Relacionarse con personas con discapacidad
Ciertas
personas se sienten incómodas al hablar con personas con discapacidad.
Este capítulo te ofrece algunos consejos básicos para ayudarte cuando
trates con personas con discapacidad y para ayudar a las personas con
discapacidad a que disfruten más de esa interacción.
Para
empezar, analicemos las causas por las que algunas personas se sienten
incómodas cuando están con personas con discapacidad. Una de las
razones es que algunas sienten lástima por ellas y dan por sentado que
están amargadas debido a sus discapacidades. En la mayoría de los
casos, esto no es cierto. Muchas personas con discapacidad sienten que
esas experiencias han enriquecido sus vidas e incluso, si pudieran
elegir, preferirían no prescindir de su discapacidad.
En una entrevista realizada en el programa Larry King Live, algunas personas dijeron de sus discapacidades:
No cambiaría mi vida. No la cambiaría aunque pudiera. De ninguna manera.
Desde luego he ido por un camino distinto en la vida al que pensé que seguiría, pero ha sido un camino genial y ya sabes, lo hemos dicho varias veces, no la cambiaría en nada. [1]
Otra
razón por la que algunas personas se sienten incómodas al estar con
personas con discapacidad es que tienen miedo a “decir algo
inapropiado”. Sin embargo, para la mayoría de personas con
discapacidad, eso no tiene demasiada importancia. Lo que importa es que
muestres respeto por la persona y veas más allá de su discapacidad.
En la película “Yo soy Sam”, el protagonista, Sam, es un adulto que tiene una discapacidad de desarrollo. Una abogada, que se muestra bastante insensible al principio, le dice:
Necesito que me dé esa lista de personas que pueden testificar, que digan que es un buen padre pese a su minusvalía. No quería decir minusvalía sino su,… su,… discapacidad, o sea, el hecho de que es retrasado… Tampoco es la palabra correcta… [exasperada] No sé cómo llamarle.
A lo que él contesta:
Sam. Puede llamarme Sam.
Una
pregunta esencial que se plantea mucha gente es: ¿Cuál es la
terminología adecuada? Por ejemplo, ¿discapacidad, deficiencia o
minusvalía? Cuando trabajes con alguien que tenga una discapacidad,
puedes preguntarle qué término prefiere. Cuando hables en público o
tengas que hacer algo por escrito, necesitarás investigar un poco para
asegurarte de que utilizas la terminología comúnmente aceptada y de que
evitas los términos potencialmente ofensivos. En este capítulo se
ofrecen algunas pautas.
Lo más importante que debes saber a
la hora de relacionarte con personas con discapacidad es que son
personas. Y por tanto, son muy distintas entre sí, incluso en lo que se
refiere a su actitud sobre su discapacidad.
Algunas
personas prefieren términos diferentes, otras se ofenden mucho con la
terminología y a otras les da igual. A algunos les enfada mucho el tema
de las barreras a la accesibilidad y arremeten contra los responsables.
Otros, sin embargo, tienen mucha paciencia, ofrecen su apoyo y se
muestran muy agradecidos con las personas y organizaciones que intentan
evitar estas barreras.
A algunas personas les gusta que se
les dé la oportunidad de hablar sobre su discapacidad y educar a otras
personas sobre los problemas de accesibilidad, y a otras no les gusta
nada hablar de ese tema. Cuando ya conozcas un poco a una persona,
puedes preguntarle: “Tengo curiosidad. ¿Cómo es eso de usar una silla
de ruedas? ¿Te importa hablar del tema o prefieres no hacerlo?”.
Cuando conocí personalmente a un par de personas con discapacidad, todos los prejuicios y estereotipos se esfumaron.
Si
cuentas con personas con discapacidad de forma regular para que te
ayuden a entender los problemas de accesibilidad y prueben tus
prototipos, como se recomienda en Contar con la participación de personas con discapacidad en tu proyecto,
plantéate conocerles de forma personal, hasta donde os sintáis cómodos.
Por ejemplo, hablad durante la comida y descubrid las cosas que tenéis
en común, como hijos de la misma edad, aficiones o vuestros programas
favoritos.
