¿Dónde está el
miedo?
"En la vida,
no se le puede tener miedo a nacer,
porque es algo que ya ha ocurrido,
ya no se puede hacer nada al respecto.
Tampoco se le puede tener miedo a vivir,
porque es algo que ya está ocurriendo.
Y tampoco se le puede tener miedo a morir;
porque es algo que ocurrirá,
hagas lo que hagas.
Así que, ¿dónde está el miedo?"
Todas las personas son
cobardes
"Si sientes miedo, sientes miedo. ¿Para
qué convertir el asunto en un problema? Reconoce que tienes miedo, al igual que
posees dos manos. ¿Para qué crear un problema? Es como si te preguntaras por qué
tienes una nariz, en lugar de dos. El miedo está allí y lo único que debes hacer
es tomar nota y aceptarlo. Acéptalo y no te preocupes. Verás que súbitamente
desaparece.
Esa es la alquimia interior: los problemas desaparecen tan
como se aceptan, pero se agrandan y complican
cuando se entra en conflicto con ellos. Claro que hay sufrimiento y con él viene
el miedo. Pero acéptalo porque no hay nada que puedas hacer al respecto. No
pienses que estoy hablando de pesimismo al decir que no puedes hacer nada al
respecto. Cuando digo que no hay nada que puedas hacer, te estoy dando la clave
para solucionar el problema.
El sufrimiento es parte de la vida y del
crecimiento, y no hay nada de malo en él. El sufrimiento se convierte en algo
malo solamente cuando es destructivo, y no se utiliza para crear; el sufrimiento
se convierte en algo malo solamente cuando la persona sufre y no aprende nada de
su sufrimiento. Yo quiero decirles que cuando el sufrimiento deja lecciones es
una creadora.
La oscuridad es bella cuando
insinúa la pronta aparición del alba; la oscuridad es peligrosa cuando es
interminable y no insinúa un amanecer. Es peligrosa cuando sencillamente se
perpetúa y la persona continúa moviéndose como autómata en la rutina de su
círculo vicioso. Esto te puede suceder si no estás alerta: por querer salir de
un sufrimiento, terminas creando otro, y para escapar de ese creas otro, y luego
otro, y así sucesivamente. Y todos esos sufrimientos que no has vivido continúan
aguardándote. Han escapado, sí, pero simplemente para caer en otro sufrimiento,
porque la misma mente que creó el primer sufrimiento, crea también los
siguientes. El sufrimiento siempre estará ahí porque es una creación de la
mente.
Acepta el sufrimiento y atraviésalo; no escapes. Es una dimensión
completamente diferente en la cual debes trabajar. El sufrimiento está ahí; sal
a su encuentro, atraviésalo. El sufrimiento estará ahí, de modo que acéptalo.
¿Qué temblarás? ¡Entonces tiembla! ¿Para qué fingir que no tiemblas, que no
sientes miedo? Si eres cobarde, pues acéptalo.
Todas las personas son
cobardes. Aquellas a quienes llamamos valientes solamente están fingiendo porque
muy en el fondo son tan cobardes como el resto del mundo. En efecto, son quizá
más cobardes porque para crear su cobardía se han fabricado una máscara de
bravura y tratan de actuar de tal manera que nadie piense que son cobardes. Su
bravura es apenas una fachada.
¿Cómo podemos ser valientes? La muerte está
ahí. ¿Cómo podemos ser valientes si somos apenas hojas sacudidas por el viento?
¿Cómo podría no temblar una hoja? Cuando el viento sopla, la hoja se estremece.
Pero nunca acusamos a la hoja de cobarde. Sólo sabemos que está viva. Así,
cuando tiemblas y el miedo se apodera de ti, eres como una hoja al viento
-¡hermoso! ¿Para qué formar un problema de ello? Pero la sociedad todo lo ha
convertido en problema.
Cuando un niño siente miedo de la oscuridad le
decimos: "No tengas miedo, sé valiente". ¿Por qué? El niño es inocente; es
natural que sienta miedo en la oscuridad. Pero lo obligamos a ser valiente y a
esforzarse por serlo. Entonces, se llena de tensión y se limita a soportar la
oscuridad; todo su ser está tenso y listo para temblar, pero el niño se reprime.
Ese temblor reprimido lo perseguirá durante toda la vida. Habría estado bien
temblar en la oscuridad; no habría nada de malo en ello. Habría estado bien
llorar y correr y refugiarse en los brazos de sus padres, no había nada de malo
en ello. Ese niño habría salido de la oscuridad con mayor experiencia y mayor
conocimiento. Después de temblar y sollozar en la oscuridad se habría dado
cuenta de que en realidad no había nada que temer. Al reprimirlo, nunca logras
experimentar el fenómeno en su totalidad y no extrae de él lección alguna.
La sabiduría viene con el sufrimiento, a través de la aceptación. Cualquiera
que sea la situación, siéntete a gusto en ella...
¡Eres hermoso! Acéptalo y,
no importa lo que suceda, permite que pase y vive la situación. El sufrimiento
no tarda en convertirse en aprendizaje, en cuyo caso se convierte en una fuerza
creadora.
El miedo te dejará intrepidez y la ira te dejará compasión. Al
comprender el odio, nacerá en ti el amor. Pero eso no sucede creando un
conflicto, sino viviendo con la consciencia alerta. Acepta y atraviesa la
situación"
Osho
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