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lunes, 31 de mayo de 2010

Aprender sobre el Amor

Aprender  sobre el Amor
"...Aprender sobre el amor no es tan fácil como crees.  No bastan las palabras, es necesario experimentar el desamor para reconocer el Amor.  A muchos la enemestidad, las desavenencias, las frecuentes rupturas les hacen dudar, son como zancadillas que les hacen caer...y no acaban de levantarse, durante años se dedican a gatear.  Pero otros son capaces de levantarse una y otra vez, y se atreven a buscar, a experimentar, y son éstos los que al final encuentran el amor.  Tanto en el AMAR como en el VIVIR lo que cuenta es el actuar, no el pensar.
Quienes piensan demasiado, difícilmente tomarán una decisión.  La indecisión es el "tumor" que devora la energía, que acaba con la vitalidad.  Por supuesto, la duda y el inútil cavilar pueden convertirse en seguridad y acción, siempre que medie una clara determinación y se pongan en práctica las ideas.  Recuerda: se aprende solo después de hacer, no antes.  Por esta razón ante la duda siempre es preferible actuar.

La vida tiene un aspecto cruel y otro armonioso.  Mantén siempre una actitud ecuánime.  Observa que ninguno de los animales que llamais salvajes mata por placer, y cómo así evitan transtornar el orden de la naturaleza.  Compórtate del mismo modo. Pide perdón al espíritu del árbol cuya rama debes cortar, cuya fruta quieres recolectar.  Obrando de este modo con respeto, sanarás su inevitable dolor con la energía de tu amor.
Pensar, analizar, puede unir o separar. Tal vez el pensamiento te diga que esto está bien y lo otro mal, que éstos son los buenos y aquellos los infames, pero también te dirá que todos somos hermanos.  la capacidad de decidir tal vez te haga intolerante, tal vez comprensivo, todo dependerá de cómo la uses, si la fundamentas en la desconfianza o en el amor.
Elige siempre el camino del menor dolor, sigue el camino del mayor amor..."

Frederic Solergibert
Extracto libro: " Bajo el árbol amigo"

domingo, 30 de mayo de 2010

Sueña, vuela...baila!



Bailar es jugar a ser magos del destino,
Es volar con letras que forman un sentido,
Bailar es ser una con el mundo,
Es comprender lo que aún no se ha comprendido.
Bailar es desplazarse por un aire sin tiempo,
fundirse con el otro o con uno mismo,
desprenderse de ataduras o dolores.
Bailar es amar el alma,
dejar que nos dirija,
expresarse con el cuerpo,
determinarse en la pista,
despojarse de todo duelo,
olvidarse de todo trueno, de todo mal,
Bailar es ser una con el Son.
Es sentir la libertad de entregarse.
Es perder el miedo y dejarse ir,
es soñar despierto, es volar con alas de ángeles,
que no se ven pero se sienten,
como el calor, como el frío, como el viento.
Bailar es una emoción diferente,
es única y transparente,
es despegarse de la Tierra,
es ser vida y existencia,
es ser música y sentido, es ser.
Simplemente ser.

 Por M. Eugenia

Que belleza es sentir la melodía en el alma, que intensa alegría me mueve!...me acompañan?

sábado, 29 de mayo de 2010

No creas...

...No creas lo que tus ojos ven, pues solo muestran lo que debido a tus limitaciones esperas ver.  Mira con tu espíritu y descubrirás aquello que ya conoces: el camino que retorna al hogar.

En verdad el espíritu que no reconoce masculino ni femenino, posee infinitos caminos aunque solo tenga una meta: expresar el Amor que es sabiduría y se convierte ora en gratitud, ora en correspondida entrega.
El dolor es valioso porque incrementa el ansia de búsqueda, pero no redime, solo el AMOR nos salva..."

Frederic Solergibert

viernes, 28 de mayo de 2010

Mas sobre "Emociones"





Las Emociones son variadas e inmensamente ricas en sus manifestaciones, expresiones y sentimientos. Se mezclan como los colores para crearse y redefinirse. Se sienten y expresan de manera individual y personal.

¿Cuántas emociones podemos sentir? ¿Cinco, ocho, veinte o tal vez cientos? Todas las cifras son correctas. Sin embargo, para facilitar su reconocimiento y aprendizaje, los autores las han clasificado en emociones básicas o primarias y emociones compuestas o secundarias. Se cree que la Alegría, Sorpresa, Amor, Satisfacción, Poder, Diversión, Pertenencia, Respeto, Prepotencia, Miedo, Furia, Timidez, Ira, Tristeza, Asco y Culpabilidad, hacen parte de las emociones primarias. Las demás, pueden surgir de la combinación de una o varias emociones primarias. Estas emociones básicas, se pueden a su vez dividir en dos grupos, uno en donde se integran las emociones denominadas como "Positivas" (alegría, sorpresa, amor, satisfacción, poder, diversión, pertenencia, respeto) y el segundo las denominadas "Negativas" (prepotencia, miedo, furia, timidez, ira, tristeza, asco y culpabilidad). Esta identificación de positivo o negativo, se relaciona con el sentido común y reglas universalmente aceptadas. Por lo general, se acepta que es positivo sentir alegría o amor, y que es negativo sentir tristeza o timidez. Sin embargo, entre más rápido aprendamos que todas las emociones son positivas e importantes para nuestra vida, más rápido creceremos emocionalmente y seremos felices. Algunos ejemplos de las emociones combinadas pueden ser, el Optimismo producto de la combinación de la esperanza y la alegría, el Desengaño de la mezcla de sorpresa y tristeza, el Enfado siendo menos intenso que la Ira y ésta menos que la Furia. La Ansiedad puede ser la combinación del miedo y de dos emociones más, que pueden ser la culpa, el interés, la vergüenza o la agitación. El Amor es una díada primaria resultante de la mezcla de dos emociones básicas adyacentes: la alegría y la aceptación, mientras que la Culpa es una díada secundaria formada por la alegría y el miedo. 
Dentro del Disgusto, hacen parte: el enojo, mal genio, atropello, fastidio, molestia, furia, resentimiento, hostilidad, animadversión, impaciencia, indignación, ira, irritabilidad, violencia y odio patológico.
Dentro del Disfrute: la alegría, felicidad, alivio, capricho, extravagancia, deleite, dicha, diversión, estremecimiento, éxtasis, gratificación, orgullo, placer sensual, satisfacción y manía patológica.
Dentro del Miedo: la ansiedad, desconfianza, fobia, miedo, nerviosismo, inquietud, terror, preocupación, aprehensión, remordimiento, sospecha, pavor y pánico patológico.
Dentro del Amor: la aceptación, adoración, afinidad, amabilidad, amor desinteresado, caridad, confianza, devoción, dedicación, gentileza y amor obsesivo.
Dentro de la Tristeza: aflicción, autocompasión, melancolía, desaliento, desesperanza, pena, duelo, soledad, tristeza, depresión y nostalgia.
Dentro de la Sorpresa: el asombro, estupefacción, maravilla y shock.
Dentro de la Vergüenza: el arrepentimiento, humillación, mortificación, pena, remordimiento, culpa y vergüenza.
Dentro de la Repulsión: la aversión, asco, desdén, desprecio, menosprecio y aberración. 

