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domingo, 28 de febrero de 2010

Flor: Centaury - ¿Escuchas tu voz interior?

 
La personalidad Centaury
¿Tu crees que no lucho
porque no hiero ni ofendo?

Némer Ibn El Barud
 
 
 
Personalidad
La máscara habitual del Centaury se manifiesta bajo la forma de una personalidad bondadosa, callada, sensitiva, dócil, gentil, abnegada, vacilante, dependiente, sumisa, inhibida y ansiosa (hasta en demasía) por ayudar a los otros. Poseedor de una exagerada valoración de su capacidad para asistir al partenaire, es prisionera de serias dificultades para poner límites y decir que no a los requerimientos ajenos y puede, en extremos, llegar a desarrollar conductas serviles y masoquistas.
Su voluntad se encuentra debilitada y sus afectos exacerbados debido, en parte, a la vulnerabilidad que siente de un modo visceral y, por otra, por el esfuerzo que despliega para complacer a los demás.
De manera habitual relega sus opiniones e intereses y le resulta costoso hacer valer sus ideas de manera que olvida sus propias necesidades y, en espejo, no percibe las auténticas necesidades de los otros.
Por este camino es frecuente que la rigidez Centaury culmine en la ausencia de placer por las cosas de la vida cotidiana y, aún, por la vida misma.
Sin embargo, en su sombra se oculta un carácter bien diferente: fuertemente compulsivo, arrogante, egoísta, demandante, presumido, autoritario, autócrata, dominante, tiránico, ampuloso, anhelante de poder, vengativo y, por momentos, con tendencia a comportarse con crueldad.
De esta manera la forma habitual del Centaury (máscara) se revela como un gesto de apaciguamiento hacia el otro para evitar el castigo o la agresión, fantasía simétrica a los deseos reprimidos o contenidos de castigar y agredir que habitan en su sombra. Estos impulsos se encuentran al acecho para cuando se presente la oportunidad adecuada de poder descargarlos sin peligro.
Entre ambas posibilidades antagónicas existe un equilibrio un camino que permite el surgimiento de una personalidad fuerte y afirmada sobre sí misma, independiente y segura de sus convicciones, gentil y receptiva, compasiva y comprometida socialmente pero, al mismo tiempo, capaz de saber limitarse en el servicio cuando percibe que excede sus posibilidades, libre del temor de ser rechazada si no cumple con lo que le demandan, resistente a las influencias y que no permite que se aprovechen de ella.
Lección
El Centaury tiene que aprender a encontrar el centro dentro de si donde apoyar los cimientos de su identidad; a poner límites y no dejar que otros interfieran en su camino interior y, finalmente, a permitirse ser un agente activo en la construcción de su propia vida.
Virtud
Las virtudes que esta esencia permite desplegar son: mansedumbre, servicio, bondad, compasión, fortaleza, piedad, humildad, estima y modestia. Al mismo tiempo fortifica la voluntad para hacer capaz a la persona de realizar el propósito interior que su alma le dicta.
Obstáculo
Dado que los Centaury actúan bajo la creencia de que su manera de relacionarse es esencialmente amorosa, cuando, por el contrario, la realidad es que son incapaces de decir que no a los reclamos de los otros, terminan bajo la ilusión de que resistirse a la explotación de los otros es una falta de amor.
El proceso que subyace a este dinamismo hace evidente que, al complacer, el Centaury siente que se valida, que se corporiza, que existe. Pero lo que sucede es que al olvidar sus propias necesidades, al no escuchar su voz interior y al enajenarse en el deseo del otro, retrasa su propio camino de evolución y el de los que lo rodean.
Clave histórica
Es frecuente encontrar, en la biografía de la personalidad Centaury, relatos de humillaciones y maltratos reiterados en la infancia, frustraciones en sus necesidades de afecto, padres autoritarios y castigadores, etapas de caprichos y rebeldías y exigencias alimenticias y en el control de esfínteres (por parte de los padres) que fueron vividas de un modo traumático. De la misma manera aprendieron en la infancia el mandato de los padres según el cual “Si no obedeces, no te vamos a querer”.