Contratamos a Carlos, que es ciego, para que nos ayudara a probar nuestros productos en lectores de pantalla. Una tarde, después de trabajar juntos, unos cuantos fuimos a un pub y nos lo pasamos genial. Conocernos mejor el uno al otro ha hecho que nuestro trabajo sea más productivo y divertido. (Y ahora organizamos el horario de Carlos para que trabaje de tarde siempre que es posible.)
El resto del capítulo ofrece consejos específicos sobre cómo relacionarte con personas con discapacidad.
No presupongas nadasobre las personas o sobre sus discapacidades. No des por sentado que
sabes lo que quiere o siente una persona, o lo que es mejor para ella.
Si no sabes qué hacer, cómo hacerlo, qué lenguaje o terminología
utilizar, o cómo ayudarles, pregúntales directamente. Esa persona
debería ser tu primer y mejor recurso.
Recuerda
que las personas con discapacidad tienen gustos distintos. Sólo porque
una persona con discapacidad prefiera algo de una forma concreta no
significa que otra persona con la misma discapacidad también lo
prefiera de esa forma.
Pregunta antes de ayudar.
Antes de ayudar a alguien, pregúntale si quiere ayuda. En algunos
casos, puede parecer que a una persona con discapacidad le está
costando mucho trabajo hacer algo y que, sin embargo, se arregle bien y
prefiera completar la tarea ella sola. Sigue las indicaciones que te dé
y pregunta si no sabes qué hacer. No te ofendas si alguien rechaza tu
ofrecimiento.
Un compañero de trabajo utiliza una silla de ruedas manual. Parece que le cuesta muchísimo subir algunas cuestas. Sin embargo, se arregla bien y no quiere ayuda.
Habla directamente con el usuario,
no con el intérprete, ayudante o amigo. No hace falta que ignores a los
demás completamente, basta con que centres la interacción en el
usuario. Cuando un usuario que es sordo tiene un intérprete, le mirará
cuando estés hablando. En este caso, el recordar que tienes que mirar
al usuario y no al intérprete puede que te requiera un poco más de
esfuerzo.
Si vas a estar hablando durante un rato con una
persona que usa silla de ruedas, siéntate también para que estéis al
mismo nivel y esa persona no tenga que forzar el cuello para mirarte.
Habla normalmente.
Algunas personas tienen tendencia a hablar más alto y más despacio a
las personas con discapacidad. No lo hagas. No asumas que porque esa
persona tenga una discapacidad, también tiene una discapacidad
cognitiva o no oye bien. Por ejemplo, una persona con parálisis
cerebral puede usar una silla de ruedas, mover incontroladamente la
parte superior del cuerpo y tener dificultades al hablar y, sin
embargo, tener muy buen oído, ser muy inteligente o tener muy buenas
habilidades cognitivas.
Utiliza un lenguaje normal que
incluya “ver” y “mirar”. No pasa nada por usar frases hechas como:
“¿Ves lo que quiero decir?”, incluso con personas ciegas. De hecho,
ellas mismas suelen hacer comentarios como: “Me encantó verte” o “La
veo poco accesible (hablando de una página web)”.
Utiliza el lenguaje de las personas primero
cuando hables con personas con discapacidad. Este tipo de lenguaje pone
a la persona en primer lugar y a la discapacidad en segundo plano. Por
ejemplo, di “un hombre ciego” y no “un ciego”, y “una mujer con
discapacidad” en vez de “una discapacitada”. Utiliza el lenguaje de las
personas primero cuando hables con personas con discapacidad y cuando
hables o escribas sobre personas con discapacidad.
Evita utilizar términos o eufemismos potencialmente ofensivos.
La terminología comúnmente aceptada incluye “personas con discapacidad”
y “personas con dificultades visuales/auditivas/físicas/cognitivas o de
habla”. Muchas personas consideran ofensivos o molestos términos como
“confinada a una silla de ruedas”, “víctima de”, “padece de”,
“retrasado”, “deformado”, “lisiado” y eufemismos como “limitaciones
físicas”. Si tienes dudas, pregúntale a una persona con discapacidad
qué término prefiere.
En una ocasión, cuando estaba leyendo nuestro formulario de consentimiento en alto y, después de oír “personas con dificultades visuales” varias veces, uno de los participantes dijo: “Soy ciego. Sé que estoy ciego. Di ‘ciego’.”
