La Esencia Femenina
Por Cristina Gómez (Iusra)
Dentro de toda mujer existe una fuerza poderosa, instintiva, y ésta radica en su femineidad y sabiduría. Pero, desgraciadamente, sin tener que irnos a recordar los siglos últimos de la historia de la humanidad, las mujeres han sido -desde siempre- constreñidas a unos roles rígidos que la han ido alejando, cada vez más, de esa riqueza suya particular; su esencia femenina, su naturaleza.
Primero, la mujer, fue relegada a ser la sombra de su padre y más tarde de su marido. Sin identidad propia no se atrevía ni a pensar por sí misma. Lo grave no es que sus ocupaciones fuesen exclusivamente el gobierno de la casa y la educación de sus hijos. No. Pues esos trabajos y responsabilidades son suficientemente importantes y gratificantes como para que una mujer pueda sentirse satisfecha plenamente consigo misma al realizarlos. Lo terrible es el trato, los condicionamientos, el desamor, la falta de autoestima por las humillaciones sufridas... el que la condición misma de ser mujer fuese menos que nada... y que esa creencia, aplastase ya desde la cuna, su espontaneidad, su sensibilidad y su innata fuerza creativa. La historia es testigo de cómo ha sido maltratada la naturaleza femenina. Es más, hasta algunas instituciones religiosas han enjuiciado a la mujer asegurando que no tiene alma o que ella es la instigadora al mal o la imagen de la perversión, etc. Fue fácil acusarlas de «brujas y hechiceras» para anular así su creatividad y sabiduría, para volverlas a atemorizar y tenerlas bajo control. Durante miles de años, como denuncia la psicóloga Pinkola Estés,a la mujer se la ha relegado «al territorio más yermo de la psique».
Pero la mujer moderna, exceptuando unas minorías, no lo tiene mejor porque ha caído en la trampa de irse al otro extremo a la hora de luchar por su libertad y sus derechos, sufriendo el mismo resultado: ha sido alejada totalmente de su particular esencia. Ser libre no significa deshacerse, desintegrarse, cambiarlo todo, probarlo todo sin medida o comportarse alocadamente sin control. Todo lo contrario, la libertad significa establecer unos límites de protección, significa reforzar la voluntad con la disciplina, armarse como se arma un guerrero espiritual, con los valores éticos y morales que dignifican al ser humano invistiéndole de humanidad y luz. La libertad posee la fuerza de la integridad y ésta se alimenta de la fe. Recuperar esa libertad es por lo que debe luchar la mujer de hoy, formándose primero así misma.
¿Y cuál es la esencia femenina? El coraje. Los valores de la lealtad y la valentía. Su elevada capacidad de afecto y sacrificio. Su intuición. La mujer está dotada de una gran fuerza y resistencia. Tiene una gran capacidad de adaptación. La ternura mulle su esencia. La delicadeza y el pudor están en su naturaleza.
La mujer no es propiedad de nadie. Es un ser independiente, con un alma independiente, con un corazón y una mente independientes. No hay más voluntad que la suya para decidir qué quiere hacer con su vida. Por ella misma debe reconocer su naturaleza y esencia y no mantenerlas más aprisionadas ni disfrazarlas. Así es como ganará su libertad verdadera; siendo ella misma.
Pero la mujer moderna se equivocó en el discurso y la manera a la hora de reivindicar sus derechos. Y fue engañada y seducida cayendo en la trampa de volver a estar al servicio del hombre y seguir siendo utilizada por él y en su beneficio.
¿O acaso la mujer de hoy en occidente se siente más realizada como mujer? A mi me parece que no y las estadísticas lo confirman: Son las jóvenes y no ellos, por ejemplo, las que empiezan a beber alcohol más pronto hoy en día. Fuman también en un porcentaje muy elevado e igualmente han caído en el mundo de las drogas, siendo todo ello un signo de descontento, vacío, marginación, corrupción y degeneración. Son presas fáciles para las mafias de la trata de blancas y, como la moral se ha esfumado de sus vidas, no hay problemas de conciencia para meterse en la prostitución, para ganar un dinero fácil o como solución a sus problemas económicos.
Otro punto importante es la utilización de la belleza de la mujer para llamar la atención para la venta de cualquier producto y a lo que ella se presta cada vez más sin valorar su dignidad como persona. Hoy, en Occidente, el cuerpo semidesnudo de la mujer aparece en todos los anuncios publicitarios aunque sea para anunciar una pasta de dientes y el que ello sea considerado «normal», es un signo de la decadencia y falta de autoestima de ella misma.
¿Cómo despertar la dignidad y la sabiduría de la mujer por tantos siglos y siglos dañadas?
Para que el alma femenina modele, por fin, repare, ¡recupere! las bellas formas de su esencia debe haber una toma de conciencia. No se trata de imitar al hombre. Ni siquiera se trata de rivalizar con él. Se trata de que la mujer descubra el camino que la conduzca al conocimiento de sí misma y a la Verdad que duerme en su interior .
Quizá deba desembarazarse de un exceso de domesticación. Tal vez ha sido anulada su capacidad de percibir su existencia como algo único y maravilloso, su conexión con la divinidad cósmica... sentir el anhelo de comunicarse con el alma, sentir la cercanía de la fuerza divina.
Seguramente está demasiado herida su autoestima, demasiado alejada de su realidad, y los sentimientos son de vacío, ansiedad y soledad profunda...
