Archivo del blog

martes, 5 de julio de 2011

Podemos vivir sin creencias?

Creencias
Si uno se ve confrontado con un hecho, no hay nada más que decir al respecto. Es un hecho, el sol se pone. Pero el problema es este: ¿por qué existe en mí ese instinto incesante de creer en algo - en una ideología, en una futura utopía, en esto o en aquello? ¿Por qué? ¿Por qué creemos? ¿Por qué existe ese impulso psicológico de creer? ¿Qué ocurriría si no creyésemos, si simplemente observásemos los hechos? ¿Podemos hacerlo? Ello se vuelve casi imposible - ¿no es así? - porque queremos interpretar los hechos de acuerdo con nuestras sensaciones. De suerte que las creencias se convierten en sensaciones, las cuales se interponen entre el hecho y yo. La creencia se convierte, pues, en un estorbo. ¿Somos diferentes de nuestras creencias? Crees que sos americano, o que sos hindú, crees en esto y en aquello, en la reencarnación, en docenas de cosas. Y eso sos, ¿no es así? Sos eso que crees. ¿Y por qué crees? Lo cual no quiere decir que yo sea ateo, o que niegue a Dios, y todas esas estupideces; no es eso lo que discutimos. La realidad nada tiene que ver con la creencia. El problema es, pues, este: ¿por qué creés? ¿Por qué esa necesidad psicológica, ese interés en la creencia? ¿No será porque sin creencia no sos nada? Sin el pasaporte de la creencia, ¿qué sos? Si no te clasificas como algo, ¿qué sos? Si no creés en la reencarnación,  si no tenés rótulos, ¿qué sos?
La creencia, por consiguiente, actúa como un rótulo, como una tarjeta de identificación: y eliminada la tarjeta, ¿qué queda de nosotros? ¿No es ese temor fundamental, esa sensación de estar perdido, lo que torna necesaria la creencia? Piensen bien, por favor; no lo rechacen. Experimentemos juntos las cosas que estamos tratando; no escuchemos simplemente para luego marcharnos y continuar con nuestras creencias y “no creencias” habituales.
Es obvio que la creencia se convierte en un estorbo cuando no ha sido comprendido el deseo de creer; y una vez comprendido éste, el problema de la creencia ya no existe. Entonces podés encarar los hechos tal cuales son. Pero aún cuando haya continuidad después de la muerte, ¿resuelve eso el problema de la vida en el presente? Si yo sé que voy a vivir después que esta cosa (el cuerpo) muera, ¿acaso he comprendido la vida? La vida es ahora, no mañana, Y para comprender el presente, ¿tengo que creer? Para comprender el presente, que es vida, que no es sólo un período de tiempo, no hay duda de que he de tener una mente que sea capaz de enfrentar ese presente en su totalidad, prestándole plena atención. Pero si mi atención se distrae con una creencia es seguro que no encaro el presente de un modo completo, pleno.
La creencia, pues, se convierte en un impedimento para la comprensión de la realidad. Siendo la realidad lo desconocido, y la creencia lo conocido, ¿cómo puede lo conocido encontrar lo desconocido?. Nuestra dificultad está en que deseamos lo desconocido junto con lo conocido. No queremos desprendernos de lo conocido porque ello resulta demasiado aterrador; en nosotros hay gran inseguridad, gran incertidumbre. Y es por eso que, para protegernos, nos rodeamos de creencias. Es tan sólo en el estado de incertidumbre, de inseguridad - en el que no hay sensación alguna de refugio - que descubrís. Por eso es que, para encontrar, deben estar perdidos. Pero no queremos estar perdidos. Y, para evitar perdernos, tenemos creencias y dioses de nuestra propia hechura, que nos protegen. Y cuando llega el momento de la verdadera crisis, esos dioses y creencias carecen de valor. De ahí que las creencias sean un impedimento para el que quiere realmente descubrir lo que es."
 



 JIDDU KRISHNAMURTI

2 comentarios:

El Gaucho Santillán dijo...

No estoy de acuerdo con este pàrrafo de Krishnamurti.

Creemos en cosas que existen.

Dios existe, y es mas real que nosotros.

Pero otros necesitan creer lo contrario. Necesitan creerlo, para no asustarse de las consecuencias de sus acciones.

Todo el mundo cree en algo.

Un abrazo.

Graciela dijo...

Hola Gauchito! creo que es un tema escabroso, es filosofía...la verdad está en cada corazón. Me parece que acá va mas allá de creer o no en la exitencia de Dios ( que es real) , creo que lo que quiere hacernos ver es que no podemos dejar de experimentar la vida en su plenitud por una ideología o creencia impuesta o autoimpuesta. Que debemos despojarnos de esas creencias que limitan nuestra evolución, que impiden descubrirnos plenamente. Cuanto mas puros, inocentes y niños seamos...menos creencias tendremos y experimentaremos la vida en el camino del amor y con mayor libertad...
Eso creo desde mi humilde opinión...
Graciassss!!
Te dejo Abrazoss!!

LinkWithin

Related Posts with Thumbnails