Las Emociones son variadas e inmensamente ricas en sus manifestaciones, expresiones y sentimientos. Se mezclan como los colores para crearse y redefinirse. Se sienten y expresan de manera individual y personal.
¿Cuántas emociones podemos sentir? ¿Cinco, ocho, veinte o tal vez cientos? Todas las cifras son correctas. Sin embargo, para facilitar su reconocimiento y aprendizaje, los autores las han clasificado en emociones básicas o primarias y emociones compuestas o secundarias. Se cree que la Alegría, Sorpresa, Amor, Satisfacción, Poder, Diversión, Pertenencia, Respeto, Prepotencia, Miedo, Furia, Timidez, Ira, Tristeza, Asco y Culpabilidad, hacen parte de las emociones primarias. Las demás, pueden surgir de la combinación de una o varias emociones primarias. Estas emociones básicas, se pueden a su vez dividir en dos grupos, uno en donde se integran las emociones denominadas como "Positivas" (alegría, sorpresa, amor, satisfacción, poder, diversión, pertenencia, respeto) y el segundo las denominadas "Negativas" (prepotencia, miedo, furia, timidez, ira, tristeza, asco y culpabilidad). Esta identificación de positivo o negativo, se relaciona con el sentido común y reglas universalmente aceptadas. Por lo general, se acepta que es positivo sentir alegría o amor, y que es negativo sentir tristeza o timidez. Sin embargo, entre más rápido aprendamos que todas las emociones son positivas e importantes para nuestra vida, más rápido creceremos emocionalmente y seremos felices. Algunos ejemplos de las emociones combinadas pueden ser, el Optimismo producto de la combinación de la esperanza y la alegría, el Desengaño de la mezcla de sorpresa y tristeza, el Enfado siendo menos intenso que la Ira y ésta menos que la Furia. La Ansiedad puede ser la combinación del miedo y de dos emociones más, que pueden ser la culpa, el interés, la vergüenza o la agitación. El Amor es una díada primaria resultante de la mezcla de dos emociones básicas adyacentes: la alegría y la aceptación, mientras que la Culpa es una díada secundaria formada por la alegría y el miedo.
Dentro del Disgusto, hacen parte: el enojo, mal genio, atropello, fastidio, molestia, furia, resentimiento, hostilidad, animadversión, impaciencia, indignación, ira, irritabilidad, violencia y odio patológico.
Dentro del Disfrute: la alegría, felicidad, alivio, capricho, extravagancia, deleite, dicha, diversión, estremecimiento, éxtasis, gratificación, orgullo, placer sensual, satisfacción y manía patológica.
Dentro del Miedo: la ansiedad, desconfianza, fobia, miedo, nerviosismo, inquietud, terror, preocupación, aprehensión, remordimiento, sospecha, pavor y pánico patológico.
Dentro del Amor: la aceptación, adoración, afinidad, amabilidad, amor desinteresado, caridad, confianza, devoción, dedicación, gentileza y amor obsesivo.
Dentro de la Tristeza: aflicción, autocompasión, melancolía, desaliento, desesperanza, pena, duelo, soledad, tristeza, depresión y nostalgia.
Dentro de la Sorpresa: el asombro, estupefacción, maravilla y shock.
Dentro de la Vergüenza: el arrepentimiento, humillación, mortificación, pena, remordimiento, culpa y vergüenza.
Dentro de la Repulsión: la aversión, asco, desdén, desprecio, menosprecio y aberración.
Dentro del Disfrute: la alegría, felicidad, alivio, capricho, extravagancia, deleite, dicha, diversión, estremecimiento, éxtasis, gratificación, orgullo, placer sensual, satisfacción y manía patológica.
Dentro del Miedo: la ansiedad, desconfianza, fobia, miedo, nerviosismo, inquietud, terror, preocupación, aprehensión, remordimiento, sospecha, pavor y pánico patológico.
Dentro del Amor: la aceptación, adoración, afinidad, amabilidad, amor desinteresado, caridad, confianza, devoción, dedicación, gentileza y amor obsesivo.
Dentro de la Tristeza: aflicción, autocompasión, melancolía, desaliento, desesperanza, pena, duelo, soledad, tristeza, depresión y nostalgia.
Dentro de la Sorpresa: el asombro, estupefacción, maravilla y shock.
Dentro de la Vergüenza: el arrepentimiento, humillación, mortificación, pena, remordimiento, culpa y vergüenza.
Dentro de la Repulsión: la aversión, asco, desdén, desprecio, menosprecio y aberración.
Una emoción simple es despertada cuando un objeto o situación es apreciado bajo un solo aspecto. Una emoción compleja es una mezcla de muchas emociones, todas dirigidas hacia el mismo objeto, pero despertadas por varios y a menudo contradictorios aspectos del objeto o la situación.