Este es el momento de buscar y anhelar el encuentro con el Yo Superior. Es el momento de tener una vida interior propia y rica para conseguir, antes que nada, el equilibrio espiritual.
Cuando la mujer pierde el contacto con su parte espiritual, que es sagrada, entonces pierde contacto con su intuición y su esencia femenina no se desarrolla plenamente. El sentimiento de angustia se apodera de ella. Y comienza la búsqueda pero... si no se sabe qué se busca... cómo reconocerlo, cómo encontrarlo.
Cuando la mujer se aleja de su fuente interior espiritual, se está apartando de su esencia y eso la lleva a una desfiguración lenta, a diluirse, como sucede en todo lo que produce esta sociedad «light» y que no es más que una falsa realidad de esa inmensa mayoría que vive a la deriva, ignorante de que la única Realidad es la Esencia Divina.
Cuando la mujer se aleja de su fuente interior espiritual sufre una ruptura con la Realidad. Y haber perdido esa conexión lleva a sentir síntomas físicos tan comunes hoy en día como pueden ser la depresión, la confusión, apatía extrema, miedos y fobias inconfesables, insomnio, angustia, ansiedad, sentimiento profundo de frustración, etc.
¿Qué papel tienen las Flores de Bach?
Las Flores, con sus vibraciones, reconducen la personalidad, la integran, y nos vuelven estables en lo que somos. Es nuestro Ser auténtico el que florece. Una Mujer en Flor, es una mujer que ha recuperado su intuición, su instinto y la conciencia de su poder como intermediaria de la Divinidad.
Los desequilibrios emocionales y su condensación material en el cuerpo (enfermedades) pueden desencadenarse por dos vías de acción, que son contrarias a la UNIDAD, y resultados de la SEPARACIÓN, segmentando nuestros cuerpos físico, mental, emocional y espiritual.
La primera de estas vías consiste en desobedecer los dictados de nuestro ser Superior, que no es otra cosa que nuestra parte trascendente e inmortal. Esto sucede cuando ignoramos nuestro instinto, intuición y conciencia (mensajeros del alma).
Somos como rayos de un GRAN SOL, y cada una de esas pequeñas proyecciones ha encarnado para aprender unas determinadas asignaturas, y si ignoramos cuáles son, se produce una disonancia, donde una parte del TODO no está vibrando al unísono.
Algunas de nosotras hemos venido a aprender a través del Miedo, de la Incertidumbre, de la Soledad… que aunque parezcan obstáculos, en realidad son trampolines para nuestra evolución.
Las Esencias Florales están ahí para transmutar esas carencias de nuestra personalidad en Virtudes.
Así, nuestros miedos nos ayudarán a desarrollar nuestro valor, nuestras dudas, a perfeccionar nuestras certezas, etc...
La segunda vía de acción consiste en dañar o perjudicar con nuestros actos a esa UNIDAD (el prójimo), de tal forma que el mal en una de las partes, resonará en el Todo y también en nosotros.
Por todo ello, la Separación es un espejismo de la mente.
Según el Dr. Bach, todas las emociones humanas pueden englobarse en dos grandes grupos: el MIEDO y El AMOR.
El viaje a través de las Flores, es EL VIAJE DEL MIEDO AL AMOR.
6 comentarios:
El mundo necesita que la parte femenina se ponga en acción, algo que abarca mucho más que la mujer, esa parte intuitiva necesita resurgir, es evidente que no estamos en el punto de equilibrio y los síntomas están visibles en nosotros.
Besos:)
"Fue fácil acusarlas de «brujas y hechiceras» para anular así su creatividad y sabiduría, para volverlas a atemorizar y tenerlas bajo control".... esto pasó hace unos cuantos siglos, pero aún hoy en día en muchas sociedades algunas mujeres están anuladas, controladas, tanto por el sexo masculino como por otras personas del mismo sexo femenino, que ven en esas mujeres fuertes y llenas de coraje para cambiar las cosas, muuuucho peligro.
Es una pena saber que aún hoy en día muchas mujeres siguen siendo controladas, manipuladas, anuladas...
Un beso para todas.
El Poder de lo Femenino cada vez se hace más fuerte, incluso los hombres están sintiendo éste cambio en su propio Ser, me parece fantástico que así sea..., las mujeres debemos aprender a soltar más y los hombres a contener, para lograr un buen equilibrio.
Abrazos y buen Fin de Semaana.
HOLA:)Es la primera vez que visito tu blog....muy lindo!!
te invito a visitar mi espacio, un blog que intenta reflexionar sobre las problemáticas de las mujeres. Saludos!
maría celeste
Creo que la mujer está tomando su poder, está llegando a sí misma.
El problema creo que no es de la mujer, sinó del hombre, que anda totalmente perdido y no sabe quien es ni cual es su papel.
No se trata de ser lo mismo porque cada uno tenemos nuestra esencia y somos complementarios.
El otro día hablaba de este tema con un alumno y llegué a la conclusión de que hablábamos idiomas diferentes. El problema según él, era que la mujer ha querido competir con el hombre, Cada uno juzga según es él, porque creo que en la mujer no está la idea de competir, nada más lejos de eso.
Bueno, que el tema da para hablar largo y tendido y aquí no me caben tantas palabras.
¿Sabemos quienes somos? ¿No estará ahí el problema?
Un abrazo de esencia femenina.
Lindas mujeres, llenas de vida, de luz, talentosas, amorosas...fuertes!!... gracias por sus amorosos comentarios.
Les dejo un inmenso abrazo a todas!!
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