La Verdad...desafío constante
La verdad es la
promotora de la vida, dignifica, ennoblece y simplifica nuestro trato
personal. Reconocemos el mérito íntimo, esencial del otro al compartir
con él lo que creemos verdadero. La falta de veracidad provoca un estado
de caos en la vida diaria.
La veracidad es una expresión de la divinidad. El ser veraz, nos
permite conectarnos, respetar y comunicarnos con lo divino. Y es acá,
donde está el poder de la verdad. Somos fieles a nuestra naturaleza
superior cuando somos veraces, y transformamos nuestra condición o
contexto vital inmediato, en un pedazo de cielo.
Trasmutar nuestra naturaleza y la naturaleza en general, para adaptarla a lo divino es la principal tarea de todo trabajo espiritual.
Uno de los aspectos de la veracidad, que es esencial es la sinceridad. Mientras nos inclinemos por el engaño, la deshonestidad, la hipocresía y la simulación, todo lo que hagamos será en vano. Nuestros mejores deseos serán anulados y devorados por la mentira.
El desafío constante es no perder de vista la verdad última en el corazón y mente, para ello se deben respetar las pequeñas verdades que surgen a diario. Lo importante es que caminemos por nuestra vida cotidiana con integridad, y seguros de que nuestro mayor poder y el que nos conducirá a la auto-trascendencia y a la autorrealización, es la verdad en sus distintas facetas.
Trasmutar nuestra naturaleza y la naturaleza en general, para adaptarla a lo divino es la principal tarea de todo trabajo espiritual.
Uno de los aspectos de la veracidad, que es esencial es la sinceridad. Mientras nos inclinemos por el engaño, la deshonestidad, la hipocresía y la simulación, todo lo que hagamos será en vano. Nuestros mejores deseos serán anulados y devorados por la mentira.
El desafío constante es no perder de vista la verdad última en el corazón y mente, para ello se deben respetar las pequeñas verdades que surgen a diario. Lo importante es que caminemos por nuestra vida cotidiana con integridad, y seguros de que nuestro mayor poder y el que nos conducirá a la auto-trascendencia y a la autorrealización, es la verdad en sus distintas facetas.
Marcela E. Diaz
Psicóloga Transpersonal
3 comentarios:
Estupenda entrada, Graciela. Tenemos que vivir en Verdad, pero para ello es necesario que también digamos -y nos digamos- las pequeñas verdades cotidianas. Y es fundamental educar en verdad a nuestros hijos, que lo vean como algo natural y sólo se puede hacer si ellos lo ven en nosotros. Curiosamente hace unos días mi hija -que está en plena adolescencia- me mintió por primera vez... y sé que lo hizo porque se sintió tan mal que no pudo evitar confesármelo al cabo de unos días. "Mamá, lo he pasado tan mal sabiendo que te mentía que no volveré a hacerlo"...yo en lugar de castigarla, hablé con ella largo y tendido y le hice ver que siempre había confiado en ella -y ella en mí- porque en casa no se miente, así que pase lo que pase, siempre la verdad...¡es mucho más fácil vivir con la verdad, aunque a veces sea duro afrontarla!. Un abrazo.
Claramente, la verdad da vida.
Lastima que tanta gente cierre los ojos.
Un abrazo.
Hola Teresa!!
vivir en la verdad nos dignifica y hace que las relaciones sean simples y felices con la sinceridad y libertad que deja fluír la verdad.
Hola gauchito!! Es cierto!...la verdad es fuente de vida y es necesario que bebamos de ella siempre...
Gracias por sus valiosos comentarios!
Les dejo un Abrazo!
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