Una emoción simple es despertada cuando un objeto o situación es apreciado bajo un solo aspecto. Una emoción compleja es una mezcla de muchas emociones, todas dirigidas hacia el mismo objeto, pero despertadas por varios y a menudo contradictorios aspectos del objeto o la situación.
Una emoción como los celos, por ejemplo, incluye el amor, el miedo a la pérdida del ser amado, la misma ira contra el ser amado y muchas más. Los celos de una persona pueden contener más ira que miedo, y los de otro pueden incluir miedo de pérdida y amor propio herido. Por ello, no debemos apresurarnos en juzgar las emociones ni quedarnos en su apariencia preliminar. Cuando observamos reír a una persona, detrás de esa aparente aceptación y felicidad puede ocultar una timidez profunda. Por ello, el dicho que "No todo lo que brilla es oro". En la medida en que ampliemos nuestro conocimiento sobre la variedad de las emociones existentes, e identifiquemos la forma en que se expresan en cada uno de nosotros, podremos entendernos mejor, entender mejor a los demás, y a la vez vivir experiencia más gratificantes y enriquecedoras. No es el mismo miedo o angustia que se siente cuando nos encontramos al borde de un abismo, que cuando vamos a realizar una presentación en público. No es la misma alegría o efusividad que se siente cuando tenemos en nuestros brazos por primera vez a nuestro hijo recién nacido, que cuando hemos salido victoriosos de una competencia o evento deportivo. De la misma forma, varían las formas de expresión, algunos podemos gritar y brincar de alegría, otros podemos reír a carcajadas. Ante el miedo, algunos podemos salir corriendo y otros quedarnos quietos y totalmente paralizados. No existe regla o conducta adecuada, pero si debemos procurar mandar sobre nuestros actos y no que éstos se sucedan a su libre albedrío. Igual de peligroso es que nos quedemos paralizados ante el miedo o que salgamos a correr como locos, y viceversa, ambas actuaciones pueden ser benéficas. Lo importante es que nuestra elección sea consciente y equilibrada, para que podamos corregirla o reforzarla, según sea la situación y nuestro libre criterio. Debo confesar que siento Miedo de internarme en este mundo denominado "Emociones", rico en variedad y profundidad. La Alegría inicial de acercarme a este tema tan fascinante se mezcla con la angustia que me produce lo desconocido. Nunca se me había ocurrido averiguar sobre las diferentes emociones existentes, y aún menos distinguir entre la intensidad de la ira o la furia. Ahora entiendo porqué nos la pasamos buscándolas, así sea de manera inconsciente. Ahora entiendo porqué nos influyen tanto en nuestra vida. Ahora entiendo porqué detrás de su simpleza, existe un mundo un poco más complejo, pero al alcance de todos.
Juan Carlos Medina Velandia
( Diario de crecimiento emocional)
Si lo deseas, dedica unos minutos en la observación de tus emociones y responde estas preguntas aquí mismo, quizás podamos entre todos ayudarnos a comprender algo mas:
¿Cómo Influyen las Emociones en tu Vida?
¿Cuáles son tus Emociones básicas o primarias? 
¿La Sorpresa y el Poder, son Emociones positivas o negativas?
¿En el Resentimiento que emociones combinadas existen?
¿Cómo puede ser útil, el Miedo, la Furia o el Asco?
¿Qué crees aplica para tu vida?

del Amor y la sublimación


Conversando sobre el amor y la sublimación...

Estabamos en un grupo hablando del importante significado de la  " sublimación" en el amor y la sexualidad.
Se trata de elevar un "instinto" inferior a otro mas elevado, compensar una necesidad o satisfacerla a través de un substitutivo. La persona renuncia  al instinto elemental compensando con una nueva forma de tipo espiritual.  En ambos casos tratamos de alcanzar el mayor grado de satisfacción interior o placer...esa es la esencia.
Pero que pasa?...al hablar de sublimación vemos una  división porque sigue existiendo  un sensualismo corpóreo y un espiritualismo sentimental, y el Amor es único, es solo uno, y se debe sentir y expresar en cuerpo y espíritu.
El éxtasis de dos amantes crea una felicidad intensa y radiante, unidos vibran en mutuo placer pero muchas veces cada uno ignora el interior del otro escondidos en las sombras de los cuerpos.
El Amor espiritual es una armonía feliz de comprensiones recíprocas pero por si solo tampoco puede realizarse plenamente porque existen particularidades de cada uno que se transforman en fronteras invisibles. Para que el amor de dos espíritus sea posible en toda su envergadura se debe dejar de sentir deseos posesivos, y esa libertad lograda internamente no debe malograrse en libertinaje externamente, es en el equilibrio y la lealtad donde se edifica el amor.
El deseo avanza en su necesidad y sigue su camino y encuentra en su paso a la idealización y a la sublimación.
Al "idealizar" al amado se conservan el sensualismo y la pasión con la pulsión sexual originaria. Con la "sublimación"cambia el rumbo de la pulsión y el deseo es transmutado en verdadero amor hacia esa persona a la que uno quiere acercarse para relacionarse.
En un principio existe sufrimiento en esta transfiguración del amor, porque hay una purificación  profunda de cuerpo y espíritu  hasta que ambos se unen en una sola esencia que es el amor verdadero.  Primero debe existir y verse esa división para que luego se logre la unión fuerte y verdadera.
Es por la sublimación que el Amor se interioriza sumergiendo el "objeto" sexual en la intimidad de la persona  y se alcanza el desdoblamiento de la consciencia de sí mismo a partir de lo cual puede unirse  a la otra persona en cuerpo y espíritu sin distinciones ni divisiones creadas por la mente.
El buen Amor necesita de la "comunión" auténtica de los seres que no se satisface solo con la espiritualidad, ni idealización  y solo se logra con el acto de sublimación.
Graciela
http://vidaplena-terapiafloral.blogspot.com/
( resumen de reflexiones de una charla)




