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sábado, 16 de enero de 2010

MEDITA...





MEDITA...

Entre dos pensamientos hay un periodo de silencio que no está relacionado con el proceso del pensamiento. Si observas, verás que ese período de silencio, ese intervalo, no es de tiempo, y el descubrimiento de ese intervalo, la total experimentación del mismo, te libera del condicionamiento.

La meditación no es un medio para algo. Descubrir en todos los momentos de la vida cotidiana qué es verdadero y qué es falso, es meditación. La meditación no es algo por cuyo medio escapáis. Algo en lo que conseguís visiones y toda clase de grandes emociones. Mas el vigilar todos los momentos del día, ver cómo opera vuestro pensamiento, ver funcionar el mecanismo de la defensa, ver los temores, las ambiciones, las codicias y envidias, vigilar todo esto, indagarlo todo el tiempo, eso es meditación, o parte de la meditación. No tenéis que acudir a nadie para que os diga qué es meditación o para que os dé un método. Lo puedo descubrir muy sencillamente vigilándome. No me lo tiene que decir otro; lo sé. Queremos llegar muy lejos sin dar el primer paso. Y hallaréis que si dais el primer paso, ese es el último. No hay otro paso.

Jiddu Krishnamurti

Crea tu mandala...y medita



La simple contemplación de un Mandala, tanto elegido voluntariamente como al azar, puede ayudarnos a entrar en ese peculiar estado de conciencia que llamamos “meditación”.
El tener a mano unos colores y unas copias de mandalas constituye un método eficaz que ayuda a “disciplinarse”.
 No sólo a los rebeldes, indisciplinados y anárquicos, sinó a las personas en general, que pretendemos meditar, lo que más nos ayuda, llegado el momento y topada la dificultad, es tener un menú amplio, de modo que siempre hallemos el recurso apropiado, según el estado en que nos encontramos, para recuperarnos y recuperar nuestro centro: la conexión consciente con el Yo Interno y con el Universo, Nada, Uno y Todo a la vez…
A veces nos sucede que, cuanto más ansiamos relajarnos un poco o concentrarnos en algo, menos lo logramos. Son esos momentos en que, casi sin darnos cuenta, hemos llegado a un tope, un límite, al borde de...
Por alguna causa estamos sobrecargados. Lo ideal puede ser no llegar a ese punto. Pero, aún sabiéndolo, inevitablemente, a muchos, a veces, nos sucede.
Y ahí es donde los mandalas son una especie de “comodín”, casi una panacea, porque, a poco que hayamos jugado con ellos, ya nos responden. ¡Y de qué manera! ¡Es sorprendente! ...

Y aquí ...los colores ...



Blanco:  nada, pureza, iluminación, perfección.
Negro:  muerte, limitación personal, misterio, renacimiento, ignorancia.
Gris:  neutralidad, sabiduría, renovación.
Rojo:  masculino, sensualidad, amor, arraigamiento, pasión.
Azul:  tranquilidad, paz, felicidad, satisfacción, alegría.
Amarillo:  sol, luz, jovialidad, simpatía, receptividad.
Naranja: energía, dinamismo, ambición, ternura, valor.
Rosa:  aspectos femeninos e infantiles, dulzura, altruismo.
Morado: amor al prójimo, idealismo y sabiduría.
Verde:  naturaleza, equilibrio, crecimiento, esperanza.
Violeta:  música, magia, espiritualidad, transformación, inspiración.
Oro:  sabiduría, claridad, lucidez, vitalidad.
Plata:  capacidades extrasensoriales, emociones fluctuantes, bienestar.


1 comentario:

Graciela dijo...

Muchas Gracias Guzmán... es muy cierto, la verdad está dentro de uno,la verdad está en el camino de tu propia experiencia y uno de tantos senderos útiles para acercarse a ella es la meditación...

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