Una emoción como los celos, por ejemplo, incluye el amor, el miedo a la pérdida del ser amado, la misma ira contra el ser amado y muchas más. Los celos de una persona pueden contener más ira que miedo, y los de otro pueden incluir miedo de pérdida y amor propio herido. Por ello, no debemos apresurarnos en juzgar las emociones ni quedarnos en su apariencia preliminar. Cuando observamos reír a una persona, detrás de esa aparente aceptación y felicidad puede ocultar una timidez profunda. Por ello, el dicho que "No todo lo que brilla es oro". En la medida en que ampliemos nuestro conocimiento sobre la variedad de las emociones existentes, e identifiquemos la forma en que se expresan en cada uno de nosotros, podremos entendernos mejor, entender mejor a los demás, y a la vez vivir experiencia más gratificantes y enriquecedoras. No es el mismo miedo o angustia que se siente cuando nos encontramos al borde de un abismo, que cuando vamos a realizar una presentación en público. No es la misma alegría o efusividad que se siente cuando tenemos en nuestros brazos por primera vez a nuestro hijo recién nacido, que cuando hemos salido victoriosos de una competencia o evento deportivo. De la misma forma, varían las formas de expresión, algunos podemos gritar y brincar de alegría, otros podemos reír a carcajadas. Ante el miedo, algunos podemos salir corriendo y otros quedarnos quietos y totalmente paralizados. No existe regla o conducta adecuada, pero si debemos procurar mandar sobre nuestros actos y no que éstos se sucedan a su libre albedrío. Igual de peligroso es que nos quedemos paralizados ante el miedo o que salgamos a correr como locos, y viceversa, ambas actuaciones pueden ser benéficas. Lo importante es que nuestra elección sea consciente y equilibrada, para que podamos corregirla o reforzarla, según sea la situación y nuestro libre criterio. Debo confesar que siento Miedo de internarme en este mundo denominado "Emociones", rico en variedad y profundidad. La Alegría inicial de acercarme a este tema tan fascinante se mezcla con la angustia que me produce lo desconocido. Nunca se me había ocurrido averiguar sobre las diferentes emociones existentes, y aún menos distinguir entre la intensidad de la ira o la furia. Ahora entiendo porqué nos la pasamos buscándolas, así sea de manera inconsciente. Ahora entiendo porqué nos influyen tanto en nuestra vida. Ahora entiendo porqué detrás de su simpleza, existe un mundo un poco más complejo, pero al alcance de todos.
Juan Carlos Medina Velandia
( Diario de crecimiento emocional)
Si lo deseas, dedica unos minutos en la observación de tus emociones y responde estas preguntas aquí mismo, quizás podamos entre todos ayudarnos a comprender algo mas:
¿Cómo Influyen las Emociones en tu Vida?
¿Cuáles son tus Emociones básicas o primarias?
¿Cuáles son tus Emociones básicas o primarias?
¿La Sorpresa y el Poder, son Emociones positivas o negativas?
¿En el Resentimiento que emociones combinadas existen?
¿Cómo puede ser útil, el Miedo, la Furia o el Asco?
¿Qué crees aplica para tu vida?
3 comentarios:
Todas las emociones son necesarias y todas hay que aceptarlas, pero es uno tambien el que se las crea muchas veces con pensamientos negativos o formas de ver la vida negativamente. Y esos no hay que aceptarlos. Todo está bien, pero dentro de un orden y ese orden pasa por tu felicidad y tu paz, que al final es lo que todos buscamos.
Abrazos luminosos.
Acabo de entrar a tu blog, me quedé maravillada,hace más de tres horas que estoy en él. Particularmente ví los videos y esto de La Pineal y la Muerte, me interesó mucho.
La madrugada que falleció mu hijo, por un accidente,yo soñé que entraba a una casa y que entraba y salia gente, vi familiares fallecidos entre gente conocida, pero no sabía donde estaba, buscaba cuadros que identificaran esa casa,luego que sucedió todo, unos días despues, comprendí que era justo lo que sucedió cuando entré a la casa velatoria. Ahora pienso, que realmente tuve esa conección.Lamentablemente, en esa semana tuve otros sueños, que no pude interpretar y, tal vez, hubiera podido cambiar este final. gracias.
Hola Cristi, bienvenida al blog. Lamento mucho lo que le ha pasado a tu hijo, no puedo imaginar ese dolor. Muchas veces los sueños nos ayudan a ver cosas pero nuestra conciencia no está preparada para comprenderlos... creo que todo sucede por una razón, no pienses nada mas, todas las piezas deben encajar y el Universo se encarga...
Gracias por pasar. Te dejo un abrazo grande.
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