jueves, 27 de mayo de 2010

Enfermedad, pensamiento sin Amor



La enfermedad es un pensamiento desprovisto de paz y Amor


Kenneth Wapnick asegura que la enfermedad “es un conflicto en la mente (culpa) que se desplaza al cuerpo”. Sobre este tópico, asevera Sondra Ray: “Cuando alguien parezca estar enfermo, no nos pongamos de parte de la enfermedad. Creer que un Hijo de Dios puede estar enfermo es creer que una parte de Dios puede sufrir. Cuando alguien está enfermo es porque no sabe que posee en sí mismo la paz que pidió. Aceptemos que Dios está dentro de nosotros… ¡esto nos devolverá el conocimiento del amor de Dios, que habíamos olvidado! De esta manera, aceptaremos la paz existente en Él”.
La enfermedad es falta de paz: es una percepción neurótica donde los pensamientos negativos de culpa, resentimiento, miedo e ira han sustituido al Ser Superior en el altar de nuestra mente. La enfermedad es un signo de cómo nos juzgamos a nosotros mismos. Es un símbolo claro de nuestro alejamiento del Amor: sanar –por tanto- es una señal de que hemos vuelto a Él. Volver al Amor es volver a Dios: y gracias al Cielo, en mi caso particular, dispongo de un par de pequeños maestros que me lo recuerdan todos los días…



Sabiamente, ha escrito Marianne Williamson: “nuestro cuerpo no es más que una pantalla en blanco sobre la cual proyectamos nuestros pensamientos. La enfermedad es la materialización de un pensamiento sin amor”. Por tanto, la salud consiste extender la realidad del amor en cada cosa que hagamos, en cada palabra que pronunciemos, en cada sonrisa que obsequiemos, en cada beso y abrazo que prodigamos, en cada pensamiento que cultivemos…
Cada segundo del día que no dediquemos a la extensión del amor es una oportunidad que perdemos de sanarnos y sanar al entorno que nos rodea. Desde esta perspectiva, no hay tarea insignificante, no hay acción sin importancia, no hay pensamiento intrascendente.
La oportunidad de sanar –vale decir, de volver a Dios y al Amor- está siempre a la vuelta de la esquina: cuando tomamos una decisión desde nuestro despacho laboral; cuando atendemos a los clientes que requieren de nuestros servicios; cuando enviamos bendiciones a un amigo o amiga a través de un correo electrónico; cuando preparamos la comida para la familia; cuando oramos en la silenciosa intimidad de nuestros aposentos; cuando abrazamos a nuestros hijos o cuando ellos nos abrazan a nosotros.
En este instante, tú y yo tenemos la chance de sanar ese añejo rencor, ese molesto achaque, esa dolencia crónica, esa mente adolorida y encabritada. Comunícate con el Yo Superior que habita en tu seno y ábrele –de par en par- las remozadas puertas de tu Alma.

Carmelo Urso

Las personas "Willow"...y la Flor que ayuda a superar esa actitud
Los resentimientos y amarguras por el curso que la vida ha tomado muchas veces hacen que se envidien los éxitos y las alegrías de los demás y no puedan darse cuenta que sus propias vidas van bien, prefiriendo concentrarse en aquello que ha salido mal. La gente Willow es refunfuñona y cuando enferman son pacientes difíciles, porque nunca están satisfechos con lo que se está haciendo por ellos. Willow se puede comparar con Holly en el sentido que también es un estado negativo dirigido a otros. Pero mientras Holly arde con odio, sospecha, rencor por falta de Amor,  Willow lo hace con resentimiento y autocompasión.

Ver artículo relacionado: "Liberándose del resentimiento" ( Flores: Holly y Willow)

Información adaptada,
tomada de Centro Bach-Inglaterra



miércoles, 26 de mayo de 2010

Colores y terapias que sanan



Colores y terapias que sanan

Dijo alguna vez el famoso físico inglés Isaac Newton, descubridor de la ley de gravitación universal: “El color reside en nosotros”. Si ello es verdad, y diversos sistemas terapéuticos parecen probarlo, nuestro sistema mente-cuerpo tiene la capacidad de sanar y armonizar a través del uso de los colores.
La cromoterapia es uno de esos sistemas. Según la especialista española Rosa Torroella, hay en nuestro organismo doce vibraciones fundamentales y a cada una de ellas le corresponde un color. Aplicando haces de luz del matiz adecuado sobre los meridianos y puntos de la Medicina Tradicional China, se pueden sanar las alteraciones de la salud, recuperando así su armonía espiritual y energética.
De acuerdo a la cromoterapia, los colores calientes y cálidos (rojos y naranjas) facilitan las posibilidades de regeneración y recuperación. Los colores frescos o templados (amarillos y verdes) mantienen la fluidez y la higiene. Los colores fríos (azules y violetas) facilitan los intercambios y la circulación de energía.

 Reintegra en tu alma el vasto espectro del arco iris
Patricia Janusz, intuitiva y sensitiva francesa, y su amiga Fabien Mammam han desarrollado una terapia llamada “Tama-Do”, la cual utiliza mezclas refinadas de aceites esenciales, y extractos de minerales y plantas que se aplican en puntos estratégicos del cuerpo humano para equilibrar el aura humana. Tal terapéutica se basa en dos pilares: la eficaz composición de sus pócimas y el intenso color de las mismas.
Según Janusz, el aura humana es un campo energético de luz que expresa variopintos mensajes vibratorios. “Somos como un arco iris, procedente de la luz pura; no obstante, al reencarnar, elegimos desprendernos de siete u ocho colores de nuestro espectro para densificarnos y convertirnos en materia. Gracias al trabajo sanador con el color, reintegramos en nosotros cada una de las virtudes de la franja cromática, equilibrando nuestra psique y cuerpo”.

Una meditación con colores
Meditar con colores puede sanarnos
Cuando el hastío nos abruma, cuando nos anegan emociones de depresión o tristeza, decimos metafóricamente que nuestra vida “no tiene color”. En cualquier caso, basta a veces contemplar el exuberante matiz de una flor, los vívidos tonos de un amanecer o el sigiloso titilar de los astros nocturnos para recordar esa luz de la cual procedemos, esa luz que, al igual que nuestra alma, contiene todos los matices y potencialidades que el Creador concibió en su mente infinita.

