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jueves, 23 de febrero de 2012

Desapego y Ecuanimidad



Actitud Ecuanime
El maestro se había dirigido muchas veces a sus discípulos para hablarles de la necesidad de cultivar el desapego. Cierto día, murió su discípulo más cercano y entonces el mentor  comenzó a llorar de tal modo que las lágrimas le llegaban a los pies. Extrañados, los alumnos le dijeron:
-Maestro, al menos que la gente no te vea llorar. Retírate a tu celda, porque llevas años hablando del desapego y si ahora te ven así...
-No comprendéis nada -les dijo el mentor-. Está en la naturaleza de mis pulmones respirar, como está en la naturaleza de mis oídos oír y de mis ojos llorar. Mis ojos derraman lágrimas, pero yo no estoy ni en mis ojos ni en mis lágrimas, sino en mi espacio interno de imperturbable paz interior. ¿Quién soy yo para contrariar la naturaleza de mis ojos?

El desapego y la ecuanimidad no son impasibilidad, insensitivismo, anestesia  emocional ni nada parecido. Es una actitud de calma, comprensión, equilibrio y firmeza ante lo que es inevitable. Se sufre en la justa medida, pero desde el sosiego, la aceptación consciente y no desde la desesperación, el histrionismo y la reacción desmesurada. La persona ecuánime sabe conservar a buen recaudo su espacio de quietud incluso ante las calamidades.
Que un individuo se haya ejercitado en la comprensión de la transitoriedad, la superación del deseo aferrante y el despliegue de la ecuanimidad, no quiere decir que no sufra cuando se produce una pérdida importante, pero su sufrimiento es menos reactivo, neurótico y descontrolado.
 «Cuantos más deseos tengas, mayor será tu sufrimiento; cuantos más deseos abandones, mayor será tu gozo» (Tiru-Mandiram).

Ramiro Calle

5 comentarios:

El Gaucho Santillán dijo...

Estoy de acuerdo en la falta de deseos.


Pero como ejercitar el "desapego", con un hijo.

Yo no podrìa.


Un abrazo.

Graciela dijo...

Hola Gauchito!!!... A veces la vida te pone a prueba y hay cosas que aunque " no puedas" comprenderlas creo que tenemos que aprender a aceptarlas para que el dolor del desapego no se transforme en sufrimiento constante... No se trata de dejar de sentir, se trata de encontrar un espacio de quietud en nuestro corazón para que renazca la plenitud...a pesar de todo.
Graciasss...
Te dejo un Abrazote!!

JOSH NOJERROT dijo...

Puede parecer que se engalana en demasía los sentimientos, que se exageran, hemos crecido exteriorizandolos de esa forma, no quiere decir que lo demás este menos sentido, solo que son formas de abrirse o encerrarse en uno mismo...abrazzzusss

El Drac dijo...

cómo nos hace falta a veces un buen psicoanálisis- Un gran abrazo

Sería bueno que quitaras las dos palab ras de verificación del comentario

Graciela dijo...

Hola Josh, hola el Drac!! Bien o mal hemos aprendido muchas cosas en nuestra vida y en ese aprender constante podemos ver nuestra evolución y la forma de crecer en el amor, un amor desapegado e incondicional, una amor que no duela, sino que nos ilumine,para compartir con todos. Siento que ese amor es el que nos hace plenos.
No es fácil explicarlo con palabras.

"El Drac"...no se como quitar las palabras...si me dices como las quito, a mi también me molestan :)
Gracias!
Les dejo un gran Abrazo!!

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