Conexión y Plenitud
En ocasiones hay una parte de nosotros que inconscientemente procuramos
esconder, algo que sentimos o creemos en nuestro interior y que consideramos
negativo. Algún miedo psicológico, algo en nosotros que no aceptamos o no
queremos que los demás vean o conozcan, porque suponemos que puede provocar una
reacción negativa o un rechazo, algo que nos da vergüenza o miedo, porque
asumimos que si los demás descubren esa parte de nosotros, seremos menos
valorados ante sus ojos y tememos perder esa conexión.
Podríamos dividir en dos grupos, a las personas que tienen un sentido de
conexión, de empatía, que se sienten merecedores y los que se pasan la vida
buscando esa sensación.
La diferencia entre aquellos que si se sienten merecedores, logran conectar
con esos sentimientos, es porque creen que lo merecen y se aceptan a sí mismos
tal como son, a pesar de sus defectos, como los tenemos todos, mientras otros
creen que tienen que alcanzar ciertos logros para sentirse merecedores y si no
los alcanzan se castigan a sí mismos y sufren sin poder sentirse merecedores o
dignos, y no se aceptan totalmente. Lo que equivale a sufrimiento, mientras que
aceptarse significa quererse.
Aquellos que se pasan la vida intentando ser otra cosa distinta de lo que
son, aquellos que pretenden aparentar ser lo que no son, se están auto
condenando al vacio. Mientras que los que tienen la valentía de mostrar sus
defectos e imperfecciones, aquellos que se muestran como verdaderamente son,
aquellos que muestran su vulnerabilidad, son más humanos, más cercanos, viven
una vida más rica y plena, tienen la capacidad de conectar.
Estos últimos tienen la capacidad de aceptar la vulnerabilidad porque no
pretenden ser héroes, ni pretenden impresionar a nadie, y ...
es precisamente esa
aceptación de su ser y su humildad, lo que les ofrece su grandeza
ERES SUFICIENTE, ERES MERECEDOR.
Javier Iriondo
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