La psíquica española Arrais nos provee esta técnica de meditación con colores. Es muy sencilla:

1. Ponte en la posición que te resulte más cómoda; si lo necesitas, coloca, a volumen moderado, una música relajante; cierra los ojos; respira a fondo sobre el centro de tu plexo solar. Inspira por la nariz y espira por la boca, a bocanadas largas y profundas; relaja tu mente; con cada aspiración y expulsión del aire de tus pulmones, encontrarás una confianza interior en la bondad de Dios y en su inagotable capacidad curadora.
2. De acuerdo a la necesidad física, espiritual y emocional que tengas, visualiza los siguientes colores para iniciar tu proceso de curación psico-espiritual:
• Para obtener alegría: aspira el naranja y espira el azul.
• Para incrementar las funciones intelectuales: aspira el amarillo para y espira el violeta.
• Para purificar: aspira el verde y espira el magenta.
• Para fortalecer el sistema inmunológico: aspira el turquesa y espira el rojo.
• Para obtener relajación: aspira el azul y espira el naranja.
• Para incrementar el sentimiento de autovaloración: aspira el violeta y espira el amarillo.
• Para erradicar pensamientos obsesivos: aspira el magenta y espira el verde.
• Para obtener vitalidad: aspira el rojo y espira el turquesa.
Tómate todo el tiempo que sea necesario, hasta que te sientas relajado o satisfecho.
A medida que practiques esta sencilla técnica de aspiración y espiración del color, descubrirás que te sientes más lleno de energía y que tu sistema está más equilibrado.
Por Carmelo Urso

Premio " Tejiendo sueños"


Premio " tejiendo sueños"
 


He recibido este premio del blog " Hablando desde el Corazón" . Agradezco a Mária sinceramente y con mucho amor porque tejer sueños es maravilloso...

"Siempre habrá sueños mas grandes o mas humildes que los tuyos, pero nunca habrá un sueño exactamente como el tuyo. ¡porque eres único y más maravilloso de lo que tu sabes!."

Sueños

Embadúrnate el cuerpo,
de oscuridad
y de silencio,
y podrás levantar
la copa de los sueños.

Pasaron superpuestas
ráfagas de recuerdos,
y los nuevos clisés
sólo quedan impresos,
mientras hay luz de menta
dentro del pensamiento.

Una astilla de luz,
agujerea
los tulipanes negros.

José María Hinojosa

Las reglas de este premio una vez aceptado son:
- agradecer a quien lo concedió con link directo a su sitio
- Concedérselos a otros 15 blogs

Pido disculpas por no cumplir con las reglas, pues no lo voy a conceder a 15 blogs sino a todos lo que quieran seguir sus sueños tejiéndolos con hilos de amor verdadero, dorados y fuertes.

Graciela
http://vidaplena-terapiafloral.blogspot.com


Mejora tus emociones


El Feng Shui y las flores...
atraer energía positiva alejando la negativa

Puedes elevar tu vibración con flores. Con aromaterapia y flores de bach y también con las flores de tu jardín puedes cambiar las vibraciones y mejorar  tus emociones.
Las flores y las plantas juegan un papel muy importante a la hora de captar la energía positiva o “Chi”. Así, por ejemplo, si queremos mejorar las relaciones de pareja debemos colocar un jarrón blanco con flores rojas o rosas frescas en la mesita de noche.
El jazmín es la planta de la amistad y como tal, es un excelente regalo para llevar cuando vamos de visita.
Las peonias refuerzan la energía masculina. Estas plantas simbolizan la lealtad y el cariño. Un ejemplar con abundantes flores y hojas es presagio de buena fortuna.
Los crisantemos traen la alegría y la felicidad a nuestros hogares. En chino, esta flor es conocida como “Cielo repleto de estrellas” o “Bebida de vino hecho con los melocotones de los inmortales”. Los crisantemos se asocian con la jubilación y una vida tranquila.
Elimine diariamente las flores que no estén en buenas condiciones. Y por la noche preocúpese de colocarlas en un ambiente fresco, o si es posible déjelo fuera de la casa.
A las plantas y flores les encanta escuchar música clásica. Verá como sus flores durarán más y las plantas que tenga crecerán bellas y fuertes.



A veces, por causa del calor o de una mala hidratación, el tallo de las flores cercano al capullo tiende a doblarse; en este caso, usted debe llenar una tina o un recipiente grande con agua fría y sumergir por completo la flor, cortándole un poco el tallo; Mantener así unas horas (una o dos) y una vez que estén hidratadas, pasarlas al florero con agua y una gota de cloro, azúcar o una aspirina.
El narciso se conoce como “Hada de agua”. Esta planta crece a partir de un bulbo y si florece en año nuevo traerá buena suerte para los próximos doce meses.
Los lirios, considerados uno de los ocho tesoros, simbolizan el verano y la abundancia. Son flores que no deben faltar en el interior de nuestros hogares.
Si queremos refrescar la atmósfera, limpiar el aire y atraer la energía positiva debemos colocar, al menos, una planta grande en cada una de las estancias de nuestro hogar.

El verde es el color del crecimiento. Las plantas verdes transmiten paz y armonía al tiempo que alivian las mentes preocupadas. Ellas reducen el stress y traen consigo el equilibrio, la armonía y la paz.
Las plantas con pinchos pueden atraer la energía negativa pero también pueden reactivar la energía positiva en zonas del hogar en las que ésta permanecía inactiva; de este modo, el Chi se mueve por toda nuestra casa.
Las plantas de hojas redondas captan la energía positiva y atraen la buena fortuna. La crásula o árbol del dinero es especialmente propicia.