Ten en cuenta que la
terminología aceptada es distinta dependiendo de la región. Por
ejemplo, en Europa “minusválido” es un término aceptado, mientras que,
en los EE. UU., hay mucha gente a la que no le gusta.
A las “discapacidad cognitivas” también se les llama “discapacidades
intelectuales”. Si quieres saber más sobre la terminología en tu zona
geográfica, ponte en contacto con una asociación local de personas
discapacitadas. Puedes consultar también: Terminología Notas.
Larry King le preguntó a ese mismo grupo de personas con discapacidad qué opinaban sobre la terminología.
King: ¿Utilizas la palabra “minusválido”?
Jugador de rugby: No, la odio.
King: ¿Todos la odiáis?
[Los demás asintieron]
Nota
adicional: Me molesta un poco cuando la gente usa “persona con
movilidad reducida” como una categoría de discapacidad cuando se
refiere al uso del ordenador. La movilidad hace referencia al hecho de
caminar y, en la mayoría de casos, no influye en la utilización del
ordenador. En su lugar, utiliza “con discapacidad física” o “motora”.
Sé consciente de su espacio personal.
Algunas personas que utilizan dispositivos de ayuda a la movilidad,
como una silla de ruedas, un andador o una muleta, consideran estos
dispositivos parte de su espacio personal. No toques, muevas o te
apoyes en los dispositivos de ayuda a la movilidad. Esto es importante,
también, en lo concerniente a la seguridad.
Referencias
- "Quadriplegics & 'Murderball'." CNN Larry King Live. 3 de agosto, 2005. (Transcripción en inglés) Murderball es una película sobre jugadores de rugby con tetraplejia. La entrevista de Larry King se encuentra al final del DVD de Murderball.
Murderball. Dir. Henry Alex Rubin y Dana Adam Shapiro. MTV Films, ThinkFilm, 1More Film, 2005. - Yo soy Sam. Dir. Jessie Nelson. New Line Cinema, 2001.
- Guide to Etiquette and Behavior for Relating to Persons With Disabilities. American Friends Service Committee.
6 comentarios:
Muy buena entrada. La verdad es que hay personas con discapacidad que en más de una ocasión nos han dado una buena lección de humildad, de respeto, de educación, de comportamiento...
Tengo varias amistades con discapacidad, y al principio es verdad que no sabemos como comportarnos con ellos, y ahí somos nosotros los que parecemos discapacitados...
Aquí te dejo el enlace a un blog que me envío una amiga discapacitada, de otra amiga suya, está muy interesante.
Besos y sonrisas.
Gracias Isora. También tengo gente conocida con discapacidades y como tu dices, cuando estamos con ellos, su cariño y comportamiento son extraordinarios. Muchas veces con ellos no sabemos como comportarnos porque no tenemos su pureza, nosotros estamos contaminados del inconsciente colectivo...
No puedo ver el enlace...me reenvías?
besoss linda!
Graciela, por lo visto le di al intro antes de comprobar que el enlace estaba pegado, aquí va:
http://lariquezadeladiversidad.blogspot.com/
No conozco a la dueña de este blog, pero mi amiga también tiene una discapacidad, a ver si la animo para que publique algunos de sus escritos, escribe muy bien.
Besos.
Gracias Isora!! ya entraré a verlo. Claro que se debe animar a publicar algo, seguramente esribe maravillosamente, no me caben dudas porque no tienen discapacidades...son luces especiales, anímala a hacerlo, anímala a escribir y mandame algo de ella para que publique yo también si no le incomoda.
Un Abrazo grande y mucha luz para vos y tu amiga.
...¿¿¿"Ellos"..."Ellos"???... ¿¿¿"no tenemos su pureza"???... ¿¿¿"luces especiales"???... veo mucho mas acertado lo de... "nosotros estamos contaminados por el inconsciente colectivo". No "nosotros" sino TODOS..."ellos y nosotros". Así nos va a Todos.
Anónimo: "ellos" son "luces especiales" porque tienen mas "pureza" en su alma... por su inocencia y gran amor que guardan en su interior es raro que se dejen contaminar por el incosciente colectivo.
"ellos" no ocultan nada, se brindan especialmente y dan su amor incondicionalmente, y también su nombre ...cual es el tuyo?
Te dejo un abrazo ;)
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