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jueves, 26 de enero de 2012

El manantial del Amor...


 ¿Cómo voy yo a descubrir lo que es esta llama a la cual llamamos amor?
 No de qué forma expresarla a otro, sino qué significa en sí misma. Primeramente descartaré lo que la iglesia, la sociedad, mis padres y amigos, lo que todas las personas y libros han dicho de ella, puesto que quiero averiguar por mí mismo lo que ella es. He aquí un problema enorme que involucra a toda la humanidad. Ha habido mil maneras de definirla y yo mismo me hallo atrapado en un patrón o en otro, según lo que me gusta y me place por el momento.
¿Saben ustedes lo que en realidad significa amar a alguien, amar sin odio, sin celos, sin enfados, sin querer interferir en lo que él está haciendo o pensando, sin condenar, sin comparar? ¿Saben lo que significa? Donde hay amor ¿hay comparación? Cuando usted ama a alguien con todo su corazón, con todo su cuerpo, con todo su ser, ¿hay comparación? Cuando usted se abandona totalmente a ese amor lo otro no existe.
¿Es el amor responsabilidad y deber? y ¿usará el amor estas palabras? Cuando ustedes hacen algo por deber, ¿hay amor en ello? En el deber no hay amor. La estructura del deber en la que el ser humano está atrapado le está destruyendo. En tanto usted se vea obligado a hacer algo porque es su deber, no ama lo que está haciendo. Cuando hay amor, no hay ni deber ni responsabilidad.
La mayoría de los padres piensan, desgraciadamente, que son responsables de sus hijos, y su sentido de responsabilidad adopta la forma de decirles lo que deben hacer y lo que no deben hacer, lo que deben llegar a ser y lo que no. Los padres quieren que sus hijos tengan una posición asegurada en la sociedad. Lo que ellos llaman responsabilidad forma parte de esa respetabilidad a la que adoran; y me parece a mí que donde hay respetabilidad no hay orden; lo que les interesa es solamente llegar a ser unos perfectos burgueses.
Al preparar a sus hijos para encajar en la sociedad están perpetuando las guerras, los conflictos y la brutalidad. ¿A eso llaman ustedes solicitud y amor? ; cuidar de verdad, tal como ustedes cuidarían de un árbol o de una planta, regándola, estudiando sus necesidades, el terreno más adecuado, atendiéndola con delicadeza y ternura. Pero cuando preparan a sus hijos para encajar en la sociedad, los están preparando para que los maten. Si amaran a sus hijos no tendrían guerra alguna.
El sufrimiento y el amor no pueden andar juntos. Pero en el mundo cristiano se ha idealizado el sufrir; se le ha puesto en una cruz y se ha adorado, dando a entender que uno jamás puede escapar del sufrimiento a no ser a través de aquella puerta particular. Y esta es toda la estructura de una sociedad religiosa explotadora.
Cuando usted pregunta qué es el amor, puede que se sienta demasiado temeroso para ver la respuesta. Puede significar una completa sacudida: que se disgregue la familia, que usted descubra que no ama a su esposa, a su marido o a sus hijos -¿no?- que tenga que destruír la casa que ha construído; puede que nunca regrese al templo.
Pero si todavía lo quiere averiguar, verá que el miedo no es amor, que la dependencia, los celos, la posesividad y la dominación no son amor, ni lo son la responsabilidad y el deber; la autocompasión no es amor, ni tampoco la agonía de no ser amado. El amor no es lo opuesto al odio, de la misma manera que la humildad no es lo opuesto de la vanidad. Así pues, si usted puede eliminar todo eso, no forzándolo, sino lavándolo igual que la lluvia limpia el polvo que se ha posado a lo largo de muchos días sobre las hojas; usted quizás dará con esa extraña flor por la que el hombre siempre suspira.
Si ustedes no tienen amor -no a cuentagotas, sino en abundancia- si no están llenos de él, el mundo va a un desastre. Ustedes saben intelectualmente que la unión de la humanidad es esencial, y que el amor es el único camino.
Pero, ¿quién les enseñará a amar? ¿Alguna autoridad, algún método o sistema les dirá cómo amar? Si alguien se lo cuenta, ello no es amor. ¿Pueden ustedes decir: "Voy a practicar el amor. Me sentaré día tras día y pensaré en él. Voy a practicar lo de ser amable y gentil, y me esforzaré por prestar atención a los demás"? ¿Quieren decir que pueden disciplinarse y ejercitar la voluntad para amar? Cuando ejercitan la disciplina y la voluntad, el amor se va por la ventana. Al practicar algún método o sistema para amar, usted puede volverse extraordinariamente listo o más amable, o puede entrar en un estado de no-violencia, pero eso no tienen en absoluto nada que ver con el amor.