RAMÓN A. PÉREZ VENTURA
( Publiboda)












La naturaleza del Amor




Bajo el árbol amigo

Un hermoso y frondoso árbol del bosque estaba destruído por haber amado demasiado, por haber entregado todo de sí mismo a quien no supo amarlo de verdad. Primero entregó sus frutos, luego le dió sus ramas y finalmente  ofreció su tronco entero...y se quedó solo, vácío de amor, sufriendo y  con eternas preguntas sobre el destino de quien creía amar.
Finalmente un maestro viajero, que estaba de paso por allí lo encontró, lo sintió y acarició con bondad infinita el tocón que antaño había sido un árbol impotente y hermoso.  A continuación cerró sus insondables ojos unos instantes y besó con dulzura la ajada corteza.  El viejo árbol se sintió reconfortado por el infinito poder del amor.
Entonces abrió de nuevo los ojos, observó el viejo tocón y con expresión de respeto le dijo con voz suave y firme:
-Amigo árbol, ese niño, hoy hombre, que tanto esperas nunca regresará.  No lo hará porque sabe que tú ya no tienes nada que ofrecerle Nunca te amó, solo ambicionaba tus recursos.  Pero tu tampoco lo amaste, porque si algo le diste lo hiciste porque de ese modo confiabas en retenerlo junto a ti y Amar no consiste en darlo todo, sino en ofrecer lo adecuado y estar, al mismo tiempo, dispuesto a recibir.  Profundiza en la experiencia de amor incondicional, comprende la armoniosa naturaleza del dar y del recibir, embébete de la energía inagotable, del poder del amor que hay en ti.
Entonces sucedió algo extraordinario, al contacto con la mano del viajero el espíritu del árbol se sumió en una profunda y renovada calma.  empezó a vislumbrar otros rostros, un caudal de caras que desfilaban ante él...centenares, miles de semblantes distintos... todos se le acercaban. Y ocurrió que todos esos rostros adquiríeron al final una misma apariencia, que adoptaba rasgos infantiles...

...Entonces se vió a si mismo como una sencilla semilla engendrada entre los pétalos de la flor de un gran árbol y, aún semilla, vio a continuación como un pájaro la transportaba en el pico hasta que la flor caía en el prado.  Contempló el amanecer del mundo, galaxias que explotaban y se consumían y luego quietas aguas que se mecían en la oscuridad de la noche.  Y en todo ello había algo que se entretejía entre todas las cosas, y un hilo de continuidad, algo débil sin sustancia, aunque con existencia.  Y experimentó a través de esos hilos el Universo entero. Todo era luz.
Y mas allá, y por encima del firmamento, entrevió la sonrisa del innombrable poder que trasciende la existencia.
En ese instante, su consciencia comprendió la infinitud del tiempo, el misterio de la vida y la muerte. Se dejó arrebatar por un profundo estado de amor y sabiduría y la realización máxima llenó todo su ser con una inefable gratitud.
A medida que el inmutable y luminoso éxtasis lo embargaba, todo atisbo de vida se recogía en lo mas profundo de sus raíces, preservando así su singularidad en el nutricio seno de la madre tierra.
Cuando la imagen del mundo se desvaneció por completo de la consciencia del árbol y quedó solo el vacío y el silencio, el joven maestro que había permanecido junto a él sin moverse, se incorporó, y en silencio, se dirigió hacia el bosque, allí pareció que se desvanecía, como si se fundiera con las doradas coloraciones de los árboles.  Todo ello ocurría bajo el rojizo cielo del atardecer de un lejano día de otoño.
Así fue como el gran árbol alcanzó finalmente la completa comprensión de la naturaleza del AMOR.

Frederic Solergibert

martes, 25 de mayo de 2010

"Para una versión del I King"



El porvenir es tan irrevocable
como el rígido ayer.  No hay una cosa
que no sea una letra silenciosa
de la eterna escritura indescifrable
cuyo libro es el tiempo. Quien se aleja
de su casa ya ha vuelto. Nuestra vida
Es la senda futura y recorrida.
El rigor ha tejido la madeja.
No te arredes. La ergástula es oscura,
La firme trama es de incesante hierro,
Pero en algún recodo de tu encierro
Puede haber una luz, una hendidura.
El camino es fatal como la flecha.
Pero en las grietas está Dios, que acecha.

