias a todos!
Les dejo un gran Abrazo!!
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