Tienes que hacer tu propio viaje
" Un emperador le pidió a un místico sufí que fuera a su corte a orar por ellos. El místico acudió a la cita, pero se negó a orar. Dijo:
- No puedo hacerlo. ¿Cómo podría rezar por vosotros? -E insistió-: Hay unas cuantas cosas que hemos de hacer nosotros mismos. Por ejemplo, si quieres hacer el amor con una mujer, tienes que hacerlo tú, tú mismo. Yo no puedo hacerlo por ti ni en tu nombre. Si tienes que sonarte la nariz, tienes que hacerlo tú, porque yo no puedo sonarme la nariz por ti; no serviría de nada. Y es lo mismo con la oración. ¿Cómo puedo yo orar por nadie? Ora por ti mismo, porque yo también puedo orar por mí mismo.
Cerró los ojos y se sumergió en la oración...
Eso es lo que yo puedo hacer. El problema ha desaparecido para mí, pero no ha desaparecido gracias a la respuesta que me haya dado nadie. Yo no le he preguntado nada a nadie. Aún más; todo mi esfuerzo ha consistido en no hacer caso a las respuestas que me han dado los demás con tanta generosidad.
La gente no para de darte consejos. Con los consejos son muy generosos... Tanto si los pides como si no, te los dan.
El consejo es lo único que se da en gran cantidad y lo único que no se acepta. Nadie lo acepta.
Me han contado que un día estaban dos vagabundos sentados bajo un árbol y uno le dijo al otro:
- Yo he acabado en este estado por no hacer caso a los consejos de nadie.
Y el otro replicó:
- Amigo, yo he acabado así por haber seguido los consejos de todo el mundo.
Tienes que hacer tu propio viaje. Estás helado; lo sé. Eres desgraciado; lo sé. La vida es dura; también lo sé. Y no tengo ningún consuelo para ti, ni creo que yo pueda consolarte, porque todo consuelo se convierte en un aplazamiento...
No se puede rehuir la realidad. Teorizar tampoco sirve de ayuda. Olvídate de las teorías y presta atención a los hechos. ¿Te sientes deprimido? Tienes que indagar en la depresión. ¿Estás enfadado? Tienes que indagar en ese enfado. ¿Sientes deseos sexuales? Pues olvídate de lo que digan los demás; indaga en tu interior. Es tu vida y tienes que vivirla. No pidas nada prestado, no aceptes nada de segunda mano. Dios ama a las personas de primera mano. No parece que le gusten las copias. Sé una persona original, individual, sé tú mismo e indaga en tus problemas.
Y sólo puedo decirte una cosa: que en tu problema está oculta la solución. El problema es simplemente una semilla. Si profundizas en él, brotará la solución. Tu ignorancia es la semilla. Si profundizas en ella, florecerá el conocimiento. El problema consiste en el frío que sientes, en los escalofríos. Adéntrate en ellos, y surgirá el calor.
- No puedo hacerlo. ¿Cómo podría rezar por vosotros? -E insistió-: Hay unas cuantas cosas que hemos de hacer nosotros mismos. Por ejemplo, si quieres hacer el amor con una mujer, tienes que hacerlo tú, tú mismo. Yo no puedo hacerlo por ti ni en tu nombre. Si tienes que sonarte la nariz, tienes que hacerlo tú, porque yo no puedo sonarme la nariz por ti; no serviría de nada. Y es lo mismo con la oración. ¿Cómo puedo yo orar por nadie? Ora por ti mismo, porque yo también puedo orar por mí mismo.
Cerró los ojos y se sumergió en la oración...
Eso es lo que yo puedo hacer. El problema ha desaparecido para mí, pero no ha desaparecido gracias a la respuesta que me haya dado nadie. Yo no le he preguntado nada a nadie. Aún más; todo mi esfuerzo ha consistido en no hacer caso a las respuestas que me han dado los demás con tanta generosidad.
La gente no para de darte consejos. Con los consejos son muy generosos... Tanto si los pides como si no, te los dan.
El consejo es lo único que se da en gran cantidad y lo único que no se acepta. Nadie lo acepta.
Me han contado que un día estaban dos vagabundos sentados bajo un árbol y uno le dijo al otro:
- Yo he acabado en este estado por no hacer caso a los consejos de nadie.
Y el otro replicó:
- Amigo, yo he acabado así por haber seguido los consejos de todo el mundo.
Tienes que hacer tu propio viaje. Estás helado; lo sé. Eres desgraciado; lo sé. La vida es dura; también lo sé. Y no tengo ningún consuelo para ti, ni creo que yo pueda consolarte, porque todo consuelo se convierte en un aplazamiento...
No se puede rehuir la realidad. Teorizar tampoco sirve de ayuda. Olvídate de las teorías y presta atención a los hechos. ¿Te sientes deprimido? Tienes que indagar en la depresión. ¿Estás enfadado? Tienes que indagar en ese enfado. ¿Sientes deseos sexuales? Pues olvídate de lo que digan los demás; indaga en tu interior. Es tu vida y tienes que vivirla. No pidas nada prestado, no aceptes nada de segunda mano. Dios ama a las personas de primera mano. No parece que le gusten las copias. Sé una persona original, individual, sé tú mismo e indaga en tus problemas.
Y sólo puedo decirte una cosa: que en tu problema está oculta la solución. El problema es simplemente una semilla. Si profundizas en él, brotará la solución. Tu ignorancia es la semilla. Si profundizas en ella, florecerá el conocimiento. El problema consiste en el frío que sientes, en los escalofríos. Adéntrate en ellos, y surgirá el calor.
En realidad te lo dan todo: la pregunta y la respuesta, el problema y la solución, la ignorancia y el conocimiento. Sólo tienes que mirar en tu interior".
Osho, El libro del ego
Osho, El libro del ego
3 comentarios:
En el interior están todas las posibilidades.
Soy completa en mí misma.
Saludos
Que gran verdad.
Nadie puede vivir por ti.
Un abrazo.
Hola Iraide, hola gaucho...
importante recordarlo!!... gracias a los dos por estar!
Un Abrazo!
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