En este mundo desértico y desgarrado no hay amor porque el placer y el deseo juegan el papel más importante. No obstante, sin amor su vida cotidiana carece de sentido. Y no pueden tener amor si no hay belleza. La belleza no es algo que se ve: un árbol hermoso, un cuadro bonito, un bello edificio o una bella mujer. Tan sólo hay belleza cuando su corazón y su mente conocen lo que es el amor. Sin amor y ese sentimiento de belleza no hay virtud.
Ustedes lo saben muy bien. Hagan lo que hagan -mejorar la sociedad, alimentar al pobre- ustedes sólo crearán más daño, ya que sin amor sólo hay fealdad y pobreza en su corazón y en su mente. Pero cuando hay amor y belleza, lo que quiera que hagan será correcto, y estará en orden. Si saben cómo amar, pueden hacer lo que quieran, porque él va a solucionar todos los demás problemas.
Así llegamos a la siguiente cuestión: ¿puede la mente llegar al amor sin disciplina, sin pensamiento ni imposiciones, sin libro alguno, maestro ni líder, dar con él del mismo modo que uno da con una hermosa puesta de sol?
Me parece que una cosa es absolutamente necesaria: la pasión sin motivo. Pasión que no es resultado de ningún compromiso ni apego; pasión que no es lujuria. Un hombre que desconoce lo que es pasión, jamás conocerá el amor, porque el amor adviene solamente cuando hay abandono total de uno mismo.
Una mente que está buscando no es una mente apasionada. Y llegar al amor sin buscarlo, es la única forma de hallarlo. Llegar a él, sin saberlo, y no como resultado del esfuerzo o la experiencia. Un amor así, descubrirán que no es del tiempo. Un amor de esta clase no es personal ni impersonal; es tanto singular como plural. Es igual que la flor cuyo perfume puede usted aspirar o no, y pasar de largo. Esa flor es para todos y para quienes se toman la molestia de olerla profundamente y contemplarla con deleite. Tanto si uno se halla cerca, en el jardín, como si está muy lejos, es lo mismo para la flor; porque está llena de ese perfume, y por lo tanto lo comparte con todos.
El amor es algo nuevo, fresco, vivo. No tiene ayer ni tiene mañana. Se encuentra más allá del torbellino del pensamiento. Es tan sólo la mente inocente la que conoce lo que es amor; y la mente inocente puede vivir en el mundo, que no es inocente. Hallar esta cosa extraordinaria que el hombre ha buscado sin cesar mediante el sacrificio, la devoción, por medio de la relación, a través del sexo y de cualquier clase de placer y dolor; es posible tan sólo cuando el pensamiento llega a comprenderse a sí mismo, y con toda naturalidad llega a su fin. El amor, entonces, no tiene opuesto; el amor no tiene conflicto.
Puede que usted pregunte: "Si encuentro ese amor, ¿qué le ocurrirá a mi esposa, a mis hijos, a mi familia? Ellos necesitan tener seguridad". Cuando ustedes se formulan una pregunta como ésta, es que nunca han salido del campo del pensamiento ni de la conciencia. Una vez salgan de este campo, jamás van a hacer una pregunta de esta naturaleza, porque conocerán lo que es el amor, en el cual no hay pensamiento, y por consiguiente tampoco hay tiempo. Puede que lean esto como hipnotizados y encantados, pero ir más allá del pensamiento y del tiempo -que significa ir más allá del sufrimiento- representa ser consciente de que existe una dimensión diferente, llamada amor.
No obstante, ustedes no saben cómo llegar a ese extraordinario manantial; ¿qué es lo que hacen? Si no saben qué hacer, no hacen nada ¿verdad? Nada en absoluto. En ese momento, internamente están en completo silencio. ¿Comprenden lo que eso significa? Significa que no buscan, que no desean ni persiguen nada. No existe ningún centro. Entonces hay amor.

Texto tomado del Boletín extra de abril de 1992 titulado "Krishnamurti en Brockwood Park - Inglaterra"









3 comentarios:

El Gaucho Santillán dijo...

Ciertamente, el amor se encuentra mas allà del pensamiento.

No admite explicaciones.

Un abrazo.

El Drac dijo...

Qué excelente entrada; sin embargo a veces, no se puede dejar de buscar el amor cuando no lo tenemos. Un gran abrazo

Graciela dijo...

Hola Gaucho!...no se piensa el amor, solo se siente y como bien decís...no tiene explicación.

Hola El Drac!...necesitamos dar y recibir Amor... lo necesitamos tanto como respirar, sin amor no hay belleza y nada es útil ni cierto, sin amor no hay verdad.

Gracias!! les dejo un gran Abrazo!

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