Archivo del blog

martes, 17 de junio de 2014

Alcance de la Meditación

 
 
EL ALCANCE DE LA MEDITACIÓN
 
Aunque el propósito firme de transformación y mejoramiento es importante, no basta; aunque el anhelo de cambio interior y acre­centamiento de la conciencia es un primer paso, no es suficiente. Es necesario un ejercitamiento, un método, lo que los maestros in­dios llaman un sadhana o entrenamiento interior. Es necesario po­ner unas condiciones para la mutación de la mente, generar unas actitudes que hagan posible el cambio interior, adiestrar un com­portamiento mental diferente y que posibilite una perceptividad distinta. Ese ejercitamiento es la meditación, que apunta de modo directo al órgano psicomental y que comporta una especialísima gimnasia para ir desarrollando y subyugando las potencias de la mente, esclareciendo su contenido, purificando su discernimiento y haciendo posible una visión liberadora.
La meditación tiene una antigüedad de seis mil años y es básica­mente una técnica de interiorización para abrir la mente a otras rea­lidades y recuperar la armonía interior. El alcance de la meditación es extraordinario. No sólo afecta positiva y saludablemente a la mente, sino también a las energías, al cuerpo y al comportamiento. Ha sido utilizada por todos los sistemas de autorrealización como la práctica más fiable y segura, capaz de producir profundas modificaciones en la psiquis. Está al alcance de cualquier persona y, des­de luego, es el método de preferencia para recobrar la mente sana. La meditación ejercitada seria y asiduamente hace posible:
— La modificación de la actitud mental.
— La supresión de las modificaciones mentales y el acercamien­to al ángulo de quietud.
— La captación de otras realidades.
— El cultivo armónico y gradual de la atención.
— La purificación del contenido mental.
— El alertamiento de la perceptividad.
— El establecimiento en la firme ecuanimidad.
— La sincronización del cuerpo y de la mente y el equilibrio psicosomático.
— El debilitamiento del ego.
— El desencadenamiento de la visión pura.
— El acoplamiento con la realidad momentánea.
— El libre flujo de energías.
— La relajación profunda del cuerpo, su bienestar y armonía.
 
La modificación de la actitud mental
La meditación nos enfrenta y confronta con nosotros mismos. Na­die puede meditar por otro. Aunque meditemos en grupo, es nues­tra meditación y estamos con nuestro cuerpo y nuestra mente. Te­nemos que aprender a manejarnos con los pensamientos neuróticos, las emociones y estados de ánimo que se manifiestan, nuestras dis­tracciones y los obstáculos diversos que se van presentando a lo lar­go de la sesión de meditación. Es un trabajo muy personal. Se aprende a meditar, meditando. Muktananda decía: «La meditación te enseña a meditar». Es como una carga de dinamita en profundidad. Impone unas actitudes que van modificando las actitudes mentales habituales. Se trabaja a la luz de la conciencia, de la ecuanimidad, de la captación del momento. La habitual actitud de la mente se caracteriza por la compulsividad, el rebote entre la avidez y la el descontrol de las ideas, el caos y la superficialidad. Todo ello debe ir modificándose mediante una seria práctica meditacional, donde deben estar presentes:
— La perseverancia.
— La atención pura.
— La ecuanimidad.
— La perceptividad plena.
— El esfuerzo.
No se cede a las tensiones, caprichos, divagaciones y acrobacias de la mente. Se va persuadiendo a la mente para que sea más aten­ta, más ecuánime, más dócil, mejor aliada, más perceptiva, más pura, más armónica y equilibrada. La meditación es una vía de transformación interior. Debe modificarse toda actitud mental me­cánica y perjudicial.
El cambio de actitud mental durante la práctica meditacional dejará sus frutos para la vida cotidiana. Esa modificación es como una fragancia que luego permanecerá en la vida diaria, donde nos será más fácil mantener una mente perceptiva, menos reactiva y más ecuánime, estable y sana.
 
Extracto del libro: "Recobrar la mente" de Ramiro Calle

No hay comentarios:

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails