Pasión, deseo y Amor
"...Ustedes deben tener pasión, intensidad para vivir realmente con algo; para vivir con plenitud, para contemplar una montaña, un árbol, para mirar de verdad a un ser humano, deben tener una intensidad apasionada. Pero esa pasión, esa llama es negada cuando estamos cercados por múltiples apremios, exigencias, contradicciones, temores. ¿Cómo puede una llama sobrevivir cuando se halla sofocada por un montón de humo? Nuestra vida no es sino humo. Buscamos la llama, pero la negamos reprimiendo, controlando, moldeando la cosa que llamamos deseo.
Sin pasión, ¿cómo puede haber belleza? No me refiero a la belleza de pinturas, edificios, mujeres maquilladas y demás. Todo eso tiene sus formas especiales de belleza, pero no estamos hablando de la belleza superficial. Una cosa producida por el hombre, como lo es una catedral, un templo, un cuadro, un poema o una estatua, puede ser bella o no. Pero existe una belleza que está más allá del sentimiento y del pensamiento y que no puede ser realizada, comprendida o conocida si no hay pasión. No entiendan mal, pues, la palabra pasión. No es una fea palabra; no es algo que podamos comprar en el mercado o de lo que se pueda hablar románticamente. No tiene nada que ver con emociones y sentimientos. No es una cosa respetable; es una llama que destruye todo lo que es falso. Y siempre tenemos mucho miedo de dejar que la llama devore las cosas que nos son queridas y a las que nos aferramos, las cosas que llamamos importantes.
Después de todo, las vidas que hoy llevamos, basadas en necesidades, deseos y en formas de controlar los deseos, nos tornan más superficiales y vacuos que nunca. Podemos ser muy ingeniosos, muy instruídos, capaces de repetir lo que hemos acumulado, pero eso lo hacen las máquinas electrónicas, y en algunos campos las máquinas ya son más capaces que el hombre, más exactas y veloces en sus cálculos. Volvemos, pues, siempre a lo mismo, o sea, que la vida tal como hoy la vivimos es sumamente superficial, estrecha, limitada, y todo porque en el fondo estamos vacíos, aislados y siempre tratamos de encubrir eso, de llenar esa vacuidad; por consiguiente, esa carencia y el deseo de llenarla se vuelven algo terrible. Nada puede llenar ese hondo vacío interno, ni dioses ni salvadores ni conocimientos ni relaciones ni la esposa ni el marido ni los hijos; nada. Ésa es la verdadera libertad.
Pero eso requiere un profundo discernimiento, una investigación a fondo, una vigilancia incesante; gracias a esto, tal vez lleguemos a saber qué es el amor. ¿Cómo puede haber amor cuando hay apego, celos, envidia, ambición y toda la vanidad que contiene esa palabra? Entonces, si hemos atravesado ese vacío -que es una realidad, no un mito, una idea-, hallamos que el amor, el deseo y la pasión son la misma cosa. Si destruímos lo uno, destruímos lo otro; si corrompemos lo uno, corrompemos la belleza. Investigar todo esto requiere, no una mente desapegada, no una mente consagrada o religiosa, sino una mente inquisitiva que nunca esté satisfecha, que siempre esté mirando, observándose, conociéndose. Sin amor, nunca descubrirán ustedes qué es la verdad.
Krishnamurti
La Comprensión Del Placer Y El Deseo
4 comentarios:
Yo leìa a este hombre cuando era adolescente.
Pasiòn, significa compromiso. Eso es todo.
Un abrazo.
Hola Gaucho!...es cierto, pasión y compromiso van unidos porque si hay pasión en nuestro sentir y actuar, el compromiso es fuerte...se da por añadidura...
Gracias!!
Te dejo un gran abrazo!
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Hola Ernesto! Gracias por estar siempre atento a los detalles :)
Te dejo un gran abrazo!
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