Jorge Luis Borges

viernes, 21 de mayo de 2010

Amor Creciente, Amor menguante


Amor creciente, amor menguante

Cualquier observador o amante del mar sabe que el ritmo de las mareas es como el de la respiración. Así como el fluir del aire hacia y desde los pulmones se manifiesta en el movimiento cíclico y ondulante del abdomen y nos informa que un ser está vivo, también las mareas, con su eterno ascenso y descenso, nos confirman que el mar vive.
La vida, en síntesis, es una sucesión de ritmos y movimientos opuestos y complementarios. La noche que sigue al día y el día que continúa a la noche, las estaciones que se suceden, el corazón con su sístole y su diástole, el sueño y la vigilia, la actividad y el descanso, el músculo que se tensa y se relaja. Los cuartos crecientes y menguantes de la Luna. La muerte que sigue a la vida y la significa. Ciclos, evolución, continuidad, diversidad, un equilibrio inestable que, en esa inestabilidad, plasma su armonía sutil.
Todo intento de detener tal continuidad, de congelarla en uno solo de sus momentos resultaría imposible. Sería como congelar la vida. Una foto, una película, una grabación no capturan lo que ocurre en un momento o en un lugar. Sólo certifican el flujo natural e inexorable del tiempo. Poco importa el desarrollo tecnológico, las cámaras digitales. Lo único que con ello se consigue es mostrar, con mayor perfección aún, que eso que se ve en una imagen ya no es, ya ocurrió, que ahora es otra cosa lo que está sucediendo y es otro el lugar en el que estamos. Nadie se baña dos veces en el mismo río, decía Heráclito. Aunque también puede decirse que el río es siempre el mismo aunque no lo sea.
La vida es una sucesiva, constante armonización de la diversidad. Esto vale también para los defensores más dogmáticos del blanco o negro, del Bien versus el Mal, del se hace o no se hace. Vale para los más fanáticos creyentes en la dualidad. También ellos, en tanto seres vivos, están sometidos a los ciclos de sus ritmos orgánicos, de sus células y de sus glándulas, de sus emociones y de sus sentimientos. La negación a aceptarlo suele resultar trágica.
Mencioné, en el párrafo anterior, los ritmos de las emociones y de los sentimientos. Los hay. Aún para quien jura odio eterno es difícil vivir así: no odiará mientras duerma, ni cuando ría, ni cuando ame. El que jura amor eterno no estará pendiente de ese amor (a menos que se transforme en obsesión y dependencia) todos los segundos de todas las horas de todos los días. El sentimiento irá y vendrá, en oleadas. Lo constante será el oleaje. No hay quien pueda detener los ritmos y los ciclos de la vida para congelarlos en una única y eterna pulsión, llámese ésta odio o llámese amor eterno.
Quien puede amar siempre “como el primer día” habrá conseguido el dudoso y, en mi opinión, poco deseable “milagro” de entumecer un sentimiento, de impedirle evolucionar y cumplir sus fases. Habrá logrado detener, en síntesis, lo que es la sustancia de la vida. Habrá paralizado la experiencia.
Hay personas que, cuando perciben que sus relaciones afectivas han registrado variaciones en su intensidad, en su satisfacción o en otras características, temen que haya dejado de existir el sentimiento que las liga al otro. “Ya no es como al principio”, dicen con preocupación o con nostalgia. “Ya no me quiere como antes”. “Ya no nos amamos tanto”. Aunque se las use como preanuncio del final de algo, si se las lee con detenimiento se verá que estas frases dicen verdades válidas para todas las relaciones en todos los momentos. Porque es así. En un vínculo que se extiende en el tiempo no hay forma de amarse siempre como al principio. Todo el tiempo nos estaremos amando de una manera que no será la del momento o de la etapa anterior. Y la diferencia no se mide en cantidades, las emociones no son cuantificables. No te amo más o menos que antes, te amo siempre de un modo distinto. O no te amo. El que te ama, mientras te amo, soy, sí, siempre yo. El mismo. El diferente.
El amor es una energía. Las energías son movimiento. En el caso de este sentimiento se trata de una energía generada, aunque suene obvio, por dos que se aman. Así como todos sabemos que no nos trae la cigüeña desde París y que no nacemos de un repollo, sino de la unión de dos personas, también el amor de pareja nace de la integración y la co-construcción afectiva de dos individuos. Uno solo no hace que dos se amen. No hay transfusión amorosa posible del tipo “mi amor alcanza para los dos”, aunque abunden las fantasías al respecto.
Una de las preguntas más sabias y profundas que escuché en mi vida es ésta: ¿Si un árbol cae en un bosque solitario, produce ruido al derrumbarse? Podríamos trasladarla a la cuestión del amor: ¿si una persona ama en solitario, existe ese amor? Se necesitan dos manos para aplaudir, se necesita del mar y de la costa para que exista la marea. Y, en mi opinión, se necesitan dos personas para que se produzca la energía del amor de pareja. La costa y el mar no se mantienen fijos e inalterables. El agua sube y baja, a veces es calma, a veces turbulenta, tiene sus ciclos. La costa avanza y retrocede, cambia de formas, nunca es la misma. Aunque siempre hay una marea alta y una marea baja, y se suceden en un devenir eterno, no hay dos mareas iguales. Así son los ciclos del amor. Dos personas que se aman son playa y mar en un encuentro constante y cambiante. Los ciclos de las mareas tienen que ver con los vientos, con la atracción lunar, con las fuerzas gravitatorias. Los ritmos del amor tienen que ver con la transformación personal de los amantes, con el trabajo amoroso que juntos realizan y con la alquimia sagrada y misteriosa que los atrae y los une, mientras los atrae y los une. El trabajo amoroso requiere disposición y compromiso, la alquimia responde a un secreto que se puede interpretar y sobre el cual mucho se teoriza y reflexiona, pero es, en fin, el aspecto más insondable del amor, y está bien que así sea y así debiera respetarse.
La ignorancia de estos ciclos, la falta de respeto hacia ellos, el intento de detenerlos es consecuencia, intuyo, de la creencia en la “magia del amor”, de que éste se da de una vez y para siempre, que nada hay que hacer para cuidarlo, para nutrirlo, para honrarlo. Estamos profundamente afectados por la cultura de la inmediatez, por la exigencia del éxito, por la religión del rendimiento. Lo que no se da en el acto, lo que ofrece conflictos a resolver, lo que no produce réditos, materiales o afectivos, debe dejarse, “fue”, hay que empezar con lo que sigue. Es una cultura que suprime de nuestras vidas la experiencia, que nos pone en fuga hacia delante, sin destino y, lo peor, sin sentido. Vacíos de sentido, vivimos angustiados y, como se ve, amamos, como dice un bolero, con ansiedad, con angustia, con desesperación. Sin satisfacción, sin plenitud, sin inspiración (la inspiración es el pasaje del espíritu trascendente al alma individual). Queremos amores sin diversidad, sin diferencias (aunque nos digamos tolerantes de lo diferente), porque las diferencias convocan al trabajo. Queremos amores sin trabajo, cosechas sin siembra, océanos sin mareas. Esto es, quizá, producto de algo que hace tiempo olvidamos. Somos parte de la totalidad (llámese, Universo, Naturaleza, Cosmos, Uno). Partes de un organismo que nos trasciende. Al olvidarlo, nos gana la angustia, sentimos que se nos escapa el tiempo o, peor, queremos escapar de él congelándolo, eliminando sus ciclos. Esto resulta en un modo de vivir, de relacionarnos, de hacer negocios, de ejercer profesiones, de andar por el mundo. Esto resulta en un modo de amar. Si mi tiempo es finito, si no hay nada más allá de él, cada segundo no “productivo” está perdido. Tiene que pasar algo en cada instante, tienen que ser momentos “ganados”. La idea del flujo y reflujo es desesperante, porque el reflujo es asimilado a la nada, a la pérdida. Nos olvidamos, al desgajarnos de la totalidad, que vivimos sus ciclos. Y que eso está más allá de nuestra voluntad.
Los ciclos de una relación proporcionan una rica materia para el trabajo amoroso, para la construcción permanente del vínculo, para la vivencia responsable del mismo. El intento de escapar a esos ciclos, cuando estos se empiezan a registrar en la vivencia de la vida con otro, sólo empuja a otro tipo de ciclo, desgastador y empobrecedor. Se pasa de los ciclos del amor con una persona, del constante redescubrimiento de un ser querido que es el mismo y es otro en cada instante, al círculo vicioso del reiterativo comienzo con nuevas personas. Como si se saltara de una marea alta a otra marea alta. Como si se intentara respirar sólo inspirando, sin espirar nunca, como si se le exigiera al corazón que funcionara sólo con sístole o al clima que no tuviera estaciones o al sol que jamás se ocultara. Intentos vanos. Un ciclo doloroso de ilusiones que se convierten en desilusiones.
Nadie puede ser obligado, ni debe obligarse a sí mismo, a permanecer en una relación en la que no se siente amado como necesita (a pesar de pedirlo) o en la que no tiene interlocutor emocional. Pero toda relación en la que hay una inversión afectiva, experiencias compartidas, ilusiones en común, merece ser navegada hasta el fin a través de todas sus mareas, las altas y las bajas.

