Tu forma de actuar siempre es tu elección. Si cuentas con la energía emocional y te dejas llevar como si fuese un torrente o en algunos casos, las Cataratas del Niágara, puedes seguir adelante con esa energía. Puedes aportar tu inteligencia para determinar si realmente quieres proceder con tus emociones o si simplemente quieres quedarte junto a la baranda de observación, aferrarte a ella y observar las emociones que pasan inundando todo, pero sin participar en ellas. Hacer esto puede resultar algo difícil, particularmente al principio, pero se puede volver más fácil con el tiempo, gracias a la práctica.
John-Roger
2 comentarios:
Sabia reflexión. Un abrazo inmenso.
Somos esencialmente emocionales, 70% de agua en nuestro organismo.
El tema es, con que emociones me quiero quedar?
o, cuales son las que me hacen sentir bien?.
Observar como lo dice el texto, es imprescindible, si no queremos ir como corcho a la deriva.
Buena reflexión Graciela!
Gracias por tus visitas al blog!
Un abrazoo!
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