Mapa emocional
Hostilidad reprimida, excesiva demanda de amor que conduce a una reiterada frustración, miedo a la libertad y al descontrol, culpa y remordimiento, necesidad de castigo, insatisfacción permanente, vergüenza, vivencia de no ser nada, no solamente no ser valioso sino considerarse una basura o un felpudo.
Polaridad emocional
Servicio y egoísmo; servilismo y autocracia; sometimiento y tiranía: ira y perdón; crueldad y compasión; sumisión y libertad.
Modalidad comunicacional
Queja, falta de fuerza expresiva y espontaneidad, bloqueo en la afirmación, muletillas de permiso y perdón permanente, torpeza.
Vínculos
Dependientes, sometidos, sumisos, desafiantes, insatisfactorios, adictivos, inhibidos, búsqueda de protección y aprobación, delegación en el otro de la propia autoridad. En esencia las relaciones Centaury se organizan en torno de vivir la vida a través de la del otro.
Algunos de los rasgos mas destacados en su relación con otros son:
Si alguien necesita algo se lo dan sin que se lo pidan. Esta es una máscara que parece generosidad pero encubre temor.
Su finalidad esencial en la vida es hacer cosas por los otros. Este servilismo es una máscara del auténtico servicio.
Son considerados y amables en el trato con las demás personas.
Están con las personas que quieren en las buenas y en las malas.
Se inhiben cuando son el centro de atención.
Son personas sufridas, pacientes y con mucha tolerancia a la incomodidad.
Son bastante ingenuos y les cuesta pensar que otras personas tengan segundas intenciones hacia ellos.
En sus relaciones afectivas tienden al dejarse guiar por la pareja renunciando a su propia autoridad y su propio camino y hasta llegan al masoquismo.
En la sexualidad no busca tanto el placer propio como el del otro.
Síntomas físicos
Cansancio, palidez, trastornos circulatorios, trastornos hepáticos, dolores de columna (especialmente dorsales), hipertensión arterial, patologías tiroideas, tensión muscular, dolores en los muslos, constipación, disneas respiratorias, trastornos inmunológicos.
Síntomas psíquicos
Incertidumbre, represión de la sexualidad, relaciones de co-dependencia y sufrimiento, incapacidad de goce, tendencias masoquistas, afán de servicio desmedido, síntomas obsesivos, accidentes reiterados, incapacidad para expresar con fuerza las ideas, influenciabilidad, anhelo de reconocimiento y confirmación, temor a autoridad, necesidad de aprobación, incapacidad para poner límites, hipersensibilidad, tristeza, voluntad débil, pasividad, reaccionan a los deseos de los otros y no a los propios.
Mecanismo
Dependencia, bajo la forma de incapacidad de asumir la propia autoridad.
Referencia botánica
Centaurium umbellatum, flores rosadas, insertadas en la punta de las ramas. Sólo se abren cuando hay buen tiempo.

Desarrollo
Este tipo floral plantea uno de los más complejos y difíciles problemas clínicos con los que se enfrenta el Terapeuta Floral. La causa radica en que, el Centaury, suele tener una recurrente tendencia a la recaída y al retorno de los síntomas, al punto que, es muy común que en los tratamientos de estos pacientes, a lo largo de toda su duración, se establezca un reiterado patrón cíclico de mejorías y regresiones. Esto posee cierta lógica, ya que, su identidad se encuentra carcomida por una fuerte orientación masoquista, que no es otra cosa que un sadismo vuelto contra sí mismo, que les impide, entre otras cosas, acceder fácilmente a la curación.
El Dr. Bach al describir el tipo de personalidad que se corresponde con ésta esencia dice que se trata de gente bondadosa, callada y dócil, pero que, sin embargo, se encuentra hiperansiosa por servir a los demás y que, al mismo tiempo, valoran en mucho las propias fuerzas de que disponen para realizar esta tarea.
Eduardo H. Grecco

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