por Sergio Sinay






jueves, 20 de mayo de 2010

Vive igual que meditas


Vive igual que meditas

Que la gente se siente a meditar es hermoso, a casi todo el mundo le vendría bien sentarse un rato a meditar en silencio todos los días, ya fueran veinte minutos o cuarenta. No obstante, cuando hablo de meditación no me refiero a lo que hacemos cuando nos sentamos formalmente. La meditación también tiene que ver con la vida y la forma de vivir. Si solo aprendemos a meditar bien cuando estamos sentados, por muy profunda que sea la meditación no llegaremos muy lejos. Los años me han permitido comprobar que incluso los meditadores buenos se olvidan de su meditación cuando se levantan del cojín…

La Meditación Auténtica es algo que vive realmente en nosotros; es dejar de manipular y permitir que todo sea tal y como es. Podrás estar conduciendo y permitir que todo sea tal y como es. Podrás permitir que el tráfico sea “lo que es”. Podrás practicar permiéndote sentir lo que sientas. Podrás dejar que el tiempo sea como es. O podrás experimentar la próxima vez que veas a tu amigo o a tu amante. ¿Qué sucede cuando te encuentras con esta persona y permites que sea totalmente lo que es? ¿Qué sucede cuando me permito ser completamente lo que soy? ¿Qué ocurre? ¿Cómo nos implicamos? ¿Que cambia? Así que la Meditación Auténtica puede ser una meditación muy activa, una meditación muy comprometida.

De hecho, debemos ver la meditación como algo que va más allá de cuando estamos sentados en un lugar tranquilo. Sino, la espiritualidad y nuestra vida cotidiana se convertirán en dos cosas distintas. Ése es el engaño fundamental: creer que existe algo llamado “mi vida espiritual” y otra cosa “mi vida cotidiana”. Cuando despertamos a la realidad descubrimos que todo es igual. Todo es la expresión ininterrumpida del Espíritu (Conciencia).

¿Qué pasaría si tu vida, y no solo el rato que pasas meditando, se basase en permitir que todo fuese “lo que es”?. Supondría una revolución en la vida de casi todo el mundo….Implica permitir que todo sea lo que fue y lo que es ahora, y lo que podría ser. ¿Qué pasaría si basases la vida, todas esa horas en las que no estás sentado en silencio, en permitir que todo fuera “lo que es”.

Si lo hicieras toda tu vida podría volverse muy interesante. Pues la meditación es segura. Te sientas en tu cojín, en tu silla y te haces un ovillo en tu postura preferida, ¿verdad?. Te da seguridad; es como regresar al útero, y eso es maravilloso pues descubres un lugar seguro, un lugar que nadie te puede quitar, y eso resulta agradable. Es realmente agradable. Pero cuando empezamos a abrirnos y consideramos la meditación, mas allá de un lugar seguro, una forma de afrontar la vida, esta se vuelve muy interesante, ¿no? Empezamos a dejar de resistirnos a la experiencia, y empezamos a descubrir algo muy potente y poderoso.
Comenzamos a descubrir lo esencial, la verdad de nuestro ser. Empezamos a descubrir que nuestra naturaleza esencial, la Conciencia, siempre permite que todo sea “lo que es”. Por eso meditamos de esta forma pues la Conciencia ya lo está haciendo así, permite que todo sea “lo que es”. La Conciencia no se resiste a nada. La Conciencia no se enfrenta a “lo que es”. ¿Te has dado cuenta? La Conciencia o tu verdadera naturaleza, permite que todo sea “lo que es”. Si estas teniendo un buen día, tu verdadera naturaleza te deja tener un buen día. Y si estas teniendo un día horrible, tu verdadera naturaleza no se pone en medio como un obstáculo, ¿verdad? Permite que sea lo que es. Aunque esa sea su base, la Conciencia va más allá.

He comprobado que una de las claves para ser verdaderamente libre es vivir igual que medito. Cuando permitimos que todo sea realmente lo que es, cuando nos permitimos esta atmosfera interior, esa actitud interna de no aferrarnos a nada, ese espacio resulta muy fértil; es un estado de consciencia muy potente. Esos momentos de entrega te darán la oportunidad de recibir algo creativo. Es el espacio en el que surge la visión, la revelación. Así que no se trate de dejar que todo sea lo que es a modo de simple objetivo, sino como una meta. Si lo conviertes en un objetivo te perderás la esencia, que consiste en permitir que todo sea simplemente como es; esa es la base, la actitud subyacente.

Desde esta actitud podrán suceder muchas cosas. En ese espacio surgirá la sabiduría, los “ajas”. En ese espacio recibiremos el regalo de lo que necesitemos ver. Es el espacio donde la totalidad de la Conciencia, y no solo una pizca de nuestra consciencia mental, podrá informarnos, Y, por último, es el espacio en el que surgirá la Conciencia. Es el espacio en el que nos daremos cuenta de que somos Conciencia, el material no manifestado del Ser.

Extracto del libro “Meditación Autentica” de Adyashanti
http://www.despertarlaconciencia.net


miércoles, 19 de mayo de 2010

Flor: Sweet Chestnut...suena la música y baila!

Importante: Valorar las pequeñas cosas...

Se llama "felicidad" un concurso de circunstancias que permiten la alegría. Pero se llama alegría ese estado del ser que no necesita nada para sentirse feliz.
André Gide

 



La alegría y el amor son las dos alas para las grandes acciones.
Goethe


 FLOR DE BACH : Sweet Chestnut ( Castaño Dulce)
 Ayuda a las personas en este estado de angustia extrema a mantenerse dueños de sus vidas y a renovar su esperanza y fortaleza.

Cualidad:
Liberación, transformación.


¿Cualidades de Sweet Chestnut armonizado?
Capacidad para considerar a todos los problemas como "pruebas a superar" y asumir la angustia como el sentimiento que produce el morir en uno mismo y poder de este modo extraer todo el conocimiento inherente a la experiencia que se está viviendo.


¿Qué aporta la toma de Sweet Chestnut?
Permite la adaptación al sentimiento de vacío interior, sin angustiarse ni desesperarse para transformar todo el sufrimiento en conocimiento.


¿Quién debería tomar Sweet Chestnut?
Debe tomar Sweet Chestnut cualquier persona que se sienta como en el fondo de un agujero negro, desesperada, angustiada y con ganas de llorar.

Diane Belgrave
Autosanación por las flores de Bach





Desasosiego...




Desasosiego...me encojo de hombros
Damos comúnmente a nuestras ideas de lo desconocido el color de nuestras nociones de lo conocido: si llamamos a la muerte un sueño es porque parece un sueño por fuera; si llamamos a la muerte una nueva vida, es porque parece una cosa diferente a la vida. Con pequeños malentendidos con la realidad construimos las creencias y las esperanzas, y vivimos de las cortezas a las que llamamos panes, como los niños pobres que juegan a ser felices.
Pero así es toda la vida; así, por lo menos, es ese sistema de vida particular al que, en general, se llama civilización. La civilización consiste en dar a algo un nombre que no le compete, y después soñar sobre el resultado. Y, realmente, el nombre falso y el sueño verdadero crean una nueva realidad. El objeto se vuelve realmente otro. Manufacturamos ideales. La materia prima sigue siendo la misma, pero la forma, que el arte le ha dado, la aleja de continuar siendo efectivamente la misma. Una mesa de pino es pino pero también es mesa. Nos sentamos a la mesa y no al pino. Un amor es un instinto sexual, pero no amamos con el instinto sexual, sino con la presuposición de otro sentimiento. Y esa presuposición es ya, en efecto, otro sentimiento.

No sé qué efecto sutil de luz, o ruido vago, o memoria de perfume o música, tañida por no sé qué influencia externa, me ha traído de repente, en pleno ir por la calle, estas divagaciones que anoto sin prisa, al sentarme, en el café, distraídamente. No sé a dónde iba a conducir los pensamientos, o dónde preferiría conducirlos. El día es de una leve niebla húmeda y caliente, triste sin amenazas, monótono sin razón. Me duele un sentimiento que desconozco; me falta un argumento no sé sobre qué; no tengo deseo en los nervios. Estoy triste por debajo de la conciencia. Y escribo estas líneas, realmente mal-anotadas, no para decir esto, ni para decir nada, sino para dar un trabajo a mi distracción. Voy llenando lentamente, a trazos flojos de lápiz -que no tengo sentimentalismo para afilar- el papel blanco de envolver los bocadillos que me han dado en el café, porque no necesitaba uno mejor y cualquiera servía, siempre que fuese blanco. Y me doy por satisfecho. Me reclino. La tarde cae monótona y sin lluvia, con un tono de luz desalentado e inseguro... Y dejo de escribir porque dejo de escribir.

Lo que hay de más deleznable en los sueños es que todos los tienen. En algo piensa en la oscuridad el cargador que se amodorra de día contra la farola en el intervalo de los carreteos. Sé en qué entrepiensa: es en lo mismo en que yo me abismo entre asentamiento y asentamiento en el tedio estival de la oficina tranquilísima.
Me da más pena de los que sueñan lo probable, lo legítimo y lo próximo, que de los que devanean sobre lo lejano y lo extraño. Los que sueñan en grande, o están locos y creen en lo que sueñan y son felices, o son devaneadores sencillos, para quienes el devaneo es una música del alma que los arrulla sin decirles nada. Pero el que sueña lo posible tiene la posibilidad real de la verdadera desilusión. No puede pesarme mucho el haber dejado de ser emperador romano, pero puede dolerme el no haberle hablado nunca a la costurera que, hacia las nueve, dobla siempre la esquina de la derecha. El sueño que nos promete lo imposible ya nos priva con eso de ello, pero el sueño que nos promete lo posible se entromete en la propia vida y delega en ella su solución. Uno, vive exclusivo e independiente; el otro, sometido a las contingencias del acontecer.
Por eso amo los paisajes imposibles y las grandes zonas desiertas de las llanuras en las que nunca voy a estar. Las épocas históricas pasadas son de pura maravilla, pues, desde luego, no puedo pensar que se realizarán conmigo. Duermo cuando sueño lo que no existe; me despierto cuando sueño lo que puede existir.
Me asomo, desde una de las ventanas de la oficina abandonada a mediodía, a la calle en la que mi distracción siente movimientos de gente en los ojos, y no los ve, desde la distancia de mi meditación. Me duermo sobre los codos, donde me duele la barandilla, y sé de nada con una gran promesa. Los pormenores de la calle sin animación por la que muchos andan se me destacan en un alejamiento mental: los cajones apiñados en el carro, los sacos a la puerta del almacén del otro y, en el escaparate distante de la tienda de ultramarinos de la esquina, el vislumbre de las botellas de ese vino de Oporto que sueño que nadie puede comprar. Se me aísla el espíritu de la mitad de la materia. Investigo con la imaginación. La gente que pasa por la calle es siempre la misma que ha pasado hace poco, es siempre el aspecto fluctuante de alguien, manchas sin movimiento, voces de incertidumbre, cosas que pasan y no llegan a suceder.
La anotación con la conciencia de los sentidos, antes que con los mismos sentidos...La posibilidad de otras cosas...Y, de repente, suena, detrás de mí, en la oficina, la llamada metafísicamente abrupta del mancebo. Siento que podría matarlo por haber interrumpido lo que no estaba pensando. Le miro, volviéndome, con un silencio lleno de odio, escucho anticipadamente, con una tensión de homicidio latente, la voz que va gastar en decirme algo. Se sonríe desde el fondo de la casa y me da las buenas tardes en voz alta. Le odio como al universo. Tengo los ojos pesados de sopor.

Extracto de "libro de desasosiego" de Bernardo Soares


Piensa...muchas cosas nos producen desasosiego, un despido, una noticia inesperada, una traición... Cuantas veces nos vemos inmersos en el mar del desasosiego con esa ansiedad vaga que genera la incertidumbre, desvelo que nos mantiene la Fe pendiente de un hilo. La incomodidad, el disgusto..esa desazón que nos deja amarga la boca y nos derrumba cuando dejamos que los pensamientos nos invadan...quedamos con sed de justicia y sin defensas porque solo vemos lo que queremos ver ,  nos quedamos encerrados  en una emoción sin sentido  y no nos proponemos ver que enseñanza hay detrás de cada cosa que nos sucede.  La inquietud desaparece cuando te encoges de hombros entregándote al fluír de la vida... cuando comprendes que todo es como debe ser, porque así lo hemos creado y eso es lo que nos toca vivir para ser aprendido y superado... "despertemos y soñemos lo que puede existir", pues si nos dormimos dejamos que nos invadan los pensamientos y soñamos lo que no existe....








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