Archivo del blog

miércoles, 19 de febrero de 2014

LA LOGICA Y EL AMOR





¿Por qué es tan difícil amar para la lógica?
 Porque el amor necesita un acto muy valiente, y este acto valiente es entrar en lo desconocido. La lógica es siempre cobarde, nunca entra en lo desconocido. La lógica dice: «Primero, tengo que conocer. Cuando el territorio sea bien conocido, daré el paso».

La lógica es ajena a la aventura. El amor es absolutamente aventurero; a veces llega a parecer loco. A la mente lógica le parece siempre loco: «¿Qué estás haciendo, entrando en lo desconocido sin saber adónde vas? ¿Qué estás haciendo, dejando el territorio que era conocido, seguro, sin peligro, quedándote sin hogar innecesariamente? No pierdas lo que tienes. Nunca llega a ningún sitio, porque siempre está pendiente del lugar de donde parte. Está interesado en el pasado. Es como si fueras viejo y te dirigieras hacia la matriz. Esto es imposible, pero así funciona la mente humana.

Con la lógica, vas hacia la fuente; con el amor, vas hacia la floración final; las dimensiones son diferentes. La lógica pregunta: «¿Quién creó el mundo?». Se interesa por el creador pasado, la fuente original, "el Ganges, de donde mana el Ganges". El amor nunca pregunta quién creó el mundo. Y está, de modo que, ¿para qué preocuparse de quién lo creó. No importa quién creó el abecedario. ¿En qué te va a afectar saber quién creó el mundo? ¿Qué importa si fue un dios hindú Brahma, o una trinidad cristiana?

El amor está interesado en lo que va a ser la floración final. Le interesa la budeidad, lo que va a sucederme a mí, a mi semilla, cómo va a florecer. Observa la diferencia: la lógica siempre está interesada en lo conocido, en el pasado, el camino que ya has recorrido; el amor se preocupa por lo desconocido por la floración final, el camino que no has recorrido; no por el que no has recorrido, sino también por el que ni siquiera has imaginado o soñado. 

Por eso un filósofo raramente se acerca a un buda. Van direcciones diametralmente opuestas; un filósofo va hacia el pasado, un buda hacia el futuro. Su punto de partida puede el mismo, pero no hay punto de encuentro. Pero cuando un filósofo se acerca a un buda..., algo que sucede raramente, hay en él una transformación inmediata. 

¿Por qué? Porque cuando esto ocurre, significa que en el fondo ha entendido el fracaso de la filosofía. De no ser así, ¿para qué habría ido a buscar a un buda? En el fondo ha encontrado el fracaso de la lógica. Ha hecho todos los esfuerzos posibles para conocer la verdad a través de ella: razonando acerca, sobre, a favor y en contra. Ha razonado y razonado, y llegado al punto en que sabe que todo el asunto es fútil; a través de la lógica nada puede conocerse. Este fracaso le da la humildad más honda que es posible en este mundo. Ni un hombre ignorante puede llegar a ser tan humilde, porque no ha llegado a conocer el sufrimiento del fracaso. El ignorante no ha sido arrojado, como el filósofo, de la cima al valle.

Este filósofo pensaba que estaba en la cima. De pronto se dio cuenta de que había estado en el valle soñando que estaba en la cima. Nunca había alcanzado la cumbre, en realidad no había adelantado ni una pulgada. La verdad seguía tan desconocida como siempre. Había desperdiciado toda su vida. Cuando alguien llega a sentir esto, de repente el ego desaparece, uno se vuelve humilde. Y si no eres humilde, no te puedes acercar a un buda. Sólo la humildad, la humildad profunda, puede llevarte a un buda. Y únicamente entonces estás preparado para aprender, porque no sabes nada.
Osho ( del libro: Ni agua ni luna)
GRACIAS ALE!!!
 

 

No hay comentarios:

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails