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lunes, 5 de noviembre de 2012

Nostalgia...

 
 
Nostalgia
A veces te sientes como un arado que barre siempre el mismo surco, y piensas que el trabajo sería mas blando si caminaras en compañía.  A veces te enredas en la nostalgia de lo que dejaste atrás y, así como el agua busca su nivel, tu sangre tira y lleva lejos tu memoria.
Miras por sobre tus hombros y recuerdas a tus amigos, tu vieja casa, tu ayer, o a ese alguien especial para  ti. Puedes llegar a maldecir tu desición de comenzar el camino y te pierdes en los "cómo hubiera sido si...".
Otras veces encuentras injusto el precio de tu soledad y revuelves en los pliegues de tu pasado como quien busca monedas en los bolsillos de un muerto.
Tu mente menor inventa recuerdos y fabrica diálogos que lo explican todo: respondes a preguntas que nunca te hicieron e interrogas a quien no tuviste el coraje de preguntar.
Cuidado tu no vives de recuerdos, sino que los recuerdos viven de ti.
Son miles de bocas que devoran la fuerza que necesitas para seguir adelante. Te digo que no existe nada malo en esos sentimientos, en tanto no te dejes ahogar por los sentimientos.
Si esto sucede es porque estás olvidando, estás No Recordando.
Todas las vivencias tienen la marca de lo fugaz: están escritas en tu memoria como la sombra que un pájaro en vuelo deja sobre el agua.
Pero recordarse de sí no quiere decir tener memoria: la memoria y el olvido son funciones de tu mente menor, en cambio el recuerdo de sí pertenece al ser profundo.
Tu no has renunciado a amar por seguir tu camino.  Sin embargo puede parecerte que, por seguir tu camino, has dejado de amar.
Recuerda bien, Buscador, no sea cosa que lo que crees haber perdido sea solo otro juego de tu mente, así como tus recuerdos pueden ser reflejos condicionados y la historia que añoras un invento de tu nada.
Observa que curioso: ciertas cosas llegan a tu vida cuando ya no las precisas.
Arriban con un retardo inexplicable, cuando la cola de tu ilusión ya dió vuelta en la esquina.
Un amor demasiado grande ( y por lo tanto insostenible para tu miedo de amar) nunca te embiste al mismo tiempo que su fulgor.
Primero te encandila y te hace soñar, después nace en ti el deseo de poseerlo.  Entonces desaparece, se va de tu vida.
En realidad son cosas que te protegen de ellas mismas y te ponen a salvo del riesgo de tu presencia. Por eso a veces tienes la sensación de que alguien golpea demasiado tarde a tu puerta.
En el fondo se trata de un acto oculto de respeto y protección, porque el objeto o el afecto que deseabas pueden volver a ti pero no en el momento del deseo, sino cuando comprendas que puedes vivir sin ellos.
El buscador no cree en el amor eterno sino en el eterno amor.
Por eso, si recuerdas una gran amistad o un gran amor, hazla con delicada alegría de los amigos que amaron no con la posesividad de los insatisfechos. Abre las manos del alma y deja andar su recuerdo, como si liberaras una paloma cautiva.  eso también te servirá para aprender.

Mario Corradini

2 comentarios:

C2ISLOV3 dijo...

La nostalgia fortalece los sentimientos, eso es muy positivo. Nuestra tarea es evitar que la nostalgia nos domine porque los recuerdos nostálgicos impiden apreciar las cosas pequeñas y nuevas oportunidades.

Graciela dijo...

Hola C21SLOV3!! muy cierto! la nostalgia enturbia el presente.
Gracias!
Un Abrazo

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